martes, 29 de abril de 2014

El hombre de negro (con Urrutia, Calamaro y Bunbury)

Bunbury - Lady Blue

Jaime Urrutia - Donde estas? - Videoclip Amigos

"Annabel Lee" de Edgar Allan Poe

    Annabel Lee
      Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar,
      Habitaba una doncella cuyo nombre os voy a dar,
      Y el nombre que daros puedo es el de Annabel Lee,
      Quien vivía para amarme y ser amada por mí.
      Yo era un niño y era ella una niña, junto al mar,
      En el reino prodigioso que os acabo de nombrar.
      Mas nuestro amor fue tan grande como jamás yo presentí,
      Mucho más que amor compartimos, yo y mi bella Annabel Lee,
      Y los nobles en su estirpe de abolengo señorial,
      Los ángeles en el cielo envidiaban tal amor,
      Los alados serafines nos miraban con rencor.
      Aquel fue el solo motivo, ¡hace tanto tiempo ya!
      Por el cual, de los confines del océano y más allá,
      Un gélido viento vino de una nube y yo sentí
      Congelarse entre mis brazos a mi bella Annabel Lee.
      La arrancaron de mi lado en solemne funeral,
      A encerrarla la llevaron por la orilla del mar
      A un sepulcro en ese reino que se alza junto al mar,
      Los arcángeles que no eran tan felices como nosotros dos,
      Con envidia nos miraban desde ese Reino que es de Dios.
      Ese fue el solo motivo, bien lo podéis preguntar,
      Pues lo saben los hidalgos de aquel reino junto al mar,
      Por el cual un viento vino de una nube carmesí
      Congelando una noche a mi bella Annabel Lee.
      Nuestro amor era tan grande y aún más firme en su candor
      Que aquel de nuestros mayores, más sabios en el amor.
      Ni los ángeles que moran en su cielo tutelar,
      Ni los demonios que habitan negros abismos bajo el mar
      Podrán apartarme nunca del alma que mora en mí,
      Espíritu luminoso de mi bella Annabel Lee.
      Pues los astros no se elevan sin traerme la mirada
      Celestial que, yo adivino, son los ojos de mi amada.
      Y la luna vaporosa jamás brilla ya en vano,
      Pues su fulgor es ensueño de mi bella Annabel Lee.
      Yazgo al lado de mi amada, mi novia bien amada,
      Mientras retumba en la playa la nocturna marejada,
      Yazgo en su tumba labrada cerca del mar rumoroso,
      En su sepulcro a la orilla del inmenso océano.

Una noche de José Asunción Silva

UNA NOCHE
Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de älas,
Una noche 
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,
muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
y tu sombra
fina y lángida
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban.
Y eran una
y eran una
y eran una sola sombra larga!
y eran una sola sombra larga!
y eran una sola sombra larga!
Esta noche
solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
por el infinito negro,
donde nuestra voz no alcanza,
solo y mudo
por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
entre las blancuras níveas
de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola
¡iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de
[murmullos y de músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las
[noches de negruras y de lágrimas!...
José Asunción Silva

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Empezando un Cómic/manga (I )- Bocetos, historia y psicología y Empezando un cómic/manga (II)- Inspiraciones y crítica.






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'Los nombres muertos' de Jesús Cañadas

