viernes, 29 de junio de 2012

35 bujías de Pedro Salinas


Sí. Cuando quiera yo
la soltaré. Está presa,
aquí arriba, invisible.
Yo la veo en su claro
castillo de cristal, y la vigilan
—cien mil lanzas— los rayos
—cien mil rayos— del sol. Pero de noche,
cerradas las ventanas
para que no la vean
—guiñadoras espías— las estrellas,
la soltaré. (Apretar un botón.)
Caerá toda de arriba
a besarme, a envolverme
de bendición, de claro, de amor, pura.
En el cuarto ella y yo no más, amantes
eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra
de secretos en masa de la noche
—afuera—
descifraremos formas leves, signos,
perseguidos en mares de blancura
por mí, por ella, artificial princesa,
amada eléctrica.

jueves, 28 de junio de 2012

Missing You







Cada vez que pienso en ti, yo siempre recupero el aliento
Y todavía estoy de pie aquí, y te encuentres a kilómetros
Y me pregunto por qué te fuiste
Y hay una tormenta que está rabiando
A través de mi corazón esta noche congelada
He oído su nombre en ciertos círculos
Y siempre me hace sonreír
Me paso el tiempo pensando en usted
Y es casi me conduce salvaje
Y hay un corazón que está rompiendo
Por esta línea de larga distancia esta noche

No es que te falta en absoluto (que faltan)
Desde que te has ido lejos (que te falta),
No es que faltan (missing you)
No importa lo que yo podría decir (que falta)

Hay un mensaje en el alambre
Y yo voy a enviar la seńal de esta noche
Usted no sabe lo desesperado que me he convertido en
Y parece que estoy perdiendo esta lucha
En su mundo que no tienen sentido
Aunque estoy tratando de entender
Y es que mi corazón se está rompiendo
Por esta línea de larga distancia esta noche

No es falta you en todo (te falta)
Desde que te has ido lejos (que te falta),
No es que faltan (missing you)
No importa lo que dicen mis amigos (que falta)

Hay un mensaje que estoy enviando
Por medio del telégrafo a tu alma
Y si no pueden romper esta distancia
Poner fin a esta sobrecarga de angustia

No es que te falta para nada ... ow ... (missing you)
Desde que te has ido lejos (que te falta),
No es que faltan (missing you)
No importa lo que dicen mis amigos (que falta)
No es que faltan
No es que faltan .. No puedo mentirme a mí mismo
Y hay una tormenta que está rabiando
A través de mi corazón esta noche congelada
No es que falta en todos los
No es que falta ... que te falta
No es que te falta, oh no
No es que te falta, no es que faltan
No es que te falta, no es que faltan
No es que te falta, no es que faltan ..
Cada vez que pienso en ti, yo siempre recupero el aliento.

miércoles, 27 de junio de 2012

ver pelicula La fuente de las mujeres
La fuente de las mujeres (2011)
Titulo original: La source des femmes 
Género: Comedia / Drama 
Año: 2011 
Duración: 136 min 
Sinopsis: En un pequeño pueblo de Oriente Medio, la tradición exige que las mujeres vayan a buscar agua, bajo un sol ardiente, a la fuente que nace en lo alto de una montaña. Leila, una joven casada, propone a las demás mujeres una huelga de sexo: no mantendrán relaciones sexuales hasta que los hombres colaboren con ellas en el transporte del agua hasta la aldea.

domingo, 17 de junio de 2012

Xanadu - olivia newton-john & electric light orchestra




Un lugar a donde nadie se atrevió a ir
El amor que vinimos a conocer
Lo llaman Xanadu

Y ahora , abre tus ojos y ve
Lo que hemos hecho es real
Estamos en Xanadu

Un millón de luces están danzando y tu aquí eres una 
Estrella fugaz
Un mundo eterno y tu estas aquí conmigo , eternamente

Coro:
Xanadu, Xanadu, (ahora estamos aquí) en Xanadu
Xanadu, Xanadu, (ahora estamos aquí) en Xanadu

Xanadu , tus luces de Eón brillaran por ti, Xanadu

El amor , los ecos de hace tiempo
Necesitaste conocer el mundo
Están en Xanadu

El sueño que vino a través de millones de años
Que vivió a través de todas las lagrimas , vino a Xanadu

Un millón de luces están danzando y tu aquí eres una 
Estrella fugaz
Un mundo eterno y tu estas aquí conmigo , eternamente

Ahora estamos aquí , ahora estas cerca en Xanadu
Ahora estamos aquí , ahora estas cerca en Xanadu
Xanadu.


http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Xanadu_5004.htm

Just A Normal Day - supertramp








RD-Me desperté llorando con el amanecer, y, 
Miré hacia arriba y el cielo 
El aire estaba inmóvil, sin embargo, todas las hojas que caen fuera, 
żPuede usted decirme por qué? 

RH-Bueno, yo no sé la razón, 
No sé qué decir, 
que sólo parece un día normal, 
y, tengo que vivir mi propia vida, 
No puedo perder el tiempo, 
Sin embargo, usted tiene cosas extrańas en su mente 

RD-Bueno, me siento, que cada minuto perdido, 
Mi vida es irreal, 
Y de todos modos, supongo, no estoy calificado, 
Al menos dos veces, así es como me siento 

RH-Bueno, yo no sé la razón, 
No sé qué decir; 
Sólo parece un día normal 
Y, tengo que vivir mi propia vida, 
No puedo perder el tiempo; 
Sin embargo, usted tiene cosas extrańas en su mente. 

