domingo, 8 de febrero de 2009
Hallan en Chipre una supuesta Biblia de la Antigüedad
viernes 6 de febrero, 11:59 AM
NICOSIA (Reuters) - Las autoridades del norte de Chipre creen haber encontrado una versión de la Biblia escrita en siríaco, un dialecto del idioma de Jesús.
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El manuscrito fue encontrado en una operación policial contra supuestos traficantes de antigüedades. La policía turcochipriota testificó en una vista judicial que creen que tiene unos 2.000 años.
El manuscrito tiene extractos de la Biblia escritos en letras de oro sobre pergamino, según las fotos proporcionadas a Reuters. Una página muestra un dibujo de un árbol, y en otra hay ocho líneas de escritura en siríaco.
Sin embargo, los expertos se mostraron divididos sobre su procedencia y si es un original, lo que lo daría un valor incalculable, o si es falso.
Varios expertos dijeron que el uso de letras de oro supondría que sería muy posterior.
"Sospecho que lo más probable es que tenga menos de 1.000 años", dijo a Reuters un conocido experto, Peter Williams, de la Universidad de Cambridge.
Las autoridades turcochipriotas incautaron la reliquia la semana pasada y nueve personas están arrestadas en espera de más investigaciones. Además se está buscando a otros sospechosos en relación con el hallazgo, añadieron.
Otras investigaciones revelaron una figura religiosa y una escultura de Jesús que se cree que procede de una iglesia en la zona norte de la isla mediterránea, controlada por los turcos, así como dinamita.
La policía ha acusado a los detenidos de contrabando de antigüedades, excavaciones ilegales y posesión de explosivos.
El siríaco es un dialecto del arameo -la lengua nativa de Jesús-, que se habló en gran parte de Oriente Medio y Asia Central. Aún se habla donde hay sirios cristianos y sobrevive en la Iglesia ortodoxa siria de India.
El arameo aún se emplea en ceremonias religiosas de los cristianos maronitas en Chipre.
"Una fuente muy probable (del manuscrito) podría ser la zona Tur-Abdin de Turquía, donde todavía hay una comunidad que habla siríaco", dijo a Reuters Charlotte Roueche, profesora de Estudios Bizantinos y de la Tardoantigüedad en el King's College de Londres.
Tras mirar atentamente las fotos, el especialista en manuscritos de la Universidad de Cambridge y socio del Wolfson College JF Coakley sugirió que el libro podría haber sido escrito mucho después.
"La escritura en siríaco parece estar en la letra del siríaco oriental con puntos en las vocales, y no hay ese tipo de manuscritos antes del siglo XV", señaló.
"Basándose en una foto (...) si no me equivoco algunas palabras al menos parecen ser en siríaco moderno, un idioma que no se escribió hasta mediados del siglo XIX", dijo a Reuters.
(Reporte de Sarah Ktisti y Simon Bahceli; Traducido por la Redacción de Madrid)
Nuevo Tema: Troll (Internet) y en las calles también...
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Troll de InternetEn la jerga de Internet, un troll (a veces trol o en Argentina trol) es un mensaje u otra forma de participación que busca intencionadamente molestar a los usuarios o lectores, creando controversia, provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien provocar flamewars, enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí. El troll puede ser más o menos sofisticado, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, a sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención en cualquier caso de confundir o provocar la reacción de los demás.
Aunque originalmente el término solo se refería a la práctica en sí y no a la persona, un desplazamiento metonímico posterior ha hecho que también se aplique a las personas que presuntamente incurren en ese tipo de prácticas. Su origen etimológico más probable evoca la idea de «morder el anzuelo» (troll es un tipo de pesca en inglés).[1
Cultura troll [editar]
La larga historia de los trolls y el fuerte apoyo hacia el discurso anónimo y seudónimo en Internet sugieren que la historia del «troll anónimo» está sólo en sus comienzos. Si puede considerarse como una «cultura», formada por gente que no se conoce entre sí, salvo mediante la experiencia común de ser rechazados en foros de Internet, es cuestionable, pero algunos afirman que es posible y que ya está ocurriendo.
Hay fuertes evidencias de ello en la existencia de foros que afirman existir específicamente para dar apoyo a los trolls, para intercambiar trucos e identificar blancos que otros trolls pueden estar provocando o discutiendo fructíferamente.
La cultura troll se observa mejor en los trolls que no conocen a los otros con los que trabajan. Debido a que los métodos comunes de crear mensajes incendiarios son muy conocidos y objeto de bromas en muchos sitios de Internet, es a veces posible para un troll identificar a otro troll en acción. Un troll actuando sobre otro troll crea a menudo tal cantidad de aparente drama entre ellos que se toma en serio por observadores que no sean trolls (especialmente si toman partido por algún bando). El resultado final es que los dos trolls pueden colaborar para lograr que la discusión de foro gire en torno a ellos o que una conversación se salga de tema más eficazmente que si lo hicieran sin ayuda.
Los trolls como falsificadores de identidad [editar]
Inicios [editar]
Antes de que Deja News comenzase a archivar Usenet, los informes sobre los trolls eran imprecisos, habiendo pocas pruebas que estudiar. Sin embargo a partir de entonces los enormes archivos han estado disponibles para los investigadores. Puede que el primer (aunque poco documentado) caso sea la saga de 1982-83 de Alex y Joan en los foros de CompuServe. Van Gelder, un periodista de la revista Ms., documentó en 1996 el incidente en un artículo en dicha publicación. Alex (en la vida real un psiquiatra cincuentón muy tímido de Nueva York) se hacía pasar por una rimbombante y antirreligiosa mujer muda llamada Joan, atada a una silla de ruedas tras un accidente de coche, «para poder relacionarse mejor con sus pacientes femeninas». Esta farsa se prolongó durante dos años, y Joan llegó a convertirse en un personaje enormemente detallado con una colección de relaciones emocionales. Todo empezó a venirse abajo cuando Joan persuadió a una de sus amigas en línea para que tuviese una aventura con Alex.
