lunes, 26 de enero de 2009

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Viernes, 6 de Febrero de 2004

PERSONAJES

El lugar deseado

Después de 33 años de periodismo –entre los que se destacan esos que pasó en la revista Humor haciendo entrevistas memorables–, Mona Moncalvillo ocupa por primera vez un lugar en la función pública: la dirección de Radio Nacional. No sólo está cómoda en ese sitio: para alguien que se crió en un pueblo donde el único medio que llegaba era la radio, ese lugar es el “indicado”.

Por Sonia Santoro

Es un día de ésos para Mona Moncalvillo. Se quemó la planta transmisora de Córdoba y todavía no sabe la gravedad del asunto. Aunque sí sabe que afrontar cualquier gasto extra es un problema más a los de su rutina diaria desde que asumió como Directora Ejecutiva de Radio Nacional. Así y todo, detrás de su escritorio, la voz de Moncalvillo suena amable y campechana. Primera impresión que se refuerza cuando se remonta a sus primeros años vividos en un pueblito tan chiquito que ni plaza ni iglesia tenía. Lo que sí había en Curacó era una radio, a la que rodeaba toda la familia para escuchar Los Pérez García o Tarzanito. Y desde entonces, ella supo que lo suyo alguna vez iba a pasar por un micrófono.
Son famosos su reportajes en la revista Humor. Hoy conduce Dos ideas juntas, programa que empezó en Plus Satelital y ahora está en el 7. Y Las 40, un programa de radio donde, dice, federaliza la información. En fin, hace 33 años que Moncalvillo anda dando vueltas por el periodismo pero es la primera vez que es funcionaria.
–¿Cómo se siente en este nuevo rol?
–Es una mezcla de sensaciones. Una desearía destrabar un montón de cosas que no se pueden destrabar como una piensa, que es todo rápido, fácil y que con trabajar un montón de horas solucionás todo. Entonces, estoy trabajando un montón de horas y trato de seleccionar las cosas y no me empecino en lo que no sale sino que sigo haciendo. Acá hay problemas con el personal, con los gremios, con las plantas transmisoras. Tenemos 75 radios con tecnología muy atrasada. Pero además hay que escuchar a la gente de cada uno de esos lugares, porque todos cumplen una función fundamental y uno que no la cumpla... Es una urdimbre que se ha ido tejiendo pero que está rota en varios lugares.
–Era esperable.
–Estamos de acuerdo, yo sabía que esta radio venía desde hace muchos años en un estado muy crítico. Porque creo que cuando los directores aceptaban estar al frente de esta emisora, pasadas las fotos, las notas, seguían su vida común. A mí me transformó mi vida como un guante. Yo no estoy prácticamente en mi casa nunca, he tenido que dejar parte de mi tarea profesional.
–Ahora está en Canal 7 y en Radio Nacional.
–Sí, pero soy funcionaria y no puedo cobrar por mi trabajo. Esto yo ya lo sabía pero yo tampoco quiero dejar morir al periodismo ni la parte creativa que pueda tener, entonces, sumé; cosa que solemos hacer las mujeres, nunca liberamos, sumamos.
–Más allá de una directora interina, es la primera mujer en este puesto, ¿cree que puede aportar algo distinto desde el género?
–Yo creo que no es una cuestión de género. Las mujeres tenemos una sensibilidad especial, que podemos hacer doscientas cosas, pero mejor no lo digo así no se avivan –risas–. Creo que las mujeres tenemos una gran capacidad de desdoblar. El chiste de que los hombres no pueden mascar chicle y cruzar la calle. Nosotras podemos mascar chicle, cruzar la calle, llevar a los chicos, las bolsas de las compras y hasta ir fumando. ¿O no? Eso es lo que hacemos las mujeres, desdoblamos.
–¿Por qué un medio estatal siempre está asociado a programas aburridos?
–Te voy a corregir porque Canal 7 está haciendo cambios de programación muy interesantes. Lo que pasa es que la gente apela a lo más fácil, hay pueblos que todavía como el nuestro necesitan un poco más de educación. Y bueno, los gustos se van modelando de acuerdo a la oferta de cosas que les van dando. Si vos a una persona nunca le diste un libro para que leyera, ¿qué amor puede tener por la lectura? Esto se va cambiando de a poco pero yo soy una batalladora en el tema educación y trabajo, que creo que son los dos ingredientes que van a transformar a este país.
–Desde que asumió habló de la necesidad de lograr el federalismo de la comunicación. ¿Qué ha hecho en ese sentido?
–Las 40 es eso, manejar el interés de la información desde otros lugares que no son Buenos Aires. Digo que renunció un miembro de la Corte pero también estoy contando lo que está pasando en Salta con el aumento del precio de los tomates, a raíz de las inundaciones; y al mismo tiempo en Jacobacci empezó a andar La Trochita. Yo no sé si a la gente de Buenos Aires la sensibiliza pero es lo más importante que pudo pasar en Jacobacci, fue un notón. Entonces, no centralicemos todo acá, en cada lugar cada uno tiene su vida, su historia, su sensibilidad, sus intereses, me parece fantástico eso. Hay que abrir un poco la cabeza a qué piensa y siente otra gente que no es la que vive en la city y en Puerto Madero.
–Y en algunos lugares es el único medio de comunicación.
–Vital, vital para todo. Para enfermos, para catástrofes, para alegrías, para lo que te imagines. Esto hay que explicarlo mucho en Buenos Aires, por desgracia, porque acá tenemos muchas opciones.
–Usted es de la generación que nació y se crió con la radio.
–Yo soy de un pueblo muy pero muy chiquito donde la radio y el tren eran lo más importante que sucedía por año en nuestras vidas. El tren porque mi pueblo, que se llama Curarú, está cerquita de Pehuajó, se hizo porque en la zona había estancias importantes y necesitaban el traslado del cereal y el medio más económico era el tren. Cuando llegaba una vez por semana, nos bañaban y cambiaban para ir a la estación, no porque llegaran familiares, para ver llegar al tren. Y la radio porque nos criamos escuchando la radio, no había ninguna otra cosa en ninguna casa más que radio. Nosotros teníamos batería que cuando había viento se cargaba con el molino. Y me acuerdo de la alegría cuando venía el viento y el molino empezaba a hacer el ruidito, íbamos corriendo con el cargador. Y mi vieja escuchaba Los Pérez García, nosotros escuchábamos a Tarzanito. Imaginate, nosotros éramos de los que nos sentábamos al lado de la radio y la mirábamos como si fuera televisión. La radio era el medio de comunicación, al pueblo no llegaban diarios excepto que alguno fuese a Pehuajó y comprara algún diario o alguna cosa que llegaba por ahí de vez en cuando.
–Con tan pocos medios, ¿pensó que iba a ser periodista?
–A mí me encantaba, yo era muy payasa, de ahí mi sobrenombre. Agarrábamos la escoba y con la escoba trasmitíamos frente a un micrófono. Y siempre decía que iba a ser periodista porque a mí me gustaba estudiar muchas cosas y entonces todos me decían que ninguna carrera abarca todo. Entonces, yo siempre decía: no importa porque si yo quiero saber de todo, si yo quiero escribir esto es lo mío.
–Ha hecho prensa gráfica, radio, televisión; ¿hoy qué prefiere?
–Me gusta todo. Me ha ido muy bien en todos pero si me tuviera que inclinar por uno de los tres te diría que el que más me gusta es la radio.
–Así que está en el lugar.
–Sí, en el lugar indicado.

Derechos de la Mujer Violencia contra la mujer


Artículo



Violencia Contra la Mujer PDF DOC



Grupo:

Dra. Diana Galimberti

Dr. Jorge Escobedo

Dr. Daniel Aspilcueta


Derechos sexuales y reproductivos como Derechos humanos


Salud sexual y reproductiva: es el estado general de bienestar físico, mental y social, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y sus procesos. Es decir, es la capacidad de los individuos y de la pareja de disfrutar una vida sexual y reproductiva satisfactoria, saludable y sin riesgos, sin coacción y sin violencia como la absoluta libertad para decidir de manera responsable y bien informada sobre el número y espaciamiento de los hijos, procurando que los embarazos sean deseados, oportunos, de bajo riesgo, y que el proceso reproductivo termine, en lo posible, en la formación de un nuevo ser humano sano.

En el año 1994, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas establecieron una serie de compromisos tendientes a garantizar que las personas pudieran gozar de una plena salud sexual y reproductiva a través del ejercicio de lo que se conoce como: "Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres".


Estos son los siguientes:


1. Derecho a la vida
2. Derecho a la libertad y la seguridad
3. Derecho a la igualdad y a ser libre de toda forma de discriminación
4. Derecho a la privacidad
5. Derecho a la libertad de pensamiento
6. Derecho a la información y a la educación
7. Derecho a casarse o no y a planear formar una familia
8. Derecho a tener o no hijos y cuándo tenerlos
9. Derecho a la atención y protección de su salud
10. Derecho a los beneficios del progreso científico
11. Derecho a la libertad de asamblea y la participación política
12. Derecho a ser libre de torturas y maltratos

Existe una serie de factores de orden social, cultural y económico que limitan el pleno ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos.

