miércoles, 21 de septiembre de 2022

ARQ. GRIEGA: período Arcaico. Escultura arcaica de la Magna Grecia. La cerámica griega arcaica de Figuras Negras.

 


1. Escultura arcaica de la Magna Grecia


Hemos separado esta parte de al escultura griega arcaica puesto que la Magna Grecia estaba alejada de las grandes sedes o centros de producción. Es por ello que la escultura desarrollada en esta zona durante esta época es una escultura con una enorme tosquedad e ingenuidad a la hora de componer. 

Vamos a ver los relieves que han llegado a nuestros días del llamado Templo C de Selinunte. Uno de estos relieves está hecho en una metopa, cuya temática es la muerte de la gorgona a manos de Perseo. Hay tres figuras: Atenea a la izquierda, Perseo en medio y la gorgona Medusa en la derecha a la cual Perseo le está rebanando el cuello con un arma blanca. Es un medio relieve, con figuras sin proporción correcta, con extrema frontalidad...etc.
Metopa del templo C de Selinunte
(Autor foto: G.dallorto. Fuente: wikipedia)
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Otros de los relieves de este templo es la Cuádriga de Helios, el dios sol con sus caballos. Dos de los caballos miran al frente. Esta metopa del mismo templo es un alto relieve.
Metopa del templo C de Selinunte
(Autor foto: G.dallorto. Fuente: wikipedia)
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También de este mismo templo tenemos otra metopa conocida como Herakles y los cércopes, representa la escena de un mito en el que Herakles captura a estos dos ladrones y los lleva atados de una pierna. En el mito estos ladrones se ríen cuando van colgados, a Herakles le soprende que se rían siendo prisioneros y les pregunta cuál es la causa de su risa. Los ladrones le contestan que se ríen porque la posición en la que están colgados les resulta cómica y graciosa. A Herakles le hace gracia la respuesta y los libera.
Metopa del templo C de Selinunte
(Autor foto: G.dallorto. Fuente: wikipedia)
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También tenemos metopas de otros templos de Selinunte, también de época arcaica como del Templo D o el Templo F. En el caso del Templo F se han conservado unas metopas con escenas de la gigantomaquia en las que se puede ver a Dionisos luchando contra un gigante y Atenea luchando contra un gigante que tiene la boca exageradamente abierta...etc. Son relieves muy toscos y están fechados en el 550 a.C.
Metopa del templo F de Selinunte
(Autor foto: G.dallorto. Fuente: wikipedia)
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Metopa del templo F de Selinunte
(Autor foto: G.dallorto. Fuente: wikipedia)
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2. Cerámica arcaica griega de Figuras Negras


Cerámica arcaica griega la hubo en infinidad de ciudades, cada polis tenía su centro de producción y cada cual las fabricaba a su estilo y forma. Si las esculturas son a día de hoy escasas no pasa lo mismo con la cerámica. Tenemos miles y miles de recipientes cerámicos tanto completos como en fragmentos. Es imposible catalogar y mostrar aquí todas las piezas puesto que nos llevaría a tener un blog con miles de entradas solo dedicado a eso. Se ha conservado muchísima cerámica porque es un objeto que ya de por sí tiene fácil conservación, tenía mil veces más producción que la estatuaria, y además porque era muy común ponerlas como ofrendas en muchos sitios, por ejemplo, los etruscos solían ponerla en sus enterramientos.
Nosotros solo vamos a hablar de la cerámica ática, la de mayor calidad. A lo largo del VI a.C. Atenas eliminará comercialmente a los corintios ya que la cerámica ática era la mejor y por lo tanto más demandada. ¿Por qué es importante para nosotros la cerámica ática? Por los siguientes motivos:
  1. Sirven para datar los estratos donde se hallan, ya que están muy bien estudiadas.
  2. A través de los vasos áticos se difunde la cultura griega por todo el Mediterráneo, la mitología griega (y las escenas de vida cotidiana) llegarán a todos los rincones. 
  3. Gracias a la cerámica ática conocemos muchos aspectos de la vida cotidiana del siglo VI a.C. y V a.C., es muy útil para la historia de las clases populares. 
  4. La pintura mayor (lienzos, frescos...etc.) de los griegos se perdió absolutamente toda, a nosotros nada ha llegado, ni cuadros ni murales, pero gracias a la cerámica griega podemos "construir" la pintura mayor. 
Los vasos griegos seguían un proceso de fabricación simple: primero se extraía el barro rojizo, se fabricaba el recipiente (a torno rápido), se metía en el horno para darle una primera cocción, se pintaba y por último se daba una segunda cocción para que la pintura se fijase. 