RD-Comer mucho, dormir mucho, 
Al pasar el tiempo fuera,
Tal vez voy a encontrar mi camino, 
A quién estoy engańando? 
Sí, es sólo para mí. 


http://www.traduceletras.net/es/supertramp/just-a-normal-day/6857/

Supertramp (Está lloviendo otra vez)


Supertramp (It's Raining Again) - MyVideo

It's Raining Again







Oh, está lloviendo de nuevo
Oh no, mi amor está en un fin.
Oh no, está lloviendo de nuevo
Y tú sabes qué es difícil pretender.
Oh no, está lloviendo de nuevo
Demasiado triste qué estoy perdiendo a un amigo.
Oh no, está lloviendo de nuevo
Oh, mi corazón nunca se reparará.

Estás lo suficientemente vieja, dicen algunas personas
Para leer las señales y caminar.
Es sólo el tiempo que cura el dolor
Y hace que el sol salga de nuevo.
Está lloviendo de nuevo
Oh no, mi amor está en un fin.
Oh no, está lloviendo de nuevo
Demasiado triste qué estoy perdiendo a un amigo.

La, la, la, ...

Vamos pequeña peleadora
No necesitas ponerte nerviosa
Vamos pequeña peleadora
Y vuelve de nuevo

Está lloviendo de nuevo.
Oh no, mi amor está en un fin.
Oh no, está lloviendo de nuevo
Demasiado triste qué estoy perdiendo a un amigo.
Oh!Oh!.

La, la, la, ...

Vamos pequeña peleadora
No necesitas ponerte nerviosa
Vamos pequeña peleadora
Y vuelve de nuevo
Oh, vuelve de nuevo
Oh, llena tú corazón de nuevo ...

(Está lloviendo, está torrenciando)
(El viejo está roncando)
(Se fue a la cama y se golpeó la cabeza)
(Y no se pudo levantar en la mañana)

School - Supertramp



  School (letra en español)

Puedo verte por la mañana cuando vas a la escuela
no olvides tus libros, sabes que tienes que aprender la regla de oro.
El maestro te dice que pares de jugar y continúes con tu trabajo
Y que seas como Johnnie (muy bueno), bien sabes que él nunca pierde el tiempo.
- ¡El está progresando!

Después de la escuela vas a jugar al parque
No te quedes hasta tarde, no esperes a que se haga de noche
Ellos te dicen que no haraganées y aprendas qué es la vida
Y crece para ser como ellos - ¿no quieres que todo funcione?
- pero tú estás lleno de dudas

No hagas esto y no hagas aquéllo
¿Que están tratando de hacer? -Hacer un buen chico de tí
¿Saben lo que están haciendo?
No los cuestiones, ellos son mayores y sabios
Haz lo que te dicen
No quieren que el diablo salga y te haga mirar por tí mismo.

Tal vez me equivoque esperando que luches
O tal vez estoy loco, y no distingo lo correcto de lo equivocado
Pero mientras esté vivo, sólo te digo una cosa 
Siempre dependerá de ti lo que quieres ser 
(si lo que quieres ver) 
si lo quieres ver de esa manera
-¡estás progresando!


http://www.traduceletras.net/es/supertramp/school/6864/

Supertramp - Breakfast In America

sábado, 16 de junio de 2012

El mapa no es el territorio


Las imágenes, los signos y los enunciados no representan nada, sino que crean mundos posibles. Mauricio Lazzarato, Lucha, acontecimiento, media
Vivimos con una noción de territorio heredada de la modernidad incompleta y de su legado de conceptos puros, muchas veces prácticamente intangibles atravesando los siglos. Es el uso del territorio, y no el territorio en sí mismo, lo que lo hace objeto de análisis social. Se trata de una forma impura, un híbrido, una noción que, por ello, requiere constante revisión histórica. Lo que tiene de permanente es ser nuestro cuadro de vida. Su entendimiento es, pues, fundamental para alejar el riesgo de alienación, el riesgo de pérdida del sentido de la existencia individual o colectiva, el riesgo de renuncia al futuro. Milton Santos, O Retorno do Território
Alfred Korzybsky (aristócrata polaco y fundador de la semántica general) acuñó la frase que figura como título de este texto luego de su experiencia como oficial en la I Guerra Mundial, cuando dirigió un desastroso ataque en donde los soldados que comandaba terminaron cayendo en un foso que no figuraba en el mapa. Gregory Bateson (antropólogo y lingüista norteamericano) complementó esta frase con la consigna “y el nombre no es la cosa nombrada”. Esto es, lo que ambos buscaban exponer es la imposibilidad de objetivar las dimensiones significativas y afectivas de los espacios y las representaciones lingüísticas.
El vínculo con el territorio se consolida a partir de procesos de interpretación, sensación y experiencias propias. Los mapas no son el territorio porque a ellos se les escapa la subjetividad de los procesos territoriales, las representaciones simbólicas y los imaginarios sobre los mismos, y la permanente mutabilidad y cambio al que están expuestos. Somos las personas quienes realmente creamos y transformamos los territorios, y no hay una mímesis entre la materialidad espacial de los mapas y la percepción imaginaria sobre el territorio, pues éste es una construcción colectiva y se modela desde las formas subjetivas del habitar, transitar, percibir, crear y transformar.
Entendemos que las sociedades actuales están signadas por una precarización de la existencia que penetra la vida en múltiples aspectos: atravesando la configuración urbana como faro de vigilancia, resquebrajando los lazos sociales por la retórica del miedo, desamparando en las instituciones públicas los derechos sociales más básicos, haciendo carne la violencia simbólica en el imaginario cotidiano, degradando la experiencia de lo común y obturando las formas perceptivas en el abismo del sobresalto. Es por ello que a través de los talleres de mapeo colectivo y de dispositivos múltiples buscamos recrear colectivamente panoramas complejos para profundizar miradas críticas y potenciar subjetividades alertas y emancipatorias, imprescindibles en la protección de los bienes comunes contra el saqueo y la depredación, la lucha contra los procesos de colonización y privatización de lo público y la constitución de nuevos mundos.
Sabemos que partimos de un límite al trabajar con mapas, pues estamos intentando recortar una mirada sobre realidades que no son estáticas sino que están en permanente cambio. Es por eso que sumamos a los planos cartográficos el diseño de dispositivos múltiples para señalizar flujos, procesos, conexiones, planos subjetivos, plataformas corporales, etc. incluyendo modos de expresión y representación populares, simbólicos, y de fuerte presencia imaginativa. Estas herramientas no producen transformaciones por sí mismas, sino que se articulan en un complejo y profundo proceso de organización y práctica colectiva que es potenciado desde el trabajo colaborativo en estos soportes gráficos.
Trabajamos desde el territorio para potenciar los lazos de solidaridad y acción común. A las experiencias de los talleres se añaden las derivas impensadas que adquieren los recursos, metodologías y dinámicas socializados, que son retomados por los participantes para impulsar formas de autogestión en espacios propios. Los talleres estimulan la creación de nuevas territorialidades, recrean espacios vivenciales críticos para develar sentidos impuestos y paisajes hegemónicos, estimulando la intervención y protagonismo en el cambio. Así los procesos de territorialización intervienen en el espacio y tiempo, alteran las imágenes naturalizadas, disputan la conformidad con la cual son internalizados los relatos hegemónicos, y trabajan a partir del pasado como forma de empoderar una memoria colectiva que esquive el discurso oficial.
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El mapa no es el territorio

