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Memorias, cuerpos, violencias en la literatura argentina (Clase Argañaraz)

Noches de la antigüedad de Norman Mailer

 

jueves, 22 de junio de 2017

Noches de la antigüedad de Norman Mailer:

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Noches de la Antigüedad. 


Novela de época del escritor Norman Kingsley Mailer 1923-2007 (Poeta, ensayista, dramaturgo y novelista estadounidense), nacido en Long Branch. Esta obra está catalogada como su posible obra maestra. En ella se muestra un Egipto que poco tiene que ver con la elegancia de otros escritores.

Contenido

1.    1 Argumento y estructura
1.1         Argumento
1.2         Estructura
2.   2 Personajes
3.   3 Técnicas de la novela
4.   4 Conclusión
5.   5 Otros datos
6.   6 Referencias
7.    7 Fuentes



    Argumento y estructura


    Argumento

    La obra narra la vida de un hombre, o más bien, sus cuatro vidas en el Antiguo Egipto entre las dinastías XIX y XX ( 1320-1121 a.n.e.).
    Es la historia de Menenhetet, el protagonista y narrador, que en curso de la novela renace tres veces. Su destino lo lleva desde una infancia campesina hasta convertirse en el consejero más íntimo de dos faraones: uno de ellos es enérgico, casi elemental; el otro, reflexivo, indeciso, torturado y encantador.
    Menenhetet es un vagabundo que en sus cuatro vidas es auriga, general, jefe de harén, mago, sumo sacerdote y ladrón de tumbas.



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    'River of fundament' de Matthew 

    Barney, escatología y divinidades egipcias

    El artista multidisciplinar reconstruye en su último trabajo 'Noches de la Antigüedad', la obra maldita de Norman Mailer.


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    Estructura
    La novela está dividida en lo que el autor denominó “Libros”, un total de siete, identificados con los siguientes nombres:

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    1. 1.  El libro de un hombre muerto: Inicia la novela con el personaje de Meni II muerto, y su Ka nos va narrando su encuentro el espíritu de su bisabuelo, que lo guiará en su viaje por el mundo de los muertos.
      2.  El libro de los dioses: Se refleja el origen y la historia de los dioses egipcios. Además de sus pasiones y sus odios, que nos es presenta de una forma peculiar.
      3.  El libro del niño: Meni II, cuando era niño, la forma que utilizó el autor para presentar a los personajes que van a escuchar la historia que Menenhetet I.
      4.  El libro del auriga: En este libro Menenhetet I le cuenta su vida al Faraón Ramsés IX y sus acompañantes. Abordando su relación Ramsés II, hechos como la Batalla de Kadesh o "Qadesh" (tema al que este faraón le otorgó mucha importancia durante su reinado, lo que se evidencia en muchas de las paredes de los templos erigidos por él); hasta convertirse en el Gobernador de la Casa de las Recluidas.
      5.  El libro de las reinas: Fue una nueva experiencia para el protagonista totalmente alejada de lo vivido en el ejército, fue el Gobernador en el harén de Ramsés II, en medio conspiraciones y sutilezas.
      6.  El libro del Faraón: La relación entre el Faraón Ramsés II y Menenhetet se hace más cercana, porque el primero lo colocó al Servicio de su reina favorita, Rama-Nefru, llegando a ser nombrado "El Maestro de los Secretos".
      7.  El libro de los secretos: Menenhetet resume sus restantes vidas; su existencia como sumo sacerdote y ladrón de tumba, hasta llegar al momento en que el protagonista relata la historia de sus vidas.

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    Personajes

    ·         Menenhetet I: Es el protagonista y narrador de la historia que renace tres veces en el libro; pasando en sus vidas desde una infancia campesina hasta convertirse en el consejero más íntimo de dos faraones: El primero Ramsés II y el segundo Ramsés IX. En su relato cuentas sus aventuras junto al Faraón Ramsés II en la Batalla de Kadesh en su primera vida. Y como el hebreo Nefesh-Besher lo enseño a renacer.