La cerámica ática tiene dos fases artísticas, una primera fase con figuras de color negro sobre un fondo anaranjado o rojo (cerámica de figuras negras) y una segunda fase con el fondo en negro y las figuras anaranjadas o rojas (cerámica de figuras rojas). Nosotros en esta entrada vamos a ver la cerámica ática de figuras negras. 

Las piezas por antonomasia que fabricaban los griegos atenienses era el ánfora y la crátera, aunque luego llegarán a especializarse en formas como los kylix, Pixis y alabastrones, que son cerámicas pequeñas. Esto ocurrirá cuando el comercio de Corinto se venga abajo cuando pierde por la competencia de Atenas. Entonces muchos artistas  de Corinto emigrarán a muchas zonas, entre ellas a Atenas, donde llevarán la técnica y destreza para fabricar estas piezas pequeñas. A los atenienses les gustaba contar historias en los vasos por eso desde un primer momento prefirieron las formas cerámicas grandes.
Los atenienses copiarán motivos corintios geométricos, figuras como el loto, palmetas, hiedras, laurel, volutas, meandros...etc., que meterán para rellenar los espacios vacíos del vaso alrededor de la escena. Pero esto solo lo harán en los primeros momentos de influencia corintia, luego eliminarán estos motivos para dejar sola la escena importante. 

Los detalles se marcaban con un punzón rallando la pintura, por lo que el dibujante debía ser muy bueno, si se pasaba rallando alguna parte el vaso debía tirarse o venderse a mucho menos precio debido al fallo. 
Respecto a las figuras dibujadas serán bidimensionales: ojo de frente-cabeza de perfil, y hasta la mitad del siglo VI a.C. los vestidos dibujados serán rígidos y sin pliegues (en época clásica adquirirán movimiento). 

Vamos a comenzar viendo cerámicas y pinturas. La única pintura que tenemos fuera de un recipiente cerámico es la conocida como Tablilla de Pitsa, una tablilla encontrada en una cueva cerca de Corinto.
Tablilla de Pitsa - Imagen de dominio público
Sabemos gracias a la tabilla que en esa cuerva se adoraba a las ninfas ya que en la tablilla aparece escrito que las personas representadas llevan ofrendas como ovejas, liras...etc. a las ninfas. Las ofrendas son depositadas en un altar a la derecha. Vemos como el dibujo sigue los patrones que antes hemos dicho: cabeza de perfil, ojo de frente...etc.