El mapa no es el territorio

Esta frase afortunada es uno de los postulados fundamentales de la PNL o Programación Neurolinguística. Fue acuñada por el lingüista Alfred Korzybski, quien fue el primero en utilizar el concepto de neurolingüística. El significado de la frase proviene de una historia, probablemente apócrifa, pero muy ilustrativa. Parece ser que la pronunció Korzybski durante la Primera Guerra Mundial cuando cayó, junto con la tropa que dirigía, en una profunda fosa que no figuraba en los mapas con resultados más que desastrosos .
Según Korzybski, un mapa no es el territorio que representa, del mismo modo que una palabra no es el objeto que representa. El conocimiento que tenemos del mundo está limitado por la estructura de nuestro sistema nervioso y la estructura del lenguaje. No experimentamos el mundo directamente, sino por medio de abstracciones, que configuran los mapas mentales con los que entendemos la realidad. Y cada uno tiene su propio mapa mental (por cierto, Beatriz Valderrama fue quien me contó el origen de la frase. Con ella he colaborado en un libro de mentoring que espero que se publique en pocos meses).
La reflexión anterior nos invita a pensar en lo absurdo que es discutir para ver quién tiene la razón (no hace falta más que pensar en los debates eternos y aburridos sobre diferencias políticas o equipos de fútbol). Cada uno tiene su propia verdad (o su propio mapa mental). Por ello, en cualquier discusión de este tipo el objetivo es buscar un objetivo o acuerdo común, no saber quién sale victorioso.

viernes, 15 de junio de 2012

Take the long way home - Supertramp - Ensemble Impulsions

Logical Song by Roger Hodgson who actually wrote it OR Supertramp without Roger (Hodgson)

Supertramp - The Logical Song (Letra Traducida)

CUANDO ERA JOVEN,
LA VIDA ME PARECÍA MARAVILLOSA,
UN MILAGRO, ERA HERMOSA, MÁGICA.
Y TODOS LOS PÁJAROS EN LOS ÁRBOLES
CANTABAN TAN FELIZMENTE
CON ALEGRÍA Y JUGUETONES, ME MIRABAN.
PERO LUEGO, ME MANDARON FUERA
PARA APRENDER A SER SENSATO,
LÓGICO, RESPONSABLE, PRÁCTICO.
ME ENSEÑARON UN MUNDO
DONDE PODÍA MOSTRARME DIGNO DE CONFIANZA,
CLÍNICO, INTELECTUAL, CÍNICO.
HAY MOMENTOS CUANDO TODO EL MUNDO DUERME
EN QUE LAS PREGUNTAS SE VUELVEN DEMASIADO PROFUNDAS
PARA UN HOMBRE TAN SENCILLO COMO YO.
¿QUIERES DECIRME, POR FAVOR, LO QUE HEMOS APRENDIDO?
Letras4U.com » letras traducidas al español
SE QUE SUENA ABSURDO
PERO, POR FAVOR, DIME QUIÉN SOY.
AHORA, CUIDADO CON LO QUE DICES
O TE VAN A LLAMAR RADICAL,
LIBERAL, FANÁTICO, CRIMINAL.
¿NO QUIERES APUNTARTE?
NOS GUSTARÍA SENTIR QUE FUERAS
ACEPTABLE, RESPETABLE, PRESENTABLE, UN VEGETAL.

HAY MOMENTOS CUANDO TODO EL MUNDO DUERME
EN QUE LAS PREGUNTAS SE VUELVEN DEMASIADO PROFUNDAS
PARA UN HOMBRE TAN SENCILLO COMO YO.
¿QUIERES DECIRME, POR FAVOR, LO QUE HEMOS APRENDIDO?
SE QUE SUENA ABSURDO
PERO, POR FAVOR, DIME QUIÉN SOY, QUIEN SOY, QUIEN SOY.

