martes, 21 de septiembre de 2010

Final de “The sheltering sky” Versión cinematográfica de Bernardo Bertolucci


(Refugio para el amor /El cielo protector).

El narrador del final de la película es el escritor de la novela Paul Bowles.

Narrador (dice): ¿“Estás perdida?

Kit : Sí.

Narrador: “Cómo no sabemos cuando vamos a morir llegamos a creer que la vida es un pozo inagotable sin embargo todo sucede sólo un cierto número de veces y no demasiadas.

¿En cuántas ocasiones te vendrá a la memoria aquella tarde de tu infancia, una tarde que ha marcado el resto de tu existencia, una tarde tan importante que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella.

Quizás cuatro o cinco veces

Quizás ni siquiera eso

Y ¿cuántas veces más contemplarás la

luna llena?

Quizás veinte y sin embargo todo parece ilimitado".


“El Cielo protector” de Paul Bowles

Segunda parte: “El borde afilado de la tierra”

“ Había olvidado por completo la tarde de agosto, poco más de un año atrás ,en que sentados en el césped , a la sombra de los arces , contemplaba la tormenta que se acercaba remontando el valle del río y hablaron de la muerte. Y Port había dicho “La muerte está siempre en camino, pero el hecho de que no sepamos cuándo llega parece suprimir la finitud de la vida. Lo que tanto odiamos es esa precisión terrible. Pero como no sabemos, llegamos a pensar que la vida es un pozo inagotable. Sin embargo, todas las cosas ocurren sólo un cierto número de veces, en realidad muy pocas.

¿Cuántas veces recordarás cierta tarde de tu infancia, una tarde que parte entrañable de tu ser que no puedes concebir siquiera tu vida sin ella? Quizá cuatro o cinco veces más. Quizá ni eso. ¿Cuántas veces más mirarás salir la luna llena? Quizá veinte. Y sin embargo, todo parece ilimitado”. En aquel momento no escuchó porque la idea la deprimía; ahora, si la hubiera recordado le habría parecido ajena a la cuestión. En ese momento era incapaz de pensar en la muerte, y como la muerte estaba allí, a su lado, no pensaba en nada”.

(Págs.314-315) Edit. Alfaguara. Punto de lectura. Segunda Edición 2001.

Traducción: Aurora Bernárdez