miércoles, 10 de septiembre de 2014

The Silkworm la nueva novela de JK Rowling bajo el seudónimo de Robert Galbraith

La autora de la saga de Harry Potter publicará su segundo libro bajo ese nombre, el que estará disponible el 19 de junio de este año.

La editorial “Little, Brown and Company” confirmó que el próximo 19 de junio estará disponible en Gran Bretaña el nuevo libro de JK Rowling, "The silkworm" (El gusano de seda). Será  firmado con su seudónimo Robert Galbraith y continuará las aventuras de Cormoran Strike iniciadas en The cuckoo’s calling (El canto del cuco), su primer libro bajo el nombre de Galbraith.

En la obra, que cinco días después estará en Estados Unidos, trata la investigación del detective Strike sobre la desaparición de un novelista que escribió una obra en la que aparecen fuertes descripciones de personas reales.

Luego de finalizar la saga de Harry Potter, Rowllin publicó “The casual vacancy” saliéndose de la linea infantil que caracterizaba sus obras. Luego publicó "The cuckoo's calling", pero esta vez bajo el seudónimo de Robert Galbraith, pero la obra no tuvo mayor atención hasta que un abogado reveló que la verdadera autora era Rowlling.
La autora aseguró enRobert-galbraith.com que le acomoda usar ese nombre porque “me da la oportunidad de escribir una forma objetiva y despersonalizada de las rarezas que vienen con la fama”.
En la misma página se publicó una reseña de la obra de 384 páginas:

El novelista Owen Quine se ha desaparecido por lo que su esposa llama en detective privado Cormoran Strike. Al principio, ella piensa que ha ido durante unos días por su voluntad, como lo había hecho antes,  y ella quiere a Strike para que lo encuentre y lo traiga de vuelta a casa. 

Pero a medida que Strikes investiga, su esposa se da cuenta que hay evidencia de la desaparición de Quine que aclara las cosas. El novelista acaba de completar un manuscrito con venenosos perfiles con cosas que sabía de todo su entorno. Si la novela se publicaba,  arruinaría la vida de muchos, por lo que hay una gran cantidad de personas que querrían silenciarlo.

Cuando Quine es encontrado brutalmente asesinado en extrañas circunstancias, se convierte en una carrera contra el tiempo para entender la motivación del despiadado asesino, un asesino diferente a cualquier que haya visto antes...




http://www.latercera.com/noticia/cultura/2014/02/1453-565729-9-the-silkworm-la-nueva-novela-de-jk-rowling-bajo-el-seudonimo-de-robert-galbraith.shtml

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Julio Cortázar / Un tal Lucas / Destino de las explicaciones




"En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural."


Julio Cortázar / Un tal Lucas / Lucas, sus métodos de trabajo

Como a veces no puede dormir, en vez de contar corderitos contesta mentalmente la correspondencia atrasada, porque su mala conciencia tiene tanto insomnio como él. Las cartas de cortesía, las apasionadas, las intelectuales, una a una las va contestando a ojos cerrados y con grandes hallazgos de estilo y vistosos desarrollos que lo complacen por su espontaneidad y eficacia, lo que naturalmente multiplica el insomnio. Cuando se duerme, toda la correspondencia ha sido puesta al día.


Por la mañana, claro, está deshecho, y para peor tiene que sentarse a escribir todas las cartas pensadas por la noche, las cuales cartas le salen mucho peor, frías o torpes o idiotas, lo que hace que esa noche tampoco podrá dormir debido al exceso de fatiga, aparte de que entretanto le han llegado nuevas cartas de cortesía, apasionadas o intelectuales y que Lucas en vez de contar corderitos se pone a contestarlas con tal perfección y elegancia que Madame de Sévigné lo hubiera aborrecido minuciosamente. 

/ Julio Cortázar / Un tal Lucas / Lucas, su patrioterismo

No es por el lado de las efemérides, no se vaya a creer, ni Fangio o Monzón o esas cosas. De chico, claro, Firpo podía mucho mas que San Martín, y Justo Suárez que Sarmiento, pero después la vida le fue bajando la cresta a la historia militar y deportiva, vino un tiempo de desacralización y autocrítica, sólo aquí y allá quedaron pedacitos de escarapela y Febo asoma.

Le da risa cada vez que pesca algunos, que se pesca a sí mismo engallado y argentino basta la muerte, porque su argentinidad es por suerte otra cosa peto dentro de esa cosa sobrenadan a veces cachitos de laureles (sean eternos los) y entonces Lucas en pleno King's Road o malec6n habaneto, oye su voz entre voces de amigos diciendo cosas como que nadie sabe lo que es carne si no conoce el asado de tira criollo, ni dulce que valga el de leche ni cóctel comparable al Demaría que sirven en La Fragata (¿todavía, lector?) o en el Saint James (¿todavía, Susana?).

Como es natural, sus amigos reaccionan venezolana o guatemaltecamente indignados, y en los minutos que siguen hay un superpatrioterismo gastronómico o botánico o agropecuario o ciclista que te la debo. En esos casos Lucas procede como perro chico y deja que los grandes se hagan bolsa entre ellos, mientras el se sanciona mentalmente pero no tanto, a la final decime de d6nde salen las mejores carteras de cocodrilo y los zapatos de piel de serpiente.