CUANDO ERA JOVEN
LA VIDA ERA CONDENADAMENTE MARAVILLOSA

miércoles, 13 de junio de 2012

La luz es como el agua de Gabriel García Márquez


La luz es como el agua[Cuento: Texto completo]
Gabriel García Márquez
En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos.-De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena.
Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más decididos de lo que sus padres creían.
-No -dijeron a coro-. Nos hace falta ahora y aquí.
-Para empezar -dijo la madre-, aquí no hay más aguas navegables que la que sale de la ducha.
Tanto ella como el esposo tenían razón. En la casa de Cartagena de Indias había un patio con un muelle sobre la bahía, y un refugio para dos yates grandes. En cambio aquí en Madrid vivían apretados en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. Pero al final ni él ni ella pudieron negarse, porque les habían prometido un bote de remos con su sextante y su brújula si se ganaban el laurel del tercer año de primaria, y se lo habían ganado. Así que el papá compró todo sin decirle nada a su esposa, que era la más reacia a pagar deudas de juego. Era un precioso bote de aluminio con un hilo dorado en la línea de flotación.
-El bote está en el garaje -reveló el papá en el almuerzo-. El problema es que no hay cómo subirlo ni por el ascensor ni por la escalera, y en el garaje no hay más espacio disponible.
Sin embargo, la tarde del sábado siguiente los niños invitaron a sus condiscípulos para subir el bote por las escaleras, y lograron llevarlo hasta el cuarto de servicio.
-Felicitaciones -les dijo el papá ¿ahora qué?
-Ahora nada -dijeron los niños-. Lo único que queríamos era tener el bote en el cuarto, y ya está.
La noche del miércoles, como todos los miércoles, los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa, cerraron puertas y ventanas, y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos. Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote, y navegaron a placer por entre las islas de la casa.
Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía cuando participaba en un seminario sobre la poesía de los utensilios domésticos. Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón, y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces.
-La luz es como el agua -le contesté: uno abre el grifo, y sale.
De modo que siguieron navegando los miércoles en la noche, aprendiendo el manejo del sextante y la brújula, hasta que los padres regresaban del cine y los encontraban dormidos como ángeles de tierra firme. Meses después, ansiosos de ir más lejos, pidieron un equipo de pesca submarina. Con todo: máscaras, aletas, tanques y escopetas de aire comprimido.
-Está mal que tengan en el cuarto de servicio un bote de remos que no les sirve para nada -dijo el padre-. Pero está peor que quieran tener además equipos de buceo.
-¿Y si nos ganamos la gardenia de oro del primer semestre? -dijo Joel.
-No -dijo la madre, asustada-. Ya no más.
El padre le reprochó su intransigencia.
-Es que estos niños no se ganan ni un clavo por cumplir con su deber -dijo ella-, pero por un capricho son capaces de ganarse hasta la silla del maestro.
Los padres no dijeron al fin ni que sí ni que no. Pero Totó y Joel, que habían sido los últimos en los dos años anteriores, se ganaron en julio las dos gardenias de oro y el reconocimiento público del rector. Esa misma tarde, sin que hubieran vuelto a pedirlos, encontraron en el dormitorio los equipos de buzos en su empaque original. De modo que el miércoles siguiente, mientras los padres veían El último tango en París, llenaron el apartamento hasta la altura de dos brazas, bucearon como tiburones mansos por debajo de los muebles y las camas, y rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad.
En la premiación final los hermanos fueron aclamados como ejemplo para la escuela, y les dieron diplomas de excelencia. Esta vez no tuvieron que pedir nada, porque los padres les preguntaron qué querían. Ellos fueron tan razonables, que sólo quisieron una fiesta en casa para agasajar a los compañeros de curso.
El papá, a solas con su mujer, estaba radiante.
-Es una prueba de madurez -dijo.
-Dios te oiga -dijo la madre.
El miércoles siguiente, mientras los padres veían La Batalla de Argel , la gente que pasó por la Castellana vio una cascada de luz que caía de un viejo edificio escondido entre los árboles. Salía por los balcones, se derramaba a raudales por la fachada, y se encauzó por la gran avenida en un torrente dorado que iluminó la ciudad hasta el Guadarrama.
Llamados de urgencia, los bomberos forzaron la puerta del quinto piso, y encontraron la casa rebosada de luz hasta el techo. El sofá y los sillones forrados en piel de leopardo flotaban en la sala a distintos niveles, entre las botellas del bar y el piano de cola y su mantón de Manila que aleteaba a media agua como una mantarraya de oro. Los utensilios domésticos, en la plenitud de su poesía, volaban con sus propias alas por el cielo de la cocina. Los instrumentos de la banda de guerra, que los niños usaban para bailar, flotaban al garete entre los peces de colores liberados de la pecera de mamá, que eran los únicos que flotaban vivos y felices en la vasta ciénaga iluminada. En el cuarto de baño flotaban los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá, y el televisor de la alcoba principal flotaba de costado, todavía encendido en el último episodio de la película de media noche prohibida para niños.
Al final del corredor, flotando entre dos aguas, Totó estaba sentado en la popa del bote, aferrado a los remos y con la máscara puesta, buscando el faro del puerto hasta donde le alcanzó el aire de los tanques, y Joel flotaba en la proa buscando todavía la altura de la estrella polar con el sextante, y flotaban por toda la casa sus treinta y siete compañeros de clase, eternizados en el instante de hacer pipí en la maceta de geranios, de cantar el himno de la escuela con la letra cambiada por versos de burla contra el rector, de beberse a escondidas un vaso de brandy de la botella de papá. Pues habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado, y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el Hospitalario se había ahogado en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. En Madrid de España, una ciudad remota de veranos ardientes y vientos helados, sin mar ni río, y cuyos aborígenes de tierra firme nunca fueron maestros en la ciencia de navegar en la luz.

