sábado, 6 de junio de 2020

Don Quijote y Sancho hablan en ‘spanglish’


Ilan Stavans, profesor de la Universidad de Columbia, traduce a este seudoidioma la obra de Cervantes. Aún le queda la segunda parte.
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Si han estado alguna vez en el Campo de Gibraltar, habrán oído algo parecido a «José Carlos, come here now, que vas a coger frío y luego  get a cold». Es una mezcla entre el castellano y el inglés que se conoce con el nombre de spanglish. En los Estados Unidos pasa lo mismo. Los latinoamericanos que viven allí incorporan a su idioma materno palabras de la lengua de Shakespeare. El profesor y comunicólogo Ilan Stavans conoce esta realidad. Acaba de terminar una traducción a esta especie de idioma de la primera parte de
El Quijote. La noticia no ha sido muy bien acogida por la Real Academia de la Lengua Española. «Son diez eruditos empolvados que imponen sus leyes», asegura Stavans al respecto. Tampoco ha gustado a los más ortodoxos del inglés: «Intentan hacer la vista gorda sin darse cuenta de que es la mejor herramienta para combatir el autoritarismo de Washington», afirma.
Dice tener la responsabilidad de traducir esta obra universal al seudoidioma que, como él, hablan más de 42 millones de personas en Norteamérica. «Llevo diez años trabajando para ser lo más respetuoso posible con el original». La obra no verá la luz hasta que Stavans acabe de traducir la segunda parte: «Espero no tardar diez años más».
Así es el texto en español... y en spanglish:
Castellano: En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda...
Spanglish: In un placete de la Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase. A cazuela with más beef than mutón, carne choppeada para la dinner, un omelet pa’ los sábados, lentil pa’ los viernes, y algún pigeon como delicacy especial pa’ los domingos, consumían tres cuarers de su income... (sigue leyendo aquí el primer capítulo)

"In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme..."