Entre ellos:

  • Distancia de los centros de salud
  • Falta de transporte
  • Costos
  • Múltiples demandas con relación al tiempo de la mujer
  • Falta de fuerza para tomar su propia decisión en el seno de la familia
  • Acceso limitado a la educación
  • Servicios de salud inadecuados
  • Leyes o políticas de salud discriminatorias
  • Factores sociales: violencia, abuso y explotación, prácticas laborales discriminatorias.

Adicionalmente, la violencia ha sido considerada como otro de los factores que limitare el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos. Cuando visualizamos la relación entre salud reproductiva y violencia, podemos observar que: estudios sugieren que la violencia doméstica es común a la mayoría de sociedades y se registran aumento de violaciones y violencia sexual en todo el mundo. Dos millones de niñas de entre 5 y 15 años son introducidas en el mercado comercial del sexo cada año (UNFPA, Estado de la población mundial 2000). Se registran embarazos no deseados y acceso restringido a información de planificación familiar y anticonceptivos como así también abortos en situación de riesgo y sus complicaciones.

Las más frecuentes ETS/ HIV, problemas ginecológicos persistentes, psicólogos, incluyendo miedo al sexo y pérdida del placer.

¿Cuál sería el rol de los profesionales de la salud para el resguardo de los Derechos Sexuales y Reproductivos? Deberían tener entrenamiento para intervenciones en atención de salud reproductiva. A su vez, participar en niveles locales y nacionales para hacer del tema una prioridad. Capacitarse en forma continua para resolución de emergencias obstétricas, consejería, sexualidad, etc.

Como resumen podríamos decir:

  • Promover los derechos de las mujeres a los servicios esenciales
  • Prevención y manejo de embarazos no deseados
  • Embarazo y parto seguro
  • Prevención y manejo de embarazos no deseados
  • Prevención y manejo de ETS, HIV
  • Servicios de emergencias obstétricas
  • Promoción de prácticas de salud positivas: sexo seguro, nutrición adecuada, calidad de atención con elecciones informadas
  • Evitar el abuso de tecnologías médicas: cesárea, episiotomía, etc.

Las sociedades científicas, las universidades y el Estado deben tener como objetivo común el bienestar de las mujeres y, por ende, su familia. Solamente si se trabaja articuladamente, podremos decir que la salud sexual y reproductiva no es un privilegio sino un derecho.


Violencia contra la mujer:
Definición y alcance

Todo acto de violencia basado en el genero que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción, y la privación arbitraria de la libertad, sea en la vida publica o privada.

La violencia contra la mujer y la niña es un importante tema de salud y derechos humanos. Por lo menos una de cada cinco mujeres ha sido maltratada física o sexualmente por un hombre o varios hombres en su vida.

En América Latina es una importante causa de muerte o incapacidad en mujeres en edad reproductiva, tan grave como el cáncer, los accidentes de transito y el paludismo juntos.

Prevención de la Violencia debe ser una prioridad de salud publica.

En conferencias internacionales los estados acordaron que la Violencia contra la Mujer es una prioridad de salud publica y se comprometieron a abordar sus consecuencias para la salud.

¿Por que nos importa a los trabajadores de la salud este tema?

· Mas del 20% de la población femenina sufren las negativas consecuencias de violencia en lo físico, sexual, y psicológico.
· Impacto negativo directo sobre la maternidad sin riesgos, la planificación familiar y la prevención de infecciones de transmisión sexual.
· Para muchas mujeres maltratadas los trabajadores de salud son los únicos y mas importantes contactos con los servicios públicos, que les pueden ofrecer algún apoyo e información.


Características del problema

La forma mas común de violencia contra la mujer es en el hogar o en la familia, investigaciones muestran que tiene mayor probabilidad de ser violada, lastimada o asesinada por su compañero actual o anterior, que por otra persona.
La naturaleza de la violencia contra la mujer ha propiciado comparaciones con la tortura. Al igual que la tortura guardan poca proporción con el comportamiento de la mujer.
Las agresiones pueden sucederse unas semanas tras otras durante años y suelen progresivas.

Maltrato Físico:

Existe un subregistro del problema en función de que muchas mujeres no denuncian el problema o creen que merecen las gozas por una acción equivocada de su parte, también algunas piensan que la denuncia puede agravar su situación y puede generar represalias. En países donde se han hecho estudios fiables los resultados indican que entre el 16 y 52% de las mujeres han sido agredidas por un compañero intimo.

En Chile, Larrain en 1993, dice que mujeres entre 22 y 55 anos de edad con mas de 2 anos de unión estable, 26%, notifican un episodio de violencia del compañero y 15% al menos informan un episodio grave.

En Colombia, 11% informaban al menos un episodio de violencia.

Rodríguez y Becerra de México en 1997, en una muestra de 650 mujeres de Guadalajara, el 30% notificaban al menos un episodio de violencia física de un compañero, mientras que Shiroma de Monterrey en 1996, reporta que el 16% de las mujeres había sido objeto de maltrato físico desde la edad de los 15 anos.
En Nicaragua en la ciudad de León, Ellsberg en 1996, informa que el 52% de las mujeres habían sido objeto de maltrato al menos una vez y el 27%, al menos en el ano anterior.

Violación y Agresión Sexual:

En los países de nuestra región si bien son escasos los datos, todo parece indicar que son considerablemente altos. En 6 investigaciones independientes de Estados Unidos indican que entre 14 y 20% de las mujeres experimentaron una violación completa por lo menos una vez en la vida.

Aunque muchas violaciones son causadas por desconocidos de la victima, en mayor proporción los violadores son conocidos, "amigos", familiares y personas en posición de poder y confianza.

Debe estar en conocimiento de los prestadores de salud y de las usuarias, las Píldoras anticonceptivas de emergencia PAE, y tratamiento antiretroviral, en el mismo esquema que el utilizado para accidentes laborales, los que deben administrarse lo antes posible y no mas tarde de 72 horas. La anticoncepción de emergencia puede evitar los embarazos no deseados, entre un 75 y 85%, dependiendo la combinación y la prontitud de su administración antes de las 72 horas.

Las mujeres también son objeto de lo que se denomina maltrato sexual sin contacto, en el cual por ejemplo los hombres le muestran su pene o hacen llamadas obscenas. Un 50% de las mujeres interrogadas, refirieron al menos un episodio de estos en su vida. Las mujeres trabajadoras domesticas, las recluidas en prisión y las obligadas a prostituirse son blanco de agresiones físicas, psicológicas y sexuales.

Violación en una relación intima:

Muchas mujeres casadas o en pareja estable no catalogan el coito forzado en contra de sus deseos como una violación. En algunos países ya se reconoce la violación en el matrimonio como un delito penal, otros siguen aduciendo que el esposo tiene el derecho legal de acceso sexual ilimitado a la esposa.

En encuestas de la región entre el 10 y 15% de las mujeres son obligadas a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad.

Violencia Psicológica y sus consecuencias:

Las mujeres opinan que es mas grave el maltrato emocional que la violencia física, los insultos incesantes y la tiranía que constituyen el maltrato emocional, son mas dolorosos que los ataque físicos, porque socavan la seguridad y confianza en si mismas.

Las consecuencias para la salud, pueden no ser mortales y adoptar la forma de lesiones físicas menores a discapacidad crónica y problemas de salud mental, también, pueden ser mortales, ya sea por homicidio intencional, por muerte como resultado de lesiones permanentes, también la infección por HIV Sida, o el suicidio, usado como ultimo recurso para escapar de la violencia.

Maltrato Sexual de Niño, Nina:

El maltrato sexual de la niña o del niño, es un abuso de poder que abarca muchas formas de actividad sexual entre la niña y una persona mayor, que en la gran mayoría de los casos la victima conoce. La actividad puede ser forzada físicamente o lograda mediante tácticas coercitivas como ofertas de dinero para la escuela o amenazas de revelar la situación. A veces adopta la forma de abuso de confianza cuando un líder religioso, profesor o medico en que el niño deposito su confianza usa esta para asegurar favores sexuales. Estudios han revelado que entre el 36 y 62% de todas las victimas tienen 15 anos de edad o menos. Una investigación de Jamaica informa que el 17% de una muestra aleatoria de 452 niñas de escuela primaria experimentaron un intento o completa agresión sexual antes de los 12 anos.
Las consecuencias para la salud si bien son negativos, son difíciles de evaluar, esto se debe a que los registros médicos carecen generalmente de detalles vitales en cuanto a las causas violentas de las lesiones o la mala salud. Sin embargo en numerosos estudios se ha relacionado a la violencia de la mujer con dolor pélvico crónico, trastornos menstruales graves, infecciones de las vías urinarias a repetición, síndrome de intestino irritable y estrés.

Numerosos estudios informan que la mayoría de mujeres que mueren de homicidio son asesinadas por su compañero actual o anterior.

Lesiones durante el embarazo.

Las investigaciones recientes han identificado a la violencia como un riesgo muy importante para la salud tanto de la madre como para el feto. El embarazo y el puerperio puede ser el inicio de situaciones de violencia y en investigaciones recientes se asocia la violencia con el bajo peso al nacer, infecciones intraamnioticas, anemia y bajo peso materno.

Lesiones a los niños.

