martes, 21 de junio de 2016

Mi vida secreta



Por su extensión, por sus detenidas (y entretenidas) descripciones y por las variadas, casi infinitas, situaciones que describe, Mi vida secreta es sin duda la novela erótica más importante de la época victoriana. Desde su precoz iniciación en el sexo hasta el fin de su «carrera amatoria», Walter, nombre tras el que el autor oculta su identidad, rememora su trayectoria de la lujuria a través de cientos de encuentros con nodrizas, prostitutas, primas, actrices, hombres y esposas de otros hombres. Explotando al máximo las posibilidades que se le ofrecen, siguiendo la divisa de «mi cuerpo es mío», Walter se lanza a poner en práctica sus obsesiones, sus fantasías y sus fetichismos. Y mientras describe toda una época de represión, en la que deben guardarse estrictamente las apariencias, Mi vida secreta ofrece una mirada excepcional a la cara oculta de la vida victoriana, para iluminar la compleja dinámica sexual de una sociedad dividida estrictamente en ricos y pobres, hombres y mujeres, sexualidad y castidad.Desde su publicación, en Londres en 1894, muchos estudiosos coinciden en afirmar que en la obra confluyen, como pocas veces se ha dado, tres importantes tradiciones: la pasión casi entomológica por describir hasta las más raras prácticas sexuales, la búsqueda de la verdad del placer mediante la escritura (de inspiración libertina) y la necesidad de confesarlo todo (de origen, sorprendentemente, cristiana). Publicada en Tusquets Editores por primera vez en 1978, en dos volúmenes, su rareza y excepcionalidad nos han decidido a editarla en uno solo y ofrecerla, en toda su frescura, a los lectores. Por los datos que da en su novela, Walter, el autor de Mi vida secreta, nació entre 1820 y 1825 en el seno de una familia adinerada que fue perdiendo en pocos años su posición social. Su padre murió arruinado cuando el autor tenía dieciséis años, pero la intervención de un pariente lo salvó de la pobreza al dejarle su herencia, que Walter no tardó en dilapidar. Hacia los veinticinco años tomó sus primeras notas en forma de diario, y a los cuarenta, cuando por dos veces la enfermedad le obligó a descansar, las revisó y, veinte años después, se decidió a publicar su obra: once volúmenes de los que pronto se editó una versión abreviada, que es la que se ofrece a los lectores.

La Vida Secreta de Walter Mitty | Trailer 2 español HD

Aconcio y Cídipe


Aconcio era un joven muy bello, pero sobré todo muy astuto que se quedó totalmente prendado de una muchacha llamada Cídipe, que, sin embargo, por pertenecer a una clase social muy superior a la suya, no podía ni siquiera acercarse a él.
Un día que Cídipe estaba en el templo de Ártemisa con su nodriza, Aconcio le lanzó una manzana con una inscripción, típico regalo amoroso, que vino a definir el destino de Cídipe cuando ésta la leyó. El texto decía: «Juro por Ártemisa que no me casaré con nadie más que con Aconcio». Al pronunciar tales palabras en un lugar tan sagrado, indefectiblemente, tenían que cumplirse, a pesar de que Cídipe lanzó el fruto un tanto desinteresadamente.
Unas semanas más tarde, el padre de Cídipe inició los preparativos de la boda de su hija, que había sido concertada en su niñez, sin embargo tuvo que ser interrumpida hasta tres veces porque cuando se acercaba el momento de la ceremonia, Cídipe contraía una grave enfermedad, que no se curaba hasta que la boda era cancelada. Alterada la familia de la joven ante tales hechos, consultaron al oráculo de Delfos, en donde les fue revelado la causa de la enfermedad de la joven.
Mientras tanto, Aconcio había acudido a Atenas, donde residía esta familia, enterado de tales sucesos que habían adquirido una gran trascendencia. Finalmente, el padre de Cídipe decidió que, aunque la familia de Aconcio no era de su clase social ni tenía bienes, era digna y que, por lo tanto, la boda podía celebrarse, desarrollándose un feliz matrimonio.