    • Estatua de Ramsés II situada en el Templo de Abu Simbel
    • Estatua de Ramsés II situada en el Templo de Abu Simbel
      ·         Menenhetet II: Es el bisnieto de Menenhetet I e hijo de Hafertiti, es el niño al que llaman Meni II o Meni Ka, es un narrador que va contando las impresiones que causan los cuentos de su bisabuelo en los presentes y en él. Cuando se inicia la novela esta personaje ya está muerto.
      ·         Hafertiti: Es la nieta de Menenhetet I, es una mujer hermosa, según su abuelo es tan bella como la Nefertiti. Es apasionada, ambiociosa, aunque está casada con Nef-khep-aukhem (que también es su hermano), y se siente atraída por el faraón Ramsés IX.
      ·         Ptah-nem-hotep (Ramsés IX): Es el faraón Ramsés IX, es un hombre indeciso, reflexivo, pero con cierto encanto que atrae la pasión de Hafertiti. Y en la "Noche de la Fiesta del Cerdo" convierte a Menenhetet I en su consejero.
      ·         Ramsés II: Es el personaje histórico de Ramsés II, El Grande, se le describe como un hombre muy apuesto, de carácter enérgico y valiente. Al comenzar la historia de esta novela cuenta con veinte años de edad y esta casado con Nefertiti (su hermana), que era en esos momentos su reina preferida. Luego pasado casi más de quince años la desplaza por Rama-Nefru, una princesa entregada a el como regalo por los Hititas.

    Nefertiti, es una escultura de la cabeza de la reina egipcia, considerada un icono de la belleza femenina
    ·         Nefertiti: Es un personaje histórico, que fue reina del Antiguo Egipto. En esta novela se le caracteriza como una mujer inteligente y enamorada de Ramsés II, que al verse desplazada por Rama-Nefru, mujer más joven que ella, celosacomienza a conspierar contra su esposo valiéndose para ello de Menenhetet y Bola de Miel..
    ·         Nefesh-Besher: Es un personaje que está castigado en el Oasis de Eshuranib, cuando Menenhetet llegó a ese lugar, castigado por un hecho que no cometió. Fue el hombre que le enseñó la forma de volver a nacer..
    ·         Bola de Miel: Fue una de las reinas menores de la Casa de la Recogidas (el harén del Faraón), en los tiempos de Ramsés II. Fue una de sus preferidas, pero cometió el error de prestar una joya que éste le había regalado y fue castigada mandándole a cortar el dedo pequeño del pie izquierdo. Después de este hecho engordó y dejó de ser una de sus favoritas y se dedica a la práctica de la magia (ella y Menenhetet fueron amantes mientras él fue el "Gobernador de la Casa de las Recogidas"). Su nombre real era Ma-Khrut.

    ·         Rama-Nefru: Es una de la reinas de Ramsés II, llevada a Egipto para ser regalada al faraón. Fue descubierta por el monarca al cabo del tiempo en su harén de Fayum, luego de esto es llevada a Tebas y se convierte en la preferida de Ramsés, y debido a los celos de Nefertiti y a los hechizos de Bola de Miel pierde su cabello. Es una mujer mucho más joven que su rey, bella, inteligente y no es vanidosa.


    • Nefertiti, es una escultura de la cabeza de la reina egipcia, considerada un icono de la belleza femenin
    • NOCHES DE LA ANTIGÜEDAD  (fragmento)

    Entramos en el círculo de lapislázuli, donde ella bendijo mi cuerpo desnudo en un orden preciso. Esto también os digo: pasó el incienso por mi ombligo y mi frente, mis pies y mi garganta, mis rodillas y mi pecho, y por último, por los vellos de mi ingle. Luego ungió los siete lugares con gotas de agua, pulgaradas de sal y, por último, con gotas de aceite. Sostenía una vela encendida cerca de mi cuerpo para calentarlo. Ahora yo estaba bendecido y preparado.

