Existen más de trescientos setenta y cinco mil especies de los comúnmente conocidos como escarabajos (su nombre en verdad es coleópteros) Viven entre la luz y la oscuridad y realizan una metamorfosis completa (huevo, larva y pupa) para transformarse en adulto.
En el antiguo Egipto se los consideraba de buena suerte, tanta que se los ha encontrado enterrados junto a los faraones en un estado de conservación asombroso gracias a los procesos químicos realizados y el clima desértico que también aportó lo suyo.
En el año 2018 fueron descubiertos escarabajos momificados que datan de miles de años de antigüedad. Estos representaban el poder de la valentía y la potencia de aquello que aparentemente era pequeño e insignificante.
En la mitología egipcia Khepri era asociado con los escarabajos (peloteros), ellos renacían todas las mañanas de las profundidades arenosas del desierto al igual que este dios.
En la literatura las metamorfosis son frecuentes, quizás la más famosa sea la de Gregorio (Gregor) Samsa en la obra de Franz Kafka. Es usual encontrar diferentes visiones de dicho cambio. Algunos creen que ese viajante gris se transformó en una cucaracha, tal vez la confusión comenzó con las primeras traducciones al inglés donde el término “insecto” se convirtió unilateralmente en “cucaracha”. Este juego literario nos lleva a preguntarnos ¿en qué bicho terminó convertido Gregorio Samsa? Kafka ayudó mucho a los diversos estudiosos de su obra ya que realizó una descripción completa de dicha conversión (“…espalda dura como un caparazón, y al levantar un poco la cabeza vio su vientre abombado, pardo segmentado por induraciones en forma de arco…”) por ello parece ser que estaba más cercano a un escarabajo que a la cucaracha de cuerpo plano y alargado.
Si bien en este texto nos queda la duda del punto de llegada de la transformación, otro relato rinde homenaje a estos verdaderos acorazados de la naturaleza. En “Narraciones extraordinarias” de Edgar Allan Poe aparece el cuento “El escarabajo de oro” (aunque se cree que la primera publicación de este fue en un periódico donde Poe fue el ganador del máximo galardón de un concurso literario) en este William Legrand y su criado Júpiter llegan a una isla buscando un escarabajo el cual, aparentemente, es de oro. Esta pieza lo ayudará a recuperar su fortuna perdida. Este bicharraco no será una posesión en si misma, pero lo conducirá a ella. Persistencia, paciencia y constancia depositadas en los vaivenes que atan a los protagonistas a este escarabajo dorado y su hallazgo.
En nuestras tierras Manuel Mújica Láinez efectúa un recorrido por la historia del mundo desde el antiguo Egipto hasta la actualidad. Su libro “El escarabajo” cuenta como la especie llamada lapislázuli nació como un objeto para atraer la buena suerte. Este fue creado por la reina Nefertari en tiempos de Ramsés II y pasando de mano en mano. Así nace el protector de todos los seres con actitudes misteriosas.
Sólo un año viven los escarabajos sin embargo parece que la historia y la literatura han contado con ellos para atraer fortuna, delatar transformaciones, crear relatos, pero su función sobre el planeta Tierra no es nada menor. Por el contrario, son los responsables de diversificar las plantas con flores, remover y enterrar la materia orgánica, controlar las plagas y reciclar los nutrientes del suelo. Un trabajo nada despreciable si tenemos en cuenta que son estrellas de las letras desde tiempos distantes.