Los trolls en los años 1990 [editar]
Una de las primeras referencias a un troll en el archivo de Usenet de Google fue hecha por el usuario Mark Miller sobre otro usuario llamado Tad (8 de febrero de 1990).[2] Sin embargo, no está claro si el término «troll» se usó en su sentido actual, o si fue simplemente una elección casual de un epíteto:
El más probable origen del término puede hallarse en la expresión trolling for newbies (que significa aproximadamente ‘pescando novatos’), que a principios de los años 1990 se hizo popular en el grupo de Usenet alt.folklore.urban. Su uso era algo diferente a la actual noción de troll, siendo una broma privada relativamente suave sobre los usuarios novatos consistente en hacer preguntas o mencionar temas de conversación tan trillados que sólo uno de ellos respondería seriamente. Otros extendieron el término para incluir la práctica de representar el papel de un usuario seriamente desinformado o ingenuo, incluso en grupos donde no se era un participante habitual, pero estos intentos fueron a menudo más broma que provocación. En tales contextos, el sustantivo «troll» solía referirse al acto más que al autor.
Algunos usuarios veteranos de Usenet continuaron insistiendo en estas primeras definiciones incluso después de que el término fuese aplicado más generalmente a las acciones incendiarias previamente caracterizadas como flamebait.
Identidad [editar]
En la literatura seria la práctica fue documentada por primera vez por Judith Donath (1999), quien usó varios ejemplos anecdóticos de diversos grupos de noticia de Usenet en su discusión. El ensayo de Donath trazaba la ambigüedad de la identidad en una «comunidad virtual» incorpórea:[3]
Donath proporciona una concisa visión general de los juegos de falsificación de personalidad que surgen de la confusión entre la comunidad física y la epistémica:
Los trolls pueden ser molestos de diversas formas. Un troll puede desbaratar la discusión en un grupo de noticias, diseminar malos consejos, y dañar el sentimiento de confianza en la comunidad del grupo de noticias. Más aún, en un grupo que se ha vuelto sensible a los trolls —donde el índice de engaños sea alto—, muchos que honestamente hacen preguntas ingenuas pueden ser rápidamente rechazados como trolls. Esto puede ser bastante desalentador para un usuario nuevo que tras atreverse a escribir su primer mensaje es inmediatamente bombardeado con airadas acusaciones. Incluso si las acusaciones son infundadas, ser clasificado como un troll es bastante dañino para la reputación en línea de uno.
Uso [editar]
El término «troll» es altamente subjetivo. Ciertos lectores pueden clasificar un mensaje como troll mientras otros verán el mismo mensaje como una contribución legítima a la discusión, aunque sea controvertida. El término se usa frecuentemente para desacreditar una posición contraria o a su proponente mediante el argumento ad hominem. Igualmente, decir que alguien es un troll significa hacer suposiciones sobre sus motivos, que pueden ser incorrectas. Dejando aparte los motivos del autor, los mensajes controvertidos tienen muchas posibilidades de atraer una respuesta correctiva, protectora o violenta de aquellos que no distinguen entre las comunidades físicas reales (donde la gente está realmente expuesta a algún riesgo compartido de daño corporal por sus acciones) y las comunidades epistémicas (basadas en un mero intercambio de palabras e ideas). Normas de tratamiento, o etiqueta, que se originaron en tales comunidades físicas son con frecuencia aplicadas ingenuamente al discurso en línea por los recién llegados que no están acostumbrados a la gama de puntos de vista expresados en línea, a menudo anónimamente. De esta forma, tanto los usuarios como sus mensajes son comúnmente y a veces inexactamente calificados de trolls cuando ofenden al grupo: irónicamente, la gente puede estar más inclinada a usar epítetos como «troll» en las discusiones públicas en línea de lo que lo estarían en persona, ya que los foros en línea pueden parecer más impersonales. A menudo se emplea la expresión «Prohibido dar de comer al troll».
Cuando se aplica apropiadamente al comportamiento en línea intencionadamente disruptivo, la palabra «troll» convierte económicamente un código abstracto de conducta en línea en una imagen concreta. Los participantes experimentados en foros en línea saben que la forma más efectiva de disuadir a un troll normalmente es ignorarlo, ya que las respuestas animan a los auténticos trolls a continuar escribiendo mensajes disruptivos en dichos foros: de ahí el frecuente aviso de «Prohibido dar de comer al troll». Enviar esta señal públicamente, en respuesta al comportamiento de un troll para desanimar más respuestas puede disuadir al troll. Sin embargo, también puede tener el efecto contrario, pasando a ser él mismo comida para el troll. Por tanto, cuando un participante en un foro ve una respuesta aparentemente inocente a un troll como potencial comida para éste, puede ser más prudente enviar el aviso de «Prohibido dar de comer al troll» en un mensaje privado (por ejemplo, por correo electrónico).
Los trolls en diferentes medios de Internet [editar]
Los trolls actúan de formas distintas en diferentes medios. Empezaron en grupos de noticias, y a medida que Internet ha evolucionado, así lo han hecho los trolls.
- Usenet — las jerarquías de los grupos de noticias limitan la exposición de los trolls, pero el envío cruzado de mensajes (crossposting) puede superar esta limitación. Algunos ISPs limitan el número de grupos de noticias a los que un mismo mensaje puede cruzarse. Como ejemplo notable, alt.net instituyó un límite de envíos cruzados después de que los trolls en ese sistema hubieran llegado a ser tan escandalosos que Peter da Silva inició una campaña en otros sistemas para cesar el intercambio de noticias con alt.net hasta que hicieran algo para resolver el problema.
