martes, 3 de marzo de 2009
Aventuras eróticas en la literatura de Italo Calvino
Fuente: http://es.shvoong.com/books/484314-aventuras-er%C3%B3ticas-en-la-literatura/
“Pandora en el Congo”, de Albert Sánchez Piñol
Written by Blake Doyle in Literatura-Aventura“Pandora en el Congo” es la segunda novela de Albert Sánchez Piñol, que ya recogió cierta fama con su primera novela “La piel fría”. La presente novela se centra en la aventura y en ciertos temas que gustan de reflejar a Albert, como puede ser la condición humana, las especies fantásticas y un añorado sentido de la aventura.
La historia se centra en Thomas Thomson un joven con ínfulas de querer ser escritor, pero por ahora trabaja como “negro” de un famoso autor de novelas baratas donde conviven caníbales, pigmeos y los héroes británicos.
Por avatares del destino Thomson es reclutado por un abogado para que escriba la historia de Marcus Garvey, un hombre que ha sido condenado a muerte por el asesinato de los hijos de un duque en el Congo.
Así pues asistimos a una historia dentro de otra: por un lado la de Thomas y por otro la de Garvey. La primera parte se centra en Thomas y como vive en Londres, conoceremos diversos personajes, como una mujer irascible o un simpático irlandés, así como una tortuga que dará el toque de humor a la novela con momentos francamente divertidos.
Después de esto, la historia y núcleo de la novela se centra en las aventuras de Garvey en el Congo. Aquí comienza la aventura propiamente dicha, que recuerda a los clásicos viajes fantásticos por África. Los dos hijos del duque son los que inician la expedición por el corazón del Congo en busca de oro y diamantes, donde Garvey es un simple cocinero y puente entre los esclavos y los hijos del duque.
Poco a poco, descubriremos como tratan a los esclavos, como encuentran oro y empiezan ha realizar una mina y de repente, aparece una especie no humana, poniendo en peligro su situación. Una mujer de dicha especie establecerá una extraña relación con dos de los protagonistas.
Rodeando el centro de esta historia, veremos salteadas la evolución también de la historia de Thomas y lo que siente al escribir las aventuras de Garvey y sobretodo de la fantástica mujer de esa indómita raza.
Por último, en el último tramo de la historia asistimos a la conclusión del relato de Garvey, pero se continúa con el de Thomas, donde descubrimos sus desgracias en la guerra, y una sorpresiva conclusión donde se atan todos los cabos de forma simplemente maravillosa.
La novela me ha sabido ha decepción y a esperanza. Primero decepción en el terreno de la aventura de Garvey, más que nada por su más que parecido con su primera novela. Simplemente es la misma pero desde otra perspectiva: cambiemos el Congo por una isla, surgen una especie invasora en las dos, se fortifican para luchar contra ella en las dos novelas, hay una relación con una mujer de esa especie en las dos novelas, hay una historia de la guerra en las dos, la lucha entre los dos protagonistas por la mujer en las dos, etc, etc.
Esto a mi parecer es un punto en contra, aunque es cierto que aquí esta tratado en tono más aventurero y con juegos metaliterarios que ayudan bastante, así como la mezcla de géneros desde comedia y horror, hasta aventura y amor.
Aunque la parte de amor no ha llegado a gustarme del todo, la encontré demasiado artificial.
Pero también mucha esperanza, porque la novela esta muy bien escrita, con ese toque de Albert donde conjuga muy bien los elementos, pasando por temas como el colonialismo, la guerra, la condición humana, la literatura, etc. Todo ello magnificamente retratado, siendo la parte final lo mejor de la novela y donde pone toda la carne en el asador.
En definitiva, una recomendable novela de aventuras (a pesar de no ser mejor que su primera novela) y un escritor a seguir dentro del género.
