jueves, 23 de junio de 2016

"Among The Ruins" de Lawrence Alma Tadema

http://www.arthistoryarchive.com/arthistory/victorian/images/LawrenceAlmaTadema-Among-the-Ruins-1902-04.jpg

La primera matemática, Hipatia (370-413?)

Unos años después de que el emperador Constantino decretara el cristianismo como religión oficial, el mundo de las ideas y la fe dio un giro importante en todo el territorio del Imperio Romano. Mientras años atrás muchas mujeres y hombres dieron su vida por una fe, la de Cristo, prohibida y perseguida, ahora le tocaba el turno a las creencias consideradas entonces como paganas. Hipatia de Alejandría ha pasado a la historia por su terrible fin. Perseguida por un obispo intransigente, terminó con una de las mujeres más sabias de la antigüedad, de la que poco nos ha quedado de su legado científico y filosófico, pues fue debidamente borrado de la historia por sus detractores.

Una neoplatónica en un Egipto cristiano
Hipatia nació en Alejandría en una fecha indeterminada alrededor del año 370 d.C. Hija de un famoso filósofo y astrónomo llamado Teón, Hipatia recibió en su infancia y juventud una educación extraordinaria centrada en la filosofía, la astronomía, las matemáticas y la literatura. Hipatia pronto destacó como una de las primeras seguidoras de la corriente neoplatónica. Hipatia vivió en un Egipto que en el siglo IV era una de las provincias romanas que había experimentado una fuerte cristianización. Hipatia no era cristiana, por lo que quedaba expuesta a las enemistades de una parte de la población1. Sin embargo, la joven filósofa disfrutó durante un tiempo de una posición privilegiada como profesora en la escuela platónica dirigida por Plotino. 

Respetada por los eruditos de Alejandría, Hipatia se ganó su reconocimiento y se relacionó con ellos como una más. Además de dar clases en el Museion de la Universidad de Alejandría de filosofía platónica, geometría y astronomía2, su casa se convirtió en un centro de saber y conocimiento.

La castidad de la filósofa
Aunque algunos autores apuntan a que Hipatia llegó a contraer matrimonio, otros afirman que permaneció soltera3. Lo que está claro es que Hipatia dedicó su vida en cuerpo y alma a la ciencia y al pensamiento.La obra de Hipatia fue destruida tras su muerte por lo que su pensamiento filosófico se ha perdido. Sabemos sin embargo que fue la inventora de algunos aparejos para uso científico.

La intransigencia del obispo
En la Alejandría en la que vivía Hipatia, también residía uno de los obispos más intransigentes del cristianismo. Cirilo estaba en contra de los ritos paganos y de los pensamientos filosóficos. Según la versión del historiador Sócrates Escolástico, la muerte de Hipatia fue a manos de unos monjes exaltados instigados por el obispo, que la asaltaron mientras iba en su carruaje por las calles de Alejandría. Tras arrastrarla un tramo, la descuartizaron y quemaron su cuerpo.

Este fue el terrible final de una de las mujeres más brillantes de la Antigüedad Tardía. Su obra fue destruida, pero su muerte no pudo ser borrada de la historia, pasando de siglo en siglo como un ejemplo de final injusto para una mujer erudita, sabia y consecuente con sus ideas.
______
1. Mujeres filósofas en la historia, Ingeborg Gleichauf, pág. 20
2. Ídem, pág. 21
3. Ídem, pág. 21 

 Si quieres leer sobre ella  

Hipatia de Alejandría, Maria Dzielska
Género: Biografía 
Mujeres filósofas en la historia, Ingeborg Gleichauf
Género: Ensayo 
Hipatia, Luis de la Luna
Género: Novela histórica 
Agora, Marta Sofía Género:
Novela históricahttp://www.mujeresenlahistoria.com/2012/01/la-primera-matematica-hipatia-370-413.html

Desnudo reivindicativo, Lady Godiva (1040-1080)


"Lady Godiva" (1898), por John Collier (1850-1934)
No es extraño ver en la actualidad mujeres famosas que utilizan el desnudo de su cuerpo para llamar la atención sobre alguna injusticia social o reivindicar alguna cosa. Esto en el siglo XXI. Pero que una mujer del siglo XI, en plena Edad Media, se atreviera a desnudarse por el bien de otros, no era demasiado común, y más bien, algo peligroso. Pero Lady Godiva no dudó en (h)acerlo en favor de los derechos de los súbditos de su esposo.