La luz es como el agua de Gabriel García Márquez


Cuentos

La luz es como el agua de Gabriel García Márquez

desborde de la luz y de la fantasía
Gonzalo Valdivia Dávila
07:00h Viernes, 12 de septiembre de 2008
 33 

Gabriel García Márquez, premio Nobel de literatura en 1982, recopiló una docena de cuentos de realismo mágico maravilloso en Doce cuentos peregrinos (1992). Este género narrativo no descree de la ficción instalada en el texto en ningún momento del relato, más bien la asume como válida y la desarrolla para dar coherencia a la obra. De este libro es el cuento La luz es como el agua, que narra la mágica aventura de dos hermanos que convierten la luz eléctrica en medio de navegación.
Los hermanos Toto de nueve años y Joel de siete, persuaden a sus padres de conseguirles un bote y equipo de buceo para explorar su departamento con el bote; a cambio de conseguir distinciones en el colegio. Al final la luzdesbordará el departamento, ahogará a los dos hermanos y a sus treinta y siete amigos de colegio. El narrador participa en el relato, porque es quien le da la idea de usar la luz como si fuese agua a Toto.   
    
El flujo de luz: La aventura sucede en Madrid, ciudad mediterránea. Los niños son inmigrantes colombianos que vienen de Cartagena de Indias, ciudad que si tenía mar. Las ganas de navegar impulsan a los niños a desarrollar la idea que les da el narrador, quien a su vez la tomó de un seminario de poesía. Antes de la tragedia, realizan exploraciones para rescatar objetos perdidos que se veían con la inundación de la luz, todo esto mientas los padres cada miércoles van al cine.


Los niños dominan el arte de navegar la luz a escondidas de sus padres, por lo que se arriesgan a bucear en el flujo luminoso. La tragedia se da porque los niños quieren demostrar este descubrimiento a sus compañeros de colegio, quienes no tenían equipo de buceo para estar sumergidos. Toto y Joel, morirán también porque su reserva de oxígeno se agotará en el tiempo que transcurren encerrados en su departamento del quinto piso.
La luz fluye hasta copar el departamento y presionar las ventanas para caer a la calle, y pasar por una avenida. Los niños comparten su descubrimiento y su tragedia con la ciudad. Su diversión no tiene la intención de generar la muerte de los otros niños, ni su suicidio. La luz es una proyección del intelecto humano, lo que las personas pueden descubrir en un momento de iluminación lo comunican a sus amigos voluntariamente y a la ciudad accidentalmente.
    
La niñez: La infancia es la edad en que se puede creer en la magia, por la disposición de los niños a salirse de la realidad expresando sus sueños durante la vigilia. Toto y Joel son niños aplicados en el colegio, con talento suficiente para alcanzar los máximos honores y con inventiva precoz para capitalizar el descubrimiento que les da el narrador de que “La luz es como el agua, uno abre el grifo, y sale”. La niñez experimenta con los objetos cotidianos para fines subordinados al juego.
Aún el estudio está subordinado al juego, los niños no pierden su deseo de fantasía ni de aventura por su dedicación al estudio. Esta solo busca que sus padres les compren el bote y el equipo de buceo. Los niños no llegan a una madurez propia de un científico consumado por dominar el flujo de la luz, sólo lo capitalizan para liberar su deseo de jugar. La niñez es la edad del juego y en este cuento el juego se mezcla con la aventura hasta llegar a las últimas consecuencias.
Toto y Joel son niños curiosos que ansían llegar al mar, para ello logran la equivalencia de la luz y el agua. Su impulso es irrefrenable, si hubiesen estado cerca del mar hubiesen navegado y buceado en agua también. Su momento de aventura les exige privacidad, la navegación del flujo de luz se realiza durante la ausencia de los padres. Los padres son muy serios, solo consienten por la oferta de estudio. No pueden participar de la exploración porque no lo podrían creer.
Los padres: Los progenitores de estos niños representan su enlace con el mundo real, no necesitan interrogar a sus hijos, consienten sus caprichos convencidos del desarrollo de su capacidad para el estudio. La madre es la única que duda, que ve innecesario el gasto en bote y equipo de buzo, por carecer de un fin práctico. Los padres al dejar a sus hijos sin vigilancia los miércoles, los entregan al mundo de la fantasía, el que los absorbe y los pierdehasta la muerte.
Estos padres solo han fallado a sus hijos al sacarlos de la cercanía del mar, no saben que pronto encontrarán un substituto para el agua en la corriente que dejan escapar de las bombillas eléctricas. Serán responsables de no poder vigilar la canalización de la fantasía de sus hijos. Cuando se den cuenta del rumbo de sus experimentos, será muy tarde, la luz y la fantasía ya se habrán desbordado. Ellos son espectadores de la ficción del cine, mientras sus hijos si actúan en su fantasía.
Los padres pierden sus hijos, porque ignoran que los han entregado a un mundo desconocido de magia. La poesía es la única verdad incuestionable, se cumple el consejo del narrador, porque es un postulado poético. Ni los niños ni los padres son versados en poesía, no saben como manejarla. Los padres y el narrador contribuyen a la experiencia de los niños, se supone que el narrador es amigo de los padres. Al final todos creen el portento, los padres y el narrador.
Conclusión: La verdad poética es un arma muy poderosa en manos poco experimentadas, por ello los niños penetran a un mundo maravilloso que no pueden controlar. Estos niños guardan silencio de su hallazgo en la escuela y el hogar, cuando comparten su secreto mueren por agotárseles el oxígeno de sus tanques de buceo y sus amigos morirán por carecer de equipo. La magia ocurre entre niños, porque es la edad en que hay credulidad para asumirla verdadera.
Los niños acaban con sus camaradas de colegio por irresponsabilidad, no por maldad, los otros pequeños ven por primera vez el prodigio y no estaban preparados para sobrellevarlo. Mueren los niños cuando el portento alcanza su máximo, en el momento en que toda la ciudad conoce de este suceso.

