miércoles, 6 de junio de 2012
"Internet es un juguete; precisamos maestros"
XIII Feria Internacional del Libro Ray Bradbury: "Internet es un juguete; precisamos maestros" El autor de "El hombre ilustrado" defendió con firmeza al libro ante el avance de la tecnología en las comunicaciones.
El Planetario de los bosques de Palermo fue el sitio donde, en la destemplada mañana de ayer, el escritor de ciencia ficción Ray Bradbury hizo su primer contacto con los seres de la Argentina.
Este primer encuentro se dio cerca de las 11, cuando la secretaria de Cultura de la ciudad, María Sáenz Quesada, le entregó el diploma que lo consagró visitante ilustre de Buenos Aires. Siguió una breve función, en el hemiciclo del Planetario, sobre estrellas, planetas y galaxias.
El espectáculo culminó con la súbita aparición de la imagen del propio Bradbury, proyectada sobre el cielo estrellado y artificial; un regalo inesperado que el escritor, en la conferencia de prensa que vino a continuación, se apresuró a agradecer: "Jamás soñé que llegaría al espacio exterior".
GENERACIÓN DE ESTÚPIDOS
El ensayista norteamericano Alvin Tofler alguna vez escribió que la juventud de los años "90 constituye, por su apego incondicional a las computadoras, "la generación de la pantalla". Bastante más explícito, Bradbury dijo ayer que, por lo menos en los Estados Unidos: "Estamos criando una generación de estúpidos. Se habla de poner computadoras en el sistema educativo, cuando lo que necesitamos son libros y mejores maestros".
Los libros están en la cúspide de los afectos de Bradbury, como autor y, en especial, como lector. Un cariño que nació al haberse autoeducado en las bibliotecas públicas de Los Angeles, cuando la pobreza le cerró el camino a la universidad.
"Siempre tendremos libros. La computadora es algo lejano, remoto. A un libro lo podemos apretar contra el pecho, poner en el bolsillo, llevar a la cama. Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro", insistió el autor de Crónicas marcianas y Farenheit 451.
"Ponemos demasiada atención en las cosas técnicas, pero no en lo creativo. Hay una fascinación con Internet, que es un juguete. Para investigar es muy bueno, pero no enseña a crear."
Para Bradbury, pasar varias horas sumergido en Internet "es como almorzar todos los días con la gente equivocada. Es mejor ir a la plaza con un buen libro, porque allí hay un amigo que puede enseñarnos algo".
CADA VEZ MÁS CUENTOS
"Espero que se le dé importancia al libro y al maestro, sino, corremos el riesgo de crear una elite que nos controle. Si tenemos millones de gente que no lee, automáticamente tenemos una elite", advirtió el escritor, al subrayar su inquietud frente el oscurantismo y la ignorancia organizada. La imaginación de Bradbury, siempre fecunda a sus 76 años, se nutre de los nuevos inventos, los buenos como los malos: "Cada vez estamos más rodeados por la tecnología; hay nuevas cosas que celebrar y que criticar, lo que facilita mi trabajo".
¿Qué cosas celebra?: "Uno de los grandes inventos de los últimos 20 años es el video cassette, porque por muy poca plata nos podemos educar: podemos aprender historia y ver grandes películas". Con tanto invento, "cada vez escribo más cuentos; tengo un libro editado hace poco y otro a punto de aparecer. También he estado trabajando en tres guiones de cine". Bradbury admitió que, si bien sigue escribiendo ciencia ficción, jamás lee a sus colegas, a los cronistas espaciales como él, "porque muchos de los que escriben ahora se imitan unos a otros, y las historias son sobre criaturas de otros mundos a las que se les salen los sesos por la cabeza".
SERES MILAGROSOS
"Siempre me preguntan si creo en la teoría de Darwin, y digo que sí. Cuando me preguntan si creo en la teoría de Lamark, vuelvo a decir que sí, y también digo que sí cuando me preguntan si apoyo la teoría creacionista del Antiguo Testamento. A todo digo que sí, porque nada está probado", señaló el autor de "El hombre ilustrado".
Al parecer, lo único que quiere probar Bradbury es que "somos seres milagrosos", nacidos en un planeta que alguna vez, golpeado por un rayo, "decidió convertirse en vida".
"Hace miles de años -reflexionó el escritor-, cuando logramos el don de la visión, empezamos a mirar a las estrellas desde la boca de las cuevas. Ahora tratamos de llegar a ellas."
Como corolario, el prestigioso escritor de ciencia ficción expresó, ante el enjambre de periodistas que lo escuchaba absorto en el Planetario, que: "Viajar por el espacio es nuestra manera de intentar ser inmortales, un esfuerzo religioso en el pleno sentido de la palabra: es religarse al universo."