Los niños en las familias violentas generalmente son victimas de maltrato. En un estudio de Bogota Colombia, sobre mujeres maltratadas 49% informaron que sus hijos también habían sido golpeados.

Embarazos no deseados y a temprana edad.

La violencia de la mujer puede producir un embarazo no deseado ya sea por violación o por tener disminuida la capacidad de negociar el uso de métodos anticonceptivos. Adolescentes que han sido maltratadas de niña, tienen menos probabilidades de desarrollar un sentido de autoestima y pertenencia que las que no han experimentado maltrato. Un numero creciente de estudio indica que este grupo puede tener comportamientos arriesgados o sexo sin protección.

Un estudio de Estados Unidos determino que mujeres que experimentaron maltrato durante la niñez, tienen 3 veces mas probabilidad de quedar embarazadas antes de los 18 anos.

Cuando se produce un embarazo no deseado muchas tratan de resolver el problema por medio del aborto exponiéndose en los países de la región, salvo Cuba a abortos ilegales en condiciones insalubres.

Enfermedades de transmisión sexual incluyendo VIH SIDA.

Las mujeres maltratadas son mas vulnerables a contraer ETS, ya que no pueden negociar la protección, sobretodo las que son agredidas sexualmente en forma violenta, ya que el desgarro consiguiente del tejido de la vagina, facilita la entrada del virus a la corriente sanguínea.

Función de los trabajadores de Salud.

Pueden identificar y remitir a las victimas del maltrato de violencia para proveerle su atención. Deben capacitarse para poder detectar signos y síntomas y hacer un seguimiento, (no dañar), actitudes no solidarias o que culpabilizan a la victima pueden reforzar el aislamiento y minar la confianza en si misma, restando la posibilidad de búsqueda de ayuda.

Deben documentar detalladamente en la historia clínica, circunstancias del maltrato, inclusive detalles del perpetrador. Mantener la privacidad y el carácter confidencial de la información.

Es necesario realizar un tamizaje universal de las mujeres y las niñas, para detectar situaciones de maltrato y creación de protocolos de acción, que definan los procedimientos que deben seguirse para tratar y ayudar a las mujeres victimas de maltrato.

Se deben promover en el caso de no existir la creación de equipos multidisciplinarios para darle asesora, contención y atención a estas mujeres y hacer alianzas con organizaciones de la comunidad y equipos de autoayuda que puedan dar un soporte de pares.

Estudios realizados en la Universidad Medica de Pensilvania, en el departamento de urgencias, demostró que después del adiestramiento e introducción de protocolos de violencia, la proporción de pacientes mujeres con traumatismo que se determino provenían de ser golpeadas, aumento 5 veces, de 6 a 30%.

Promoción de la salud comunitaria.

Debe incorporarse a los programas de actividades para promotores de salud comunitaria el tema de violencia. Existe en Honduras el programa de las mujeres de Uraco Pueblo, que incluye dramatización y escenificación de situaciones de violencia en el hogar y el acoso sexual, como parte del programa de adiestramiento.


PROPUESTA DE ACCION DE LOS INTEGRANTES DEL GRUPO AL CELSAM

La meta general es promover investigación que generen a nivel de la región datos sobre la prevalencia, los factores determinante, y los factores de riesgo y protectores relacionados, al igual que las consecuencias sobre la salud que tiene la violencia contra la mujer.

Los miembros de Celsam que pertenecen a instituciones científicas nacionales o regionales o universidades o sistemas de salud privados o públicos, implementar el protocolo de detección para ambulatorio o interacción que pueda ser consensuado y adaptarlo localmente para detectar el maltrato.




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Viernes, 6 de Febrero de 2004

A MANO ALZADA › A MANO ALZADA

Qué se lee en un velo

(Notas sobre lo prohibido y las veleidades laicas de los Estados)

Por María Moreno

Probablemente, y en nombre del 57 por ciento de los ciudadanos, se aprobará en Francia una ley que prohíba el velo islámico en las escuelas y los espacios donde la república tenga derecho a dejar su impronta laica. Y, como siempre, detrás del velo está menos el rostro de la mujer árabe que la coalición política y sus necesidades electorales del 2007. Porque las encuestas que le bajaron el dedo a Chirac cuando se opuso a la guerra de Irak ahora lo subieron en 8 puntos, seguramente debido a la aprobación de los racistas de Le Pen y los musulmanes enfrentados con los sectores más fundamentalistas de sus filas. Mientras, el ministro Jean-Pierre Raffarin se blanquea de todo ese asunto de los ancianos muertos de calor que pusieron en la mira su responsabilidad. Y el alineamiento de los pro-prohibición es aún más extraño que el que unió en los años ‘80 a feministas radicales norteamericanas junto a Ronald Reagan en pos de una ley antipornografía. Intelectuales pro-prohibición del velo islámico como Julia Kristeva no pueden ignorar que la prohibición de un símbolo no es un acto simbólico sino jurídico, aunque la actualidad político-cultural sea homologar ambas categorías. Y que toda prohibición favorece la transgresión y la vía clandestina. Como búlgara integrada a título de excepción dentro de la comunidad intelectual francesa, adonde su presencia siempre pareció útil como suficiente vacuna de otredad, y que nunca eligió el victimismo como estrategia para definir sus primeros años en París, ahora parece todavía necesitar asegurarse su marsellesa. Hoy ella, que sospechó siempre de lo que llama el feminismo de masas, coincide con la revista Elle, que viene haciendo una abierta campaña pro-prohibición: el velo es signo de inadmisible discriminación sexual. “El uso de foulard impuesto por las corrientes fundamentalistas significa que una mujer debe esconder sus cabellos para no ser objeto de deseo. Es una señal de que es inabordable e intocable para todos los hombres que no sean de la familia. Sin él, no sólo es provocadora sino que carga con la responsabilidad de esa provocación y de sus consecuencias. Para empezar, la mujer es culpable de provocar deseos impuros mientras que se exculpa al hombre que los siente. Su cuerpo no tiene el mismo valor que el del hombre. Es una amenaza que hay que disimular para asexuarlo y volverlo inofensivo”, cacarea Elisabeth Badinter en su libro Fausse route, y la afirmación nos provoca un inconsciente movimiento de barbilla de arriba hacia abajo como toda idea de lógica demócrata abstracta. Pero hay que recordar que en los años ‘70 gran parte de la intelectualidad francesa concentró su inteligencia en declarar la autonomía de los discursos de sus referentes y de las intenciones de los autores, pero tuvo que invertir más inteligencia para reconocer que no todo es discurso y que sí importa quien habla. O sea: qué bonita frase. Pero sucede que un símbolo no es impermeable a la historia. Porque existe un feminismo musulmán que no se reconoce en los slogans paternalistas de las mujeres del iluminismo que a menudo hablan del velo en términos de barbarie ejercida sobre salvajes ignorantes. Este feminismo se apropia, en cambio, de una tradición del feminismo occidental y, en general, de las políticas de minorías: la de resignificar el estigma o lo impuesto como insulto por la discriminación. Por ejemplo, la palabra “lesbiana” o la palabra “queer”. Para estos movimientos de mujeres árabes que también reinterpretan los libros religiosos para denunciar precisamente el uso totalitario de textos de fecunda ambigüedad, el velo tiene hoy otro rostro. Por ejemplo, el de la identidad cultural de ese otro al que la Francia que necesitaba mano de obra barata dio una bienvenida multiculturalista y hoy empuja a los bordes de su sociedad, a sus barracas y sus guetos. Siete millones de musulmanes. En ese contexto, poder verle la cara a sus mujeres no puede confundirse con justicia de género sino con identificar, en el sentido policial del término, a parte de aquellos a quienes se les niega documentación, es decir su condición de ciudadanos.
Reforzar el laicismo es que el Estado no intervenga, no que transforme las tres palabras emblemáticas de la Revolución Francesa en igualdad para prohibir la kippa, la cruz y el velo, y libertad para abrir colegios privados, lo cual no garantiza la fraternidad de los excluidos, divididos, por ejemplo, ante la guerra de Medio Oriente.
Badinter pretende que, según testimonio de mujeres musulmanas, el permiso al velo refuerza la violencia de los varones árabes contra sus mujeres y que en sus barrios han aumentado las palizas y los crímenes. ¿Por qué un símbolo naturalizado de los derechos de los hombres sobre las mujeres constituiría un refuerzo? ¿Quién necesita reforzar lo instituido por Dios en manos de quienes deciden? No se puede reducir la violencia contra las mujeres árabes al uso de un derecho patriarcal significado por el velo. Pero es probable que la prohibición de su uso desate en los sectores más fundamentalistas –entre otras violencias– la de atacar el derecho de las mujeres a la educación y al espacio público. Entonces, ¿dónde está la justicia de género de quienes creen ver en la prohibición del velo la garantía de la “igualdad de los sexos en todo el territorio nacional”?
Este debate, un signo superficial del estatuto que ha logrado la religión en la política, ahora traducida en términos del bien y del mal donde siempre se está al borde de una justificación del exterminio, suena bizantino en la Argentina. Hace unas semana, la declaración de ateísmo por parte de una candidata a formar parte de la Corte Suprema de Justicia desencadenó una serie de reacciones donde quedó demostrado no sólo que la separación de Iglesia y Estado siempre es aquí una ilusión sino que parecería que la Iglesia siempre tiene sus pies sobre el Estado. Por eso se tardaron dos años en advertir que Nuestra Señora del Rosario estaba a la entrada del Palacio de los Tribunales paseando su mirada vacía de estatua sobre, por ejemplo, los manifestantes que exigen el esclarecimiento del atentado a la AMIA, en lugar de aparecer en San Nicolás donde se le saca jugo turístico, es ocasión de changas para desocupados y esperanza para los dejados de la mano de Dios. Y Dios quiera que, según la costumbre nacional de mirarse en Francia, a nadie se le ocurra, en un exabrupto democrático, pedir una ley que prohíba el uso del pañuelo y el pasamontañas a los piqueteros en nombre de un país que debería garantizar que la protesta se haga a cara descubierta, puesto que la lucha y el pedido de justicia son honorables, por lo que debería dejar de lado los atuendos de la clandestinidad. La radicalidad –que en la Argentina adquiere un confuso sentido– da para todo.





