02 de diciembre de 2016
Humor
Nosotras podemos
DIME CÓMO TE PEINAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
A continuación, la guía definitiva de peinados y sus mensajes ocultos para varones y mujeres despistadas.
Rodete alto: “No me da miedo mostrar las orejas ni casi nada más; sí, ‘soy permeable al sexo ofrecido’” (le robamos esta frase a Luis Ventura, porque no encontramos otra manera tan perfecta de explicarlo).
Dos colitas: “Me gustan los pedófilos. Vengan a mí, puedo ayudarlos a secuestrar niños”.
Puntas florecidas con frizz: “Yo no vine a este mundo a complacerte, hijo de puta”.
Colita baja, raya al medio: “Puedo ser lo que vos quieras, lo que vos me digas; puedo cambiarme el nombre si querés”.
Rulos orgullosos con efecto mojado: “Todo en mí es humedad y frescura; en casa hay olor a palo santo”.
Rulos orgullosos con efecto mojado y flequillo planchado: “Siempre lloro después de tener relaciones. Es posible que te lastime físicamente”.
Una trenza: “Quiero familia”.
Dos trenzas: “Quiero ser buena pero no lo soy, pienso en matarte cuando dormís”.
Más de dos trenzas: “No necesito la aprobación de nadie. Mi madre arruinó mi vida”.
Batido: “Realmente me siento más alta con esto”.
Puntas desgastadas: “Voy a demostrarte cómo puedo ser rubia de a poco”.
URGENTE: PINTÓ GARCHE
Un mensaje llega a tu celular, justo ahora que estás comprando queso mantecoso en el supermercado Día. No tenés relaciones desde hace ocho meses, no podés darte el lujo de decirle que no a este sorete que te mensajea una vez por año solo para ponerla. Te está invitando a su casa, tiene libres cuarenta y cinco minutos para vos y te espera con un Fresita. Te pide que traigas hielo porque no le anda la heladera. No tenés tiempo de volver a tu casa, pero no podés ir así. A continuación te damos unos consejos útiles para que salgas del paso y resuelvas tu cara de zombie con lo que tengas a mano o lo que puedas comprar en el Día o en cualquier súper de barrio:
- Es muy importante resaltar la mirada: delineá tus ojos con una lapicera Bic de trazo grueso negro; si la salida es informal, recomendamos la tinta azul.
- Usá todos los testers en la farmacia más cercana.
- Siempre debes lucir sonrojada, la vergüenza es muy bien vista en una mujer. Si no la sientes, naturalmente puedes disimularla con polvo de ladrillo en tus mejillas. Esto te dará un look angelical, sumiso y sensual.
- Los labios deben cubrir por lo menos el veinte por ciento de tu rostro. Si has nacido con el labio inferior fino, dibuja un contorno de por lo menos tres centímetros por fuera de tu labio original y luego rellena con rouge del color de tu preferencia; finalmente, funde el trabajo con manteca o margarina. Esto te dará unos labios humectados y carnosos. Los señores vibrarán por ti.
- Las cejas, esas gatas peludas rebeldes que tantos problemas nos dan... Quítatelas por completo, no lo dudes. En el espacio limpio dibuja con buen pulso unas medialunas con fibrón indeleble (esto te protegerá en caso de chubasco). Dibújalas lo más arqueadas posible, de modo que siempre luzcas asombrada y contenta como una niña. Los señores se vuelven pedófilos por ti.
- Cubre los lunares con un piercing; ahora los hay de varios tamaños y colores, incluso con los signos zodiacales y fluorescentes.
- Para las ojeras utiliza curitas recortadas bajo los ojos, y luego maquíllalas con tu polvo habitual.
- Baba seca en la comisura de los labios: mantén siempre tus dedos anular e índice sobre los extremos de la boca, así evitarás la acumulación de saliva. Es muy fácil, y nadie lo notará.
¿EL SEMEN ENGORDA?
No, claro que no. El semen es tu amigo, tu cómplice y todo. Has venido a este mundo a conseguir semen, a buscarlo, a quererlo, a obtenerlo, a convertirlo en seres humanos. Eres una vasija, una vasija mágica que convierte el semen en bebés. A eso has venido a este mundo, y si te embarazas y tienes una niña, estás teniendo otra vasija. Seguro que posees intereses en la vida, inquietudes de todo tipo; bueno, eso se llama “hobby”, es lo que haces en tus ratos libres, cuando los niños duermen. Algunas mujeres son profesionales y niegan su condición de vasija. Las respetamos también. No nos queda otra. A lo largo de nuestra vida nos hemos topado con una gran variedad de notas periodísticas que alaban, quizás desmesuradamente, algunas -en principio, infundadas- propiedades del semen. Según estas investigaciones desarrolladas en lejanas universidades, el semen posee una innumerable cantidad de ventajas, más allá de la de dejarte embarazada. En las últimas décadas nos hemos enterado de que el semen tiene propiedades hidratantes para tu piel, de que el semen tiene un nivel tan alto de proteína que hasta podrías abandonar la carne vacuna para siempre. Incluso algunos científicos han afirmado que, de consumir semen a diario, tu cabello mejorará. Basta con poner en tu buscador preferido “propiedades del 53 semen” y una obscena cantidad de beneficios aparecerá en tu monitor. Si se sienten aventureras, pueden también poner en su buscador “propiedades del flujo vaginal”. No tan sorpresivamente, son bastante menos; al parecer, los hombres producen cosas buenas y nosotras no tanto. ¡Ya lo sabíamos! En lo que concuerdan todas las notas es en que el flujo vaginal tiene propiedades que son beneficiosas en los hombres y el semen tiene