Ramiro Pellet Lastra
La mañana verde[Cuento. Texto completo] Ray Bradbury | |
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S�bado 26 de abril de 1997, Buenos Aires, República Argentina |
EUFORICO. Así se mostró el famoso autor de "Crónicas marcianas" en su excursión al Planetario. | Mi única razón para desear ser inmortal es que podría llegar a Marte, fantaseó alguna vez el escritor Ray Bradbury. Ayer, en el Planetario, el autor -que llegó de Estados Unidos para participar de la Feria del Libro- , pareció cumplir su sueño de eternidad. Todo el planeta rojo estuvo presente para recibirlo: la magia del proyector permitió que Bradbury se viera, de repente, rodeado de la superficie llena de cráteres de ese lejano y por él adorado lugar del universo. |
Un taller para los docentes | Habían pasado ya las 11 de la mañana -casi las 17, según el reloj del Planetario, que marca las horas siderales utilizadas en las investigaciones astronómicas- cuando el escritor entró al auditorio y repartió saludos y besos con la mano. De pelo blanco y anteojos, parecía que, al sonreír, los mofletes inflados le agrandaban el aspecto de personaje simpático que inspira su figura. Bradbury fue recibido por distintos funcionarios, entre ellos la secretaria de cultura del gobierno de la ciudad, María Sáenz Quesada, que un rato más tarde lo declararía visitante ilustre. Después de las presentaciones de rigor, el escritor reclinó su traje de tono claro y su colorida corbata en la butaca; fue entonces cuando el cielo del auditorio empezó a oscurecer. El autor no había estado nunca en Buenos Aires y, por primera vez, veía desde esta ciudad el cielo austral. De este lado del mundo descubrió los astros pero en posición invertida: Las tres Marías, La Cruz del Sur, la Vía Láctea, algún asteroide, los anillos de Saturno y, por supuesto, el contorno brillante y rojizo del planeta Marte. El espectáculo era conducido por Antonio Cornejo, director del Planetario, quien daba nombres y explicaciones relacionadas con las figuras celestiales que aparecían en el techo. "Según Bradbury, los marcianos son espíritus refulgentes, luces azules que hablan sin lenguas, seres que pueden aparecer con la forma que la imaginación desee adoptar", describió el profesor y lanzó una pregunta: "¿Están preparados para ver uno?". En ese momento el proyector produjo el milagro: en medio del paisaje aparentemente desolado de Marte apareció una foto de Bradbury, "el líder de los marcianos, el ilustre marciano", según las expresiones del conductor. El propio autor lo explicó después: "En algún momento nosotros vamos a ser los marcianos, los que nos mudemos a otras partes del universo". Un libro clave Nacido en la Tierra hace 76 años, Bradbury soñaba con conocer Marte desde los siete u ocho. Empezó a escribir a los doce y la literatura le permitió lo que la ciencia no le facilitó todavía: en 1950 emprendió un viaje intergaláctico con la imaginación y a su regreso publicó Crónicas marcianas, un título que recorrió el planeta y marcó para siempre el género de la ciencia ficción. El libro fue presentado por Jorge Luis Borgesque, en el prólogo, anotó: "Su tema es la conquista y colonización del planeta. Esta ardua empresa de los hombres futuros parece destinada a la época, pero Ray Bradbury ha preferido un tono elegíaco. Los marcianos, que al principio del libro son espantosos, merecen su piedad cuando la aniquilación los alcanza. Vencen los hombres y el autor no se alegra de su victoria". Después vinieron El hombre ilustrado,Farenheit 451, El vino del estío y muchísimos otros títulos, además de guiones para televisión y cine, obras de teatro y poesías. Con su presencia, Bradbury acompañará, en la Feria del Libro, la difusión de dos de sus textos más recientes: Más rápido que la vista (cuentos) y Columna de fuego y otras obras para hoy, mañana y después de mañana, un volumen que reúne piezas teatrales. El autor nunca quiso encasillar su literatura en el género de la ciencia ficción pero, aun a su pesar, así será recordado por generaciones y generaciones de amantes del cosmos. Escribir es más fácil "Cada vez escribo más, todos los días tengo nuevos cuentos. Hay un libro que está por aparecer y recientemente hice otros tres guiones para cine. Cada vez estamos más rodeados de tecnología y eso facilita la escritura porque hay más motivos para celebrar y también más para criticar", explicó el autor en la charla que siguió a la presentación del espectáculo. En muchas de sus obras, la tecnología y la mecanización convierten al mundo en un universo oscuro y totalitario, donde los libros son prohibidos o directamente dejan de existir. "Pero no será así, siempre habrá libros. Porque la computadora es un aparato lejano, distante; en cambio, el libro es como un niño, uno puede tomarlo y abrazarlo contra el pecho. Es algo mucho más hermoso", se corrigió el escritor. Bradbury asesora permanentemente a la NASA. Cuentan que, en agradecimiento, el organismo lo invitó formalmente a integrar una de las tripulaciones que partía en misión exploratoria y que el escritor rechazó la invitación. No lo dijo pero parece que, por entonces, su pánico a los aviones -o a cualquier otro tipo de máquina voladora- era enorme. El escritor siempre prefirió despegar la imaginación, pero no los