martes, 4 de enero de 2011

Concurso "Cuento en corto"

Concurso 'Cuento en corto': del cuento oral al videocuento

1COMENTARIO

Cuento en corto

Haciendo una revisión de los concursos literarios vigentes, me topo con la segunda convocatoria del Concurso Cuento en Corto impulsada por la Escuela de Escritores y la Red Internacional de Cuentacuentos. Se trata, a mi juicio, de una iniciativa muy original que busca, por un lado, rescatar la tradición oral del cuento y, por otro, incentivar el uso de nuevas herramientas audiovisuales para su publicación.

Creemos que las nuevas tecnologías, con imaginación y buena voluntad, pueden ayudar a mantener viva la herencia de Sherezade —la protagonista de Las mil y una noches— y subvertir así la profecía autoimpuesta que nos augura un mundo en el que las relaciones interpersonales son desplazadas por la tecnología.

Con esa inspiración, Cuento en corto invita a todos los narradores orales y escritores a crear cuentos y grabarlos en video que pueda ser ser publicado en youtube y también en la página web del concurso.

Como no necesariamente quien escribe narra bien, y visceversa, los organizadores de la iniciativa han previsto un espacio para fomentar la creación colaborativa de los cuentos. Se trata de Dale voz, una sección a la cual los escritores puden enviar sus textos para que sean elegidos por los narradores orales que deseen grabarlos.

Puede tratarse de cuentos originales o cuentos tradicionales, toda vez que se tengan los derechos para la reporducción. Las grabaciones no deben exceder los cinco minutos y pueden registrarse textos en todos los idiomas siempre y cuando estén subtitulados cuando se trata de un idioma distinto al español.

Se trata de una convocatoria muy corta ya que comenzó el 15 de diciembre de 2010 y vence el 15 de enero de 2011, es decir, dentro de 11 días. Cada persona puede participar con unmáximo de 3 videos que deben ser publicados en youtube para posteriormente enviar el mensaje a los organizadores.

El premio consiste en 500 euros más una beca para participar en uno de los talleres o cursos de la Escuela de Escritores. A quienes estén interesados, no dejen de leer muy bien las bases del concurso donde tienen una dirección de correo de contacto.

Éxito a quienes se animen, a mi porque la verdad es que no me va por los momentos pero si escribiera cuentos sin duda me entusiasmaría. Si quieren inspirarse pueden ver los videos participantes en esta convocatoria.

Sitio oficial | Cuento en corto

Dale voz: Cuentos recibidos
En esta página puedes acceder a todos los cuentos recibidos desde la sección de Cuento en corto. Son cuentos en busca de voz. Aquí iremos colgando los cuentos originales e inéditos de los escritores para que los cuentacuentos que lo deseen puedan ofrecerse a narrarlos.

Si eres narrador oral y estás interesado en representar alguno de estos cuentos, ponte en contacto con nosotros al correo electrónico info@cuentoencorto.com.

Número de recepción: 62
—Autor: Pedro Porres Oliva
—Título: La aldea de Alar
Haz clic aquí para leer el relato.

Número de recepción: 61
—Autor: CLARA GABRIEL
—Título: ¿DEMENCIA?
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Número de recepción: 60
—Autor: CLARA GABRIEL
—Título: VIAJE FANTÁSTICO
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Número de recepción: 59
—Autor: CLARA GABRIEL
—Título: SENTIMIENTO
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Número de recepción: 58
—Autor: J. Eduardo Peñaherrera Cabezas
—Título: Viaje al fondo del mar
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Número de recepción: 57
—Autor: J. Eduardo Peñaherrera Cabezas
—Título: Las aventuras de Malbory y Moe
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Número de recepción: 56
—Autor: Dora Ponce
—Título: Timy Timy, un perro especial
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Número de recepción: 54
—Autor: otto fernandez
—Título: Danza Macabra
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Número de recepción: 53
—Autor: Acacia Herrera
—Título: La Tortuga inglesa
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Número de recepción: 52
—Autor: Ana Cuevas Unamuno
—Título: Airán el haragán
Haz clic aquí para leer el relato.

