viernes, 11 de noviembre de 2022

Tour guiado de la Ile Saint-Louis, París, Francia

Tour guiado de la Ile Saint-Louis, París, Francia

Ile Saint-Louis es una de las dos islas naturales del río Sena en París. Situada en el corazón de París, junto a la Île de la Cité, la pequeña Île Saint-Louis es uno de los barrios más tranquilos y encantadores de París. Buena parte del distrito está dotado de un encanto excepcional y muy turístico. Esta pequeña isla es como un oasis del ajetreo de la ciudad, queda románticamente en el siglo XVII, como un pequeño pueblo francés en el centro de París.

Su nombre data de 1725 y deriva del rey Luis IX, hijo de Luis VIII, a quien apodaban San Luis. Cuenta la leyenda que el rey tenía la costumbre de pasar tiempo solo y solía ir a rezar a la Ile aux Vaches, que originalmente estaba ubicada en el lado este de la isla actual. La Île Saint-Louis no estuvo habitada, como su vecina Île de la Cité, hasta el siglo XVII. Cuando se planeó la isla, estaba poblada por los parisinos más adinerados, que aprovechaban el remanso de paz y tranquilidad para construir sus mansiones y palacetes.

Más pequeña y acogedora que su vecina Île de la Cité, la Île Saint-Louis es un lugar perfecto para descubrir a pie, paseando por sus callejuelas explorando su ambiente único, porches y fachadas. La mayor parte de la isla es residencial, pero hay varios restaurantes que ofrecen una variedad de cocina francesa, hoteles y pequeñas tiendas con escaparates bellamente decorados que vale la pena visitar.

Île Saint-Louis está conectada con el resto de París por cuatro puentes a ambas orillas del río y con la Île de la Cité por el Pont Saint-Louis. Paseando por los paseos marítimos en diferentes direcciones de la isla, podrá disfrutar de las vistas de la orilla izquierda y derecha de París al mismo tiempo, ofreciendo unas vistas perfectas de postal del Sena y de los edificios parisinos. Frente al puente Saint-Louis, se beneficia de la luz del sol durante todo el día, así como de una vista extraordinaria de la catedral de Notre-Dame.

Buena parte de la comarca está dotada de un encanto excepcional y muy turística. La Ile Saint-Louis es el centro histórico medieval de París. Es uno de los distritos menos afectados por Baron Haussmann, edificios históricos que dan testimonio del rico pasado de París, desde sus edificios del siglo XVII hasta las antiguas casas de entramado de madera que bordean las calles y los museos. Contiene todo lo que desearía de su vecindario: mercados, panaderías, queserías y cafeterías.

Si bien gran parte de París se ha modernizado a lo largo de los años, esta isla es notablemente igual a como era hace siglos, por lo que su arquitectura se destaca con el resto de la capital. Tanto un barrio residencial como histórico de la capital de Francia, esta isla alberga varios hoteles de fachada extravagante con vistas al río Sena. Anteriormente conocida como la Ile des Palais debido a estos mismos hoteles, la perfecta cohesión arquitectónica de la isla atrae a los visitantes. Fue gracias a varios proyectos de construcción urbana llevados a cabo durante el reinado de Luis XIII en la primera mitad del siglo XVII que la isla tiene el aspecto que tiene hoy.

Un vistazo al viejo París del Renacimiento. Entre 1614 y 1644, el arquitecto Christophe Marie desarrolló toda la isla en lujosas casas adosadas y pequeñas mansiones y se ha mantenido sin cambios desde entonces. A diferencia de los edificios que se encuentran en otras partes de París con un patio interior, estas casas adosadas se abrieron hacia el exterior con ventanas y balcones para maximizar la vista del Sena. La forma más fácil de admirar estos tesoros arquitectónicos es caminar por la rue Saint-Louis-en-L’Ile, que atraviesa el centro de la isla, o por el quai de Béthune, que da a la orilla izquierda.