Comencemos ahora con la cerámica de gran tamaño. Vamos a ver el ánfora del Pintor de Nessos. Este ánfora es de muy temprana fechación, estamos hablando del 620 a.C. La pieza mide 1,22 metros, está en el museo nacional de Atenas. Fue un vaso funerario.
Esta pieza es muy conocida por la pintura que decora su cuello: Herakles dando muerte al centauro Nessos (tiene además los nombres escritos). En el cuerpo de la pieza están dibujadas las gorgonas volando. En la pintura vemos como hay movimiento desde épocas muy tempranas (el centauro mira hacia delante pero sus brazos suplican hacia atrás), cosa que no pasaba en la escultura en fases tan tempranas arcaicas, y menos en el 620 a.C. Si se observa con detalle el dibujo se puede apreciar el rallado que se le hace con punzón a las imágenes para marcar detalles con líneas blancas.
La composición pictórica es triangular ya que la las piernas de Herakles y el centauro forman un espacio más ancho que la parte superior donde están sus cabezas. 
Por último señalar la influencia corintia en el relleno a base de rosetas en las zonas más vacías.
Ánfora del pintor de Nessos
(Autor foto: Marcus Cyron. Fuente: wikipedia)
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Tras ver el ánfora del pintor de Nessos llegamos por fin al primer fragmento de cerámica en el cual conocemos al autor del dibujo. El pintor se llamaba Sóphilos, y el fragmento de cerámica es conocido como Juegos en honor a Patroklos. De Sóphilos conocemos 3 vasos que se datan entre el 570-560 a.C. Corresponden a la época en que Solón gobernaba Atenas. Tiene influencia corintia en el relleno de animales. En el labio de la pieza cerámica se encuentra un friso de animales (de clara influencia orientalizante),en el cuerpo de la cerámica se observa una escena con un caballo blanco y otro negro corriendo, y una tribuna con gente que mira. Debajo de la escena principal hay otro friso de animales orientalizantes y por último, la escena de abajo del todo, representa una procesión de gente. Haz clic AQUÍ para ver una imagen de la pieza cerámica.
Estos juegos que se representan no son juegos olímpicos o píticos, son juegos en honor a Atenea (fiestas panatenaikas) que se hacían en exclusiva en la ciudad de Atenas. Estos juegos se instauran en el año 566 a.C. y en ellos se regalaban las ánforas conocidas como panatenaikas.  

Seguimos con otra pieza cerámica, en este caso una gran crátera conocida con el nombre de Vaso François. Es una obra maestra fechada en el 550-530 a.C., de la cual se conoce el nombre de su alfarero (llamado Ergotimos) y su pintor (Klitias). Fue descubierta esta crátera en una tumba etrusca en Chiusi en 1884. El nombre que recibe es debido a su descubridor, Alessandro François. Actualmente se encuentra en el museo arqueológico de Florencia. 
La crátera tiene una altura de 66 cm, con una anchura de 57 centímetros de diámetro de boca. Es una crátera de tipo volutas, fue un regalo de bodas que al fallecer luego la persona fue colocado en su tumba a modo de ajuar.
Vaso François
(Autor foto: Sailko. Fuente: wikipedia)
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Vamos a ir analizando su decoración por franjas. En el labio de la crátera hay representada una escena mitológica: la cacería del jabalí de Calidón, y por la parte de atrás, también en el labio pero que no se aprecia en la fotografía, hay representada otra escena mitológica: el desembarco de los compañeros de Teseo en la ciudad de Delos. 
La segunda franja, la del cuello de la pieza, tiene representado unos juegos fúnebres en honor a Patroklos, y por detrás una centauromaquia. 
La tercera franja tiene representada la boda de Tetis y Peleo, además de incluir la firma de los autores.
La cuarta franja tiene representado a Aquiles y Troilos, y por detrás la escena del retorno de Hefesto al Olimpo.
La quinta franja está decorada con esfinges, combate de animales y palmetas. Si seguimos bajando hay decoración a base de dientes de lobo y por último, en el pie del vaso hay una escena de combate entre grullas y pigmeos. 
En las asas de la crátera está representada la diosa Artemis como domadora de fieras y Ajax llevando a Aquiles tras se éste último alcanzado por una flecha en su pie.
En total hay 270 figuras de una gran perfección para la época, con un dibujo claro, elegante, seguro, de estilo cuidado, claridad compositiva, profundidad (gracias a la superposición de cuerpos en la centauromaquia) y con incisiones precisas. Es una obra que marca el auge de la cerámica ática durante el siglo VI a.C. Por último añadir que la crátera originalmente se encontró en perfecto estado y de una sola pieza, pero una vez expuesta en el museo, un trabajador en una disputa rompió el vaso con un palo de madera por lo que quedó hecho pedazos (más de 600 trozos). Este hecho ocurrió en 1900.

