sábado, 22 de julio de 2017
"Cosas Dichas" de Pierre Bourdieu
Reseña del libro Cosas Dichas
Los textos aquí reunidos, en su mayoría basados en ponencias y exposiciones espontáneas ante especialistas de las más diversas disciplinas, reflejan la asombrosa amplitud del campo de investigación de Pierre Bourdieu. Al lado de nuevas definiciones de la metodología sociológica, los criterios de ésta y su necesidad de una constante autocrítica, el autor analiza temas como 'La disolución de lo religioso', 'El espacio social y el poder simbólico', propone un 'Programa para una sociología del deporte' y ataca las deficiencias y métodos dudosos de los sondeos.
La vivacidad del discurso permite apreciar un modo de pensamiento que puede ser un instrumento liberador del socioanálisis. El autor se aplica a si mismo el método de análisis de las obras culturales que estudia, ofreciendo los medios para lograr un conocimiento objetivo y comprensivo de su trabajo. Bourdicu contribuye aquí también con valiosas reflexiones al debate entre las ciencias del hombre y la filosofía, situándolo en el terreno confrontación rigurosa y leal y evitando las oscuras insinuaciones de la denuncia disimulada y los falsos brillos de la polémica pública.
" ESPACIOS MENTALES " de Eliseo Verón
Reseña del libro Espacios Mentales
Ver índice
Tercer nivel de interpretación: la tercera persona de Efectos de agenda, al dejar en suspenso la diferencia entre el 'yo' y el 'nosotros', sugiere la posibilidad de encontrar una solución un poco distinta de la propuesta por Habermas.
Sea como fuere, el uso de la tercera persona en Efectos de agenda tiene, en producción, el carácter de una señal, una advertencia: aquí hay un problema sin resolver; lo único que la señal quiere indicar es que no se trata simplemente de la subjetividad. Alejarse, en un momento dado, de las formas asociadas a la enunciación científica convencional, no es simplemente abandonarse al placer del texto. Para abrir nuevas alternativas, hay que estar atentos a la diversidad de espacios mentales.
Esa advertencia sigue siendo válida, sobre todo si se tienen en cuenta los daños producidos por el posmodernismo, ese efecto perverso del individualismo social sobre los intelectuales.
En el campo de la batalla posmoderna (que por suerte ya terminó, y como muchas guerras inútiles, sin vencedores ni vencidos), hay dos zonas conceptuales particularmente castigadas: son, justamente, la que tiene que ver con el individuo y con el estatuto de la subjetividad, y la que contiene los interrogantes sobre la complejidad de la cultura. Como en las películas de los muertos-vivos, en el posmodernismo aparecen los fantasmas del cuerpo, el espacio, el self, los Otros, la identidad, la comunidad... Temas, por cierto, fundamentales. El problema es que reaparecen después de haber sido sometidos al 'pensamiento crítico': tras semejante tratamiento, llegan, como en las películas de terror, en un estado de descomposición avanzado. Basta agregar una pizca de globalización y la indigestión está asegurada.
Sea como fuere, el uso de la tercera persona en Efectos de agenda tiene, en producción, el carácter de una señal, una advertencia: aquí hay un problema sin resolver; lo único que la señal quiere indicar es que no se trata simplemente de la subjetividad. Alejarse, en un momento dado, de las formas asociadas a la enunciación científica convencional, no es simplemente abandonarse al placer del texto. Para abrir nuevas alternativas, hay que estar atentos a la diversidad de espacios mentales.
Esa advertencia sigue siendo válida, sobre todo si se tienen en cuenta los daños producidos por el posmodernismo, ese efecto perverso del individualismo social sobre los intelectuales.
En el campo de la batalla posmoderna (que por suerte ya terminó, y como muchas guerras inútiles, sin vencedores ni vencidos), hay dos zonas conceptuales particularmente castigadas: son, justamente, la que tiene que ver con el individuo y con el estatuto de la subjetividad, y la que contiene los interrogantes sobre la complejidad de la cultura. Como en las películas de los muertos-vivos, en el posmodernismo aparecen los fantasmas del cuerpo, el espacio, el self, los Otros, la identidad, la comunidad... Temas, por cierto, fundamentales. El problema es que reaparecen después de haber sido sometidos al 'pensamiento crítico': tras semejante tratamiento, llegan, como en las películas de terror, en un estado de descomposición avanzado. Basta agregar una pizca de globalización y la indigestión está asegurada.
«Marianne» y el pito en la historia del arte
▣ ESCRIBE CHRISTIAN BASILIS
▣ ILUSTRA MATÍAS TOLSÀ
Un relato erótico de Anaïs Nin en el que una pintora no puede pintar a su modelo desnudo. ¿Por qué? Lo resolvemos con este relato erótico clásico y una infografía sobre el pito.
Con Chiri leímos no hace mucho el relato erótico «Marianne», de Anaïs Nin. En el cuento, Marianne quiere pintar un desnudo a lápiz, pero su modelo masculino se excita cuando lo miran. Es un cuento precioso, que nos disparó la infografía de la N13, con la ayuda de Matías Tolsà. Nos pusimos a investigar la presencia del pito en el arte humano, desde el 127.000 A.C. y hasta las porongas siglo XXI. ¿Sabían que existían consoladores de piedra en el paleolítico?
Las infografías de Orsai (que acaban en este número, porque desde la N14 haremos cosas nuevas) ya involucraron a Julio Cortázar con el cuento «Casa Tomada», a Nathaniel Hawthorne con «Wakefield» y ahora le toca a Anaïs, así que empecemos hablando de ella.
Anaïs Nin
FRANCIA, 1903 — ESTADOS UNIDOS, 1977
La autora del cuento «Marianne» fue hija de padres cubanos de origen español, él, y danés, ella. Anaïs vivió en Cuba, París, Nueva York y Los Ángeles. Comenzó a escribir un diario a los once años y lo mantuvo durante toda su vida. Esos escritos, junto a una literatura de ficción de carácter erótico y estilo surrealista, la hicieron famosa en todo el mundo.
Gracias a su belleza, a los diecinueve trabajó como modelo y después como bailarina de flamenco. Entre otras perversiones que ella misma se encargó de narrar, mantuvo relaciones incestuosas con su padre. Publicó por primera vez en 1939 en Estados Unidos, y ya con éxito, en 1966 se comenzó a publicar su diario.
La apertura del cuento
Como saben, después de cada cuento clásico viene el desplegable. Así se ve cuando está cerrado.
La apertura de la infografía cerrada
Entonces ocurre la magia. La revista se convierte en algo de 76 centímetros de ancho, aunque en este caso (al mejor estilo Playboy) serán 76 centímetros de alto.
La infografía desplegada
Chiri y yo nos pusimos a investigar, muy seriamente, la presencia del pito en el arte humano, desde el 127.000 A.C. y hasta las porongos siglo XXI. ¿Sabían ustedes que existían consoladores de piedra en el paleolítico?
Podés ampliar un poco esta imagen.
Podés ampliar un poco esta imagen.
Plomo con alas
El relato «Marianne», que reproducimos completo en la Orsai N13, fue publicado en el libro de cuentos póstumo de Nin, «Delta de Venus», y era el preferido de Henry Miller, que fue pareja de Anaïs desde que se conocieron en el París de los años treinta.
Miller, que también enriqueció con historias únicas el erotismo literario, imaginó la mejor metáfora sobre la erección masculina. «Parece ligera y pesada al mismo tiempo —dijo—, es como un trozo de plomo con alas».
▣ PUBLICADO EL SÁBADO 25 DE MAYO, 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)