    Del altar tomó un cuchillo con mango de fino mármol blanco y punta tan afilada que hasta el ojo podía sangrar si se lo miraba fijo. Luego se quitó su bata blanca y se quedó tan desnuda como yo. Con el cuchillo me pinchó el vientre, justo debajo del ombligo, y mezcló mi sangre con la suya, pues también se pinchó debajo de su ombligo. Desde allí repitió cada paso de la bendición, tomando una gota de sangre de mi frente y de la de ella, del dedo gordo del pie, del pecho y de la ingle. Cada gota de sangre se aferraba a al punta del cuchillo como una lágrima, hasta que lo llevaba a la misma parte de su cuerpo, de modo que cuando terminamos, nuestra sangre estaba mezclada en estas siete moradas. Nos erguimos juntos frente al altar, solemnes, desnudos e igualmente marcados.

    Ahora yo ya estaba preparado para ser consagrado ante su Templo. Me hizo acostar sobre la piedra dentro del círculo, en donde ardía un pabilo en un platillo de aceite; allí levantó un látigo y lo dejó caer sobre mí dos veces, cuatro veces, luego 14 veces.

    Resultado de imagen de Noches de la antigüedad de Norman MailerDe muchacho me habían azotado muchas veces. Luego debía arrastrarme y buscar barro para restañar las heridas sangrantes. En mi primera vida, por más alto que fuera mi rango, nadie podría haberme confundido jamás con un noble: tenía demasiadas cicatrices de latigazos en la espalda. Un azote no me era extraño. Pero ser azotado por Bola de Miel era diferente. Ella lo hacía con una suavidad que se propagaba. Si arrojarais una piedra en un estanque, y en el segundo intento lograrais acertar con otra piedra en el centro del primer círculo, y en el instante preciso (de modo de no crear una confusión al esparcirse la ola, pero sí profundizar el rizo), entonces os acercaríais al arte de Bola de Miel. El dolor me penetraba como el aceite perfumado alcanza hasta el último resquicio de la tela. En noches anteriores me había enseñado a besar, y yo vivía en la opulencia de esos abrazos, y sabía por qué el besar es una diversión de nobles. Ahora atravesé los valles de las flagelaciones. Un vértigo cercano a la embriaguez se apoderó de mis pensamientos, lo cual equivale a decir que me entregué a una adoración de mi propio sufrimiento, pues me sentía como purificado de toda vergüenza. Estaba al borde de la resistencia, listo para saltar al cielo debido a la tortura del mero toque del látigo. No obstante, provenía de ella una ternura. ¿Cómo explicar tal choque de sentimientos? Permitid que os diga que ella dejaba caer el látigo con golpes perfectos, una vez sobre cada nalga, luego dos veces y después una vez sobre las catorce partes dolientes del cuerpo de Osiris que ahora pertenecía tanto al dios como a mí. Me fustigó la cara, una vez con los ojos cerrados, otra con los ojos abiertos; luego le tocó el turno a la planta de los pies, a los brazos, a los puños, la espalda y el vientre, el pecho y el cuello. Por último el látigo cayó sobre mis testículos y, como una víbora, se enroscó alrededor de mi flácido gusano. 
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    Ese fue el fin del rito, pero sólo el comienzo de los placeres de esa noche. Ahora fui yo quien le fustigó las nalgas, grandes como la luna y rojas para cuando terminé mis azotes. Yo también aprendí el arte de la flagelación, pues no era mi brazo el que sostenía el látigo, sino su corazón que lo atraía hacia su cuerpo, de modo que yo sentía que estaba azotando la marejada de su corazón. Luego, ante mi propia sorpresa y espanto, pues jamás había hecho esto antes (ni siquiera por Usimare), tomé esas montañas de faldas azotadas y acerqué la cara al pliegue de su asiento y, con ávida voracidad la besé en el lugar donde esconde su fragancia todo lo que pronto morirá. Después de tantos esfuerzos, olía como un caballo. Ella hizo lo propio conmigo, y rodamos con la cara escondida en el posterior del otro, y así, con esa ceremonia, nos casamos. Ya nunca seríamos iguales que antes. Ella me dio tantos besos en el portal del trasero, y tantas caricias me hizo, que terminé sintiéndome como un faraón, tendido de espaldas, sin saber si era el marido o la mujer de todo Egipto. Transportado por corrientes tan maravillosas, volví a sentir que había propósitos a los que ella no se refería y que me iba convirtiendo en el esclavo de sus vastas intenciones.        