- Listas de correo — suelen estar controladas por moderadores, por lo que los participantes indeseables pueden ser expulsados rápidamente.
- Foros basados en SlashCode — usan un sistema de puntuación de forma que los lectores pueden moderar cada mensaje al alza o a la baja desde su calificación inicial. Los lectores pueden entonces elegir ignorar los mensajes que los demás han «moderado a la baja». La coordinación de los trolls es particularmente importante, dado que los primeros mensajes tienen más probabilidades de ser leídos que los siguientes. Un troll ideal debería generar discusión y respuestas acaloradísimas sin más intervención por su parte.
- Wikis — su modelo plano, asíncrono y abierto permite a cualquiera escribir cualquier cosa. Los usuarios trabajan para deshacer los cambios negativos usando herramientas de reversión disponibles de serie, pero esto requiere a cientos de voluntarios para vigilar sitios extensos y populares. Los trolls tienden a ser más sutiles que en los grupos de discusión, con frecuencia aportando material que podría ser legítimo, pero provocarán controversia desafiando la actual estructura de poder. La dificultad se agrava por la imposibilidad de discernir si un usuario está simplemente exponiendo una opinión controvertida o es un troll.
- Weblogs — en su forma más común como púlpito personal con la posibilidad de que cualquiera deje comentarios, los weblogs populares resultan con frecuencia eficaces trampolines para los trolls, mediante comentarios incendiarios o entradas provocativas. La facilidad con la que los weblogs pueden ser enlazados anima a la propagación del troll.
- IRC — la naturaleza abierta de la mayoría de los canales de IRC en las redes populares permite que los trolls entren y utilicen cualquier técnica de abuso, desde la simple inundación de basura a comentarios sutilmente irritantes, que cosechan respuestas airadas. La facilidad con la que pueden evadirse los bloqueos de canales y servidores, y la naturaleza volátil de muchos usuarios de IRC puede permitir a los trolls perpetuarse indefinidamente.
- Juegos multijugador de acción en primera persona — el juego en línea suele atraer a gran número de varones adolescentes, que se aprovechan de la atmósfera combativa y su anonimato general para menospreciar a otros jugadores. Véase pwn y noob para mayor información. Matar en grupo y romper las normas sociales del juego para fastidiar a otros jugadores se consideran también actividades propias de trolls.
- Juegos de deporte en línea — Un troll se infiltrará en una liga en línea gratuita con múltiples equipos desde diferentes cuentas e identidades e intentará entonces retorcidos intercambios de jugadores para mejorar un equipo. El troll dejará numerosos mensajes en el tablón de anuncios de la liga desde sus diferentes identidades para dar la apariencia de legitimidad a un comportamiento a todas luces ilícito. Los jugadores que objeten a la obvia farsa pueden recibir un baño de insultos y otros intentos de evasión.
- Foros — Sean de la clase que sean, atraerán trolls, cuyo comportamiento no difiere mucho de los ejemplos anteriores. Pocos foros están libres de trolls, exceptuando algunos sitios muy pequeños y aquellos que establecen políticas muy estrictas al respecto.
- BBS — Aunque ya quedan muy pocos BBSs funcionando y en la mayoría de ellos se lleva un control de usuarios, se siguen reportando casos de trolles.
Ejemplos [editar]
Trolls de un solo golpe [editar]
Los mensajes de un troll de un solo golpe intentan ser disruptivos y tienden a ser muy obvios para asegurar que reciben respuestas enfadadas.
Trolls disruptivos [editar]
- Mensajes fuera de tema — Irrelevantes para los usuarios interesados en el foro en cuestión: «¿Puede ayudarme alguien a hacer una página web?» «No: esto es un foro de música.» Esto también puede hacerse a la mitad de una discusión ya existente en un intento por secuestrarla, o al menos cambiar el tema de discusión.
- Ruptura de páginas — Enviar mensajes con grandes imágenes o llenos de caracteres para hacer ilegibles los mensajes anteriores. Un troll habilidoso usará una imagen extremadamente larga pero estrecha que se camufle con el fondo de la página para hacerlo menos evidente.
- Material ofensivo — Archivos de sonidos molestos o imágenes perturbadoras en un mensaje, o enlazar a sitios impactantes (shock sites) que contengan dicho material. Con frecuencia estos enlaces se disfrazan como enlaces legítimos.
- Mensajes incendiarios — Incluyendo alusiones racistas, sexistas, clasistas o innecesariamente odiosas: «Eres idiota por incluir este tipo de mensajes en tu lista.»
- Escribir spoilers — Desvelar el final o parte importante de la trama de una película, libro, juego, etcétera sin avisar, a veces subrepticiamente enterrados en mensajes por lo demás inocuos.
- Volver a iniciar una antigua discusión o reciclar un tema anterior (bump) muy controvertido, particularmente en comunidades en línea pequeñas.
- Escribir deliberada y repetidamente mal los nombres de los demás usuarios de la discusión con el propósito de molestarlos o irritarlos.
- Prometer pornografía inexistente a gente que escribe en el foro, provocando una avalancha interminable de mensajes del tipo «a mí también» (especialmente común en en la jerarquía de Usenet alt.sex a mediados de los años 1990).
Trolls que buscan atención [editar]
Este tipo de trolls buscan incitar tantas respuestas como sea posible y absorber una cantidad desproporcionada del total de atención colectiva.
- Publicitar otro foro, especialmente si es uno rival u odiado.
- Afirmar ser alguien que es imposible que sean — «Como un samurái auténtico que soy, tengo ciertos problemas con Los siete samuráis.»
- Carecer de cualquier relación o conocimiento actual con el tema discutido, pero seguir escribiendo continuamente opiniones como «expertos».
- Mensajes que contienen algún fallo o error obvio — «Creo que Mar adentro es la mejor película de Santiago Segura.»