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Viernes, 6 de Febrero de 2004

SECRETOS

La educación sentimental

del corazon En ejemplares quizás un poco ajados pero de lectura irresistible para chicas de corazón tierno y desprejuiciado, Susy ha vuelto a circular con sus secretos del corazón tan ingenuos como irreales. Cuentos románticos de hadas, ideales para tenerlos en la mesita de luz y leerlos a escondidas.

Por Moira Soto

La novela rosa es indecorosa, empalagosa e inverosímil, pero así es la fantasía sentimental de cualquier mortal”, decía con certera franqueza el escritor Eduardo Mendicutti, hace pocos años en un curso sobre ese denigrado género que condujo en El Escorial, España, Guillermo Cabrera Infante, otro defensor de esta literatura considerada “femenina” (con todo el desprestigio inherente a este adjetivo). Lo de Mendicutti, de todos modos, remitía a “la otra novela rosa”, la de la temática gay, pero para el caso Susy, secretos del corazón que hoy nos desvela con sus ensueños idílicos, viene totalmente a cuento. El interés de Cabrera Infante por este color encarnado pálido que se suele aplicar tanto a novelas (novelitas, claro), historietas, películas, fotonovelas (cuando las había) y telenovelas viene desde la época en que era corrector de la revista (femenina) Vanidades, y editaba los relatos de Corín Tellado (tan vilipendiada a priori por tantos/as que no la leyeron lo suficiente), y ya en 1967 había escrito el ensayo Una inocente pornógrafa. Otra escritora que escapó al lugar común de desacreditar el género en la persona de Tellado es Rosa Regás, expresando en reiteradas ocasiones el aprecio por sus novelas, particularmente las escritas antes de la censura franquista.
No hay tu tía: el género rosa en cualquiera de sus manifestaciones hay que mirarlo, leerlo con mirada rosa. De otra manera, nos perdemos en el prejuicio, en el desdén por el desdén. Obvio es aclarar que en este género el tema es el AMOR, y el camino para conquistarlo siempre será escarpado, difícil, tachonado de obstáculos. Pero si se trata de AMOR VERDADERO con el HOMBRE CORRECTO, la felicidad quedará misteriosamente garantizada en el cuadro final (beso en primer plano), a salvo de traiciones, deterioros y otras malas yerbas que nos aquejan en la vida cotidiana. Pero sin duda sería una estupidez buscar atisbos de realismo en producciones que responden sin vueltas a leyes del género que indican que lo único que realmente le da sentido a la vida es el AMOR.
Y si hubo una historieta consagrada a este tipo de romance excluyente fue –habría que decir es, porque han vuelto a circular codiciados ejemplares de antaño que se consiguen en subastas por Internet– Susy, secretos del corazón. Esta publicación de la mexicana Editorial Novaro, distribuida en la Argentina por Acme, se promocionaba como “una interesante serie sobre el más hermoso sentimiento humano” (¿hace falta decir cuál?). Susy prometía revelar “con apasionada ternura la edad de los románticos idilios, cuando la vida es tan bella y al mismo tiempo tan complicada por sus dulces alegrías y tristezas. 32 páginas a todo color”. La verdad es que Susy cumplía sus promesas a través de historietas como Entre dos amores, El hombre de mi futuro, No quiero amar, Tímida para el amor, Los amo a los dos, Mi amor secreto, No me quites a mi hombre.

Parientas próximas
Las historietas de Susy, a menudo con una calidad de diseño que se inscribe en la línea pop instalada por Roy Lichtenstein, no exhiben firma de dibujantes ni de guionistas. Basadas en originales norteamericanos de los ‘40 y los ‘50 (Secret Hearts, Heart Throbs, Young Love y otros), las publicaciones mexicanas eran una adaptación, a veces simplificada, de sus fuentes. Fuentes que no siempre fueron tan conformistas como se suele creer, aunque por lo general el sexo prematrimonial no existía, el divorcio resultaba algo chocante y si alguna chica no era virgen se debía a que había estado casada antes, como señala Trina Robbins en From Girls to Grrrls, un ensayo sobre la historia de los comics de mujeres. En las historietas de amor de los ‘40 podía aparecer una chica con veleidades de autonomía (“¡Sin escape!”, de Girl Comics) y hacer su experiencia como dueña de un restaurante en Alaska, con modales desenvueltos y jeans bien puestos. Hasta que aparecía el hombre indicado, una situación de riesgo, ella se ponía un vestidito y se acicalaba, y él sentenciaba: “No hay nada más poderoso en el mundo que una chica bonita”. Ella asentía: “Creo que en adelante olvidaré mi tonta idea de actuar como un hombre”. Corría 1949, y las mujeres en los Estados Unidos tenían que volver al hogar.
En 1947, Jack Kirby y Joe Simon (creadores de superhéroes famosos) largaron Young Romance con gran suceso. Hasta fines de la década se multiplicaron los títulos románticos –llegó a haber 120 títulos en el mercado–, algunos de los cuales, antes de que empezara a tallar el Código Hays, se acercaban a temas adultos. Varias de estas historietas –como las de Kirby y Simon– tenían excelentes dibujos, pero se notaba a la legua que estaban hechas por hombres que –además de alimentar los sueños románticos de las mujeres– daban forma a sus fantasías masculinas, particularmente en lo relativo a la mujer ideal (guapa, curvilínea, pelo largo, etc.), cuyo principal objetivo en la vida era casarse. En los ‘50, Archie Comics seguía en el candelero con menos títulos y en 1962 apareció Sabrina, la bruja adolescente. Pero a fines de esa década, la mayoría de las editoras de comic books se habían fundido, y ya en los ‘60 apenas sobrevivían Charlton, Marvel y DC. Las cosas estaban cambiando y algunas heroínas pasaron de ser camareras o amas de casa a estudiantes universitarias o estrellas de rock, siempre desde el punto de vista masculino. Pese al intento de Simon y Kirby con la notable Mod Love (una única edición) con dibujos estilo Yellow Submarine, el comic de amor se moría en los Estados Unidos mientras renacía en México y llegaba a estas playas para el deleite de chicas de toda edad y condición.

Bésame mucho, dulce amor mío
Los secretos del corazón de las heroínas de Susy se despejan cuando, luego de sufrir un poquito, meter la pata o resistirse, encuentran al hombre que el destino les tenía reservado para hacerlas felices. En general, son historias cortas –hay pocas por entregas–, que se resuelven en ocho o diez páginas y, a diferencia de las novelas rosa o las telenovelas al tono, en Susy no suele haber fortunas en danza, ni villanos de una pieza, ni poderes en juego: sólo importa el amor. Todo lo demás -trabajo, salud, problemas familiares, carrera, labores domésticas– queda rigurosamente excluido, salvo como apoyatura circunstancial.
En Susy jamás de los jamases las protagonistas tendrán relaciones sexuales con sus novios: sólo bailarán y se besarán. Los besos son el test definitivo para descubrir el VERDADERO AMOR. Por ejemplo, en Entre dos amores, Ana no sabe si ama a Adán, el formal, o a Jaime, el mundano. Cuando desfallece en brazos de Adán, comprende que él es el hombre de su vida. Sin embargo, en la fiesta de compromiso aparece Jaime, la atracción resurge, Ana se deja engatusar y huye con él. Por fortuna no llega lejos: se acaba la gasolina, y Jaime hace un comentario despreciativo sobre Adán. A ella se le hace la luz y regresa rauda a la fiesta. El bueno de Adán ya se estaba inquietando:
–¿Dónde estabas? ¿Te perdiste?
–Sólo un momento, Adán, pero aquí estoy.
SUPERBESO. Fin.