Mitos del Mediterráneo

GRECIA. ITINERARIO EN LA ISLA DE CRETA

Mitos del Mediterráneo

La gran isla griega despliega su belleza natural, pero también atesora los vestigios de una mítica civilización que hace 4000 años fue cuna de la cultura europea y albergó, siglos más tarde, la influencia directa de otros pueblos. Hoy sus fronteras están abiertas a visitantes de todo el mundo, con el eterno Mediterráneo como telón de fondo.

Por Astor Ballada

Panorama de la “serpenteada” disposición de los edificios del palacio de Knossos.
Grecia posee alrededor de 2000 islas de arenas doradas y fértiles colinas que emergen de las aguas del Mediterráneo. Apenas 200 de ellas están pobladas, entre ellas la muy famosa Mykonos, conocida en razón de atributos propios pero también por la atracción que ejercen el turismo del ocio y el lujo ajenos. La más grande, sin embargo, es la ancestral Creta, que alcanza los 360 kilómetros de largo y cuenta con los mismos encantos naturales, pero les suma un increíble magnetismo histórico y cultural.

Vayamos más despacio y comencemos a conocer Creta desde su capital y enclave administrativo, la ciudad de Heraklion, situada en el norte a la altura del centro del territorio. El punto de partida aquí es el puerto, cuya fisonomía –de estilo y herencia veneciana, ya que la Serenísima ejerció dominio sobre la isla entre los siglos XIII y XV– habla del valioso eje estratégico que ha sido y es Creta, con una ubicación privilegiada a la hora de relacionar desde el mar a Europa Oriental, Asia Menor, Cercano Oriente y Africa. Bien es cierto entonces que allá por la Edad Media los mercaderes venecianos dejaron su impronta en clave de comercio marítimo: pero es el germen del pasado clásico griego el que pasa rápidamente a concitar la atención del viajero, a través de las cercanas ruinas del Palacio de Knossos, levantado unos dos milenios antes de nuestra era y cuna de la civilización europea.

Embarcaciones en el puerto veneciano de la ciudad de Heraklion, capital de Creta.

EL PALACIO DE KNOSSOSApenas seis kilómetros separan el centro de Heraklion de las ruinas de Knossos, es decir unos 15 minutos en el bus número 2. Después, por menos de diez euros se puede acceder al conjunto arqueológico donde se conservan los restos de la civilización minoica o cretense, que tuvo su esplendor hasta la erupción y el posterior maremoto causado por el volcán Santorini en el 1400 a.C. En ese pasado, lo mítico se confunde con lo real y lo arqueológico con lo histórico.

Sigamos. Se trata de 17.000 metros cuadrados de espacios laberínticos dispuestos en unas 1500 habitaciones (según los guías, alguna vez contó con 1000 esculturas) para conformar el principal de los palacios cretenses. Luego de la erupción, este conjunto tuvo numerosas reconstrucciones, hasta que a comienzos del siglo XX el arqueólogo británico Sir Arthur Evans lo desenterró definitivamente. Fue este hombre de ciencia y aventurero quien relacionó las construcciones con el mito del rey Minos –de allí lo de cultura minoica–, a partir de los repliegues del trazado del palacio en paralelismo con el encierro laberíntico del Minotauro. El legado del rey Minos, cuya impronta originó el mito, aunque todavía se discute si en realidad con ese nombre se designaba a todos los monarcas cretenses, puede recorrerse a lo largo del día y, aunque por ahora no hay guías en español, nada impide deslumbrarse paso a paso. Ahí están la sala con el trono de alabastro, múltiples objetos de uso diario y enormes murales como el del salón de la reina. Cabe observar que en torno de las deslumbrantes pinturas murales, reflejo de cuestiones cotidianas como la belleza femenina, se ha discutido sobre los límites de la restauración e intervención arqueológica: muchas de ellas fueron repintadas con colores estridentes, distintos a los originales.