Urania
por J. M. G. Le Clézio
Publicamos un fragmento de “Urania” (El Cuenco de Plata, 2007), la última novela traducida al castellano del premio Nobel de Literatura 2008 Jean Marie Gustave Le Clézio
Era la guerra. Aparte de mi abuelo Julien, no había ningún hombre en casa. Mi madre era una mujer de cabellos muy negros, la piel del color del ámbar, unos ojos grandes bordeados de pestañas que parecían un dibujo al carbón. Ella pasaba mucho tiempo al sol, me acuerdo de la piel de sus piernas, brillante sobre las tibias, por las que me gustaba deslizar los dedos.
No teníamos gran cosa que comer. Las noticias que nos llegaban eran muy alarmantes. Sin embargo, conservo de mi madre en aquella época el recuerdo de una mujer alegre y despreocupada, que tocaba melodías en la guitarra y cantaba. Le gustaba leer también, y es de ella de quien he heredado la convicción de que la realidad es un secreto, de que es soñando como se está cerca del mundo.
Mi abuela paterna era muy distinta. Era una mujer del norte, de los alrededores de Compiègne o de Amiens, de un largo linaje de campesinos cerrados y autoritarios. Se llamaba Germaine Bailet, y ese nombre contenía todo lo que ella era, avara, terca, voluntariosa.
Era muy joven cuando se casó con mi abuelo, un hombre de otra época, un ex profesor de geografía que había dimitido para consagrarse al estudio del espiritismo. Se aislaba en su escritorio a fumar cigarrillo tras cigarrillo de tabaco negro, leyendo a Swedenborg. Jamás hablaba de eso. Salvo una vez, cuando al verme leer una novela de Stevenson había dicho en un todo definitivo: "Harías mejor en leer tu Biblia". Su contribución a mi crianza se detuvo allí.
Mi madre tenía un nombre único. Un nombre dulce y ligero, que evocaba su isla, y que se llevaba bien con su risa, sus canciones y su guitarra. Se llamaba Rosalba.
La guerra, es cuando se tiene hambre y frío. ¿Siempre hace más frío mientras duran las guerras? Mi abuela Germaine sostenía que las dos guerras que ella había conocido, la primera, la "Grande", y la otra, la "cochina guerra", habían estado marcadas las dos por veranos tórridos, seguidos de inviernos de espanto. Ella contaba que en el verano de 1914, en su pueblo, las alondras cantaban: "¡Este estío, este estío!" Y no fue hasta el día en que fijaron los carteles con la orden de movilización, a mediados de agosto, que los campesinos comprendieron. Mi abuela no había hablado de pájaros que cantaran en el verano de 1939. Pero contaba que mi padre había partido en medio de una tormenta. Había besado a su mujer y a su hijo, se había alzado el cuello bajo la lluvia, y no había regresado jamás.
En la montaña hacía frío a partir de octubre. Llovía todas las noches. Los arroyos corrían por el centro de las calles, haciendo una música triste. Había cuervos en los campos de papas, mantenían una suerte de reuniones, sus graznidos colmaban el cielo vacío.
Vivíamos en el primer piso de una vieja casa de piedra, a la salida del pueblo. La planta baja estaba compuesta por una gran pieza vacía que antaño había servido de depósito, y cuyas ventanas fueron tapiadas por orden de la Kommandantur.
Es el olor de aquel tiempo lo que yo no puedo olvidar. Una mezcla de humo, de moho, un olor a castañas y a repollos, un algo de frío, de inquietante. La vida pasa, uno corre aventuras, se olvida. Pero el olor permanece, a veces resurge, en el momento en que uno menos lo espera, y con él regresan los recuerdos, la longitud del tiempo de la infancia, del tiempo de la guerra.
La falta de dinero. ¿Cómo la adivina un niño de cuatro, cinco años? Mi abuela Germaine hablaba de eso algunas tardes, mientras yo me dormía a medias sobre mi plato vacío.
"¿Cómo vamos a hacer? Hace falta leche, legumbres, todo cuesta caro". No es dinero lo que falta, sino tiempo. Los medios para no pensar más en el tiempo, para no tener miedo del día que se acaba, del día que recomienza.