Escondido del ajetreo y el bullicio de la ciudad circundante, muchas personalidades políticas y celebridades residen en esta área. Dos visitas obligadas en el camino son el Hôtel Chenizot (número 53, en la rue Saint-Louis-en-Ile) y el Hôtel Lefebvre de la Malmaison (número 22, en el quai de Béthune) en los que Baudelaire vivió entre 1842 y 1843. Ambos de estos hoteles tienen frentes impresionantes. Este distrito siempre popular incluso ha albergado al ex presidente Georges Pompidou (número 24, rue de Béthune). Los residentes más ricos de París se mudaron aquí. Incluso hoy en día, es el hogar de los aristócratas franceses y se considera la zona más cara para vivir en París.


Rue Saint-Louis, que va de un extremo a otro de la isla, está repleta de adorables boutiques con atractivos frentes y deliciosos escaparates. Para los amantes de la comida, también se pueden encontrar restaurantes de buena calidad que sirven platos tradicionales franceses, así como agradables salones de té. Los helados de Berthillon son una parada casi obligada cuando pasas por la isla.

Atracciones principales
Ile Saint-Louis se encuentra en el corazón de París, en el distrito 4 y representa la vida parisina por excelencia. La mejor manera de familiarizarse con esta pequeña isla es caminar por el exterior, ya que se encuentra en medio del Sena con las orillas izquierda y derecha a ambos lados. En el centro de la isla se encuentra la Rue Saint-Louis en l’Île. Fuera de esta calle principal hay pequeñas calles laterales que se extienden a ambos lados de la orilla izquierda o derecha.

La única iglesia de la isla es la Iglesia de Saint-Louis-en-l’Île, obra del arquitecto François Le Vau, hermano menor de Louis Le Vau. El extremo superior de la isla está ocupado por Square Barye, que contiene un monumento al escultor Antoine-Louis Barye. La heladería Berthillon, cuyos sorbetes tienen fama de ser los mejores de París, se encuentra en 29-31, rue Saint-Louis-en-l’Île.

patrimonio arquitectónico
Île Saint-Louis conservó su tranquilidad, descubra la elegancia y el refinamiento de los hôtels particuliers en Île Saint-Louis. Pasee y admire la grandeza de la arquitectura intacta del siglo XVII. Hôtel Lambert, se considera la casa de ciudad más extravagante con una rotonda con vistas al río Sena (5, quai d’Anjou); El Hôtel de Lauzun está catalogado como sitio patrimonial (17, quai d’Anjou); La iglesia de Saint Louis-en-l’Isle es la única iglesia de la isla (19, rue Saint-Louis en Ile); Hotel Chenizot en 49-53 Rue Saint-Louis en l’Île.

Hotel Lambert (1640)
El Hôtel Lambert es una mansión privada ubicada en la Île Saint-Louis, en el n. 2 rue Saint-Louis-en-l’Île en el distrito 4 de París. Este hotel, cuya fachada, rotonda y jardín se encuentran entre los más notables de París, fue construido en 1640 por Louis Le Vau. Los pintores Charles Le Brun y Eustache Le Sueur trabajaron durante cinco años para decorar el interior. A pesar de su carácter comercial, todavía conserva muchos de los primeros edificios residenciales, el más notable de los cuales es el Hôtel Lambert, ubicado en el Quai Anjou en el extremo este de la isla. Esta gran casa de ciudad, con una rotonda con vistas al Sena, fue construida a partir de 1640 por el arquitecto real Louis Le Vau.

Hotel Chenizot
El Hôtel de Chenizot es una mansión privada ubicada en la Île Saint-Louis, en 51 y 53 rue Saint-Louis-en-l’Île. El hotel fue adquirido en 1719 por Jean-François Guyot de Chenizot, quien encargó al arquitecto Pierre Vigné de Vigny que lo transformara instalando un balcón y decorando las fachadas. Madame Tallien también residió allí con su primer marido M. de Fontenay, desde su matrimonio en 1788 hasta su exilio en Burdeos en 1793. El 19 de febrero de 1850, el Estado vuelve a alquilar el hotel Chenizot que fue habilitado para alojar al personal del 1. Legión de Gendarmería que permaneció allí hasta 1862. De 1904 a 1930, el metafísico René Guénon vivió en un apartamento del hotel.