- Pedir ayuda para una tarea o problema inverosímil — «¿Cómo sazono mi olla? No quiero que todo lo que cocine en ella sepa igual.»
- Preguntas intencionadamente ingenuas — «¿Puedo usar aceite de oliva en vez de agua para hervir pasta?»
- Mensajes que contienen referencias alusivas al propio estatus — «Evian es agua embotellada para pobres. Prefiero la Dasani importada de Italia.»
- Escribir intencionadamente un argumento escandaloso deliberadamente construido en torno a un fallo o error fundamental pero embrollado. Con frecuencia el autor se pondrá a la defensiva cuando el argumento sea refutado, pero muchos pueden, sin embargo, continuar el hilo usando más argumentos erróneos, lo que se conoce como «alimentar» el troll.
- Un subtipo del anterior es la demostración falsa de un importante problema matemático no resuelto o una imposibilidad (por ejemplo, 1 = 2). Sin embargo estos mensajes no siempre son trolls y a veces son como mínimo matemáticamente interesantes.
- Mensajes políticamente discutibles — «Creo que José Luis Rodríguez Zapatero es el mejor/peor presidente de la historia.»
- Enviar imágenes políticamente sensibles en lugares inapropiados.
- Fingir ser inocente tras participar en una «guerra de llamaradas» (flamewar).
- Escribir quejas fuera de tema sobre su vida privada, incluso amenazas de suicidio: a veces se trata del troll «plañidero».
- Responder paranoicamente o pluralizando a opiniones personales emitidas por individuos diferentes — «No creo que todos penséis lo mismo: ¡os ponéis de acuerdo para llevarme la contraria!»
- Los trolls conquistadores se entusiasman por encadenar aventuras amorosas en línea con las mujeres de un grupo. Esto provoca la rivalidad pública entre las mujeres que alguna vez creyeron que los apelativos cariñosos, los poemas y las declaraciones de afecto que recibían eran exclusivamente para ellas. Dado que estas aventuras se suelen desarrollar separadamente en canales de chat, suele pasar mucho tiempo antes de que estos conflictos estallen.
- Insultar a otros por su mala gramática u ortografía, lo que puede ser un tema muy sensible, por el abuso de jerga o abreviaturas típicas de SMS, o incluso insultar a otros por su mala gramática usando mala gramática, provocando un efecto «irónico» que puede a menudo llevar a la gente a recriminarles su hipocresía.
Otros ejemplos [editar]
Algunos trolls pueden denunciar una determinada religión en un grupo de noticias religioso, aunque históricamente se ha llamado a esto flamebait (ver más arriba). Como aquellos que se enzarzan en una «guerra de llamaradas» (flamewar), los supuestos o autoproclamados trolls de Internet a veces recurren al doble sentido o al despiste en la búsqueda de su objetivo. Es posible distinguir entre los mensajes incendiarios y los comentarios de un troll: los primeros tienen la intención de ser antisociales y ofensivos mientras los segundos buscan provocar una reacción, aunque también pueden ser considerados como antisociales, a pesar de la intención del autor.
Un caso particular de la segunda variedad (mensajes incendiarios) implica enviar contenido obviamente reñido con los intereses (declarados o implícitos) del grupo o foro. Por ejemplo, enviar recetas de carne de gato en un foro sobre animales de compañía, teorías evolutivas en un foro creacionista o mensajes sobre lo aburridos que son los dragones en el grupo de Usenet alt.fan.dragons.
El «troll títere» entra a menudo en un foro usando varias identidades diferentes. A medida que los comentarios provocativos de una identidad atrae respuestas cada vez más críticas de otros miembros del foro, el troll interviene en la discusión usando una segunda identidad para apoyar a la primera. Alternativamente, el troll puede usar esta segunda identidad para criticar a la primera y ganar así credibilidad o estima en el foro.
El envío cruzado (crossposting) es un método popular de los trolls de Usenet: un mismo mensaje puede ser discutido simultáneamente en varios grupos de noticias no relacionados e incluso opuestos, lo que probablemente termine en una «guerra de llamaradas» (flamewar). Por ejemplo, un mensaje-señuelo (flamebait) contra la comida rápida podría enviarse cruzado a grupos sobre la alimentación sana, la ecología y los derechos animales, así como también a un grupo sobre un tema totalmente ajeno, como la inteligencia artificial.
Un ejemplo de troll con éxito es el archiconocido hilo de Usenet Oh how I envy American students (‘Ay, cómo envidio a los estudiantes estadounidenses’) que obtuvo más de 3.500 respuestas. Este troll fue escrito por alguien haciéndose pasar por un estudiante europeo, y enviado con acierto a todos los grupos de noticias de institutos y universidades, dejando entonces que los estudiantes americanos hiciesen todo el trabajo de difusión. El hilo estuvo activo cerca de un año (generando de media una respuesta cada 160 minutos) y su mejor golpe fue cuando una inocente estudiante estadounidense no sólo perdió su cuenta de Internet sino también que fue expulsada del instituto por abusar de los ordenadores, pues de alguna forma logró cargar con la culpa de haber comenzado el troll.
Motivación [editar]
Los «trolls» autoproclamados pueden designarse a sí mismos como abogados del diablo, tábanos sociales o «alborotadores culturales», desafiando el discurso dominante y las asunciones de los foros de discusión en un intento de romper el statu quo de pensamiento grupal: el sistema de creencias que prevalece en su ausencia.