El Nobel de Literatura distingue la aventura poética de Le Clézio
El escritor francés se muestra "conmovido y agradecido" y dedicará su discurso en Estocolmo a las dificultades a las que se enfrentan los autores jóvenes
ELCULTURAL.ES
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Le Clézio o la musicalidad de los pueblos primitivos.
El francés Jean-Marie Gustave Le Clézio es el nuevo Premio Nobel de Literatura. El escritor se ha mostrado hoy "conmovido y agradecido" por haber sido distinguido con el máximo galardón de las Letras. En una entrevista con la radio sueca SR de Estocolmo, Le Clézio, de 68 años, añadió: "Este es un gran honor y se lo agradezco a la Academia Sueca". La llamada con la noticia de Estocolmo la atendió su mujer, mientras él estaba escribiendo.
El autor ha merecido el galardón por ser "el escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante", según la argumentación de la Academia. Le Clézio no figuraba entre los grandes favoritos este año, pero sí se le había mencionado en el círculo más amplio de candidatos. El año pasado, el Nobel fue para la escritora inglesa Doris Lessing, fallo que también sorprendió en su momento.
El Nobel ha devuelto a Francia, el país más distinguido en la historia, con 14 galardones, el premio más prestigioso de las letras universales. Aunque el chino Gao Xingjian, premiado en 2000, tiene nacionalidad francesa, no escribe en esta lengua sino en mandarín, por lo que el último representante en rigor de las letras francesas premiado hasta ahora había sido Claude Simon (1985).
El escritor promete un discurso comprometido
Le Clézio ha confirmado que acudirá a la entrega del premio, dotado con diez millones de coronas suecas (un millón de euros o 1,4 millones de dólares), que se celebra tradicionalmente el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su creador Alfred Nobel (1833-1896), en la capital sueca. En los últimos años, tres de cuatro ganadores no acudieron a la ceremonia por enfermedad. En su discurso de agradecimiento en Estocolmo, Le Clézio tiene previsto hacer referencia a las dificultades a que se enfrentan hoy los autores jóvenes para ser publicados. "Hay que golpear puertas constantemente y uno se choca contra la pared", agregó. Una solución, dijo, sería abolir los impuestos sobre los libros. "Los libros no deberían pagar impuestos".
Escribir novelas es para él como meterse en una segunda piel. "Uno cambia de personaje, de sexo", comenta. "Sólo escribo novelas porque no estoy en condiciones de escribir mis recuerdos. Contemplar mi vida y considerar que puede ser de interés me da un poco de verguenza", añade.
La editorial Gallimard, que publicó su más reciente novela Ritournelle de la faim (algo así como: Salmodia del hambre), ha reaccionado sorprendida. "Tenemos a varios grandes autores bajo contrato. Esta ha sido una grandiosa sorpresa", ha confirmado la casa.
La vida de un nómada
Nacido en Niza en 1940, hijo de un médico inglés y una francesa, Jean-Marie Gustave Le Clézio es sin duda el nombre más significativo de la literatura francesa contemporánea. Su infancia está marcada por los paisajes marítimos de la isla Mauricio, en la que soñaba con ser marinero. Estudió literatura y tras terminar su formación académica ejerció como docente en Bristol, Londres y Aix en Provence.
Hizo el servicio militar en Tailandia como cooperante, sin embargo, no pudo terminarlo al ser expulsado por haber denunciado la prostitución infantil. Concluyó la 'mili' en México, y posteriormente recaló en Panamá, donde trabajó para el Instituto de América Latina, lo que le llevó a recorrer buena parte de América.
Novelista, autor de relatos y ensayista, Le Clézio publicó su primera novela con sólo 23 años en la editorial Gallimard. Titulada El interrogatorio (editada en español por Cátedra), le procuró ya un espacio dentro de las letras galas al ganar el prestigioso Premio Renaudot (1963). Ya en esta obra se aprecia su herencia del nouveau roman, aunque sometida a un singular lirismo omnipresente.