A la visita del palacio hay que sumarle el valioso y cercano Museo Arqueológico de Heraklion, que cuenta con aquellos hallazgos de la época minoica que por cuestiones de conservación no pueden exhibirse en el Palacio de Knossos (orfebrería, cerámicas, estatuillas). Allí se exhiben asimismo objetos del Neolítico o de la época de los romanos, que también dominaron Creta alguna vez, como luego lo hicieron los venecianos y más cerca en el tiempo los turcos, ya en el siglo XVI. Hay que recordar que, al fin y al cabo, recién en 1913 Creta pasó a formar parte de Grecia.

Pintoresco carruaje, junto a la mezquita de Los Jenízaros.

CHANIA El mismo bus que nos lleva a Knossos sigue bordeando la costa y llega en unas dos horas a Chania, la antigua capital de Creta y tal vez la parte más atractiva del paseo. Si Heraklion tenía ritmo urbano y sesgo cuasi administrativo, la villa griega de las películas dice presente en la apacible Chania. Como no podía ser de otra manera en todo lugar de esta isla longitudinal que es Creta, los principales rincones de Chania tienen en un puerto su carta de presentación. En este caso, el referente costero fue fundado por los venecianos en el siglo XVI, y hoy a su alrededor vale la pena hacer una parada en alguno de los tantos bares y restaurantes. Este puerto pesquero –no hay barcos amarrados, sólo llegan los ferries turísticos– sobrevivió a los bombardeos y ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial, como antes lo había hecho al saqueo de piratas como Barbarroja en 1537.

El boca a boca nos lleva al cercano barrio de Splántza, ideal para perderse callejeando entre las arterias angostas. En las laderas los balcones de madera, siempre mirando al Mediterráneo, dan cuenta de la influencia otomana en Creta, lo mismo que la mezquita turca de Jenizara, con su correspondiente cúpula sobre base cuadrada, que convive desde hace siglos con templos católicos y ortodoxos. Otro inevitable de Chania es el parque de la Garganta de Samaria, una bocanada de agua de 18 kilómetros de largo y tres metros de ancho que desemboca en Agia Rumeli, una de las playas cretenses más hermosas.

Volvemos a tomar el bus costero. Esta vez rumbo a Rethimo, un pequeño pueblo que ya desde el puerto invita a comprar algún recuerdo entre la numerosa oferta de vasijas ornamentadas y artesanías en cuero, como sandalias y carteras. Mientras tanto, la Forretza o Fortaleza veneciana de Rethimo, construida en la segunda mitad del siglo XVI, ya no busca repeler al extranjero, sino todo lo contrario, con el corolario de sus siete torres dedicadas a otros tantos santos cristianos. El trazado urbano de Rethimo se desanda entre iglesias de distintos credos, fruto de una situación muy particular, ya que –según averiguamos primero y luego comprendimos desde la mirada panorámica– algunos templos pasaron de una creencia a otra (lo más común es que la ocupación turca convirtiera en mezquitas a las iglesias católicas venecianas).

Creta continúa, pero hay una presencia permanente: cualquiera sea el recorrido, como toda isla también tiene una relación simbiótica con el agua, y en eso los puertos y fortificaciones –ahora nos damos cuenta– son apenas postas. Uniendo un punto con otro siempre están las playas de mar azulado, que a veces aparecen con aviso, como Pánormos o Bali (nada que ver con su homónima oriental) y otras de sorpresa, como las playas del extremo oeste y sur de la isla, verdaderos paraísos solitarios. Tal es el caso de Preveli, Elafonisi o Falasarma. Esta última se expande y se abre como una bahía, para apuntalarse en el Mediterráneo, exactamente como Creta todaz

Persépolis (2007)