Cambiamos de pintor. El que vamos a ver se llamó Nearchos, de mitad del siglo VI a.C. Conservamos un fragmento de cerámica procedente de un kantaros, en el que Nearchos pintó una escena de la Ilíada en la cual Aquiles está con sus caballos. En la escena Aquiles sale a vengar a su compañero Patroklos (muerto en batalla) y en ese momento su caballo le habla y le dice que si va a la batalla morirá. Aquiles recrimina a su caballo por ser un mal agorero, pero al final lo que dijo el caballo se cumplió y Aquiles acaba siendo atravesado por una flecha en su único punto débil: su talón. Es una obra magnífica en cuanto a incisión, tiene una buena alternancia entre blancos y negros, siendo de las primeras veces que vemos la pintura blanca. Para ver el fragmento haz clic AQUÍ.

Seguimos ahora con el pintor de Lydos. Fue un autor prolífico del que se conservan bastantes obras. Su producción es de los años 550-540 a.C. y se especializó en ánforas y cráteras, aunque también se sabe que pintó placas funerarias que por aquel entonces se pusieron de moda en Atenas. Tiene dinos con escenas de la gigantomaquia, una crátera donde representa el juicio de Paris, e introduce muchas escenas cotidianas (de deporte, de familia...etc.).
Pintura del pintor de Lydos donde se ve a un guerrero partiendo hacia la guerra - Imagen de dominio público
Otro pintor de la época fue el conocido Pintor de Amasis. Es más reciente que los que hemos visto, ya que este pintor desarrolla su producción desde 550 a.C. pero llega hasta el 520 a.C. Vive en la época de la tiranía de Pisístrato y es también más moderno que Lydos en su técnica. Tiene 10 vasos firmados pero se le atribuyen 92 vasos más por similitud en su forma de pintar y rallar. Es de los pocos pintores que  se cree que fueron a la vez ceramista. Sus vasos tienen escenas dionisíacas principalmente o escenas de la vida cotidiana. 
Uno de sus pinturas más conocidas es la llamada Ánfora de Munich, en la cual se representa en una de sus caras a Dionisos con un kantaros y unas jóvenes que le llevan una presa de una caza reciente. Tiene el detalle perfecto de la incisión, decoración con dientes de lobo, motivos vegetales (como ramas de hiedra, atributo de Dionisos)...etc. El fondo es negro brillante, gracias a un barnizado excelente. No es una pintura muy cargante, ya que se ha eliminado el exceso de decoración que se podía apreciar en piezas más antiguas donde cualquier hueco es prácticamente relleno con algún detalle. 
Ánfora de Munich - Imagen de dominio público
Llegamos al último gran pintor que vamos a ver en esta entrada. Es el conocido como Exequias. Su producción está fechada en la segunda mitad del siglo VI a.C. Conocemos con certeza 11 vasos firmados de él, y es el pintor arcaico más importante, por encima incluso de Klitias. Además Exequias era a su vez alfarero.
Sus pinturas se caracterizan por una composición limpia, de contornos bien definidos, perfiles netos, figuras reposadas y con gusto por lo aristocrático. Es de puro estilo ateniense. Sus obras son:
Ánfora del British Museum o Muerte de Penthesileia (o Pentesilea): se deja espacio para las figuras que ocupan prácticamente todo el vaso. La composición de la escena es triangular. De los ojos de Aquiles a Penthesileia hay una línea recta, se incluye el color blanco en la composición, y tiene una incisión realizada con suma presición. Por detrás la ánfora tiene una escena con Dionisos con un kantaros y un joven que le va a servir vino (además de decoración con hiedra, atributo de Dionisos). El ánfora cuenta con motivos que decoran el pie y el cuello.
Ánfora Muerte de Penthesileia  - Imagen de dominio público.
Ánfora de la Muerte de Penthesileia vista por la parte de atrás
(Autor foto: Marie-Lan Nguyen (User:Jastrow). Fuente: wikipedia)
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Otra ánfora de Exequias es la conocida como Ánfora del Museo del Vaticano o también como Ánfora de Aquiles y Ajax (o Áyax) jugando a los dados. Esta ánfora tiene una escena donde Aquiles y Ajax juegan a los dados. Es una composición triangular de las figuras (formada por dos cuerpos que se inclinan), donde el artista busca la profundidad mediante la superposición de piernas, brazos y lanzas. La escena tiene los nombres de los personajes y además dos escrituras con las palabras que están pronunciando -diciendo los números que le salen en los dados- (todavía no existen los bocadillos como en los cómics que engloban el habla escrita).
Aquiles y Áyax (Ajax) jugando a los dados - Imagen de dominio público
Por la otra parte el ánfora tiene una escena de los Dioscuros (Cástor y Pólux) llegando a casa después de un viaje y siendo recibidos por sus padres (Leda y Tíndaro), su perro y su esclavo que acude presto a traerles un sillón y un ariballos. Esta escena tiene dos planos superpuestos (los caballos están colocados detrás de los Dioscuros). Los trazos son escasos para marcar hombros y piernas, y los dedos están representados extremadamente largos. 
El ánfora mide 61 centímetros de altura 