Su obra, en la que las novelas han ido sucediendo aproximadamente cada dos años, bucea en la aventura del ser humano a través de personajes que tienden a la alienación causada por la agresiva sociedad contemporánea. En sus inicios, parte de los maestros Sartre y Camus para cuestionar el mundo y el yo, pero con una notable readaptación a la actualidad y en torno a mundos hundidos y alejados. Su propia vida, es por último, elemento fundamental de su literatura.
México, país al que acude con frecuencia, y los modos de vida de sus habitantes, han marcado su pluma, que concibe como un ideal la tendencia a lo esencial de la cultura amerindia. Elementos de armonía con el universo plasmados en su ensayo El sueño mexicano (1988). Viajero infatigable, no ha cesado de repetir que se siente "un extranjero en Francia".
Para Le Clézio, la escritura apacigua, deja sitio al silencio y permite acceder a lo más profundo. Pero la búsqueda interior pasa por la evocación de la belleza del mundo, la tierra, los paisajes y los ambientes originales, como en Tierra amada (1967), donde cada sacudida repercute sobre todos los seres. En su forma, Le Clézio trabaja la minuciosidad, la riqueza de metáforas y la evocación, aunque muchas de sus páginas se abren a todo tipo de collages: recortes de periódico, fragmentos de publicidad, etcétera. Entre todos sus títulos cabe destacar un ensayo, éxtasis material (1967), una serie de relatos, Mondo y otras historias (1978) y varias novelas, Desierto (1980), El buscador de oro (1985) y Revoluciones (2003).
Le Clézio, casado con una mujer de origen saharaui y padre de dos hijos, vive actualmente en Alburquerque, aunque también tiene residencia en Niza y en la Bretaña francesa. Entre otros premios, además del Renaud, el Paul Morand y en 1994 fue elegido el mejor escritor francés vivo. Ha firmado más de treinta libros, entre ellos cuentos, novelas, ensayos así como traducciones de mitología india. Entre sus novelas más conocidas están El Africano y Urania.
Otros fallos
A lo largo de esta semana se han entregado los premios de Medicina, Física y Química. El próximo lunes 13 de octubre la Academia Sueca anunciará el nombre del premio Nobel de Economía 2008.
El premio Nobel de Literatura se concede desde 1901. En las últimas ediciones han sido galardonados la escritora británica Doris Lessing, el turco Orhan Pamuk (2006), el británico Harold Pinter (2005), la austriaca Elfriede Jelinek (2004), el surafricano John M. Coetzee (2003), el húngaro Imre Kertész (2002), el británico nacido en Trinidad Naipaul (2001), el francés de origen chino Gao Xingjian (2000), el alemán Gönter Grass (1999), el portugués José Saramago (1998), el italiano Dario Fo (1997), la polaca Wislawa Szymborska (1996), el irlandés Seamus Heaney (1995), el japonés Kenzaburo Oe (1994), la estadounidense Toni Morrison (1993), el caribeño Derek Walcott (1992), la surafricana Nadine Gordimer (1991) y el mexicano Octavio Paz (1990), último escritor en español galardonado con este Premio.
Jean-Marie Gustave Le Clézio durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras conocer la noticia. Foto: Benoit Tessier / Reuters
SAGA DE "EL SEÑOR DE LOS ANILLOS"
(Obra de J. R. R. Tolkien)
El escritor sudafricano John Ronald Ruelen Tolkien, con su obra maestra: "El Señor de los Anillos" nos lleva de la mano por el maravilloso mundo de la Tierra Media. Aquí conoceremos a enanos, elfos, hobbits, trolls, orcos y a una enorme cantidad de seres de toda índole.
