LAS TRENZAS DE LAS CARIÁTIDES
Atenas, Grecia (1953). Fotografía de Henri Cartier-Bresson
Cuenta Vitrubio que los habitantes de Caria, una población limítrofe con Lacedemonia, se aliaron con los persas antes de la Batalla de las Termópilas. Los griegos hicieron una expedición de castigo, masacrando a los hombres y llevándose cautivas a las mujeres.
Como MEMENTO de esta traición, se habrían erigido estas seis muchachas condenadas a un castigo eterno: SER COLUMNAS.
Las CARIÁTIDES del ERECTEION de Atenas no parecen estar soportando este castigo. No parece lógico, este no era el estilo bélico griego. Las mujeres esclavas no son un hecho relevante en sus guerras.
SER UNA PILASTRA más bien sería un HONOR, y no una CONDENA.
Cuando castigamos a alguien sosteniendo un peso, presenta esta estampa:
Las CARIÁTIDES de Atenas tienen broches sujetando los vestidos, las manos cuelgan libres, el vestido no parece asiático, sino griego, vaporoso y con pliegues.
Son más grandes que el tamaño real de una mujer, para impresionar al viajero, para robar la mirada que se dirige al Partenón y distraer al fiel que quiere ver a la diosa que sostiene una victoria alada, tan grande y misteriosa, de oro y marfil.
Nuevo Museo de la Acrópolis (Atenas)
Las CARIÁTIDES podrían ser también unas doncellas lacedemonias que rendían culto con su danza a Caria, la joven muerta en la flor de la edad, que DIONISOS convirtió en nogal por amor. No llegó a ser diosa, pero recibió adoración porque enseguida se la asoció a Artemisa. Dicen que los gemelos Cástor y Pólux podrían haber sido los inventores de esta danza ritual.
Son CANÉFORAS, portadoras de cestos coronados de flores y mirtos, planta auténticamente femenina. Algunos quieren ver en el nombre de CANÉFORAS el de Cécrope, rey legendario de Atenas, mitad hombre, mitad serpiente, guardián de las cestas de Atenea. Cécrope o Erictonio, héroes y fundadores míticos de Atenas.
El descubrimiento de Erictonio (P.P. Rubens, detalle)
ERICTONIO significa “nacido de la tierra”. La diosa Atenea buscaba sus armas en el taller de Hefesto. El dios cojo intentó violarla y una gota de su semen manchó la pierna de la diosa. Ella se sacudió el líquido y éste cayó a tierra, fecundándola. Escondido en una cestita por Atenea, como tantos otros de nacimiento indeseado, solo Pándroso obedeció las órdenes de no abrirla, a diferencia de sus hermanas, invadidas por la curiosidad. Una serpiente se enroscaba en el cuerpo del bebé.
Las CANÉFORAS atenienses, muchachas distinguidas, en el debut de la juventud, y antes del matrimonio, llevaban cestas en la procesión de las Panateneas, en honor a la diosa de la ciudad.
Quizá no supieran cuál era su contenido, en honor a Pándroso, y no les picaría la curiosidad de abrirlas, como a sus hermanas. Dentro, puede que hubiera quizá algo sagrado, ctónico, como una serpiente, la misma que tiene la estatua de Fidias a sus pies.
Por eso el ERECTEION también se llama PANDROSEO, porque Pándroso no tuvo curiosidad y obedeció a Atenea. No abrió la cesta, no descubrió el misterio.
El Erecteión en su entablamento ha omitido el friso. Estas mujeres-columnas soportan todo el PÓRTICO.
El peso de semejante estructura las habría degollado si su cuello estuviera desprotegido. Pero no es así, sus elegantes trenzas, todas distintas, actúan de punto de descarga y el peso se va hacia las piernas. Sus peinados son la clave del éxito.
La simetría especular de su genuflexión en las cuatro muchachas del frontal (a la izquierda flexión en la rodilla izquierda, y a la derecha, flexión en la rodilla derecha) consiguen el ÉNTASIS de las columnas, y así, como sucede en el vecino Partenón, la CORRECCIÓN ÓPTICA. Hay curvas, pero vemos rectas
La estabilidad inerte de estas columnas se amalgama con el movimiento vibrante de una mujer.
Sus peinados son dignos de su rango. El cabello largo es signo de aristocracia. En las tumbas los arqueólogos han encontrado ofrendas de cabellos femeninos a los dioses. Exhiben orgullosas sus peinados, sus vestidos.
©2012-2013 kolkrisz
Sus homólogos masculinos, los ATLANTES, están atormentados y retorcidos. Ellas no, ellas están serenas. No creo que se trate de un CASTIGO, una esclavitud perpetua.
Ser columna, ser pilar, es ser una DIVINIDAD FEMENINA.
Virgen del Pilar sin manto (Licencia CC BY-SA. Foto David Abián)
También puede ser un EMBLEMA
Lo salvaje, lo obsceno, lo incivilizado, lo primitivo se NEUTRALIZA en la BELLEZA: trenzas elaboradas, tirabuzones, vestidos elegantes, pose altiva, nariz recta…..un ÁRBOL QUE SE ESTÁ HACIENDO MUJER.
https://classicgrandtour.com/2013/10/02/las-trenzas-de-las-cariatides/