domingo, 5 de julio de 2009

El africano” de Le Clezio es un pequeño libro de un gran escritor. Recoge recuerdos de su infancia en Africa, filtrados por una visión llena de frescura, lejana a los convencionalismos de un libro de memorias. Autobiografico.
El autor inserta su mundo interior en el país donde transcurre su primera niñez.
La íntima identificación con la naturaleza es una característica de Le Clezio.



“Puedo sentir la emoción que experimentaba al atravesar las altas mesetas y las llanuras herbosas, cabalgando por los estrechos senderos que serpenteaban en el flanco de la montaña, descubriendo a cada instante nuevos panoramas, las líneas azules de las cumbres que surgían de las nubes como espejismos, bañadas por la luz de Africa, tanto violenta al mediodía como atenuada en el crepúsuclo, cuando la tierra roja y las hierbas leonadas parecen iluminadas desde el interior por un fuego secreto”.
Ante todo “El africano” es una evocación de su padre, cirujano, antiburgues y anticolonizador, que retorna, transformado por la guerra.
Narra con sencillez los recuerdos infantiles -buenos y malos- y construye un retrato salvador, en busca de la reconciliación.
Todo ser humano es el resultado de un padre y de una madre. Se puede no reconocerlos,l no quererlos, se puede dudar de ellos. Pero están allí, con su cara, sus actitudes, sus modales y sus manías, sus ilusiones, sus esperanzas, la forma de sus manos y de los dedos del pie, el color de sus ojos y de su pelo, su manera de hablar, sus pensamientos, probablemente la edad de su muerte”.
Las ilustraciones -fotografías en blanco y negro de personajes y paisajes africanos- constituyen una acertada compañía para el texto.
“El africano”
J.M.G. Le Clezio
Adriana Hidalgo Editora, 2007

Ray Bradbury, las bibliotecas públicas y el futuro del libro

Posted: 04 Jul 2009 11:59 AM PDT

Farenheit 451

Ray Bradbury se ha convertido en un ícono incontrovertible en la defensa de los libros. En los últimos años ha hecho varias apariciones públicas para impedir el cierre de librerías independientes y ahora lo hace para resguardar la existencia de una biblioteca pública en California que se ve amenazada si no paga 280.000 dólares de los cuales, hasta ahora y a duras penas, ha podido recabar 80.000 .

Bradbury es reconocido principalmente por su novela Farenheit 451 que ha sido señalada como una de las obras fundamentales del siglo XX y como un texto fundamental para la defensa de los libros de papel y de la libertad de los seres humanos para tener acceso al conocimiento universal. Pero más allá de ello y de la desmitificación que él mismo se ha encargado de hacer de la importancia de su novela y de su relación con el futuro del libro, se trata de una figura cuyas declaraciones marcan una suerte de bisagra entre dos posturas contrapuestas sobre el tema.

De lo que no queda duda alguna es de la importancia que los libros, las librerías y las bibliotecas han tenido para este escritor nacido en 1920 en Waukegan, llinois y que desde mediados de los años 30 vive en el Estado de California. Bradbury pide que no le hablen de universidades sino de bibliotecas ya que fueron ellas las que le permitieron formarse gracias al acceso gratuito a los libros.

No creo en las universidades. Creo en las bibliotecas porque la mayoría de los estudiantes no tienen nada de dinero. Yo me gradué del secundario durante la gran depresión y no teníamos dinero. No pude ir a la universidad, entonces fui a la biblioteca pública tres días a la semana a lo largo de diez años.

Con esas palabras comenzó Bradbury su defensa de la Biblioteca H.P. Wright que lucha en estos meses para lograr el objetivo pecuniario que es la única manera de salvar su existencia. No es seguramente la única biblioteca que se encuentra en esta situación y es loable que Bradbury invierta su tiempo y energías en hacer ruido para llamar la atención al respecto. Como bien dice, no pierde nada pero otros pueden verse beneficiados.

La discusión en torno al futuro de las bibliotecas tal como las hemos venido conociendo hasta ahora no puede sostenerse sin hacer referencia al futuro del libro digital y a la tendencia cada vez más amplia de crear y alimentar repositorios de contenidos digitales. Internet, por supuesto, tiene aquí un papel preponderante y Ray Brandbury no tiene empacho en mandarlo al demonio. ¿Las razones? Su intengibilidad:

Es una distracción. No es real. Está en algún lugar en el aire.

Más allá del tremendismo y de las aparentes poses de divismo de un escritor que ya “está más allá de Dios y del Diablo” en términos literarios, estas declaraciones nos permiten observar que el debate sigue estando abierto y a fuego vivo entre aquellos que defienden a ultranza la legitimidad y permanencia del libro en papel y los que apuestan a que muy pronto éste dejará de existir para transformarnos a todos en portadores de equipos en los cuales podremos almacenar todo el conocimiento escrito y publicado a lo largo de la historia.