Por último comentar que Exequias también pintaba estelas funerarias o piezas cerámicas pequeñas, la prueba de esto último es un kylix que se ha conservado de este autor que se conoce con el nombre de Kylix de Dionisos, que está decorado por dentro y por fuera, aunque por dentro de manera sublime. Narra la escena en la que el barco de Dionisos es conducido por piratas y éstos pretendían pedir un rescate por el dios. Dionisos convierte el mástil del barco en una vid, los piratas asustados se lanzan al agua y Dionisos hace que al caer al mar se transformen en delfines. Este dibujo es interesante ya que nos sirve para conocer exactamente como eran los barcos de la época.
Kylix de Dionisos
(Autor foto: MatthiasKabel. Fuente: wikipedia)
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Aquí dejo la entrada. El próximo día veremos los llamados "pequeños maestros de las figuras negras", las ánforas panatenaikas de figuras negras y la cerámica de figuras rojas arcaicas. 

¡Feliz Jueves!  - Hacer historia, aprehender la historia, aprendes la historia

La Cerámica griega

¿Cómo se hace una cerámica griega?

Kouroi, Korai y sonrisas arcaicas

 


 

Cleobis y Bitón, hacia 600 a.C.
Cleobis y Bitón, hacia 600 a.C. Museo Arqueológico de Delfos

Si hablamos de escultura griega de época arcaica, tenemos que hablar de kouroi y korai. Los kouroi, figuras masculinas (kouros en singular) se han llamado también apolos, pero no es correcto porque nacen de intenciones distintas. Y Kouroi significa algo parecido a mozos.

En principio todos eran iguales: hombres en pie, desnudos, en actitud de marcha con los brazos pegados al cuerpo… Dan sensación de bloque y su frontalidad es muy clara. No presentan rasgos personales y recuerdan a la escultura egipcia por su geometrización. Los ojos son muy salientes; las orejas, grandes; el pelo les cae por la espalda y a veces también por delante, formando trenzas o tirabuzones, y la boca busca la expresividad con ligeras curvaturas hacia arriba: sonrisa arcaica, se ha llamado. El resultado es tan contundente como misterioso, tiene algo de irreal.

Mirad a Cleobis y Bitón, cuyo autor probablemente es Polimedes de Argos. Según la tradición, son dos hermanos gemelos que lograron una proeza: llevar a su madre en un carro tirado por ellos mismos al templo de Hera. Allí, ella pidió a la diosa que cuidara a sus hijos protegiéndoles de todo mal… y Hera cumplió a su manera: concediéndoles el sueño eterno. La escultura data de fines del siglo VII y nos presenta a dos figuras iguales, en mármol y de grandes dimensiones. Se hallan de pie, hieráticas y frontales, pero en actitud de marcha aunque mantengan ambos pies en el suelo. Están desnudos y sus brazos quedan pegados al cuerpo, ligeramente doblados pero verticales. Se marca su musculatura, sobre todo en piernas, pecho y brazos; y destaca el estudio anatómico, aunque las rodillas se subrayen con formas geométricas triangulares. No faltan los ojos oblicuos y la sonrisa arcaica.