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    Norman Mailer: Amigo sólo en las malas

    http://revistacritica.com/contenidos-impresos/ensayo-literario/amigo-solo-en-las-malas




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    (Norman Kingsley Mailer; Long Branch, 1923 - Nueva York, 2007) Poeta, ensayista, dramaturgo y novelista estadounidense. Estudió y se licenció en la Universidad de Harvard, en 1943, antes de enrolarse como soldado en la Segunda Guerra Mundial. Sus experiencias bélicas quedaron reflejadas en la novela Los desnudos y los muertos (1948), que le valió el aprecio unánime de la crítica y se convirtió en un best-seller. La trama es un cáustico análisis de la sociedad norteamericana y sobre todo del autoritarismo en la figura de uno de los protagonistas, el general Cummings.












        Resultado de imagen de Norman MailerNoches de la antigüedad (fragmento)


        “En la oscuridad, entre dos bloques de piedra, mis dedos pronto encontraron un nicho no más ancho que la cabeza de un hombre. Por la frescura que llegaba, debía de conducir al exterior. El aire que entraba por la hendidura no era más que un susurro, tan débil que no hubiera podido ni mover un pelo ni una pluma, pero traía el fresco del desierto cuando hacía bastante que se había ocultado el sol. Me dirigí hacia ese susurro de frescura y, ante mi sorpresa, mi brazo penetró en el nicho. Era un pozo largo entre grandes bloques de piedra, que en partes no parecía más ancho que mi cabeza, pero que ascendía en línea recta y luego trazaba un ángulo abrupto. Un trayecto inmundo. Los caparazones de innumerables escarabajos muertos me obstruían el paso. Las hormigas me recorrían la piel. Las ratas gritaban, aterrorizadas. Sin embargo, yo trepaba sin sentir pánico, sólo sorprendido por la estrechez del pasaje. Parecía imposible que pudiera avanzar, pues era apenas más ancho que la guarida de una víbora. No obstante, era como si yo careciera de hombros o caderas. Poseía astucia en el tacto, y, como la víbora, no tenía miedo de quedarme atascado. Era capaz de volverme más angosto. Pero es mejor decir que avancé con mis pensamientos por ese pasaje largo y estrecho, y mi cuerpo fue lo suficientemente dócil como para obedecer. Una sensación extraña. Me sentía vivo. El susurro del aire hacia donde iba tenía fosforescencia. Partículas de luz resplandecían en mi nariz y en mi garganta. Estaba más vivo que lo que alcanzaba a recordar y, sin embargo, no sentía el yugo del músculo o el hueso. Era como si me hubiera reducido al tamaño de un niñito.     




        Resultado de imagen de Noches de la antigüedad de Norman Mailer
        Cuando por fin llegué cerca de la boca del pozo, vi el cielo y la luz de la luna inclinada sobre el borde. Mientras descansaba, vi pasar la luna llena, y su luz me ungió. Desde los huertos lejanos llegaba la fragancia de las higueras y palmeras datileras así como el fresco de las vides. El aire de esa noche me traía insinuaciones de los jardines donde alguna vez hice el amor. Volví a conocer el olor de la rosa y del jazmín. Abajo, junto a la lejana ribera, las palmeras destacarían su negra silueta contra el agua plateada del río. "