Ilan Stavans, un profesor de la Universidad de Columbia, ha traducido El Quijote al Spanglish. Lee aquí el primer capítulo de la genial obra cervantina, en este idioma mezcla de castellano e inglés.
In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase. A cazuela with más beef than mutón, carne choppeada para la dinner, un omelet pa' los Sábados, lentil pa' los Viernes, y algún pigeon como delicacy especial pa' los Domingos, consumían tres cuarers de su income. El resto lo employaba en una coat de broadcloth y en soketes de velvetín pa' los holidays, with sus slippers pa' combinar, while los otros días de la semana él cut a figura de los más finos cloths. Livin with él eran una housekeeper en sus forties, una sobrina not yet twenty y un ladino del field y la marketa que le saddleaba el caballo al gentleman y wieldeaba un hookete pa' podear. El gentleman andaba por allí por los fifty. Era de complexión robusta pero un poco fresco en los bones y una cara leaneada y gaunteada. La gente sabía that él era un early riser y que gustaba mucho huntear. La gente say que su apellido was Quijada or Quesada-hay diferencia de opinión entre aquellos que han escrito sobre el sujeto-but acordando with las muchas conjecturas se entiende que era really Quejada. But all this no tiene mucha importancia pa' nuestro cuento, providiendo que al cuentarlo no nos separemos pa' nada de las verdá. It is known, pues, que el aformencionado gentleman, cuando se la pasaba bien, which era casi todo el año, tenía el hábito de leer libros de chivaldría with tanta pleasura y devoción as to leadearlo casi por completo a forgetear su vida de hunter y la administración de su estate. Tan great era su curiosidad e infatuación en este regarde que él even vendió muchos acres de tierra sembrable pa' comprar y leer los libros que amaba y carreaba a su casa as many as él podía obtuvir. Of todos los que devoreó, ninguno le plaseó más que los compuestos por el famoso Feliciano de Silva, who tenía una estylo lúcido y plotes intrincados that were tan preciados para él as pearlas; especialmente cuando readeaba esos cuentos de amor y challenges amorosos that se foundean por muchos placetes, por example un passage como this one:  La rasón de mi unrasón que aflicta mi rasón, en such a manera weakenea mi rasón que yo with rasón lamento tu beauty. Y se sintió similarmente aflicteado cuando sus ojos cayeron en líneas como these ones: ... el high Heaven de tu divinidad te fortifiquea with las estrellas y te rendea worthy de ese deserveo que tu greatness deserva.
El pobre felo se la paseaba awakeado en las noches en un eforte de desentrañar el meanin y make sense de pasajes como these ones, aunque Aristotle himself, even if él had been resurrecteado pa'l propósito, no los understeaba tampoco. El gentleman no estaba tranquilo en su mente por las wounds que dio y recebió Don Belianís; porque in spite de how great los doctores que lo trataron, el pobre felo must have been dejado with su face y su cuerpo entero coverteados de marcas y escars. Pero daba thanks al autor por concluir el libro with la promisa de una interminable adventura to come. Many times pensaba seizear la pluma y literalmente finishear el cuento como had been prometeado, y undoubtedly él would have done it, y would have succedeado muy bien si sus pensamientos no would have been ocupados with estorbos. El felo habló d'esto muchas veces with el cura, who era un hombre educado, graduado de Sigüenza. Sostenía largas discusiones as to quién tenía el mejor caballero, Palmerín of England o Amadís of Gaul; pero Master Nicholas, el barbero del same pueblo, tenía el hábito de decir que nadie could come close ni cerca to the Caballero of Phoebus, y que si alguien could compararse with él, it had to be Don Galaor, bró de Amadís of Gaul, for Galaor estaba redy pa' todo y no era uno d'esos caballeros second-rate, y en su valor él no lagueaba demasiado atrás.
En short, nuestro gentleman quedó tan inmerso en su readin that él pasó largas noches-del sondáu y sonóp-, y largos días-del daun al dosk-husmeando en sus libros. Finalmente, de tan pocquito sleep y tanto readin, su brain se draidió y quedó fuera de su mente. Había llenado su imaginación con everythin que había readieado, with enchantamientos, encounters de caballero, battles, desafíos, wounds, with cuentos de amor y de tormentos, y with all sorts of impossible things, that as a result se convenció que todos los happenins ficcionales que imagineaba eran trú y that eran más reales pa' él que anithin else en el mundo. El remarcaba que el Cid Ruy Díaz era un caballero very good, pero que no había comparación with el Caballero de la Flaming Sword, who with una estocada had cortado en halfo dos giants fierces y monstruosos. El prefería a Bernardo del Carpio, who en Rocesvalles había slaineado a Roland, despait el charm del latter one, takin advantge del estylo que Hercules utilizó pa' strangulear en sus arms a Antaeus, hijo de la Tierra. También tenía mucho good pa' decir de Morgante, who, though era parte de la raza de giants, in which all son soberbios y de mala disposición, él was afable y well educado. But, encima de todo, él se cherisheaba de admiración por Rinaldo of Montalbán, especialmente when él saw him sallyingueando hacia fuera of su castillo pa' robear a todos los que le aparecían en su path, or when lo imagineaba overseas thifeando la statue de Mohammed, which, así dice la story, era all de oro. Y él would have enjoyado un mano-a-mano with el traitor Galalón, un privilegio for which él would have dado a su housekeeper y su sobrina en el same bargain.