Algunos críticos afirman que los auténticos «abogados del diablo» generalmente se identifican a sí mismo como tales por el bien de la etiqueta y la cortesía, mientras que los trolls pueden rechazar ambas. La mayoría de la discusión sobre qué motiva a los trolls procede de otros usuarios de Internet que afirman haber estudiado el comportamiento de los mismos. Hay poca literatura de investigación que describa el término o el fenómeno. Los comentarios de usuarios acusados de ser trolls podrían ser poco fiables, puesto que de hecho podrían estar intentando estimular la controversia más que avanzar en el entendimiento del fenómeno. De la misma forma, los acusadores están con frecuencia motivados por un deseo de defender un determinado proyecto y las referencias a que un usuario de Internet sea un troll podrían no tener base en las metas reales de dicha persona. Como resultado, identificar las metas de los trolls resulta casi siempre especulativo. Aún así, varias metas básicas han sido atribuidas a los trolls, según el tipo de disrupción que se piensa que están provocando.
Para complicar más el asunto, muchos acusadores se equivocan al cuestionar primero si el supuesto material troll es realmente disruptivo (un componente obligatorio de dicho comportamiento) antes de declararlo como tal. Así, muchos trolls nacen de la propia inferencia demasiado rápida de la otra parte, sea ésta exacta o no.
Las motivaciones propuestas son:
- La actividad de un troll puede describirse como un experimento de contravención que, gracias al uso de una personalidad alternativa, permite probar o romper los límites sociales habituales y las reglas de etiqueta sin consecuencias serias. Esto puede ser parte de un intento de comprobar los límites de algún discurso, o de identificar personalidades reactivas. Al eliminar identidades e historias de la situación, dejando sólo el discurso, algunos científicos creen que es posible llevar a cabo experimentos de ingeniería social usando métodos propios de trolls. Sin embargo, pocos creen que las organizaciones de trolls estén involucrados en la ciencia, y unos pocos individuos dispersos sin métodos ni tesis particulares no pueden ser descritos como científicos, aunque puedan sin embargo estar involucrados en alguna investigación.
- Búsqueda de atención anónima: El troll busca dominar la discusión provocando enfados, y efectivamente secuestrando el tema de conversación.
- Diversión: Para alguna gente resulta divertido pensar que otra persona se enfada por lo que digan completos desconocidos. Esto podría ser clasificado como un tipo de schadenfreude: los trolls con esta motivación obtienen placer de la frustración, miedo o dolor (o lo que ellos perciban en su mentes como tal) real de sus víctimas.
- Enfado: Algunas personas se comportan como trolls para expresar su hostilidad hacia un grupo o punto de vista determinado.
- Petición de ayuda: Muchos supuestos trolls, en sus mensajes, señalan perturbadoras situaciones sobre la familia, las relaciones, las drogas o la escuela, aunque generalmente es imposible saber si tales situaciones no son más que parte del troll. Algunos creen que este comportamiento es una agresiva forma de confrontación en la que los trolls buscan una especie de fuerte guía sentimental en un foro anónimo.
- Los trolls autoproclamados y sus defensores sugieren que su comportamiento es una forma inteligente de mejorar la discusión, o un método alternativo de ver las relaciones de poder en grandes wikis públicos.
- Proponerse un desafío a uno mismo: Sólo para ver si puede hacerse con éxito, por ejemplo un miembro de un foro se registra con un nuevo nombre no identificable para ver si puede engañar, y por cuánto tiempo, a los demás miembros.
- Hacer perder el tiempo a los demás: Uno de los aspectos más importantes en la actividad de un troll es la idea de que empleando un solo minuto en escribir un mensaje adecuado se logra que muchas otras personas pierdan varios minutos de su tiempo, provocando un efecto cascada. La mayoría de los trolls disfrutan con la idea de que pueden desperdiciar el tiempo de los demás con comparativamente poco esfuerzo por su parte.
- Efecto dominó: Relacionado con la diversión, pero de una manera más específica, significa comenzar largas reacciones en cadena en respuesta al mensaje inicial de uno. Consiste en lograr una respuesta desproporcionadamente grande a una acción pequeña. Esto resulta parecido al regocijo con el que puede actuar un niño pequeño que simula perderse al ver un gran número de personas emprendiendo una búsqueda masiva en respuesta a su supuesta desaparición, cuando en realidad se está escondiendo.
- Supresión de información: Un troll particularmente nihilista a menudo intenta poner freno al flujo de información entre los participantes del foro, convirtiendo éste en un lugar en el que sólo se intercambien insultos. Por ejemplo, un troll habilidoso puede convertir una discusión informativa sobre trucos y técnicas para aliviar la enfermedad X en una acalorada discusión completamente inútil. Esto puede evitar que información importante llegue a manos de quien más la necesita, aumentando así el sufrimiento humano. Una variante ligeramente menos hostil es la supresión de una discusión que al troll no le gusta o que encuentra ofensiva.
- Efectuar un cambio en las opiniones de otros usuarios: Un troll puede sostener posiciones extremas para hacer que sus creencias reales parezcan moderadas (esto implica con frecuencia el uso de un títeres que jueguen el papel de policía malo) o, alternativamente, jugar el papel de abogado del diablo para fortalecer las convicciones opuestas (con las que suele en realidad estar de acuerdo).
- Probar la integridad de un sistema contra ataques sociales u otras formas de mal comportamiento: Por ejemplo, violar descaradamente los términos de uso para ver si los administradores del sitio emprenden alguna acción.
- Superar sentimientos de inferioridad o impotencia mediante la experiencia de controlar un entorno.
- Autopromoción.
- Luchar contra el pensamiento grupal: Muchos trolls defienden sus acciones afirmando que hay que sacudírsele de encima el conformismo a la gente.
- Sátira: En estos casos, los individuos no piensan en sí mismos como trolls, sino como humoristas o comentaristas políticos incomprendidos.
- Satisfacción producida por los ataques personales.
- Acoso: Por ejemplo, seguir a una persona —que haya sido hostigada en un foro pero que ha decidido evitar convertirse en víctima marchándose a otro lugar— y emplear tácticas de troll en el nuevo foro hasta lograr que éste sea un lugar incómodo para dicha persona.