Su pelo enmarca la cabeza y cae, como decíamos, por delante y por detrás de forma simétrica, dejando ver sus grandes orejas.

El llamado Apolo de Tenea, del s. VI a.C, sigue sus mismas formas, pero es más estilizado. Avanza una pierna respecto a la otra, aunque ambas se encuentran pegadas al suelo, y quedaron muy trabajados sus rodillas, su pecho, su vientre y su sonrisa arcaica, que da una expresividad importante al rostro. El cabello, minuciosamente esculpido con sentido pictórico, cae hacia atrás geometrizado formando bloque con el cuello; lo ciñe una cinta.

El Moscóforo, obra de época parecida al anterior (570 a.C.), porta sobre sus hombros un ternero que conduce al sacrificio (ya sabéis que estas imágenes darían pie a la representación del Buen Pastor en el arte cristiano). No se conservan sus piernas, pero adelantaría una.

Recuerda al mundo egipcio por su rigidez, pero hay que acentuar que en Grecia el meollo de la preocupación era el desnudo. Los brazos sujetan por las patas al ternero, esculpido con el mayor realismo posible. Hay que pensar que los ojos se rellenarían con pastas, que a veces se pintarían.

Un manto le cubre hombros y brazos y su pelo, peinado a izquierda y derecha, está diseñado con bucles. Se mantiene la sonrisa arcaica.

Moscóforo, 570 a.C
Moscóforo, 570 a.C. Museo de la Acrópolis de Atenas

Fijaos también en el Jinete Rampín (560 a.C.), la figura más antigua conocida de un jinete griego. Se ha reconstruido a partir de fragmentos originales y de él conocemos dos imágenes iguales: una en el Louvre, con la cabeza de época y el resto del cuerpo rehecho, y otra en el Museo de la Acrópolis de Atenas, en la que el caballo y el torso son originales; la cabeza, postiza. La anatomía está cuidadosamente estudiada y no es tan rígida como en las esculturas de Cleobis y Bitón. Se marcan los pómulos, los ojos oblicuos y una sonrisa arcaica algo más natural que las anteriores. El rostro, en su conjunto, es más suave y naturalista y barba y rizos se trabajan con minuciosidad.

El pelo continúa ajustándose a la cabeza y marca la frente; los rizos simétricos confluyen en el centro y dejan las cejas al descubierto.

Jinete Rampín, s VI a.C. Museo de la Acrópolis de Atenas
Jinete Rampín, s VI a.C. Museo del Louvre
Efebo de Kritios, 480 a.C. Museo de la Acrópolis de Atenas
Efebo de Kritios, 480 a.C. Museo de la Acrópolis de Atenas

Avanzando en el tiempo, hablamos ahora del Efebo de Kritios (480 a.C.), llamado así por Kritios, su autor, que da paso a la época preclásica. Su pelo comienza a ondear y gana volumen, los bucles se tratan con más libertad y los ojos no son oblicuos ni saltones: se busca la expresividad, pero no a través de la sonrisa arcaica, ahora considerada convencional.

La cabeza no es tan rígida, se modela la musculatura y vemos una gran novedad en la postura de las piernas: una pierna se dobla respecto a la otra para cargar el peso del cuerpo en un lado; estamos ante un antecedente del contraposto.

De la misma época data Efebo Rubio, del que solo se conserva la cabeza, en la que se nota cierta policromía con ligeros tonos amarillentos en el cabello. Se gira ligeramente y se caracteriza por su armonía, su expresión serena y apacible: una cierta tendencia a la idealización. Los ojos ya no son saltones sino oblicuos, los labios son suaves y de marcadas comisuras, no se fuerza la sonrisa, y la cabeza se trabaja con mechones que crean curvas y contracurvas suaves.