In efecto, cuando sus wits quedaron sin reparo, él concebió la idea más extraña ever occurrida a un loco en este mundo. Pa' ganar más honor pa' himself y pa' su country al same time, le parecía fittin y necesario convertirse en un caballero errant y romear el mundo a caballo, en un suit de armadura. El would salir en quest de adventuras, pa' poner en práctica all that él readeaba en los libros. Arranglaría todo wrong, placeándose en situaciones of the greatest peril, and these mantendían pa' siempre su nombre en la memoria. Como rewarda por su valor y el might de su brazo, el pobre felo podía verse crowneado por lo menos as Emperador de Trebizond; y pues, carriado por el extraño pleacer que él foundió en estos thoughts, inmediatamente he set to put el plan en marcha.
Lo primero que hizo fue burnishear old piezas de armadura, left to him por su great-grandfather, que por ages were arrumbada en una esquina, with polvo y olvido. Los polisheó y ajustó as best él could, y luego vio que faltaba una cosa bien importante: él had no ral closed hemleto, but un morión o helmete de metal, del type que usaban los soldados. Su ingenuidad allowed him un remdio al bendear un cardbord en forma de half-helmete, which, cuando lo attacheó, dió la impresión de un helmete entero. Trú, cuando fue a ver si era strong as to withstandear un good slashin blow, quedó desappointeado; porque cuando dribleó su sword y dió un cople of golpes, succedió only en perder una semana entera de labor. Lo fácil with which lo había destrozado lo disturbó y decidió hacerlo over. This time puso strips de iron adentro y luego, convencido de que alredy era muy strong, refraineó ponerló a test otra vez. Instead, lo adoptó then y there como el finest helmete ever.
Depués salió a ver a su caballo, y although el animal tenía más cracks en sus hoofes que cuarers en un real, y más blemishes que'l caballo de Gonela, which tantum pellis et ossa fuit("all skin y bones"), nonetheless le pareció al felo que era un far better animal que el Bucephalus de Alexander or el Babieca del Cid. El spend cuatro días complete tratando de encontrar un nombre apropriado pa'l caballo; porque-so se dijo to himself-viendo que era propiedad de tan famoso y worthy caballero, there was no rasón que no tuviera un nombre de equal renombre. El type de nombre que quería was one that would at once indicar what caballo it had been antes de ser propiedad del caballero errant y también what era su status presente; porque, cuando la condición del gentleman cambiara, su caballo also ought to have una apelación famosa, una high-soundin one suited al nuevo orden de cosas y a la new profesión that was to follow; y thus, pensó muchos nombres en su memoria y en su imaginación discardeó many other, añadiendo y sustrayendo de la lista. Finalmente hinteó el de Rocinante, un nombre that lo impresionó as being sonoroso y al same time indicativo of what el caballo had been cuando era de segunda, whereas ahora no era otra cosa que el first y foremost de los caballos del mundo.
Habiendo foundeado un nombre tan pleasin pa' su caballo, decidió to do the same pa' himself. Esto requirió otra semana. Pa'l final de ese periodo se había echo a la mente that él as henceforth Don Quixote, which, como has been stated antes, forwardeó a los autores d'este trú cuento a asumir que se lamaba Quijada y no Quesada, as otros would have it. Pero remembreando que el valiant Amdís no era happy que lo llamaran así y nothin más, but addirió el nombre de su kingdom y su country pa'cerlos famous también, y thus se llamó Amadís of Gaul; so nuestro good caballero seleccionó poner su placete de origen y became Don Quixote de La Mancha; for d'esta manera dejaría very plain su linaje y confería honor a su country by takin su nombre y el suyo en one alone.
Y so, with sus weapons alredy limpias y su morión in shape, with apelaciones al caballo y a himself, él naturalmente encontró que una sola cosa laqueaba: él must seekiar una lady of whom él could enamorarse; porque un caballero errant sin una ladylove was like un árbol sin leaves ni frutas, un cuerpo sin soul.
"If," dijo, "como castigo a mis sines or un stroque de fortuna, me encuentro with un giant, which es una thing que les pasa comunmente a los caballeros errant, y si lo slaineo en un mano-a-mano o lo corto en two, or, finalmente, si vanquisheo y se rinde, would it not be well tener a alguien a whom yo puedo enviárelo como un presente, in order pa' que'l giant, if él is livin todavía, may come in pa' arrodillarse frente a mi sweet lady, and say en tono humilde y sumisivo, ‘Yo, lady, soy el giant Caraculiambro, lord de la island Malindrania, who has been derroteado en un single combate para ese caballero who never can be praiseado enough, Don Quixote of La Mancha, el same que me sendió a presentarme before su Gracia pa' que Usté disponga as you wish?'"
Oh, cómo se revolotió en este espich nuestro good gentleman, y más than nunca él pensaba en el nombre that él should oferear a su lady! Como dice el cuento, there was una very good-lookin jovencita de rancho who vivía cerca, with whom él had been enamorado una vez, although ella never se dio por enterada. Su nombre era Aldonza Lorenzo y decidió that it was ella the one que debía to have el título de lady de sus pensamientos. Wisheó pa' ella un nombre tan good como his own y que conveyera la sugestión que era princeza or great lady; y, entonces, resolvió llamarla Dulcinea del Toboso, porque ella era nativa d'ese placete. El nombre era musical to his óidos, fuera de lo ordinario y significante, like los otros que seleccionó pa' himself y sus things.