Un regalo de Dios
Godiva es una latinización del verdadero nombre de la esposa del conde de Chester, Godgifu. Su significado era regalo de Dios. Lady Godiva vivía una vida tranquila al lado de Leofric, quien también era conde de Mercia y señor de Convetry.

El nombre de Lady Godiva aparece en el Liber Eliensis, un libro de la abadía de Ely escrito en el siglo XII. Según este texto, era una joven viuda cuando se casó con Leofric. Ambos aparecen como importantes y generosos benefactores de abadías como la benedictina de Coventry.

Una arriesgada apuesta
Sin embargo, el conde no trataba con demasiada justicia a sus vasallos, a los que oprimía con tributos abusivos. Godiva vio cómo la ambición de su esposo crecía al mismo ritmo que disminuían los ingresos y derechos de sus súbditos. Solidarizada con ellos, pidió al conde que mejorara su situación. La respuesta de Leofric fue que así lo haría si ella aceptaba el reto de pasearse desnuda por las calles de Coventry a lomos de un caballo. Para sorpresa de su esposo, Godiva aceptó.

Tom el mirón
Lady Godiva pidió como única condición que todos los vecinos se encerraran en sus casas y no miraran su osado paseo a caballo. Solamente uno de ellos no cumplió lo establecido. Era Tom, un sastre del pueblo, quien, según la tradición no pudo resistir mirar a su señora desnuda. El sastre Tom fue el origen de la expresión Peeping Tom, el “Mirón Tom”.

Más allá del mito
Cuando Leofric murió en 1057, Lady Godiva se convirtió en dueña de las tierras de su marido. Fue una de las pocas mujeres que mantuvieron sus posesiones tras la conquista de Guillermo de Normandía en 1066. Lady Godiva murió alrededor de 1080 y es probable que fuera enterrada al lado de su marido.

Sea o no cierta la historia de Lady Godiva y su cabalgada desnuda en defensa de sus vasallos, lo cierto es que simboliza la valentía de una mujer en un tiempo oscuro.

Desnudo reivindicativo, Lady Godiva (1040-1080)


"Lady Godiva" (1898), por John Collier (1850-1934)
No es extraño ver en la actualidad mujeres famosas que utilizan el desnudo de su cuerpo para llamar la atención sobre alguna injusticia social o reivindicar alguna cosa. Esto en el siglo XXI. Pero que una mujer del siglo XI, en plena Edad Media, se atreviera a desnudarse por el bien de otros, no era demasiado común, y más bien, algo peligroso. Pero Lady Godiva no dudó en (h)acerlo en favor de los derechos de los súbditos de su esposo.

Un regalo de Dios
Godiva es una latinización del verdadero nombre de la esposa del conde de Chester, Godgifu. Su significado era regalo de Dios. Lady Godiva vivía una vida tranquila al lado de Leofric, quien también era conde de Mercia y señor de Convetry.

El nombre de Lady Godiva aparece en el Liber Eliensis, un libro de la abadía de Ely escrito en el siglo XII. Según este texto, era una joven viuda cuando se casó con Leofric. Ambos aparecen como importantes y generosos benefactores de abadías como la benedictina de Coventry.

Una arriesgada apuesta
Sin embargo, el conde no trataba con demasiada justicia a sus vasallos, a los que oprimía con tributos abusivos. Godiva vio cómo la ambición de su esposo crecía al mismo ritmo que disminuían los ingresos y derechos de sus súbditos. Solidarizada con ellos, pidió al conde que mejorara su situación. La respuesta de Leofric fue que así lo haría si ella aceptaba el reto de pasearse desnuda por las calles de Coventry a lomos de un caballo. Para sorpresa de su esposo, Godiva aceptó.

Tom el mirón
Lady Godiva pidió como única condición que todos los vecinos se encerraran en sus casas y no miraran su osado paseo a caballo. Solamente uno de ellos no cumplió lo establecido. Era Tom, un sastre del pueblo, quien, según la tradición no pudo resistir mirar a su señora desnuda. El sastre Tom fue el origen de la expresión Peeping Tom, el “Mirón Tom”.

Más allá del mito
Cuando Leofric murió en 1057, Lady Godiva se convirtió en dueña de las tierras de su marido. Fue una de las pocas mujeres que mantuvieron sus posesiones tras la conquista de Guillermo de Normandía en 1066. Lady Godiva murió alrededor de 1080 y es probable que fuera enterrada al lado de su marido.

Sea o no cierta la historia de Lady Godiva y su cabalgada desnuda en defensa de sus vasallos, lo cierto es que simboliza la valentía de una mujer en un tiempo oscuro.