Esta es una postura, habrá muchas otras y cada uno tendrá sus argumentos. ¿Alguien quiere continuar con el debate?

Vía | Revista Ñ
Más información | New York Times
En Papel en blanco | Bradbury y su defensa de las librerías de viejo, Bradbury desmitifica Farenheit 451

Bradbury desmitifica a Farenheit 451

Juliana Boersner 6 de junio de 2007 0 comentarios

farenheit 451 peliculaRay Bradbury es el autor de una de las obras más emblemáticas de la literatura de ciencia ficción norteamericana. Me refiero a Farenheit 451 que es el relato de un hipotético mundo en el que su protagonista Guy Montag, es un bombero que provoca incendios para quemar libros ya que se supone que ellos provocan que los hombres piensen distinto en lugar de pensar igual.

451 alude a la temperatura a la cual empieza a arder el papel. A pesar de ese referente y el de la anécdota, Bradbury nos sorprende ahora, despues de 54 años con unas declaraciones en las cuales dice que todos hemos estado equivocados y que la novela no habla de la represión, y mucho menos de la censura a los libros, sino que se refiere a la televisión.

En respuesta a una entrevista que le hiciera en su casa de California el periódico L.A.Weekly, enfatizó que Farenheit 451 no es una novela sobre censura gubernamental y que no fue, de ninguna manera, una respuesta al senador McCarthy, sino que es una denuncia de cómo la televisión era una amenaza para los libros. Según él, tal temor se ha visto confirmado (no me quiero ni imaginar qué es lo que piensa de los libros digitales, aunque me parece recordar que ya ha hecho algunas declaraciones al respecto).

Ray Bradbury: "¡Al infierno con Internet!"

El autor de Crónicas marcianas, que cumplirá 89 años en agosto, asistió este fin de semana a una colecta pública para impedir el cierre de una biblioteca en Ventura (California). por falta de presupuesto. Allí, el maestro de la ciencia ficción dijo que su educación se debe enteramente a las bibliotecas públicas y que Internet es algo irreal que sólo "existe en el aire".

AUTODIDACTA. "Las bibliotecas me criaron. No creo en las universidades", dijo el autor de Farenheit 451.

A los 88 años, Ray Bradbury sigue tan energéticamente involucrado con sus pasiones como si tuviera un tercio de su edad. El hombre que escribió la novela Fahrenheit 451, donde imagina un futuro totalitario en el que los libros son quemados a rajatabla, está hoy luchando con furia e indignación contra el cierre de una biblioteca pública en el estado de California -la biblioteca H.P. Wright del pueblo de Ventura- por falta de presupuesto.

"Las bibliotecas me criaron -dijo el autor de Crónicas marcianas en una entrevista con The New York Times-. No creo en las universidades. Creo en las bibliotecas porque la mayoría de los estudiantes no tienen nada de dinero. Yo me gradué del secundario durante la gran depresión y no teníamos dinero. No pude ir a la universidad, entonces fui a la biblioteca pública tres días a la semana a lo largo de diez años".

En enero de este año el Estado de California le informó a la Biblioteca H.P. Wright que si no recaudaba 280 mil dólares tendría que cerrar sus puertas definitivamente. Contra reloj, la biblioteca ha llegado a reunir 80 mil dólares. Tiene hasta marzo del 2010 para llegar a la cifra establecida.

El sábado pasado Bradbury fue el invitado de honor en una colecta pública donde se proyectó una película basada en su cuento El maravilloso traje de helado. La entrada salía 25 dólares. Allí Bradbury dijo que ha visitado casi todas las bibliotecas públicas de California: "Yo ya estoy en una silla de ruedas. Entonces me pueden tirar en el auto y después tirarme en la biblioteca y vender libros, recaudar fondos y quedarse con todo el dinero. Lo hago gratis. Recaudo fondos para que puedan seguir".

Sin duda una de las causas del declive de las bibliotecas es el auge de Internet. En esta era de Wikipedia, ¿qué chico va a la biblioteca de su barrio para conseguir información para un trabajo del colegio?

Si uno cree que un autor de ciencia ficción como Bradbury estaría fascinado con el Internet, está equivocado. Lo detesta. "Es una distracción. No es real. Está en algún lugar en el aire", dijo el escritor.

Bradbury contó que hace poco Yahoo lo llamó para pedirle permiso para subir uno de sus textos a la web. "¿Saben qué les contesté? Les dije que se fueran al infierno. Al infierno con ustedes y al infierno con Internet".

Para rematarla, Bradbury enfatizó la centralidad de las bibliotecas para el aprendizaje y la auto-educación: "Yo leí todo en la biblioteca. Todo. Sacaba como 10 libros por semana, unos centenares de libros por año. Literatura, poesía, teatro; todos los grandes cuentos cortos... ¡todos! Me recibí de la biblioteca cuando tenía 28 años. Allí me educé. No en la universidad".