La isla del día de antes, de Umberto Eco

El académico italiano vuelve al género que le vio nacer como novelista con una historia ambientada a mediados del Siglo XVII en los mares del sur, donde un náufrago piamontés salva su vida in extremis al toparse de forma milagrosa con un misterioso barco anclado y abandonado desde el que se divisa, en medio del vasto océano azul, una isla tan cercana como inalcanzable.

En las profundidades de la nave no solo encontrará comida y sustento, sino animales y plantas exóticos; extraños artilugios hijos –o no- de la ciencia del momento; una serie de misterios e incluso la compañía que todo náufrago anhela y ansía.

Hasta ahora he leído tres novelas de este famoso escritor, además de forma cronológica según fueron escritas, lo que da pie a poder fijarse en la evolución como escritor de Eco. A El nombre de la rosa (1980), le siguió la no menos genial El péndulo de Foucault (1988), aunque la trama de ambas no podía ser más diferente. Si entre una y otra pasaron ocho años, su tercera novela vio la luz seis años después, en 1994 y como ya ocurriera con anterioridad, resulta una tarea ardua intentar consignar no ya todo lo narrado por Eco en sus páginas, sino incluso dar una buena pista sobre las tramas principales.

Baste decir que Roberto della Griva, un noble del Piamonte, incapaz de abandonar el barco que le ha salvado la vida pero lo ha condenado a una cárcel sin barrotes, comienza a darle vueltas a la cabeza de tal forma que decide redactar no solo sus vivencias, sino las de un malvado hermano gemelo, totalmente inventado, que lo ha perseguido durante toda su vida y al que debe no pocos infortunios. La figura del doppelgänger de la que tantos escritores se han servido resulta una pieza fundamental para entender lo que aquí se nos cuenta, que en un principio parece una novela histórica “normal” donde se nos narran los enfrentamientos armados y políticos que tenían lugar en la época en el norte de Italia, con los franceses y españoles implicados. Entre guerras y asedios, todavía un muchacho, Roberto conocerá una serie de personajes y situaciones que lo situarán en una posición envidiable para ser requerido por el mismísimo Richelieu.

El narrador de la historia no es si no un anónimo escritor en cuyo poder se encuentran los escritos redactados por el propio protagonista en la soledad de su navío. Entre muchos otros temas, la novela intenta mostrar el contraste de una época donde la superstición y la religión son todavía muy poderosas, pero donde la ciencia comienza a abrirse camino de las formas más insospechadas. La búsqueda de la línea internacional del cambio de fecha es otro punto crucial de la trama y uno de los motores de la historia.

Al contrario que con su predecesora, me ha costado más profundizar en los misterios de esta novela. Su lectura me ha resultado más ardua y si bien es cierto que la escritura de Eco, su particular estilo que mezcla erudición y aventura y algunos pasajes muy logrados son un aliciente; hay muchos momentos en donde el interés por el resto de la historia pende de un hilo, ya que a veces cuesta conectar con la trama principal, dividida la atención entre tanta digresión mental del protagonista, que recuerda, imagina, fabula y medita todo a un tiempo.


Es decir, no es una novela fácil. Lenguaje rebuscado que intenta imitar la forma de narrar de la época, abundante filosofía e historia. Necesaria de una lectura paciente y pausada, e incluso de una relectura que ayude a comprender todos los temas que toca. Pero como ya ocurría con las anteriores novelas de Eco, posee un algo más que atractivo. 

La isla del día de antes

La isla del día de antes
  • Título original:L'isola del giorno prima
  • Editorial:Lumen
  • Año publicación:1994
  • Traducción por:Helena Lozano Miralles
  • Temas:Narrativa
  • Nota media:8 / 10 (5 votos)
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