Julio Cortázar / Un tal Lucas / Maneras de estar preso




Ha sido cosa de empezar y ya. Primera línea que leo de este texto y me rompo la cara contra todo porque no puedo aceptar que Gago esté enamorado de Lil; de hecho sólo lo he sabido varias líneas más adelante pero aquí el tiempo es otro, vos por ejemplo que empezás a leer esta página te enterás de que yo no estoy de acuerdo y conocés así por adelantado que Gago se ha enamorado de Lil, pero las cosas no son así: vos no estabas todavía aquí (y el texto tampoco) cuando Gago era ya mi amante; tampoco yo estoy aquí puesto que eso no es el tema del texto por ahora y yo no tengo nada que ver con lo que ocurrirá cuando Gago vaya al cine Libertad para ver una película de Bergman y entre dos flashes de publicidad barata descubra las piernas de Lil junto a las suyas y exactamente como lo describe Stendhal empiece una fulgurante cristalización (Sthendal piensa que es progresiva, pero Gago). En otros términos rechazo este texto donde alguien escribe que yo rechazo este texto; me siento atrapado, vejado, traicionado porque ni siquiera soy yo quien lo dice sino que alguien me manipula me regula y me coagula, yo diría que me toma el pelo como de yapa, bien claro está escrito: yo diría que me toma el pelo como de yapa.

También te lo toma a vos (que empezás a leer esta página, así está escrito más arriba) y por si fuera poco a Lil, que ignora no sólo que Gago es mi amante sino que Gago no entiende nada de mujeres aunque en el cine Libertad etcétera. Cómo voy a aceptar que a la salida ya estén hablamdo de Bergman y de Liv Ullmann (los dos han leído las memorias de Liv y claro, tema para whisky y gran fraternización estético-libidinosa, el drama de la actriz madre que quiere ser madre sin dejar de ser actriz con atrás Bergman la más de las veces gran hijo de puta en el plano paternal y marital): todo eso alcanza hasta las ocho y cuarto cuando Lil dice me voy a casa, mamá está un poco enferma, Gago yo la llevo tengo el coche estacionado en Plaza Lavalle y Lil de acuerdo, usted me hizo beber demasiado, Gago permítame, Lil pero sí, la firmeza tibia del antebrazo desnudo (dice así, dos adjetivos dos sustantivos tal cual) y yo tengo que aceptar que suban al Ford que entre otras cualidades tiene la de ser mío, que Gago lleve a Lil hasta San Isidro gastándome la nafta con lo que cuesta, que Lil le presente a la madre artrítica pero erudita en Francis Bacon, de nuevo whisky y me da pena que ahora tenga que hacer todo ese camino de vuelta hasta el centro, Lil, pensaré en usted y el viaje será corto, Gago, aquí le anoto el teléfono, Lil, oh gracias, Gago.

De sobra se ve que de ninguna manera puedo estar de acuerdo con cosas que pretenden modificar la realidad profunda; persisto en creer que Gago no fue al cine ni conoció a Lil aunque el texto procure convencerme y por lo tanto desesperarme. ¿Tengo que aceptar un texto porque simplemente dice que tengo que aceptar un texto? Puedo en cambio inclinarme ante lo que una parte de mí mismo considera una pérfida ambigüedad (porque a lo mejor sí; a lo mejor el cine) pero por lo menos las frases siguientes llevan a Gago al centro donde deja el auto mal estacionado como siempre, sube a mi departamento donde sabe que lo espero al final de este párrafo ya demasiado largo como toda espera de Gago, y después de bañarse y ponerse la bata naranja que le regalé para su cumpleaños viene a recostarse en el diván donde estoy leyendo con alivio y amor que Gago viene a recostarse en el diván donde estoy leyendo con alivio y amor, perfumado e insidioso es el Chivas Regal y el tabaco rubio de la medianoche, su pelo rizado donde hundo suavemente la mano para suscitar ese primer quejido soñoliento, sin Lil ni Bergman (qué delicia leerlo exactamente así: sin Lil ni Bergman) hasta ese momento en que muy despacio empezaré a aflojar el cinturón de la bata naranja, mi mano bajará por el pecho liso y tibio de Gago, andará en la espesura de su vientre buscando el primer espasmo, enlazados ya derivaremos hacia el dormitorio y caeremos juntos en la cama, buscaré su garganta donde tan dulcemente me gusta mordisquearlo y él murmurará un momento, murmurará esperá un momento que tengo que telefonear. A Lil of course, llegué muy bien, gracias, silencio, entonces nos vemos mañana a las once, silencio, a las once y media de acuerdo, silencio, claro a almorzar tontita, silencio, dije tontita, silencio, por qué de usted, silencio, no sé pero es como si nos conociéramos hace mucho, silencio, sos un tesoro, silencio, y yo que me pongo de nuevo la bata y vuelvo al living y al Chivas Regal, por lo menos me queda eso, el texto dice que por lo menos me queda eso, que me pongo de nuevo la bata y vuelvo al living y al Chivas Regal mientras Gago le sigue telefoneando a Lil, inútil releerlo para estar seguro, lo dice así, que me vuelvo al living y al Chivas Regal mientras Gago le sigue telefoneando a Lil.

http://www.loscuentos.net/cuentos/other/1/6/5276/