portada los nombres muertos

Llego un poco tarde con esta reseña, pero es que la vida real me tiene un poco loca últimamente. En cualquier caso, y así de manera rápida sólo os digo una cosa: tenéis que leer Los nombres muertosde Jesús Cañadas. Os voy a dar las razones, por supuesto que sí, pero os adelanto que si no lo hacéis os perderéis una de las novelas más entretenidas que se han publicado en nuestro país en los últimos años.
¿Y qué es lo que tiene 'Los nombres muertos' para recomendarla con tanta efusividad? Pues de todo, gente. DE TODO. Tiene aventuras, escritores malditos, bibliotecas de noche, excavaciones arqueológicas, nazis, y un puntito sobrenatural que lo hace completamente irresistible. Si además os digo que H. P. Lovecraft es su protagonista, lo más probable es que salgáis corriendo hasta la librería más cercana. Y haríais bien...
Todo comienza con la visita de un amigo a otro amigo. Nada especial, pensaríamos, si no fuera el escritor Frank Belknap Long quién va a visitar a su amigo Howard Lovecraft. Y no es una simple visita de cortesía, ojo. Se trata del inicio de una rocambolesca aventura con el fin de buscar un ejemplar del libro maldito El Necronomicón. ¿El problema? Que el libro no debería existir, ya que se trata de una invención de Lovecraft.
Ese es el punto de partida de un viaje que nos llevará desde Providence a Londres, a Berlín, a la costa portuguesa, a Damasco... Un viaje plagado de peligros y de aventuras, en los que conoceremos oscuros secretos de algunos de nuestros autores favoritos y los acompañaremos en un descenso (en ocasiones literal) a los miedos que pueblan sus obras literarias.
Sin duda el gran acierto de la novela son sus personajes. Es imposible no tomarle cariño a Lovecraft, aunque a veces tenga insufribles momentos al más puro estilo Sheldon Cooper. Frank Belknap Long es adorable, Robert E. Howard un bravucón divertido y, entre todos ellos, destaca Sonia Green, la mujer de Lovecraft. Sólo por el personaje de Sonia ya merece la pena leer la novela, os lo aseguro.
Jesús Cañadas nos embarca en una montaña rusa de emocionantes aventuras en el que sin duda una palabra resulta clave: exceso. Más es más, y ojo que no lo digo como una queja. Las correrías de nuestros protagonistas son excesivas en muchas ocasiones y ¿sabéis qué? Que me encanta. 'Los nombres muertos' es una novela de aventuras fantásticas y como tal hay que leerla. Vale que en ocasiones leemos un párrafo, y lo volvemos a leer y pensamos Se te ha ido un poco la pinza, Jesús... ¡pero mola!
Podríamos decir que Jesús Cañadas es casi casi vecino mío, pero no. Nacido en Cádiz en 1980 ha viajado de manera incansable por todo el mundo, llegando a vivir en trece ciudades diferentes en los últimos diez años. En la actualidad vive en Alemania, donde se dedica por igual a escribir y a trabajar en la Feria del Libro de Frankfurt. 'Los nombres muertos' es su segunda novela publicada, pero la primera sería El baile de los secretos, publicada en 2011 por Ajec.
Además de estar cosechando bastantes buenas críticas, 'Los nombres muertos' es una de las novelas finalistas al Premio Celsius a la mejor novela de ciencia ficción y fantasía que se conocerá en la próxima Semana Negra de Gijón. Sobra decir que cuenta con todo mi apoyo...
Tal y como ya os he dicho, he disfrutado muchísimo esta novela. Siempre me han gustado las novelas de aventuras, soy muy fan de Lovecraft y todo el rollito chungo de los primigenios me llama mucho la atención, de modo que era muy difícil que esta novela no me gustara. Sé que Jesús ya está embarcado en un nuevo proyecto, así que sólo puedo decir ¡Ánimo campeón!
Levantó el auricular como quien recoge del suelo un pájaro muerto, y del mismo modo se lo llevó al oído.

—Está usted estableciendo línea directa con ignominiosos abismos de insondable maldad y putrescencia venida de un lugar jamás horadado por la insignificante criatura que los ilusos dan en llamar ser humano —anunció a través del aparato. Tía Lillian se cubrió la boca con la mano—. ¿Qué se le ofrece?

—¡Están pasando! —masculló una voz al otro lado de la línea—. ¡La lluvia ha emborronado los sellos del suelo! Jamás habría previsto un temporal tan fuerte. Sale humo de la pared. ¡Socorro! Ya se acercan… ¡que alguien me ayude! ¡Oh, Dios, sus colmillos!

Las esquinas de la boca junto al teléfono se curvaron.

—Belknapius, te sugiero que elimines el melodrama de esa escena. Que un caballero esté a punto de ser devorado por horrendas entidades surgidas de más allá del espacio y el tiempo no es razón suficiente para que pierda la compostura.
Fantascy
ISBN: 9788415831051
576 páginas
18,90 euros
http://www.papelenblanco.com/resenas/los-nombres-muertos-de-jesus-canadas?utm_source=NEWSLETTER&utm_medium=DAILYNEWSLETTER&utm_content=POST&utm_campaign=29_Apr_2014+Papel+en+blanco&utm_term=CLICK+ON+CONTENT