las12

Viernes, 6 de Febrero de 2004

YO, PECADORA

La envidia


Sostiene una antigua leyenda urbana que hay que cuidarse mucho de los toboganes en las plazas porque nunca falta algún degenerado que coloque estratégicamente una gillette a fin de que las criaturas al deslizarse se pelen como naranjas una franja de piel. De sólo imaginarlo nos da repelús, y –la Diosa nos libre y guarde– no es que frente a esta foto de la insoportablemente bella Ava Gardner (1922-1990) se nos vaya a pasar por la cabeza la idea de que si se hubiese hecho un tajito en sus esculturales muslos, habría sido un poquitín menos perfecta... No, pobre, que bastante tuvo con tener que lidiar con esa cara, esos ojos, esas cejas, esa boca, ese piel, ese cuerpo que llevaron a que se la definiera como “el animal más hermoso del mundo”, y no se la tuviera en cuenta como actriz prácticamente hasta que llegó Joseph Mankiewicz con La condesa descalza (film cíclicamente pasado por el cable), cuando el esplendor físico empezaba a decaer, con las marcas del alcohol, el tabaco y las desdichas que le procuraron sus incontables amores. En especial la pasión tumultuosa –esa que no deja vivir juntos ni separados– con Frank Sinatra, un amor loquísimo del que siempre guardó nostalgias –como Madonna de Sean Penn–, aun en la etapa española, cuando zigzagueaba entre un torero y otro (Mario Cabré, Antonio Ordóñez, Dominguín...). ¿Será una maldición ser tan pero tan bella, del pelo de la nuca al dedo gordo del pie? Porque Ava fue divina desde chica: lo prueban las fotos caseras de infancia y adolescencia. Cuando Hollywood le echó mano, no tuvo que retocarla como a otras, ni ponerle luces especiales porque ella siempre salía impecable. Pero, lo mismo que el dinero en cantidades, parece que la belleza absoluta no trae felicidad, lo que no significa que las menos bellas la tengan más fácil. De modo que podríamos concluir que si la dicha total es siempre inalcanzable, más vale que lo sea con suficiente hermosura. Aunque no tanta como la de la rutilante Ava, que somos envidiosas pero no tanto. Apenas para un pecadito venial...


las12

Viernes, 6 de Febrero de 2004

EXPERIENCIAS

Jóvenes brujas

A partir de un taller de fotografía, cinco adolescentes del Bajo Flores recuperaron su identidad y su autoestima, y extendieron la estimulante experiencia (re)conociendo el vecindario y el propio paisaje barrial. El trabajo quedó reflejado en un calendario cuyas imágenes se exponen en el Centro Cultural Konex del Abasto.


Tres niñas sonríen frente a la mirada de una cuarta, paradas frente a la cámara, una al lado de la otra, muestran sus panzas con cierta vergüenza. Cuatro años después de aquel primer retrato, examinan las fotos y luego escriben sus deseos, sus ilusiones y fantasías formuladas en largas conversaciones, durante sus juegos, entre la reflexión o el cuidado del cuerpo.
“Nosotras hemos decidido ahora mirarnos –escriben–, encontrarnos, pertenecernos.” Y ésta podría ser la definición de cinco personas adultas que han transformado profundamente su vida cotidiana, que se han detenido a observar sus propias costumbres, sus gestos más íntimos y los han reinventado o reafirmado por propia elección. Que incluso han “desnaturalizado sus hábitos de toda la vida”, como ellas dicen con un dejo de extrañamiento, de asombro todavía.
Sin embargo, tal es la conclusión de cinco adolescentes del Bajo Flores –del Asentamiento 1-11-14–, desde donde posan el objetivo de su cámara fotográfica para conducir la mirada hacia ellas mismas, y hacia afuera, sobre las esquinas o las mujeres del vecindario, y más allá, en las “marchas y movilizaciones que consideramos justas”, aseguran. Las Feas del Bajo, las Brujas –como se/les dicen también–, son un grupo de cinco mujercitas de entre diecisiete y diecinueve años que viene coleccionando historias desde hace más de cinco años, en clave de relato fotográfico, de vívida experiencia que recorre la percepción y los roles femeninos en una cuidada apuesta a técnicas de educación popular, cuyos resultados se pueden ver hasta fines de febrero en el Centro Cultural Konex.
Ese primer retrato pudoroso del 2000 –acaso despedida de la infancia, pero no de una mirada fresca sobre el mundo– se logró gracias a un taller de fotografía inicial. Un espacio donde se conjugaron dispositivos comunicacionales como disparadores, herramientas que se pusieron a disposición de las integrantes del grupo para trabajar sobre los temas propuestos por ellas, sobre sus propias realidades dentro de la comunidad. “Para trabajar las lógicas colectivas o estructuras de subordinación de las mujeres dentro de la villa”, asegura Niza Solari Oyarzo, comunicadora social y fotógrafa chilena que organizó el taller en virtud de una propuesta de trabajo sobre adolescencia y prevención de vih, a partir de un programa de la Dirección General de Niñez y Familia del GCBA, que rápidamente quedó superado.
Por un lado, Niza estaba interesada en la fotografía social en la Argentina, y por otro, Karina Reinaga, la primera integrante del taller, quería practicar fotografía. Por iniciativa del grupo se empezó a trabajar sobre el cuerpo, la sexualidad, los tabúes, la vergüenza, los abusos. En un principio representaron sus figuras en un collage de imágenes conformadas por retazos de revistas. “Pensamos en cómo deberíamos ser, en cómo se nos exige que seamos –dice Laura Hernández, otra integrante de la agrupación–, y entonces nos representamos flaquitas, altas, éramos modelitos todas.” Las siluetas delgadas abrieron curso a la discusión acerca de la presión de los modelos de belleza imperantes, y otras formas de violencia –desde las más sutiles hasta las evidentes– que sufren las mujeres en el interior de todas las comunidades.
Salieron pues al barrio para buscar su historia en las imágenes de sus vecinas, en los registros de voces de otras mujeres, las que entrevistaron y grabaron. Así fueron reconociendo/se, tejiendo su propio relato en un trabajo autobiográfico retrospectivo, una fotonovela sobre ellas y su vida dentro de la comunidad.
Los martes por la tarde, los días de reunión en el centro comunitario –COPA, ubicado en el asentamiento–, encontraron marcas de su tiempo particular. Y se apropiaron de ese tiempo y de sus historias, comenzaron a analizar artículos de diarios y revistas, reflexionaron sobre las políticas del Gobierno, y salieron a fotografiar movilizaciones y marchas. Las imágenes entre el 2002 y el 2003 muestran los primeros planos de distintas mujeres manifestando en el Congreso, en la Plaza de Mayo, es decir, un lugar donde antes no se hubieran imaginado. “Fue importante el contacto con esas luchas que nos identifican –dicen Karina Reinaga, Lorena Hernández y Carmen Gandulia–. Allí empezamos a reconocer nuestros verdaderos intereses, porque nosotras íbamos creciendo, peleando y pensando al mismo tiempo, sin dejar de reclamar lo que considerábamos justo, que nos correspondía. Todas las relaciones se fueron modificando en torno a esta nueva manera de actuar.”
“Es interesante advertir cómo aparece en todas un conflicto con las madres –asegura Niza–, porque empiezan a verla como una mujer, como una par, y se enojan. Se preguntan, por ejemplo, ¿por qué mi mamá se sometió tanto y nunca reaccionó? Se dan cuenta de que las madres a veces no quieren que se diferencien de ellas, es un discurso esquizoide: les dicen que estudien y, a la vez, les exigen que cumplan el rol tradicional de mujer. Las chicas deben adquirir confianza a pesar de un contexto donde la pequeña traición está a la vuelta de la esquina. No la gran traición sino las pequeñas deslealtades, conflictos que surgen inevitablemente, porque es difícil estar ahí y decidir no ser madre adolescente, cuando ésa es una de las formas de refrendar su identidad como mujeres: siendo madres. El embarazo adolescente es una problemática, pero de una manera diferente de cómo la experimenta la clase media. En la villa, en cambio, las chicas al tener hijos se sienten con alguna forma de propiedad de ese niño. Dentro de la misma familia se producen choques y es difícil para una chica expresar su deseo profundo y sostenerlo, por más que se trate de un embarazo indeseado.”
Esa tenaz, rigurosa, incesante revisión, les valió el seudónimo: Las Feas del Cuartel las llamaron sus compañeros –en alusión a la telenovela Betty, la fea–, y también Las Brujas, entre la ironía y la burla. Un apodo del que se apropiaron alegremente desconociendo lo del cuartel, que sonaba muy milico, “porque total, no nos dejamos llevar por lo que nos puedan decir”, concluye Karina. “No nos afecta y, además, para nosotras lo feo no representa lo mismo que para ellos.” Para estas chicas en plan de autoestimarse, “una bruja –según aclaran en la portada del delicado almanaque artesanal 2004 que fabricaron con la intención de difundir y financiar su trabajo– es alguien que tiene poder sobre su vida, que dicta sus propias reglas. Es aquella que no es domesticada, que transforma la energía y se apasiona por sus ideales. Una bruja es desordenada, caótica, capaz de alterar la realidad”. Esta manera de asumir su condición de mujeres sintetiza hasta cierto punto las experiencias de los últimos cuatro años. Un tiempo en que cambió la manera de encarar el disfrute sexual: “Antes pensábamos que el placer era sólo de hombres, que las mujeres no teníamos que sentir placeres, o ¿cómo masturbarnos? Es de hombres o es un pecado. Nos daba vergüenza tocarnos a nosotras mismas y permitir que nos tocaran también, ¿cómo me voy a tocar yo, producirme yo misma el placer?”
Pronto el concepto inicial desbordó, superó la idea original, y derivó en un grupo compacto de adolescentes que ahora examina la subordinación femenina en el contexto de realidades particulares. Que quiere llevar su propuesta más allá, trabajar con otras adolescentes en otros barrios. Ya tienen un proyecto –para el cual buscan financiamiento– compuesto por dos módulos. Uno teórico, que estaría a cargo de Niza y otras colaboradoras. Y otro práctico, coordinado por ellas, mediante el cual reiterarían la experiencia en torno a la realización de producciones audiovisuales. Lo harían en el Bajo, en Soldati y en Barracas. A esa actividad se dedican durante estos días mientras esperan ver los resultados de su trabajo en el Centro Cultural Konex, la repercusión entre el público y, en especial, en el Bajo, donde a pesar de los años que llevan actuando, aún no son conocidas. Además de ser protagonistas conscientes de sus propias historias, ellas quieren participar en otras historias, comunicar a otras mujeres sus inquietudes y conocer las de ellas, continuar en un camino que fue tomando forma y sentido a medida que lo transitaban. Por eso, ahora quieren compartirlo y ampliar sus horizontes.