- Bajar la relación señal-ruido: En Slashdot, puntos que podrían usarse para moderar temas interesantes se desperdician en moderar a la baja cosas como dibujos ASCII del hombre goatse. A ciertos umbrales, esto rebaja la calidad de los comentarios.
- Probar una personalidad alternativa anónimamente.
- Vaciar un foro: lo que suele ser sólo factible si el foro es pequeño.
Es difícil estimar las motivaciones de los trolls, dado que la mayoría de las justificaciones ofrecidas por los presuntos trolls no son más que ardides tramados para continuar con la travesura que imaginan que han emprendido. Esto resulta desafortunado porque, como lo anterior supone, hay razones legítimas para emprender el tipo de acciones propias de los trolls. Sin embargo, la etiqueta es lo suficientemente simple y sencilla como para que la mayoría de la gente prevea los propósitos manifestados por los trolls autodeclarados sin llegar a recurrir a estos métodos. Dado que hay un amplio espectro de posibles motivaciones para los trolls, resultando algunas de ellas benévolas y otras claramente malévolas, calificar a usuarios de trolls en el sentido negativo resulta con frecuencia imprudente.
Algunos usuarios de foros de Internet están considerados como «cazadores» o «provocadores» de trolls. Entran voluntariamente en conflicto cuando los trolls surgen. Con frecuencia los cazadores de trolls son tan disruptivos como éstos. Un único mensaje de troll puede ser ignorado, pero si diez cazadores de trolls «saltan» siguiéndolo, dirigirán el hilo fuera del tema.
Sobre los conflictos relacionados con los trolls, hay seis grupos en los que podría clasificarse a los usuarios:
- Trolls: Usuarios que provocan conflictos activamente.
- Cazadores o provocadores de trolls: Se comportan de acuerdo al principio del «segundo golpe». No inician el conflicto, pero lo intensifican en cuanto empieza. Con frecuencia usan otros trolls como excusa para su propio mal comportamiento, y en muchos casos califican a un usuario como troll, a pesar de los propósitos de éste.
- Indiferentes: Intentan ignorar el conflicto, continuando con el tema original de discusión. Suelen expresar despreocupado desdén hacia el troll, pero no persiguen insultarle activamente. Se comportan como hermanos mayores, repartiendo sabias palabras tales como «No alimentéis a los trolls» u otras frases hechas que normalmente significan lo mismo: «Ignorad al alborotador y así se rendirá y se marchará.» Este tipo de respuestas puede tomarse como un comportamiento pasivo-agresivo de provocador de trolls.
- moderadores: No los moderadores del sistema, sino los usuarios que intentan «resolver» el conflicto, contentando a todas las partes si es posible.
- Espectadores: Se apartan del conflicto. En casos particularmente malos, abandonarán el foro asqueados.
- Secuestradores: Comienzan una discusión fuera de tema en respuesta a los mensajes provocativos de un troll.
- No-trolls: Usuarios que son calificados de troll por otros usuarios o incluso moderadores para ser silenciados y desacreditados más fácilmente.
Soluciones y alternativas [editar]
En general, la sabiduría popular aconseja a los usuarios evitar alimentar a los trolls, e ignorar las tentaciones de responder. Contestar a un troll lleva la discusión inevitablemente fuera del tema, para consternación de los espectadores, y proporciona al troll la ansiada atención. Cuando los cazadores de trolls se abalanzan sobre ellos, los indiferentes responden con YHBT. YHL. HAND., es decir, You have been trolled. You have lost. Have a nice day. (en inglés ‘Has picado. Has perdido. Que tengas un buen día.’). Sin embargo, dado que los cazadores de trolls (como éstos) son con frecuencia buscadores de conflictos por sí mismos, quien pierde no es el bando del cazador, sino más bien el resto de usuarios de foro que habrían preferido que el conflicto ni siquiera hubiera surgido.
La literatura sobre resolución de conflictos sugiere que etiquetar de trolls a los participantes en discusiones en Internet puede perpetuar los comportamientos indeseables. Una persona rechazada por un grupo social, tanto en línea como en la vida real, puede adoptar un papel antagonista hacia él, y buscar molestar o enfadar aún más a sus miembros. La etiqueta «troll», con frecuencia un signo de rechazo social, podría por tanto perpetuar su existencia.
Mejores resultados suelen obtenerse cuando los usuarios adoptan el papel de moderador y despliegan comportamientos más constructivos evitando juicios y confrontaciones. Los trolls son excitados por los cazadores y frustrados por los indiferentes, y ninguna de estas dos emociones producen resultados positivos para el foro. Enfrentarse a los trolls termina en «guerras de llamaradas» (flamewars). Los trolls frustrados por la estrategia de los indiferentes pueden abandonar el foro (y seguir comportándose igual en otro sitio, o convertirse en usuarios constructivos) o hacerse cada vez más incendiarios hasta que obtengan una respuesta.
Los trolls novatos pueden experimentar el serio «remordimiento del troll», un sentimiento de gran pesar tras perder su cuenta (ya sea la de su proveedor de Internet o la de un sitio web) debido a sus acciones temerarias.
Hay quienes arguyen que una falta de respuesta hacia los trolls puede también inspirarles una conducta más agresiva. Usuarios particularmente fanáticos o irracionales participarán en un foro que les moleste con bastante independencia de las respuestas que obtengan. A menudo los trolls también siguen escribiendo mensajes, ofendiéndose con argumentos periféricos o argumentos que estaban peor fundamentados, hasta que sus posiciones se hagan insostenibles, momento en el que recurrirán a los insultos o pasarán a otra discusión. Según esta lógica, la confrontación implacable mediante la argumentación (cuando ésta pueda hallarse) puede resultar vital.
