viernes, 12 de mayo de 2017

Los picapedreros de Courbet


Gustave Courbet
Gemäldegalerie de Dresde

Picapedreros

Autor: Gustave Courbet 
Fecha: 1849
Museo: Gemäldegalerie de Dresde
Características: 165 x 238 cm.
Estilo: Realismo Francés
Material: Oleo sobre lienzo
Copyright: (C) ARTEHISTORIA

Picapedreros

Comentario
Con los Picapedreros, Courbet inaugura la temática socialista en la pintura, según su amigo Proudhon. El lienzo surgió cuando el pintor contempló la dureza del trabajo de estos dos hombres, transmitiendo con su pintura una fuerte carga social. Las figuras ocultan sus rostros, concentrándose en su labor; visten ropas raídas, apreciándose claramente los parches de los pantalones o los agujeros en las camisas. Con esta obra, Courbet quiere democratizar el arte, analizar la sociedad para corregirla ya que el pintor tiene una misión que cumplir. Los dos picapedreros se recortan sobre la oscura loma que hay tras ellos, apreciándose referencias a la naturaleza. Las piedras, la cacerola del fondo, los útiles de trabajo toman un papel protagonista en la composición, recogiendo el pintor con el mayor realismo posible lo que observan sus ojos. Su exhibición en el Salón de 1850 sirvió para exaltar el trabajo públicamente. Desgraciadamente, fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
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Olimpia


Autor: Edouard Manet 
Fecha: 1863
Museo: Museo de Orsay
Características: 130´2 x 189´9 cm.
Estilo: Impresionismo
Material: Oleo sobre lienzo
Copyright: (C) ARTEHISTORIA

Olimpia

Comentario
Posiblemente sea ésta la obra más famosa de Manet, junto a Desayuno en la hierba. Fue presentada al Salón de 1865 junto a Cristo escarnecido por tres soldados, contraponiendo así una figura masculina y otra femenina, ambas desnudas. Para los críticos y público fue una provocación, por lo que de nuevo se produjo el escándalo; por el contrario, recibió apoyo y felicitaciones de los jóvenes artistas que después formarán el grupo impresionista. El pintor presenta la figura de una prostituta de alto postín, desnuda, tumbada sobre un diván, acompañada de su dama y de un gato negro. La modelo que posó para el cuadro fue Victorine Meurent, favorita de Manet y amante del fotógrafo Nadar. La principal fuente de inspiración es la Venus de Urbino de Tiziano, copiada durante la estancia en Florencia de 1853 ó 1856. También existen ecos de la Maja Desnuda de Goya y la Odalisca con esclava de Ingres. Sin embargo, la novedad que aporta Manet es que se trata de una mujer de carne y hueso, olvidando la relación con la mitología o lo oriental. Es decir, se trata de una escena contemporánea, inspirada en una poesía de Baudelaire dedicada a una cortesana. Aquí estaría el punto de partida de las escenas de burdel que tan famoso harán, por ejemplo, a Toulouse-Lautrec. El recurso de unir modernidad y tradición clásica era muy utilizado por Manet, como ya había hecho en Música en las Tullerías o Desayuno en la hierba. Por esto es considerado el primero que rompe de manera definitiva con la tradición académica, sirviendo a los impresionistas como punto de referencia y estímulo, a pesar de que Manet nunca se integró en el grupo. El lenguaje empleado en esta imagen es mucho más audaz que en obras anteriores; de nuevo la figura se recorta sobre un fondo neutro, utilizando una iluminación frontal que elimina las gradaciones tonales y las sombras. Esta iluminación - tomada de la estampa japonesa - acentúa la sensación de planitud, eliminada por Manet al contraponer partes claras y oscuras, revelando el sentido del volumen. Las líneas de los contornos están perfectamente definidas, destacando el valor otorgado por Manet al dibujo como le había indicado su maestro, Couture. La pincelada de Manet es muy segura, define con brillantez los detalles de las telas y emplea la mancha para las flores o las cortinas verdes del fondo. La bella figura de Olimpia mira con descaro al espectador, como si de un cliente se tratara; su sensual cuerpo se ofrece con los zapatos de tacón puestos, aumentando así el concepto de realismo aprendido de Courbet, que acentúa con la aparición de la sirvienta de color - con un magnífico ramo de flores en las manos - y el gato negro, que contrasta también con el cuerpo nacarado de Olimpia y con las telas blanquecinas sobre las que posa. Destaca el mantón oriental que sujeta la dama con su mano izquierda, síntoma de la afición por lo oriental de aquellos momentos. El título de Olimpia le fue puesto por Astruc quince meses después de ser pintada, inspirándose en los versos de un poema titulado La Fille des îles. Una dama italiana llamada Giulia Ramelli se prendó de la obra y escribió al pintor, preguntando por el precio para adquirirla. Manet la valoró en 10.000 francos, suma excesiva para la compradora. En 1889 fue presentada en la Exposición Universal de París, donde la pretendió comprar un coleccionista americano. El pintor Sargent advirtió a Monet, que inició una suscripción popular para comprar la Olimpia y donarla al Estado; entre julio de 1889 y enero del año siguiente se llevó a cabo dicha suscripción, no exenta de incidentes.
Con motivo del centenario de Manet, Paul Valery glosaría esta obra en los siguientes términos: "Olimpia choca, despierta un horror sagrado, se impone y triunfa. Olimpia es escándalo, ídolo; potencia y presencia pública de un miserable arcano de la sociedad. Su cabeza está vacía: un hilo de terciopelo negro la separa de lo esencial de su ser. La pureza de un trazo perfecto esconde a la Impura por excelencia, aquella cuya función exige la ignorancia sosegada y cándida de todo pudor. Vestal bestial consagrado al desnudo absoluto, lleva a soñar todo lo que esconde y conserva de barbarie primitiva y de animalidad".

Berthe Morisot con abanico


Autor: Edouard Manet 
Fecha: 1872
Museo: Museo de Orsay
Características: 60 x 45 cm.
Estilo: Impresionismo
Material: Oleo sobre lienzo
Copyright: (C) ARTEHISTORIA

Berthe Morisot con abanico

Comentario
La pintora Berthe Morisot será una de las modelos favoritas de Manet en la década de 1870. Ella disfrutaba posando para el gran maestro, llegando a sentir celos de Eva Gonzalès cuando ésta entró en el estudio. La cuñada de Manet - se casaría con su hermano menor Eugène - aparece sentada en una silla, vestida de negro y ocultando su rostro con un abanico. La figura se recorta sobre un fondo rojizo en sintonía con las tonalidades oscuras de la composición, alterada por las medias, los zapatos y las referencias a la carnación de la modelo en brazos y rostro. La pincelada es muy abocetada, aplicando largos toques que le acercan al Impresionismo.

The Circle - Trailer #2 (Subtitulado en Español)