miércoles, 6 de junio de 2012

Cirque du Soleil - Alegria

Alegría - Cirque du Soleil - Instrumental

"Internet es un juguete; precisamos maestros"

XIII Feria Internacional del Libro Ray Bradbury: "Internet es un juguete; precisamos maestros" El autor de "El hombre ilustrado" defendió con firmeza al libro ante el avance de la tecnología en las comunicaciones.


El Planetario de los bosques de Palermo fue el sitio donde, en la destemplada mañana de ayer, el escritor de ciencia ficción Ray Bradbury hizo su primer contacto con los seres de la Argentina.
Este primer encuentro se dio cerca de las 11, cuando la secretaria de Cultura de la ciudad, María Sáenz Quesada, le entregó el diploma que lo consagró visitante ilustre de Buenos Aires. Siguió una breve función, en el hemiciclo del Planetario, sobre estrellas, planetas y galaxias.
El espectáculo culminó con la súbita aparición de la imagen del propio Bradbury, proyectada sobre el cielo estrellado y artificial; un regalo inesperado que el escritor, en la conferencia de prensa que vino a continuación, se apresuró a agradecer: "Jamás soñé que llegaría al espacio exterior".

GENERACIÓN DE ESTÚPIDOS

El ensayista norteamericano Alvin Tofler alguna vez escribió que la juventud de los años "90 constituye, por su apego incondicional a las computadoras, "la generación de la pantalla". Bastante más explícito, Bradbury dijo ayer que, por lo menos en los Estados Unidos: "Estamos criando una generación de estúpidos. Se habla de poner computadoras en el sistema educativo, cuando lo que necesitamos son libros y mejores maestros".
Los libros están en la cúspide de los afectos de Bradbury, como autor y, en especial, como lector. Un cariño que nació al haberse autoeducado en las bibliotecas públicas de Los Angeles, cuando la pobreza le cerró el camino a la universidad.
"Siempre tendremos libros. La computadora es algo lejano, remoto. A un libro lo podemos apretar contra el pecho, poner en el bolsillo, llevar a la cama. Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro", insistió el autor de Crónicas marcianas y Farenheit 451.
"Ponemos demasiada atención en las cosas técnicas, pero no en lo creativo. Hay una fascinación con Internet, que es un juguete. Para investigar es muy bueno, pero no enseña a crear."
Para Bradbury, pasar varias horas sumergido en Internet "es como almorzar todos los días con la gente equivocada. Es mejor ir a la plaza con un buen libro, porque allí hay un amigo que puede enseñarnos algo".

CADA VEZ MÁS CUENTOS

"Espero que se le dé importancia al libro y al maestro, sino, corremos el riesgo de crear una elite que nos controle. Si tenemos millones de gente que no lee, automáticamente tenemos una elite", advirtió el escritor, al subrayar su inquietud frente el oscurantismo y la ignorancia organizada. La imaginación de Bradbury, siempre fecunda a sus 76 años, se nutre de los nuevos inventos, los buenos como los malos: "Cada vez estamos más rodeados por la tecnología; hay nuevas cosas que celebrar y que criticar, lo que facilita mi trabajo".
¿Qué cosas celebra?: "Uno de los grandes inventos de los últimos 20 años es el video cassette, porque por muy poca plata nos podemos educar: podemos aprender historia y ver grandes películas". Con tanto invento, "cada vez escribo más cuentos; tengo un libro editado hace poco y otro a punto de aparecer. También he estado trabajando en tres guiones de cine". Bradbury admitió que, si bien sigue escribiendo ciencia ficción, jamás lee a sus colegas, a los cronistas espaciales como él, "porque muchos de los que escriben ahora se imitan unos a otros, y las historias son sobre criaturas de otros mundos a las que se les salen los sesos por la cabeza".

SERES MILAGROSOS

"Siempre me preguntan si creo en la teoría de Darwin, y digo que sí. Cuando me preguntan si creo en la teoría de Lamark, vuelvo a decir que sí, y también digo que sí cuando me preguntan si apoyo la teoría creacionista del Antiguo Testamento. A todo digo que sí, porque nada está probado", señaló el autor de "El hombre ilustrado".
Al parecer, lo único que quiere probar Bradbury es que "somos seres milagrosos", nacidos en un planeta que alguna vez, golpeado por un rayo, "decidió convertirse en vida".
"Hace miles de años -reflexionó el escritor-, cuando logramos el don de la visión, empezamos a mirar a las estrellas desde la boca de las cuevas. Ahora tratamos de llegar a ellas."
Como corolario, el prestigioso escritor de ciencia ficción expresó, ante el enjambre de periodistas que lo escuchaba absorto en el Planetario, que: "Viajar por el espacio es nuestra manera de intentar ser inmortales, un esfuerzo religioso en el pleno sentido de la palabra: es religarse al universo."
Ramiro Pellet Lastra