Hotel de Lauzun
El Hôtel de Lauzun, o Hôtel Pimodan, es una mansión privada ubicada en la Île Saint-Louis en París, Francia. Su fachada exterior, que sigue la línea de los edificios que componen esta vía, tiene un elemento destacable, su ornamentado balcón de hierro forjado. Las puertas de entrada se instalaron en 1910. El patio interior, pavimentado, tiene tres fachadas y un muro ciego decorado con arcadas. Entre dos ventanas del segundo piso, en la fachada norte del patio, se encuentra un reloj de sol vertical decreciente por la tarde, que indica tanto las horas como el calendario. El edificio fue catalogado como monumento histórico en 1906 y desde 1928 el Hôtel de Lauzun es propiedad de la ciudad de París. Ya en el siglo XIX era propiedad municipal.

Fue comprada y habitada en 1682 por el duque de Lauzun. El escritor Roger de Beauvoir nació allí en noviembre de 1806 y vivió allí. Este hotel fue restaurado por el bibliófilo y coleccionista Jérôme Pichon, quien alquiló algunas habitaciones a creadores. Charles Baudelaire vive en estos lugares de octubre de 1843 a septiembre de 1845, en el último piso, en un pequeño apartamento que da al patio. Allí recibió a Madame Sabatier y escribió su poema L’Invitation au voyage. Desde el 12 de noviembre de 2013, el Hôtel de Lauzun alberga el Instituto de Estudios Avanzados de París 6, un instituto de investigación que alberga investigadores internacionales en humanidades y ciencias sociales en residencia.

Hotel Le Charron
l Hôtel Le Charron o Hôtel de Vitry es una mansión privada ubicada en la orilla norte de la Île Saint-Louis, en 13-15 quai de Bourbon. El hotel fue construido entre 1637 y 1640 por el arquitecto francés Sébastien Bruand por encargo de Jean Charron, Intendente de Finanzas. Desde 1912 albergó el estudio de la escultora belga Yvonne Serruys y su marido, el escritor francés Pierre Mille. El pintor Émile Bernard murió allí en 1941. Haroun Tazieff vive allí. El edificio fue registrado como monumento histórico en 1988. Hotel restaurado en 1979/1980 bajo el control de Construcciones de Francia por Ladislas de Diesbach, promotor, y Laurent Daum, arquitecto.

Iglesia de Saint-Louis-en-l’Île
La Iglesia de Saint-Louis-en-l’Île, en 19 bis rue Saint-Louis-en-l’Ile, es la única iglesia de la isla. Fue diseñado por el arquitecto François Le Vau, hermano menor del más conocido arquitecto real Louis Le Vau. Fue el único edificio que diseñó. El interior es un buen ejemplo de la arquitectura barroca francesa, con una cúpula o cúpula central y una abundancia de oro y blanco, un estilo tomado de Italia.

El Papa Pío VII celebró misa en el edificio en 1805, durante su viaje a París para la Coronación de Napoleón Bonaparte. El interior de la iglesia sufrió graves daños durante la Revolución Francesa, pero el daño se ocultó en gran medida en 1805 colgando tapices sobre las paredes dañadas. El campanario original fue destruido por una tormenta en 1740 y fue reemplazado por una nueva torre calada. Una característica inusual de la torre es el reloj, que cuelga sobre la calle como el letrero de una tienda. La iglesia tiene un órgano particularmente bueno, instalado en 2005, y la iglesia se usa con frecuencia como lugar para conciertos.