Utilidad de los trolls [editar]
Un importante debate en Internet es si los trolls realizan alguna función útil o no. Dado que troll es un término tan amplio, si todas las definiciones dadas hasta ahora han de ser aceptadas, la respuesta debe ser definitivamente «sí y no».
Los usuarios que realizan muchas funciones útiles pero controvertidas son con frecuencia juzgados como trolls y, en tales casos, pueden estar en realidad beneficiando el foro en el que participan. Por ejemplo, la presencia de un ultraderechista descrito como troll puede permitir que un lector conservador se sienta más cómodo expresando sus puntos de vista, que parecerán muy moderados en contraste. Por otra parte, si los cazadores de trolls organizan una «guerra de llamaradas» (flamewar) contra el troll ultraderechista, el mirón conservador puede sentirse menos cómodo expresando sus opiniones, en detrimento del foro. A pesar de que los trolls afirman luchar contra el pensamiento grupal, pueden en realidad fomentarlo al cimentar opiniones contra ellos.
Los trolls pueden ser también, en algunas circunstancias, una fuente de humor genuino, lo que depende íntegramente de si el troll es bueno o malo. Suele ser bastante fácil señalar la diferencia entre tales acciones: un troll malo recurre sólo a débiles argumentos manidos, mientras uno bueno creará un perspicaz conjunto de argumentos que arrastre a la gente en astutos giros proporcionando un hilo de humor non sequitur.
Los trolls pueden también proporcionar un valioso servicio al hacer que la gente se cuestione la validez de lo que se lee tanto en Internet como en otras fuentes. Los trolls muestran que expresar cualquier opinión es tan fácil como expresar una opinión informada y razonada, obteniendo la misma visibilidad. También se ha argüido que los comentaristas radiofónicos y columnistas periodísticos a veces sondean la opinión pública comportándose como trolls. John C. Dvorak y Slashdot son citados a menudo como ejemplos.
Incluso aunque a veces se señalan como trolls contenidos útiles y usuarios productivos, el consenso general es que la actividad típica de los trolls beneficia sólo a éstos y a los cazadores, y que no debe permitirse en ningún foro. La mayoría de los foros rechaza la afirmación de que los trolls puros e intencionados persigan algún fin útil. Se sabe de algunos trolls que han intentado provocar el borrado de discusiones completas, lo que ha servido de refuerzo negativo para los usuarios inexpertos y ayudado a reducir la cantidad de spam en grandes foros de discusión. En muchos casos, los trolls pueden llevar al administrador o moderadores de un foro a añadir a éste mecanismos que prevengan las acciones de éstos. Aunque esto puede ser considerado como una mejora del foro, no es menos cierto que tales herramientas no se habrían necesitado de no haber trolls.
Problemas de comportamiento [editar]
Las definiciones precisas de «troll» han sido difíciles porque a menudo dependen de supuestos sobre motivaciones internas, que han sido difíciles de probar concluyentemente. Algunos comportamientos tales como insultar no son candidatos para una clasificación «troll» a menos que su intención sea la de provocar una reacción, ya que insultar sería considerado más un comportamiento antisocial, cayendo quizá mejor bajo la clasificación de «guerra de llamaradas».
Algunos han sugerido que en lugar de calificar a alguien de «troll» es preferible concentrarse en los comportamientos específicos que un grupo considere molestos e imponer reglas de comportamiento que los prevenga consistente y adecuadamente. La idea es centrarse en los comportamientos indeseables más que en la motivación de éstos. Si dichos comportamientos no pueden ser identificados, entonces quizá el supuesto troll debería ser tolerado para ser justos. Algunos llaman a esto el plan «si no puedes identificarlo, entonces toléralo».
Puntos de vista alternativos [editar]
Aunque el fenómeno troll es de largo considerado una presencia negativa e indeseable en un foro, algunos afirman que la creencia de que es inherentemente malo puede acarrear muchas consecuencias perjudiciales. El uso de la palabra «terrorista» es citado a menudo como ejemplo de abuso. Sin embargo, todo aquello etiquetado con la palabra «terrorista» despierta un sentimiento de mentalidad «nosotros contra ellos» que resulta útil tanto para aislar el comportamiento troll como para reforzar la «necesidad» de tácticas anti-troll, consolidando por tanto el apoyo de los administradores.
En la mayoría de los casos esto último es una ventaja inesperada al tratar con trolls. Sin embargo, surge la cuestión pertinente: «¿Qué ocurre si esto fuese el único objetivo, y el administrador sólo desease acallar ciertas críticas, como una pobre moderación, demasiada publicidad o restricciones sobre los temas de discusión?» Jugar la «carta troll» podría ser el arma ideal.
Muchas de las personas calificadas de «trolls» son simplemente calificadas por alguna otra en el curso de una disputa religiosa, política o de otro tipo corriente. En otras palabras, son calificadas de «trolls» por actuar como disidentes o herejes. Caracterizar a los administradores de sistemas o moderadores como «el troll que llegó en primer lugar» no es del todo inexacto. Muchos debates entre personas con y sin poderes administrativos o legales se parecen a una simple discusión personal acalorada. En concreto en Internet, la posesión de poderes tecnológicos (como el poder de bloquear usuarios o direcciones IP) no es necesariamente un signo de algún juicio político o moral superior. De forma parecida, uno puede ser etiquetado como troll sólo por discrepar con alguien (a menudo quien comenzó la discusión).
Como con similares etiquetas peyorativas, un grupo de personas que hayan recibido la etiqueta pueden darle la vuelta para crear una identidad de grupo y el poder de resistir colectivamente. Individuos ajenos al grupo que usen la etiqueta sobre alguien pasan a ser blancos de una respuesta colectiva. Sin embargo, los miembros pueden usar la etiqueta sin consecuencias, normalmente de broma, o para convencer.