La mañana verde[Cuento. Texto completo]
Ray Bradbury
Cuando el sol se puso, el hombre se acuclilló junto al sendero y preparó una cena frugal y escuchó el crepitar de las llamas mientras se llevaba la comida a la boca y masticaba con aire pensativo. Había sido un día no muy distinto de otros treinta, con muchos hoyos cuidadosamente cavados en las horas del alba, semillas echadas en los hoyos, y agua traída de los brillantes canales. Ahora, con un cansancio de hierro en el cuerpo delgado, yacía de espaldas y observaba cómo el color del cielo pasaba de una oscuridad a otra.Se llamaba Benjamín Driscoll, tenía treinta y un años, y quería que Marte creciera verde y alto con árboles y follajes, produciendo aire, mucho aire, aire que aumentaría en cada temporada. Los árboles refrescarían las ciudades abrasadas por el verano, los árboles pararían los vientos del invierno. Un árbol podía hacer muchas cosas: dar color, dar sombra, fruta o convertirse en paraíso para los niños; un universo aéreo de escalas y columpios, una arquitectura de alimento y de placer, eso era un árbol. Pero los árboles, ante todo, destilaban un aire helado para los pulmones y un gentil susurro para los oídos, cuando uno está acostado de noche en lechos de nieve y el sonido invita dulcemente a dormir.
Benjamín Driscoll escuchaba cómo la tierra oscura se recogía en sí misma, en espera del sol y las lluvias que aún no habían llegado. Acercaba la oreja al suelo y escuchaba a lo lejos las pisadas de los años e imaginaba los verdes brotes de las semillas sembradas ese día; los brotes buscaban apoyo en el cielo, y echaban rama tras rama hasta que Marte era un bosque vespertino, un huerto brillante.
En las primeras horas de la mañana, cuando el pálido sol se elevase débilmente entre las apretadas colinas, Benjamín Driscoll se levantaría y acabaría en unos pocos minutos con un desayuno ahumado, aplastaría las cenizas de la hoguera y empezaría a trabajar con los sacos a la espalda, probando, cavando, sembrando semillas y bulbos, apisonando levemente la tierra, regando, siguiendo adelante, silbando, mirando el cielo claro cada vez más brillante a medida que pasaba la mañana.
-Necesitas aire -le dijo al fuego nocturno.
El fuego era un rubicundo y vivaz compañero que respondía con un chasquido, y en la noche helada dormía allí cerca, entornando los ojos, sonrosados, soñolientos y tibios.
-Todos necesitamos aire. Hay aire enrarecido aquí en Marte. Se cansa uno tan pronto... Es como vivir en la cima de los Andes. Uno aspira y no consigue nada. No satisface.
Se palpó la caja del tórax. En treinta días, cómo había crecido. Para que entrara más aire había que desarrollar los pulmones o plantar más árboles.
-Para eso estoy aquí -se dijo. El fuego le respondió con un chasquido-. En las escuelas nos contaban la historia de Juanito Semillasdemanzana, que anduvo por Estados Unidos plantando semillas de manzanos. Bueno, pues yo hago más. Yo planto robles, olmos, arces y toda clase de árboles; álamos, cedros y castaños. No pienso sólo en alimentar el estómago con fruta, fabrico aire para los pulmones. Cuando estos árboles crezcan algunos de estos años, ¡cuánto oxígeno darán!
Recordó su llegada a Marte. Como otros mil paseó los ojos por la apacible mañana y se dijo:
-¿Qué haré yo en este mundo? ¿Habrá trabajo para mí?
Luego se había desmayado.
Volvió en sí, tosiendo. Alguien le apretaba contra la nariz un frasco de amoníaco.
-Se sentirá bien en seguida -dijo el médico.
-¿Qué me ha pasado?
-El aire enrarecido. Algunos no pueden adaptarse. Me parece que tendrá que volver a la Tierra.
-¡No!
Se sentó y casi inmediatamente se le oscurecieron los ojos y Marte giró dos veces debajo de él. Respiró con fuerza y obligó a los pulmones a que bebieran en el profundo vacío.
-Ya me estoy acostumbrando. ¡Tengo que quedarme!
Lo dejaron allí, acostado, boqueando horriblemente, como un pez. «Aire, aire, aire -pensaba-. Me mandan de vuelta a causa del aire.» Y volvió la cabeza hacia los campos y colinas marcianos, y cuando se le aclararon los ojos vio en seguida que no había árboles, ningún árbol, ni cerca ni lejos. Era una tierra desnuda, negra, desolada, sin ni siquiera hierbas. Aire, pensó, mientras una sustancia enrarecida le silbaba en la nariz. Aire, aire. Y en la cima de las colinas, en la sombra de las laderas y aun a orillas de los arroyos, ni un árbol, ni una solitaria brizna de hierba. ¡Por supuesto! Sintió que la respuesta no le venía del cerebro, sino de los pulmones y la garganta. Y el pensamiento fue como una repentina ráfaga de oxígeno puro, y lo puso de pie. Hierba y árboles. Se miró las manos, el dorso, las palmas. Sembraría hierba y árboles. Ésa sería su tarea, luchar contra la cosa que le impedía quedarse en Marte. Libraría una privada guerra hortícola contra Marte. Ahí estaba el viejo suelo, y las plantas que habían crecido en él eran tan antiguas que al fin habían desaparecido. Pero ¿y si trajera nuevas especies? Árboles terrestres, grandes mimosas, sauces llorones, magnolias, majestuosos eucaliptos. ¿Qué ocurriría entonces? Quién sabe qué riqueza mineral no ocultaba el suelo, y que no asomaba a la superficie porque los helechos, las flores, los arbustos y los árboles viejos habían muerto de cansancio.