Help Gaza Help Palestine


Raphael Lemkin, Padre De La Convención Sobre Genocidio

Tradicionalmente se ha confundido el genocidio con las masacres, las matanzas colectivas, los homicidios múltiples y las campañas de exterminio, comportamientos que tienen profundas raíces en la historia de la humanidad; bastaría recordar solamente la destrucción de los indios de América, la mayor catástrofe engendrada por el hombre. Sin embargo y sin dejar de reconocer que en épocas pretéritas el exterminio y persecución de grupos humanos se realizó obedeciendo a razones políticas, religiosas, raciales, económicas o culturales, el horror y las atrocidades cometidas por los nazis en la Segunda Guerra Mundial despertaron en la conciencia universal la necesidad de crear instrumentos jurídicos que permitieran el castigo de los responsables por la destrucción de grupos raciales, religiosos, políticos y de otro orden, conductas que estuvieron presentes durante este período triste de la humanidad.

El horror de la Segunda Guerra Mundial y las conductas inhumanas frente al mismo hombre pusieron en evidencia hasta dónde podía llegar el hombre en sus pretensiones y la posibilidad del aniquilamiento total de la especie humana. Era necesario, entonces, llenar el vacío jurídico en relación a la protección de grupos humanos que padecieron el horror nazi, en tanto la discusión tropezaba con los principios de la "soberanía nacional" pues, hasta entonces, los Estados no estaban atados al cumplimiento de obligaciones internacionales y tampoco existía una legislación internacional que permitiera, a otros Estados, intervenir en casos como estos. Se impuso pues, la urgente necesidad de que el dogma de la "soberanía" cediera para brindar protección, no sólo al individuo sino a los grupos humanos.

Fue Raphael Lemkin, un judío polaco y abogado, nacido el 24 de junio de 1900, al este de Polonia, quien alerta a la comunidad internacional sobre la necesidad de tipificar como delito contra el derecho de gentes (delicta juris gentium) conductas que comportan un peligro interestatal, en donde la voluntad del autor tiende no solamente a perjudicar al individuo, sino, en primer lugar a perjudicar la colectividad a la cual pertenece este último

Desde pequeño le obsesionaba el tema de la atrocidad y a los 12 años, leyó Quo Vadis?, del Premio Nóbel Henryk Sienkiewicz, que describe las masacres de conversos cristianos en el siglo I a manos del emperador romano Nerón. Le espantaba que Nerón pudiera haber echado a los cristianos a los leones, y le preguntó a su madre, Bella, cómo pudo suscitar el emperador aplausos en una turba de espectadores. Bella, pintora, lingüista y estudiante de filosofía que educó en casa a sus tres hijos, le explicó que una vez embarcado el Estado en exterminar a un grupo étnico o religioso, la policía y la ciudadanía se convertían en cómplices, en vez de ser los guardianes de la vida humana.

De chico, Lemkin interrogaba muchas veces a su madre por detalles de matanzas masivas históricas, y aprendió sobre el saqueo de Cartago, las invasiones mongoles y la persecución de los hugonotes franceses. Devorador de libros, leyó con rapidez una lista en especial horrorosa, y decidió dedicarse a poner fin a la destrucción de grupos étnicos.

Su preocupación por la suerte de los grupos humanos, la maldad y la impunidad con la que obraban los culpables fue su obsesión durante tres décadas.

Durante la primera Guerra Mundial, mientras los armenios sufrían bajo el sombrío régimen de Talaat Pasha , la batalla entre rusos y alemanes llegó al umbral de la granja de los Lemkin. Sus padres enterraron los libros de la familia y sus escasos valores, y llevaron a los niños a esconderse en el bosque que rodeaba su tierra. En el curso de la lucha, la casa de la granja fue despedazada por fuego de artillería. Los alemanes se apoderaron de sus cosechas, ganado y caballos. Samuel, uno de los hermanos de Lemkin, murió en el bosque de pulmonía y desnutrición .

En 1921, a los 21 años de edad, mientras estudiaba lingüística en la Universidad de Lvov leyó, en un diario local, la noticia sobre el asesinato de Talaat Pasha a manos de un armenio que sobrevivió a la matanza de su familia. Esto intrigó a Lemkin, quien comentó el caso con uno de sus profesores. Lemkin preguntó por qué los armenios no habían hecho arrestar a Talaat por la masacre. El profesor le contestó que no había ninguna ley por la que pudiera ser arrestado. Explicó: "Piensa en un granjero que tiene un gallinero. Si mata a las gallinas, eso es asunto de él. Si usted se mete, invade su propiedad".

Soghomón Tehlirián , el asesino armenio, fue aprehendido enseguida. Mientras los transeúntes lo golpeaban con puños y llaves, gritó en su mal alemán: "Yo extranjero, yo extranjero. Esto no lastimar a Alemania... Nada que ver con ustedes". Era justicia nacional en un escenario internacional.

Pero Lemkin preguntó: "¿Es un crimen que Tehlirián mate a un hombre, pero no que su opresor mate a más de un millón? Es totalmente contradictorio" .

Lemkin estaba asombrado de que la bandera de la "soberanía nacional" cobijase a hombres que trataban de eliminar a toda una minoría. Discutió Lemkin con su profesor: "Soberanía significa conducir una política interior y exterior independiente, construir escuelas, hacer caminos... todo tipo de actividad dirigida al bienestar popular: La soberanía no puede considerarse como el derecho a matar a millones de inocentes". Pero eran los estados, sobre todo los fuertes, los que hacían las reglas. Para entonces, la soberanía se tenía como un concepto sacrosanto que estaba por encima de los derechos individuales a la justicia.

Lemkin tenía facilidad para los idiomas y, tras dominar el polaco, el alemán, el ruso, el francés, el italiano, el hebreo y el yiddish, comenzó a estudiar filología, la evolución de la lengua. También pensaba aprender árabe y sánscrito. Pero en 1921, cuando leyó la noticia sobre el asesinato de Talaat, se alejó de la filología y regresó a su oscura preocupación infantil. Se pasó a la Facultad de Derecho en Lvov, donde investigó códigos legales antiguos y modernos para buscar leyes que prohibieran las matanzas. Se mantuvo atento a la prensa local, y su investigación asumió urgencia al oír de pogromos que se estaban llevando a cabo en el nuevo Estado soviético. Ocupó un cargo de fiscal local y, en 1929, empezó a trabajar en su tiempo libre en la redacción de una ley internacional que comprometiera a su gobierno y a los de los demás países a impedir la destrucción deliberada de grupos nacionales, étnicos y religiosos.

Lemkin estudió filosofía en la Universidad de Heidelberg, Alemania pero regresa a Polonia a estudiar leyes en la Universidad de Jhon Casimir en 1926. Lemkin asistió a los siguientes hechos históricos que marcaron su compromiso con la preservación de los grupos humanos:

La fundación del Partido Obrero Alemán en 1919. Allí hace presencia Adolfo Hitler y se inicia la historia del nacional-socialismo (1920).

En 1923, tras un fallido golpe de estado, Hitler es conducido a la cárcel y condenado a cinco años de prisión en donde permanece sólo ocho meses; desde prisión escribe Mi lucha, que se convertiría en el evangelio del nazismo. Puesto en libertad, Hitler crea su propia fuerza armada para apoyar sus reivindicaciones y reducir a sus adversarios. Sus milicias de asalto, las S.A. y las S.S., se entrenan contra los comunistas, los socialistas y los judíos. Ya en 1930, su partido tiene 107 diputados en el Reichstag y consigue el apoyo de políticos de derecha, militares y hombres de negocios.

El 30 de enero de 1933 el Presidente Hindenburg lo nombra Canciller. El 27 de febrero es incendiado el Reichstag, Hitler acusa a los comunistas y se hace conceder poderes extraordinarios asumiendo todo el poder dictatorial tras la muerte de Hindenburg.

Del 14 al 20 de octubre de, 1933, se celebra en Madrid la Quinta Conferencia de la Oficina Internacional para la Unificación del Derecho Penal. Ese mismo 14 de octubre, Alemania se retira de la conferencia general del desarme en Ginebra; una semana después abandonaría la Sociedad de las Naciones.