pies, de la tierra. A fuerza de los tres martinis que se tomó cada vez que no le quedó más remedio que volar, empezó a perderles el miedo a los aviones. En una oportunidad hasta le presentó al presidente George Bush un proyecto para colonizar la Luna y Marte. "El viaje espacial es nuestra manera de ser inmortales. En el mejor sentido, es un esfuerzo religioso, para religar -como dice la palabra- para unir cosas", explicó en el Planetario. El sueño eterno, otra vez: "Cuando me muera me gustaría que me pusieran en una latita y me llevaran a Marte". El planeta Bradbury El 20 de julio del 76 una nave construida por el hombre llegó por primera vez al planeta rojo. Ese memorable día, el escritor le dijo a un periodista que el planeta debería llevar su nombre o el del padre de Tarzán: "Marte pertenece tanto a Edgar Rice Burroughs, creador de relatos marcianos, como a mí mismo. Hicimos un trabajo valioso, algo así como una agencia de viajes del planeta". En sus Crónicas marcianas el escritor fue más lejos que la realidad. Puso mes y año al primer viaje tripulado a Marte: febrero de 1999. Pero la profecía se adelantó. El de ayer en el Planetario no fue un viaje real, es cierto, pero a Ray Bradbury le sobra imaginación. | |
JUDITH GOCIOL |
La inmortalidad según Ray Bradbury
5COMENTARIOS
Autor original donde los haya, ayer Ray Bradbury dio su particular visión de la inmortalidad humana, en una conferencia vía satélite con el público de la Feria del Libro de Guadalajara. Y es que, para Bradbury, la humanidad será inmortal cuando colonice otros mundos. Por qué será que viniendo de él no me sorprende…
¡Nosotros somos los marcianos! El hombre del futuro es un viajero espacial, sólo viviremos eternamente cuando nos reguemos por el universo. Por toda la raza humana hay que volver a la Luna y luego a Marte, tenemos que hacerlo.
Con casi noventa años, este escritor de novelas y relatos de ciencia-ficción y terror, sigue desbordante de energía, a pesar de que su salud está bastante resentida debido a una apoplejía. Sus ganas de vivir siguen contagiando a sus lectores y su entusiasmo por el universo incita a más de uno a intentar montar una nave espacial en el patio trasero de su casa. Ayer Bradbury volvía a hablar de sus temas favoritos: los viajes espaciales, su apología de las bibliotecas y sus motivaciones para escribir. También compartió con el público mexicano cómo escribió su obra más famosa, Fahrenheit 451:
Tenía tan poco dinero, estaba recién casado y quería escribir sin gastar dinero, fui a laUCLA (Universidad de California) y en un sótano había unas máquinas de escribir a las que tenía que ponerle 10 centavos de dólar cada media hora, y en nueve días gasté nueve dólares, con eso hice la primera versión de ‘Fahrenheit 451’, ¿qué tal está eso?
Confieso que me encanta Ray Bradbury. Me emocionan sus novelas y admito que he llorado con algunos de sus relatos. Su ciencia-ficción es intuitiva y personal, y sobre todo, muy humana. Ray Bradbury habla de personas, incluso cuando está escribiendo sobre vampiros o marcianos. Es uno de mis escritores de cabecera y no pasa un año sin que relea alguno de sus libros. Desde aquí sólo me queda desearle, si no la inmortalidad, al menos muchos años más de vida. ¡Salud, Ray!
Vía | Yahoo News
Más información | Página oficial de Ray Bradbury
En Papel en Blanco | Ray Bradbury, las bibliotecas públicas y el futuro del libro , Bradbury desmitifica a Farenheit 451
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'El vino del estío' de Ray Bradbury da el salto al cine
Ya sabéis que soy asidua a pasearme por el resto de blogs de la casa, y aunque desde hace unos días estaba más desconectada de lo normal, cuando he abierto Zona Fandom y he visto esta noticia, me ha alegrado el día. Ya he comentado varias veces lo muchísimo que me gusta Ray Bradbury, por lo que conocer que van a adaptar al cine su novela El vino del estío no puede sino alegrarme. ¡Bravo!
‘El vino del estío’ es una de sus novelas más intimistas, aunque, por supuesto, el componente fantástico siempre está presente. Nos encontramos aquí con una recreación idílica de ese verano perfecto de la infancia, ese que recordarás años más tarde, difuminando los malos recuerdos y perfeccionando los buenos. El protagonista es Douglas, un chico de doce años, pero bien podría ser el propio Ray, ya que está considerada como una novela autobiográfica. La noticia se conoció el día que Ray Bradbury celebraba su 91 cumpleaños y sus declaraciones no podían ser más entusiastas:
Este es el mejor regalo de cumpleaños que podía pedir. ¡Hoy he renacido! ‘El vino del Estío’ es mi trabajo más personal y me trae recuerdos de la más profunda felicidad así como de terror. Es la historia de mí mismo cuando era un crío y la magia de un verano inolvidable que aún me posee con todo su misticismo.
De la producción de la película se ocuparán Phoenix Pictures y Mike Medavoy, productor de éxitos como Shutter Island o Cisne Negro. Reconozco que no he leído ‘El vino del estío’, aunque lo tengo en casa desde hace bastante tiempo. Aún no han dado fechas para el estreno, pero me imagino que todavía tardarán un par de años en darle forma. Vamos, que tengo tiempo de buscar el libro y dar buena cuenta de él…
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