-¡Permítanme levantarme! -gritó-. ¡Quiero ver al coordinador!
Habló con el coordinador de cosas que crecían y eran verdes, toda una mañana. Pasarían meses, o años, antes de que se organizasen las plantaciones. Hasta ahora, los alimentos se traían congelados desde la Tierra, en carámbanos volantes, y unos pocos jardines públicos verdeaban en instalaciones hidropónicas.
-Entretanto, ésta será su tarea -dijo el coordinador-. Le entregaremos todas nuestras semillas; no son muchas. No sobra espacio en los cohetes por ahora. Además, estas primeras ciudades son colectividades mineras, y me temo que sus plantaciones no contarán con muchas simpatías.
-¿Pero me dejarán trabajar?
Lo dejaron. En una simple motocicleta, con la caja llena de semillas y retoños, llegó a este valle solitario, y echó pie a tierra.
Eso había ocurrido hacía treinta días, y nunca había mirado atrás. Mirar atrás hubiera sido descorazonarse para siempre. El tiempo era excesivamente seco, parecía poco probable que las semillas hubiesen germinado. Quizá toda su campaña, esas cuatro semanas en que había cavado encorvado sobre la tierra, estaba perdida. Clavaba los ojos adelante, avanzando poco a poco por el inmenso valle soleado, alejándose de la primera ciudad, aguardando la llegada de las lluvias.
Mientras se cubría los hombros con la manta, vio que las nubes se acumulaban sobre las montañas secas. Todo en Marte era tan imprevisible como el curso del tiempo. Sintió alrededor las calcinadas colinas, que la escarcha de la noche iban empapando, y pensó en la tierra del valle, negra como la tinta, tan negra y lustrosa que parecía arrastrarse y vivir en el hueco de la mano, una tierra fecunda en donde podrían brotar unas habas de larguísimos tallos, de donde caerían quizás unos gigantes de voz enorme, dándose unos golpes que le sacudirían los huesos.
El fuego tembló sobre las cenizas soñolientas. El distante rodar de un carro estremeció el aire tranquilo. Un trueno. Y en seguida un olor a agua.
«Esta noche -pensó. Y extendió la mano para sentir la lluvia-. Esta noche.»
Lo despertó un golpe muy leve en la frente.
El agua le corrió por la nariz hasta los labios. Una gota le cayó en un ojo, nublándolo. Otra le estalló en la barbilla.
La lluvia.
Fresca, dulce y tranquila, caía desde lo alto del cielo como un elíxir mágico que sabía a encantamientos, estrellas y aire, arrastraba un polvo de especias, y se le movía en la lengua como raro jerez liviano.
Se incorporó. Dejó caer la manta y la camisa azul. La lluvia arreciaba en gotas más sólidas. Un animal invisible danzó sobre el fuego y lo pisoteó hasta convertirlo en un humo airado. Caía la lluvia. La gran tapa negra del cielo se dividió en seis trozos de azul pulverizado, como un agrietado y maravilloso esmalte, y se precipitó a tierra. Diez mil millones de diamantes titubearon un momento y la descarga eléctrica se adelantó a fotografiarlos. Luego oscuridad y agua.
Calado hasta los huesos, Benjamín Driscoll se reía y se reía mientras el agua le golpeaba los párpados. Aplaudió, y se incorporó, y dio una vuelta por el pequeño campamento, y era la una de la mañana.
Llovió sin cesar durante dos horas. Luego aparecieron las estrellas, recién lavadas y más brillantes que nunca.
El señor Benjamín Driscoll sacó una muda de ropa de una bolsa de celofán, se cambió, y se durmió con una sonrisa en los labios.
El sol asomó lentamente entre las colinas. Se extendió pacíficamente sobre la tierra y despertó al señor Driscoll.
No se levantó en seguida. Había esperado ese momento durante todo un interminable y caluroso mes de trabajo, y ahora al fin se incorporó y miró hacia atrás.
Era una mañana verde.
Los árboles se erguían contra el cielo, uno tras otro, hasta el horizonte. No un árbol, ni dos, ni una docena, sino todos los que había plantado en semillas y retoños. Y no árboles pequeños, no, ni brotes tiernos, sino árboles grandes, enormes y altos como diez hombres, verdes y verdes, vigorosos y redondos y macizos, árboles de resplandecientes hojas metálicas, árboles susurrantes, árboles alineados sobre las colinas, limoneros, tilos, pinos, mimosas, robles, olmos, álamos, cerezos, arces, fresnos, manzanos, naranjos, eucaliptos, estimulados por la lluvia tumultuosa, alimentados por el suelo mágico y extraño, árboles que ante sus propios ojos echaban nuevas ramas, nuevos brotes.
-¡Imposible! -exclamó el señor Driscoll.
Pero el valle y la mañana eran verdes.
¿Y el aire?
De todas partes, como una corriente móvil, como un río de las montañas, llegaba el aire nuevo, el oxígeno que brotaba de los árboles verdes. Se lo podía ver, brillando en las alturas, en oleadas de cristal. El oxígeno, fresco, puro y verde, el oxígeno frío que transformaba el valle en un delta frondoso. Un instante después las puertas de las casas se abrirían de par en par y la gente se precipitaría en el milagro nuevo del oxígeno, aspirándolo en bocanadas, con mejillas rojas, narices frías, pulmones revividos, corazones agitados, y cuerpos rendidos animados ahora en pasos de baile.
Benjamín Driscoll aspiró profundamente una bocanada de aire verde y húmedo, y se desmayó.
Antes que despertara de nuevo, otros cinco mil árboles habían subido hacia el sol amarillo.