El libro es en realidad, más que una trilogía (o tetralogía para algunos) compleja (y un libro de apéndices, sólo para explicar cosas de las que no te puedes llegar a enterar durante el desarrollo de la historia) acerca de la eterna lucha entre el bien y el mal y como hasta el más simple personaje puede llegar a tener un papel fundamental en el desarrollo de los acontecimientos; es la historia de un mundo antiguo poblado por diferentes razas y seres mágicos y como su destino se ve marcado por objetos poderosos, grandes ejércitos y batallas y complejas tramas y traiciones. Es una época oscura y de intranquilidad, en la que el poder del mal se cierne sobre las cabezas de las buenas gentes de la “Tierra Media”, en la que se canta a los héroes de los reinos antiguos y en la que los malos augurios y la mediocridad se dan en el presente.
Pero “El señor de los anillos” no es sólo eso, no es sólo magia o una aventura, sino que su mérito fundamental reside en que el trabajo de Tolkien, que se culmina con este libro, no es ni mas ni menos que la creación de todo un complejo mundo paralelo al nuestro; Tolkien, lingüista sudafricano y profesor de literatura inglesa en Oxford, parece tener la llave de una puerta a otra dimensión, y el sólo en 50 años, ha sido capaz de crear una mitología tan compleja como la que a otras culturas enteras les ha costado siglos e incluso miles de años (véase la griega o egipcia).
Aunque el libro "El Hobbit" no es considerado como parte integral de la saga por algunas personas, realmente si forma parte de ella, dado que le antecede cronológicamente, además de que su lectura nos sitúa en ambiente y nos permite conocer a muchos personajes y situaciones que se mantienen en toda la serie.
Descargue los libros (ver fuente abajo)
1- El hobbit |
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2- La comunidad del anillo |
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3- Las dos torres |
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4- El regreso del rey |
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Precuelas y Secuelas |
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Las aventuras de Tom Bombadill |
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El Silmarillion |
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Ainulindale |
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Cuentos inconclusos 1 |
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Cuentos inconclusos 2 |
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Cuentos inconclusos 3 y 4 |
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El fin de la Tercera Edad |
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El libro de los cuentos perdidos 1 |
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El libro de los cuentos perdidos 2 |
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INFORMACIÓN SOBRE LA SAGA
1- El hobbit Cuando alrededor de 1930, JRR Tolkien comenzó a escribir El Hobbit, hacía ya diez años que trabajaba en el vasto panorama mitológico de EL Libro de los relatos, que más tarde se llamaría El Silmarillion. Así como esas crónicas tempranas narraban los mitos inmemoriales de la Primera y Segunda Edad, Tolkien pronto advirtió que El Hobbit iba ordenándose de algún modo como un relato de la Tercera Edad (Gandalf habla del Nigromante en la primeras páginas), aunque las inesperadas aventuras de un pacífico "hombre de campo" no parecieran tener mucha relación con las vastas y oscuras mitologías de la Tierra Media. | |
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2- La comunidad del anillo Espléndida traducción castellana de la prodigiosa y fantástica trilogía "El Señor de los Anillos". Nadie podrá regatearle a Tolkien el oficio de buen narrador, de buen escritor que sabe ganarse incondicionalmente el ánimos de los lectores. | |
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3- Las dos torres Este libro es como un relámpago en un cielo claro. Decir que la novela heroica, espléndida, elocuente y desinhibida, ha retornado de pronto en una época de un antirromanticismo casi patológico, sería inadecuado. Para quienes vivimos en esa extraña época, el retorno –y el alivio que nos trae- es sin duda lo más importante. Pero para la historia misma de la novela –una historia que se remonta a la Odisea y a antes de la Odisea- no es un retorno, sino un paso adelante o una revolución: la conquista de un territorio nuevo. | |
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4- El regreso del rey La obra de Tolkien, difundida en millones de ejemplares, traducida a docenas de lenguas, inspiradora de slogans pintados en las paredes de Nueva York y de Buenos Aires,... una coherente mitología de una autenticidad universal creada en pleno siglo veinte. |