¡Ojo! Es real que podés atragantarte y morir con el semen, ¡attenti con esto, despistada! El hombre, ya dijimos, es un animal salvaje que no tiene en cuenta que sos un ser humano: sos una vasija que vino a darle hijos y a satisfacerlo sexualmente; por lo tanto, es posible que si te está acabando en la boca se olvide de que sos un ser vivo y te ahogue mientras te coge la cabeza. Ha pasado. Hay que estar atentas a no morir, chicas, pero si tienen que morir para que él acabe, bueno, no está mal tampoco. Ya establecimos que tu objetivo último es conseguir semen. Una vez que lo tengas, hay muchísimas cosas que puedes hacer con él: puedes decidir usarlo para engendrarte un niño, válido también; después de todo, ya dijimos que somos solo vasijas, amiga. Pero atención: es importante hacer una salvedad en este punto. Quizás no estés en el mejor momento para tener un hijo; quizás no tengas trabajo ni un lugar donde 55 vivir y te estés alimentando de sándwiches de yerba usada; quizás tengas muchísimo trabajo y no tengas tiempo para cuidarlo; quizás tengas tiempo pero quieras usarlo para irte al casino de Mar del Plata con tus amigas y tomar whisky con desconocidos, o para estar en Twitter doce horas por día; quizás no poseas ninguna capacidad de dar amor y tengas muy en claro que, de traer un niño a este mundo, es poco probable que puedas darle lo que necesita, sobre todo emocionalmente hablando. Casi podrías asegurar, incluso antes de concebirlo, que ese niño crecerá con todas las carencias posibles y que una vez adulto será un monstruo más de esos que pisan gente con el auto y siguen de largo, un monstruo más de esos que buscan excusas para cagarse a piñas en los bares, un monstruo más de esos que drogan chicas y las violan, un monstruo más en este mundo que, por haber crecido sin amor, tiene el cerebro anulado para siempre. Estás segura de que el hijo que traigas al mundo será solo una bolsa de huesos sufriente, un muerto en vida, un ser cuyo único objetivo será hacer sufrir a los demás porque, pobre diablo, no conoce otra realidad que el sufrimiento. Con toda esta información de antemano, igual DEBES TENERLO, porque no crees en el aborto y porque, si has venido a este mundo a ser vasija, qué otra opción te queda que complacer a todos a tu alrededor. Qué otra opción te queda que vivir agradando a todos, que vivir para la imposible tarea de que todos te quieran. Porque te suena a que el aborto va en contra de las leyes naturales de Dios, te suena a “bebé muerto” y nunca lo reflexionaste, nunca se te ocurrió contradecir a tu mamá, ni se te ocurre pensar en los dilemas, las imposibilidades y las tragedias de alguien que no sos vos, de alguien que no tuvo nada de lo que tuviste vos. De hecho, ni siquiera la violación pareciera ir tan en contra de Dios como el aborto, ¿no? Estás en lo cierto. 

Hay muchas maneras creativas de usar el semen, y por supuesto que te alentamos a usar la imaginación. Aquí va una lista detallada: 

  •  Extorsión: siempre sirve tener el semen de alguien y amenazarlo con cualquier cosa, como por ejemplo: “Si seguís jodiendo le voy a meter tu semen en la vagina a Mercedes Ninci y serán padres juntos”. 
  •  Defensa personal: una manera de mantener el semen fresco es llevarlo en un rociador con un poco agua; de esta manera, cuando alguien venga a molestarte podés rociarle la cara al grito de “¡tomá toda la guasca de mi marido, hijo de puta!”. Si pudieras conseguir la guasca de un pariente cercano de la persona que atacarás, será mucho más efectivo. 
  •  Repostería y glaseado: tus reuniones ya no serán las mismas.