Le nom des gens

<i>Le nom des gens</i>: Amor e identidad desde el humor
Cannes 2010 – SIC/France
Le nom des gens: Amor e identidad desde el humor
La noche de ayer transcurrió entre los rieles del buen humor y la comedia inteligente con Le nom des gens [tráiler], del francés Michel Leclerc, en la apertura de la 49° edición de la Semana Internacional de la Crítica del festival de Cannes. Entremezclando con destreza la Historia contemporánea, los temas de la familia, de la memoria, de la integración y de la conciencia política, con un relato que se desarrolla a partir de un flechazo sentimental, el segundo largometraje del director, presentado fuera de concurso, ofrece un paquete atractivo acompañado por un buen ritmo narrativo y unos protagonistas de calidad: Sara Forestier y Jacques Gamblin.

Cimentada en el clásico mecanismo de partida que presenta dos personajes diametralmente opuestos, Le nom des gens narra el encuentro entre la joven y pasional Bahia Benmahmoud –nacida de un matrimonio entre una hippie parisina de los años setenta y un trabajador inmigrante argelino– y Arthur Martin, un discreto hombre en los cuarenta que se dedica a investigar epidemias animales y es hijo de la típica familia francesa en la que la callada es la norma («mis padres son los campeones en todas las categorías de tabúes»). Bahia es una mujer desinhibida que se acuesta con múltiples enemigos políticos para convertirlos a su causa, mientras que a Arthur le gusta la tranquilidad, el principio de precaución y los socialistas. Sin embargo, cada uno guarda un secreto: ella fue víctima de malos tratos en su infancia y los abuelos de él fueron judíos deportados a los campos.

Con esta trama, Michel Leclerc (coguionista junto con Baya Kasmi) ha tejido una película muy divertida y a la vez fina. Haciendo uso de voces en off, discursos a la cámara, flashbacks e incluso imágenes de archivos de las elecciones presidenciales, el director consigue instilar un humor vivaz (atención a la graciosísima intervención del antiguo Primer Ministro Lionel Jospin) a partir de sencillos elementos de la vida –amar, buscarse, perderse, reencontrarse...– y demostrar a través de la sonrisa que las apariencias y las diferencias a veces engañan («Tú eres judío, yo soy árabe y los polis se cargaron a nuestros padres. Es una parte de la historia que hace el amor con la otra parte») y que el futuro no se basa en más que en lo que la biología define como «la vitalidad híbrida». No obstante, no todo resulta tan sencillo, lógicamente: Bahia (una Sara Forestier efervescente) y Arthur (un Jacques Gamblin impecable) deberán resolver muchos malentendidos (fuente de alegres escenas cómicas) en su búsqueda de la felicidad más allá de los prejuicios.

Producida por Delante Films y Karé Productions, Le nom des gens contó con TF1 International como coproductora y como coordinadora de las ventas internacionales. Canal + realizó una precompra de los derechos de la película, que también tuvo el apoyo de la región Île-de-France.

Fabien Lemercier

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2002: Sundance: Premio del público. 2003: San Sebastián: Premio del público joven / Drama. Comedia / SINOPSIS: Cuando eres una chica gordita anclada en una familia latina de lo más tradicional, y la realidad se planta ante tu cara con la misma intensidad que se desarrollan tus hormonas y tu forma de ser, podría parecer que estás en un film de una directora estilo “Ken Loach” versión-hispana de Los Ángeles. Pero, en este caso, Patricia Cardoso se inclina por el lado amable, difumina cualquier atisbo de tragedia y añade unos acertados golpes de humor para ofrecer una simpática comedia dramática sobre una adolescente que “pasa” de su talla y se enfrenta a su madre por el sueño de un paseo por Nueva York con sabor a independencia y emancipación. Un film realista de excelente reparto femenino que encantó al público de los festivales de Sundance y San Sebastián, convenciendo a todo tipo de audiencia sin necesidad de tener sobrepeso… porque la verdad es que está muy bien. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)

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