propiedades que son beneficiosas solo en las mujeres. Como debe ser todo en este mundo: heterosexista, misógino y funcional al capitalismo salvaje y patriarcal. ¡Brindemos por eso, brindemos sin pensar en nada, brindemos con tibio semen! La pregunta sigue siendo: ¿conviene tragar semen?, ¿me hace bien embadurnarme la cara con guasca?, ¿es real que si me hago un baño de semen en la cabeza me deja el pelo más brilloso?, ¿puedo tomar té con un poco de semen, ya que directo del pene me da asco?, ¿no tener necesidad de llevarme el pito constantemente a la boca me hace lesbiana? La respuesta a todo esto es: SÍ. Una mujer hecha y derecha debe estar siempre dispuesta a llevarse el pito a la boca y a tragarse todo lo que sale de ahí, incluso el pis. Esto lo hemos aclarado en infinidad de conferencias alrededor del mundo. Bueno, en realidad, alrededor de la Argentina. Digamos, de todo Buenos Aires. Digamos, de Capital Federal. Más específicamente, en distintas instituciones del barrio de Flores. OK, dimos una charla en una confitería una vez, éramos nosotras dos y el mozo que nos escuchaba. En fin, lo que siempre decimos es:
Por cada siete mujeres hay un hombre, así que, una vez que conseguís un tipo, mejor agarrate fuerte y tragate todo el pis de ese hijo de puta, porque no vas a conseguir otro mejor, pelotuda de mierda. No olvides que como vos no hay nadie. Todas somos únicas. Los hombres mayores y millonarios a veces pueden mearte dentro de la vagina creyendo que están acabando; si tú también lo crees es realidad, no dejes que ninguna amiga médica te diga que el pis dentro de tu vagina puede traerte infinitas complicaciones. No creo que sea necesario aclarar que las mujeres no son médicas, les dan títulos de mentira para que no jodan.
¡Ojo! Es real que podés atragantarte y morir con el semen, ¡attenti con esto, despistada! El hombre, ya dijimos, es un animal salvaje que no tiene en cuenta que sos un ser humano: sos una vasija que vino a darle hijos y a satisfacerlo sexualmente; por lo tanto, es posible que si te está acabando en la boca se olvide de que sos un ser vivo y te ahogue mientras te coge la cabeza. Ha pasado. Hay que estar atentas a no morir, chicas, pero si tienen que morir para que él acabe, bueno, no está mal tampoco. Ya establecimos que tu objetivo último es conseguir semen. Una vez que lo tengas, hay muchísimas cosas que puedes hacer con él: puedes decidir usarlo para engendrarte un niño, válido también; después de todo, ya dijimos que somos solo vasijas, amiga. Pero atención: es importante hacer una salvedad en este punto. Quizás no estés en el mejor momento para tener un hijo; quizás no tengas trabajo ni un lugar donde 55 vivir y te estés alimentando de sándwiches de yerba usada; quizás tengas muchísimo trabajo y no tengas tiempo para cuidarlo; quizás tengas tiempo pero quieras usarlo para irte al casino de Mar del Plata con tus amigas y tomar whisky con desconocidos, o para estar en Twitter doce horas por día; quizás no poseas ninguna capacidad de dar amor y tengas muy en claro que, de traer un niño a este mundo, es poco probable que puedas darle lo que necesita, sobre todo emocionalmente hablando. Casi podrías asegurar, incluso antes de concebirlo, que ese niño crecerá con todas las carencias posibles y que una vez adulto será un monstruo más de esos que pisan gente con el auto y siguen de largo, un monstruo más de esos que buscan excusas para cagarse a piñas en los bares, un monstruo más de esos que drogan chicas y las violan, un monstruo más en este mundo que, por haber crecido sin amor, tiene el cerebro anulado para siempre. Estás segura de que el hijo que traigas al mundo será solo una bolsa de huesos sufriente, un muerto en vida, un ser cuyo único objetivo será hacer sufrir a los demás porque, pobre diablo, no conoce otra realidad que el sufrimiento. Con toda esta información de antemano, igual DEBES TENERLO, porque no crees en el aborto y porque, si has venido a este mundo a ser vasija, qué otra opción te queda que complacer a todos a tu alrededor. Qué otra opción te queda que vivir agradando a todos, que vivir para la imposible tarea de que todos te quieran. Porque te suena a que el aborto va en contra de las leyes naturales de Dios, te suena a “bebé muerto” y nunca lo reflexionaste, nunca se te ocurrió contradecir a tu mamá, ni se te ocurre pensar en los dilemas, las imposibilidades y las tragedias de alguien que no sos vos, de alguien que no tuvo nada de lo que tuviste vos. De hecho, ni siquiera la violación pareciera ir tan en contra de Dios como el aborto, ¿no? Estás en lo cierto.
Hay muchas maneras creativas de usar el semen, y por supuesto que te alentamos a usar la imaginación. Aquí va una lista detallada:
- Extorsión: siempre sirve tener el semen de alguien y amenazarlo con cualquier cosa, como por ejemplo: “Si seguís jodiendo le voy a meter tu semen en la vagina a Mercedes Ninci y serán padres juntos”.
- Defensa personal: una manera de mantener el semen fresco es llevarlo en un rociador con un poco agua; de esta manera, cuando alguien venga a molestarte podés rociarle la cara al grito de “¡tomá toda la guasca de mi marido, hijo de puta!”. Si pudieras conseguir la guasca de un pariente cercano de la persona que atacarás, será mucho más efectivo.
- Repostería y glaseado: tus reuniones ya no serán las mismas.