Hitler anuncia que Alemania necesita recuperar su "espacio vital" pues se ahoga dentro de las fronteras impuestas en 1919, tras el Tratado de Versalles. El servicio militar es restablecido, nace un ejército de 500.000 hombres (Wehrmacht) al tiempo que surge la fuerza área (Luftwaffe). Hitler habla de la "Gran Alemania" a la que hay que unir bajo una bandera: "un pueblo, un país, un jefe" e inicia su campaña de anexiones pacíficas, mientras preparaba su maquinaria infernal.

Pero las democracias siguen sin reaccionar. Tienen otros motivos de inquietud: la guerra en el Extremo Oriente, la conquista de Etiopía por la Italia fascista. El imperialismo japonés y las exigencias de Mussolini parecen más amenazadoras en París y en Londres que los exaltados discursos del Canciller Hitler; las manifestaciones grandiosas, las paradas, los desfiles con antorchas, a los que tan aficionado es el Führer, parecen muy teatrales.1936-1937. La guerra de España preocupa a todas las mentes. Los grandes titulares de los periódicos no hablan de otra cosa.

Preocupado por el "fenómeno de la destrucción de poblaciones enteras – de grupos nacionales, raciales o religiosos – tanto biológica como culturalmente" Lemkin, a quien Yves Ternón describe como "un jurista de rara clarividencia" llama la atención por la falta de tipificación y castigo del crimen contra los grupos humanos y da la voz de alerta sobre Hitler. Por eso presentó, el 14 de octubre, de 1933, en la Quinta Conferencia de la Oficina Internacional para la Unificación del Derecho Penal , auspiciado por la Liga de Naciones un proyecto de ley que prohibía dos prácticas entrelazadas: "barbarie" y "vandalismo", con la intención de que los países asistentes los consideraran delicta iuris gentium, es decir perseguibles conforme al principio de represión universal, basado en la posibilidad de juzgar al delincuente por los Tribunales de un Estado con independencia del lugar de su comisión y de la nacionalidad del autor.

Lemkin no tenía duda de las verdaderas intenciones del nazismo, pues como él mismo lo afirma "Mucho antes de la guerra, los líderes nazis estuvieron anunciando al mundo y haciendo propaganda entre los mismos nazis, desvergonzadamente, del programa genocida que habían elaborado. Como Hitler y Von Rundstedt, el filósofo oficial nazi Alfred Rosenberg declaró: " La historia y la misión del futuro ya no significan la lucha de una clase contra otra, la lucha del dogma de la Iglesia contra el dogma, sino el conflicto entre sangre y sangre, raza y raza, pueblo y pueblo."

Lemkin tenía una gran preocupación: los distintos ensayos por incorporar a la legislación internacional un delito en donde "la voluntad del autor tiende no solamente a perjudicar al individuo, sino, en primer lugar, a perjudicar la colectividad a la cual pertenece este último" habían fracasado en las Conferencias para la Unificación del Derecho Penal, celebradas en Varsovia (1927) y Bruselas (1930). Consideró inútil y superfluo incluir entre los delitos contra el derecho de gentes (delicta juris gentium) el terrorismo pues "el concepto de peligro común en el cual se basa la fórmula de Varsovia es demasiado limitado; es necesario ampliarlo aún. No se trata, en particular, del peligro común, sino de un concepto más amplio, del peligro general, que queremos llamar peligro interestatal". Estimó que "Estas infracciones afectan no sólo el derecho del hombre, sino que sobre todo, minan los fundamentos incluso del orden social" y advirtió que "El peligro constituido por estas acciones tiene la tendencia de volverse estable puesto que los efectos criminales, no pudiendo ser obtenidos por medio de un único acto punible aislado, requieren, toda una serie de acciones consecutivas" . Sus premoniciones encontrarían respuesta en las Técnicas de genocidio empleadas por el régimen nazi y que describió, con impecable precisión, en el Capítulo IX de su obra El dominio del eje en la Europa Ocupada (1944).

De allí su esfuerzo por crear un término legal que comprendiera todas estas conductas y a ello dedicó su vida.

En un primer esfuerzo por definir las conductas que, a su juicio, comprometían el ámbito de los derechos individuales y las relaciones entre el individuo y la colectividad así como las relaciones entre dos o varias colectividades, entendió la barbarie como "las acciones de exterminio dirigidas contra las colectividades étnicas, religiosas o sociales cualesquiera que sean los motivos (políticos, religiosos, etc); como por ejemplo masacres, acciones emprendidas para arruinar la existencia económica de los miembros de una colectividad, etc. Del mismo modo, se incluyen aquí toda clase de manifestaciones de brutalidad por las cuales el individuo es alcanzado en su dignidad, en casos donde estos actos de humillación tengan su fuente en la lucha de exterminio dirigida contra la colectividad". Definió el vandalismo como "la destrucción organizada y sistemática de las obras que están en el dominio de las ciencias, o en el de las artes o de las letras, que son el testimonio y la prueba del alma y la ingeniería de esta colectividad".

En esta Conferencia, dejó plasmado su pensamiento así:

"En virtud de las consideraciones previamente mencionadas, tengo el honor de proponer a la Quinta Conferencia para la Unificación de Derecho Penal el siguiente proyecto de texto legislativo para los delitos previamente mencionados, proyecto que fue aprobado por el Presidente de la Comisión Polaca de Cooperación Jurídica Internacional, el Sr. Profesor E. St Rappaport.

"Art. 1) Cualquiera que, por odio respecto a una colectividad racial, religiosa o social, o con miras al exterminio de ésta, emprenda una acción punible contra la vida, la integridad corporal, la libertad, la dignidad o la existencia económica de una persona que pertenece a tal colectividad, es pasible, por el crimen de barbaridad, a la pena de (..,) a menos que su acción esté prevista en una disposición más severa del Código respectivo.

"El autor será pasible de pena, si su acción se dirige contra una persona que declara su solidaridad con una colectividad similar o que se pronuncia en favor de ésta.

"Art. 2) Cualquiera que, por odio contra una colectividad racial, religiosa o social, o con miras al exterminio de la misma, destruyere sus obras culturales o artísticas, será pasible por el crimen de vandalismo a una pena de (...) a menos que su acción esté prevista en una disposición más severa del Código respectivo".

En Polonia se le recriminó a Lemkin que tratara de fortalecer la condición de los judíos con su propuesta. Beck, el ministro de Relaciones Exteriores, lo fulminó por "insultar a nuestros amigos alemanes". Terminada la conferencia, el gobierno antisemita de Varsovia lo despidió de su puesto de vicefiscal por negarse a contener sus críticas a Hitler. Sin empleo, y escarmentado por la recepción de su proyecto de ley, Lemkin sin embargo no dudaba de la solidez de su estrategia. La historia, le gustaba decir, "es mucho más sabia que políticos y estadistas" .

Lemkin tenía razones suficientes para temer lo peor. El 15 de septiembre de 1935, con la firma de Hitler como Führer y Canciller del Reich, se promulgó en Nüremberg la Ley «para salvaguardar la sangre alemana y el honor alemán», que hace la siguiente proclamación de principio: «Persuadido de que la pureza de la sangre alemana es condición primordial para la perpetuación del pueblo alemán, y animado por la voluntad inquebrantable de asegurar el futuro de la Nación alemana para todos los tiempos, el Reichstag ha aprobado unánimemente la Ley que se especifica a continuación».

En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 fueron destruidas en Alemania todas las sinagogas.

El 1 de septiembre de 1939, día en que los nazis invaden Polonia, Hitler redacta personalmente una orden sobre eutanasia destinada exclusivamente al exterminio de judíos, uno de cuyos párrafos fundamentales dice así: «El dirigente Bouhler y el doctor en medicina Brandt quedan autorizados, bajo su responsabilidad, a ensanchar el margen de atribuciones reconocido a determinados médicos con objeto de poder administrar una muerte misericordiosa a aquellos enfermos que, tras un análisis exhaustivo de su dolencia dentro de las posibilidades humanas, resulten ser incurables». Se hace necesario resaltar que entre estos judíos incurables se encontraban esquizofrénicos, oligofrénicos, epilépticos de brotes periódicos y, a veces, simplemente homosexuales.

«La solución final al problema judío» formaba parte de un proceso de purificación mucho más amplio, cuya función era exterminar a todo ser humano «imperfecto», vidas «carentes de valor»; el exterminio nazi fue una extensión lógica de las ideas sociobiológicas y las doctrinas eugenésicas anteriores al III Reich y al problema judío, que valoraba la «calidad racial» . Se calcula que aproximadamente seis millones de judíos fueron exterminados por los nazis.

Lemkin no fue el único europeo que había aprendido del pasado. También Hitler lo hizo. En agosto de 1939, seis años después de la conferencia de Madrid, Hitler se reunió con sus jefes militares y pronunció un discurso tristemente célebre: son los vencedores los que escriben los libros de historia. Dijo:

"Fue a sabiendas y despreocupadamente que Gengis Khan mandó a miles de mujeres y niños a su muerte. La historia lo ve sólo como el fundador de un Estado [...] El objetivo de una guerra no es alcanzar determinadas líneas geográficas, sino aniquilar físicamente al enemigo. Es de esta manera como obtendremos el indispensable espacio vital que necesitamos. ¿Quién menciona ya la masacre de los armenios hoy en día?" .