Y, por fin, hablemos ayer de mujeres. Las korai son esculturas femeninas de mármol, frecuentemente con restos de policromía, en pie, hieráticas, rígidas y en actitud de marcha. Su indumentaria es distinta a la de las figuras masculinas: llevan túnica larga (jitón), un manto por los hombros (himatión) y, a veces, peplo: una tela más gruesa y pesada que cae vertical y no marca plegados, a diferencia del manto anterior.

Es posible que se plantearan como exvotos, porque en un brazo –que se apoya en la cadera– suelen llevar un objeto; el otro queda a lo largo del cuerpo. Su tamaño es más pequeño que el de los kouroi y se han encontrado muchas en la Acrópolis.

Tienen un antecedente: las xoana, estatuas de divinidades portadoras de virtudes mágicas, de gran rigidez y solemnidad por influencia egipcia.

Tenemos que citar a la Dama de Auxerre, del s. VII, la representación más importante de la escuela dedálica. Anuncia el mundo clásico, aunque no refleje excesivo movimiento ni se marquen los plegados; está realizada en caliza y, al menos en parte, estaría policromada.

Se trata de una figura aún rígida, con el brazo izquierdo pegado al cuerpo y el derecho apoyado en el pecho. Podría tratarse de una actitud ritual y representar ella a una sacerdotisa. Sus pies quedan juntos, pegados al suelo, y son muy grandes, como las manos.

La realización de la cabeza y el peinado parte de estructuras geométricas y se marcan mucho ojos y boca, incluido un esbozo de sonrisa arcaica, signo de expresividad. Viste una túnica que se ajusta al cuerpo y deja ver la anatomía: se estudian los volúmenes, aunque las formas parezcan aplastadas.

La cintura, alta, queda ceñida por un cinturón decorado, y la túnica lisa está ornamentada de arriba abajo con una cenefa de estructura geométrica. Sus hombros los cubre un manto, que cae por los brazos también, separados del cuerpo por pequeños huecos. Antecede las korai del s. VI a.C.

Dama de Auxerre, s. VII a.C. Museo del Louvre
Dama de Auxerre, s. VII a.C. Museo del Louvre

Y de mediados de ese siglo data la Hera de Samos, cuya cabeza no se conserva. Mide 2 metros, está realizada en mármol y su aspecto es aún más cercano al de las korai. En pie, es una figura rígida más estilizada que la anterior.

Viste un traje largo y se cubre con una túnica hasta los pies; el jitón destaca por sus plegados finos. Puede advertirse cierto estudio de la calidad de las telas y un tratamiento de esos pliegues similar al de fustes de columnas.

La anatomía se transparenta en la parte superior y la postura de los brazos es la misma que en la Dama de Auxerre, pero el tratamiento y la escuela son distintos.

La Victoria de Delos se encuentra bastante deteriorada, pero tiene gran interés por su postura extraña: estaría alada y su movimiento sería el de correr. Una pierna está doblada y la otra se desplaza ligeramente hacia atrás.

Se estudian las telas que caen por delante y por detrás y se ajustan al cuerpo, en el que la cintura queda muy marcada, enlazando con la Dama de Auxerre. En su rostro vemos los rasgos arcaicos: sonrisa, ojos oblicuos pronunciados… Su postura, en el fondo, es semejante a la de la Gorgona del frontón de Corfu.

El autor de la Kore del peplo sería el mismo que el del Jinete Rampín, y se llama así por su indumentaria. Está de pie, viste traje corto, sus pies quedan pegados al suelo y le caen tirabuzones por delante y por la espalda, con sentido geométrico. En su rostro vemos los ojos oblicuos y la sonrisa arcaica.

 

https://masdearte.com/especiales/kouroi-korai-y-sonrisas-arcaicas/

Peplos Kore from the Acropolis

Eric Clapton -Autumn Leaves