Véase también [editar]
Ciudad del silencio (Bordertown
En ciertas ocasiones, hay situaciones de la vida cotidiana que parecen extraídas de una película y otras, en las que la realidad inspira a la ficción. Cuando ocurre esto último, la creatividad puede darle diversos matices a un argumento cinematográfico: el resultado puede ser la reconstrucción de una historia de vida, de un hecho histórico, la recreación de leyendas o mitos, o bien puede adquirir un sentido de denuncia. Y ése parece ser el objetivo del film Bordertown, que en español ha sido traducido como Ciudad del silencio.
Bordertown es de esas películas que dan que hablar. Primero, por abordar el dramático y estremecedor tema de los asesinatos de mujeres que se desarrollaron en la mexicana Ciudad Juárez, donde hay cientos de víctimas, gran cantidad de sospechas, pero ninguna pista. Segundo, por su elenco integrado por reconocidas personalidades como Antonio Banderas y Jennifer López, entre otros, y tercero, por su forma de reflejar los hechos que tienen lugar en territorio mexicano.
De acuerdo a la información difundida por la revista Variety, y reproducida por La Jornada, llevar a cabo este proyecto ha costado alrededor de 20 millones de dólares. En cuanto a los escenarios elegidos, trascendió que la historia transcurre en distintas locaciones mexicanas como Sonora, Nogales, Mexicali, Albuquerque y Nueva México.
En Bordertown, Jennifer López interpreta a Lauren Adrian, una ambiciosa periodista de Chicago que quiere convertirse en corresponsal en el extranjero. De esta forma llega a México, más precisamente a Ciudad Juárez, con el objetivo de cubrir los asesinatos y desapariciones de cientos de mujeres, la mayoría empleadas de las maquiladoras (fábricas mexicanas ubicadas en la frontera con Estados Unidos en las que se montan componentes electrónicos para ese país). Junto a su colega, el director de El Sol de Juárez (papel que encarna el español Antonio Banderas), intentará resolver este dramático misterio y hacerlo conocer por todos los ciudadanos.
Al igual que el objetivo que se plantea el personaje, Jennifer López también sintió la necesidad de dar a conocer esta situación. En una entrevista publicada por el sitio Univision.com, la actriz y cantante aseguró que, cuando se enteró de estos asesinatos, tomó la responsabilidad de difundir esas injusticias. “Al hablar con las madres de esas jóvenes asesinadas sientes que no puedes callar, que debes hacer algo grande para el mundo, para ayudar a mejorar la situación y darles un poco de paz”, expresó.
En ese mismo artículo, se destaca que Bordertown posee un argumento donde el entretenimiento se mezcla con la denuncia y las escenas de acción y morbo. De acuerdo al punto de vista de Jennifer López, rodar una película con estas características es una tarea compleja. “Es el trabajo más duro conseguir rodar una película que la gente quiera ver y al tiempo, eduque, cuente lo que está pasando“, señaló.
Por su trama y su sentido educativo y motivador, Bordertown ha conseguido el respaldo de Amnistía Internacional, organismo que ha premiado a la protagonista del film por su interpretación. Según ha trascendido, este galardón pretende ser un llamado de atención sobre películas que contribuyan a despertar, profundizar o a ampliar la comprensión acerca de los derechos humanos.
Hasta el momento, hemos presentado a Bordertown desde su argumento, sus actores y los reconocimientos cosechados. ¿Pero qué ocurre con las críticas? Estimados lectores, prepárense para el punto desalentador: de acuerdo a la mayoría de los comentarios, esta película está desaprovechada. A modo de ejemplo, podemos citar la crítica de Carlos Boyero para el Diario El Mundo que fue reproducida por Filmaffinity, donde asegura que la cinta es un fiel exponente del “cómo hacer mal cine con una historia apasionante”. Según Boyero, la película resulta “tan comprometida como torpe y tan bienintencionada, como inverosímil”. Javier Ocaña, para el diario El País fue aún más lejos al opinar que, teniendo en cuenta el gran presupuesto invertido en este producto basado en un tema “tan dolorosamente atroz”, resulta difícil “encontrar una película más ridícula, ineficaz, banal, risible y desvergonzada“.
Película para volver a ver
El olor de la papaya verde (1993)
- Valoracion general: 8 (13 votos)
- Género: Otras
- Título original: Mùi du du xanh
- Director: Tran Anh Hung, Anh Hung Tran
- Actores: Lu Man San, Man San Lu Ver todos
- Duración: 1 hora 44 minutos
- Fecha de estreno: 01/01/1993
- Especial: Estrenos del 1993, Las mejores peliculas del 1993
- País: Francia, Vietnam
- Soy fan Soy antifan
Argumento de El olor de la papaya verde
Mùi es una pequeña campesina de 10 años que deja a su familia para irse a vivir a la ciudad, donde tiene trabajo como sirvienta de una familia. Gracias a la vieja sirvienta Ti, pronto conoce el drama de la familia: el padre, que es un inútil les abandona regularmente. Mientras Ti le está contando esta historia a Mùi, el padre abandona la casa otra vez, llevándose todos los ahorros. Ocultando su desesperación, la madre consigue con gran valor mantener a sus tres hijos, Trung, Lam y Tin, aunque la venta de telas apenas les alcanza para vivir...
Además de hacerse cargo de sus duras tareas como sirvienta, Mùi tiene que soportar también las torturas del más joven, Tin. Mùi siente una secreta pasión por Khuyên, un amigo de Trung que va de vez en cuando a la casa. Con toda su inocencia juvenil siente un afecto espontáneo hacia este facinante joven.
Diez años después, Mùi se ha convertido en una joven grácil de belleza salvaje. La madre, obligada por su nuera, tiene que deshacerse de ella, aunque había llegado a considerarla como una hija más.