Seis días después de la invasión de Polonia por la Wehrmacht, oyó una transmisión radiofónica en que se recomendaba a todos los hombres aptos para el servicio que se fueran de la capital. Lemkin se apresuró a ir a la estación central, llevando consigo sólo sus enseres para afeitarse y un saco de verano. Cuando la Luftwaffe bombardeó e incendió el tren, Lemkin se escondió y caminó a campo traviesa en el bosque aledaño, junto con lo que llamó una "comunidad de nómadas". Vio el ataque de bombarderos alemanes a un tren repleto de refugiados, y después a un grupo de niños acurrucados cerca de las vías. Tres de sus compañeros de viaje cayeron muertos en un ataque aéreo. Cientos de los polacos con quienes viajó perecieron por fatiga, hambre y enfermedad .
.
El 17 de septiembre, de 1939, de acuerdo con los términos del Pacto Molotov-Ribbentrop, que contenía unas cláusulas secretas que preveían el reparto de Polonia, los soviéticos invadieron Polonia con el propósito de "proteger a los ucranianos y a los rusos blancos". Alemania se hace a la parte más rica, industrialmente, de Polonia, con 22 millones de habitantes. Rusia se apropia de 200.000 kilómetros cuadrados, con una población de 13 millones de habitantes.

Lemkin siguió su camino hasta noviembre de 1939, cuando llegó a un poblado en la parte de Polonia bajo ocupación soviética, donde convenció a una religiosa familia de judíos que le diera albergue por unos días.

Les dijo a sus padres que pensaba viajar primero a Suecia y luego, esperaba, a Estados Unidos, porque ahí era donde se decidía todo.

Se aprobó el pedido de asilo de Lemkin, y viajó por barco a la neutral Suecia en febrero de 1940. Pudo dar conferencias en sueco a sólo cinco meses de su llegada, un logro que estimó que le permitía "elevarse espiritualmente de la caída de 'refugiado' propia del hombre moderno". Mientras dictaba cátedra de derecho internacional en la Universidad de Estocolmo, comenzó a coleccionar los decretos legales de los nazis en cada país que ocuparon. Se apoyaba en una corporación cuyos asuntos legales manejó en cierto momento desde Varsovia -así como en las embajadas suecas alrededor de Europa, delegaciones de la Cruz Roja y las emisiones radiales de la ocupación alemana- para juntar las gacetas oficiales de toda sucursal que aún permanecía en operación en los países ocupados. Con estas leyes, Lemkin esperaba demostrar las maneras siniestras en que servía la ley para propagar el odio e incitar al asesinato. También esperaba que los decretos y ordenanzas en las propias palabras de los nazis harían las veces de "evidencia objetiva e irrefutable" para las legiones de escépticos de lo que él denominaba el "ciego mundo".

Lemkin estaba desesperado por dejar las bibliotecas de la neutral Suecia y llegar a Estados Unidos, país que había idealizado. Gracias a un profesor de la Universidad de Duke, con quien había traducido el Código Penal polaco al inglés, se aseguró un puesto como catedrático en esa universidad para enseñar derecho internacional. Voló a Moscú, tomó el ferrocarril transiberiano a Vladivostok y por fin se embarcó, con otros refugiados, en una pequeña nave que llamaban "el ataúd flotante", hacia el puerto japonés de Tsuruga. Después viajó en un barco más grande de Yokohama a Vancouver y, por último, a Seattle, el puerto estadounidense de entrada, al que arribó el 18 de abril de 1941.

Lemkin viajó por tren a Carolina del Norte, como punto final de un viaje de 14 000 millas. La noche de su llegada le solicitaron que pronunciara un discurso en una cena con el presidente de la universidad. Sin aviso previo y un manejo fluido del inglés, Lemkin alentó a los estadounidenses a que obraran como lo hizo el embajador Morgenthau en el caso de los armenios. Preguntó: "Si se asesinase a mujeres, niños y ancianos a cien millas de aquí, ¿no correrían a ayudar? Entonces, ¿por qué detienen esta decisión de sus corazones cuando la distancia es de 3 000 millas en lugar de cien?".

Pese al pánico que sentía por la suerte de su familia en la distancia se dedicó a difundir una campaña acerca de los crímenes de Hitler. La idea prevaleciente en Estados Unidos, al igual que la que existió en Lituania era que los nazis luchaban contra los ejércitos de Europa. Cuando Lemkin les dijo a los funcionarios gubernamentales estadounidenses que Alemania también estaba exterminando a los judíos la reacción era de indiferencia o de incredulidad. Pero con la declaración de guerra de Hitler contra Estados Unidos, Lemkin, que hablaba de corrido nueve idiomas, pensó que podría obtener más credibilidad. En junio de 1942, la Comisión de Guerra Económica y la Administración de Economía Exterior en Washington, distrito de Columbia, lo empleó como su principal asesor, y en 1944 el Departamento de Guerra lo contrató como experto en derecho internacional.

Intentó después un acercamiento directo con el presidente Roosevelt. Un asistente le sugirió que resumiera su propuesta en un memorándum de una página. Lemkin quedó pasmado de que se le pidiera "comprimir el dolor de millones, el temor de naciones, las esperanzas de ser salvados de la muerte" en una página. Pero se las arregló, y sugirió que Estados Unidos adoptara un tratado que impidiera la barbarie e instaba a que los aliados declararan la protección de las minorías europeas como una meta central de la guerra.

Unas semanas más tarde, un correo le entregó una respuesta del presidente. Roosevelt le dijo que reconocía el peligro que corrían esos grupos humanos, pero consideraba que la aplicación de semejante ley sería difícil por el momento. Le aseguró que Estados Unidos mandaría una advertencia a los nazis y le solicitó paciencia. Lemkin estaba fuera de sí. Opinó: "Paciencia' es una buena palabra para cuando se espera un puesto, un subsidio o la construcción de un camino. Pero cuando la víctima ya tiene la soga al cuello y es inminente la estrangulación, ¿no es acaso la palabra 'paciencia' un insulto a la razón y a la naturaleza?" Creía que se cometía un "doble asesinato": uno de los nazis contra los judíos y otro por parte de los aliados, quienes estaban enterados de la campaña de exterminio de Hitler pero se resistían a publicarla o denunciarla.

Estaba seguro de que los políticos siempre colocarían sus propios intereses por encima de los ajenos. Para tener alguna esperanza de influir en la política estadounidense, tendría que acercar su mensaje al público en general, quien a su vez presionaría a sus dirigentes. Más tarde escribió: "Me di cuenta de que procedía con una táctica errónea. Los estadistas están arruinando el mundo, y es sólo cuando parece que se ahogan en el lodo de su propia hechura cuando se apresuran a salir de él". Aquellos estadounidenses que tanta atención prestaron a Lemkin en persona no levantaban la voz en protesta. Y a la mayoría de ellos no les interesaba. Lemkin se dijo:

"En toda Europa los nazis escriben el libro de la muerte con mis hermanos. Permítaseme ahora contarle la historia al pueblo estadounidense, al hombre de la calle, en la iglesia, en el portal de su casa y en sus cocinas y salas de estar. Estoy seguro de que me entenderán [...] Publicaré los decretos para diseminar la muerte en Europa [...] No tendrán más alternativa que creer. El reconocimiento de la verdad dejará de ser un favor personal hacia mí, y se convertirá más bien en una necesidad lógica" .

Después de refugiarse en Estados Unidos, en 1941, no consiguió apoyo para proteger a los judíos en peligro. Los aliados se negaron a denunciar las atrocidades de Hitler pero asilaron a los judíos de Europa, y bombardearon los ferrocarriles que iban a los campos de concentración nazis.

Mientras cabildeaba en Washington y el resto del país entre 1942 y 1943 para que se actuara, recordó un discurso del primer ministro británico, Winston Churchill, de agosto de 1941, transmitido por la BBC, en que alentaba la decisión de los aliados: "Toda Europa ha sido devastada y pisoteada por las armas mecánicas y la furia bárbara de los nazis [...] A medida que avanzan sus ejércitos, son exterminados distritos íntegros -denunció Churchill-. Estamos en presencia de un crimen que no tiene nombre" .

En Lemkin confluyen varios aspectos que lo alientan a adelantar una verdadera gesta, a la que dedicó su vida, por la tipificación y castigo del crimen contra los grupos humanos: i) su preocupación, desde la infancia, por las masacres; ii) sus experiencias en la Primera y Segunda Guerra Mundial en donde perdió a la casi totalidad de su familia; iii) su conocimiento de derecho internacional y iv) sus estudios en filología y lingüística.

Convencido de su causa y aprovechando sus estudios en lingüística y filología, Lemkin comenzó a buscar un término apropiado que describiera los ataques a todos los aspectos de la nacionalidad: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos y religiosos. Se preguntaba: ¿Será el de asesinato en masa un nombre adecuado para un fenómeno como éste?

Su doctrina, compendiada en estos Documentos básicos, puede resumirse así:

Ponencia presentada en la V Conferencia para la Unificación del Derecho Penal. Madrid, 1933.

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