Espacio publico
No hay malas vistas en Île Saint Louis. La Place Louis Aragon es una pequeña plaza tranquila en el extremo occidental de la isla, justo en la orilla del río. También es un gran lugar para ver la puesta de sol. Otra gran vista es a lo largo de Quai de Béthune y Quai d’Orléans con vistas a la catedral de Notre Dame que se encuentra en la isla más grande de Île de la Cite.

Plaza de Barye
Square Barye, en el extremo sureste de la isla, tiene la forma de la proa de un barco que apunta hacia el Sena. Originalmente fue el sitio de un convento. Ocupa 3.000 metros cuadrados (32.000 pies cuadrados) y es un popular parque y jardín. Toma su nombre del escultor francés del siglo XIX Antoine-Louis Barye, que se especializó en la escultura de animales. Su trabajo se exhibe de manera destacada en la plaza frente al Musée d’Orsay.

La obra de arte más destacada de la plaza es una escultura de Barye que representa el combate entre un centauro mitológico y un lapita, realizada en 1894 y colocada sobre un pedestal desproporcionadamente grande. La estatua fue retirada y fundida por su bronce durante la Segunda Guerra Mundial, pero fue reemplazada en 2011 con una copia financiada por un donante taiwanés.

Rue Saint-Louis en l’Île y Eglise Saint-Louis en l’Île
La Rue Saint-Louis en l’Île atraviesa la Île Saint-Louis y está llena de numerosos hôtels particuliers, restaurantes y tiendas. Esta calle principal está justo en el corazón de la isla y es especialmente popular entre los amantes del helado que acuden en masa al fabricante de helados de renombre mundial Berthillon. Visible desde ambos extremos de la calle, el campanario calado de la Eglise Saint-Louis en l’Île le da a la isla un ambiente de pueblo. Como el letrero de una tienda, el reloj de la iglesia está curiosamente montado en ángulo recto con respecto a la fachada del edificio. Construida entre 1664 y 1726, la iglesia está sobriamente decorada. Su característica más destacable es un órgano contemporáneo de inspiración barroca utilizado frecuentemente para conciertos.

Puentes
Los puentes de Pont Louis-Philippe y Pont Marie lo unen con la Margen Derecha, o rive droite. El puente Pont de la Tournelle une Ile Saint-Louis con la Margen Izquierda, o rive gauche. El puente de Pont de Sully es inusual, ya que cruza el extremo este de Ile St Louis para conectarlo a ambas orillas. Por último, la pasarela de Pont St-Louis te lleva a la isla más grande de Ile de la Cité.

Puente de San Luis
El Pont Saint-Louis es un puente situado en París. El Pont Saint-Louis está ubicado en el distrito 4 y conecta la Île de la Cité con la Île Saint-Louis. Diseñado por los arquitectos Jabouille y Creuzot y luego construido por los ingenieros Long-Depaquit y Coste, este puente de vigas, todo en acero, se inició en 1969 y se terminó en 1970 bajo la dirección del proyecto de la ciudad de París. Desde 2014, está prohibido para todo el tráfico motorizado y reservado para peatones y ciclistas. Es muy popular entre los turistas y los artistas callejeros suelen darle vida en verano.

Puente Tournelle
El Pont de la Tournelle es un puente que cruza el Sena en París. El Pont de la Tournelle es deliberadamente asimétrico, para resaltar la asimetría del paisaje del Sena en este lugar. Compuesto por un gran arco central conectado a las orillas por dos arcos más pequeños, está decorado en la orilla izquierda por una estatua de Santa Genoveva, patrona de París. Esta estatua, inaugurada en 1928, es el resultado de un concurso de arquitectura para la decoración del puente. Fue realizado por el escultor Paul Landowski. El santo se representa como una niña abrazando la nave (símbolo de París).

Puente Sully
El Pont de Sully es el nombre que recibe la alineación de dos puentes que cruzan dos brazos del Sena en París, Francia. El puente actual fue construido en 1876, en el contexto de las grandes obras del Barón Haussmann, e inaugurado el 25 de agosto de 1877. Esta doble estructura es obra de los ingenieros Paul Vaudrey y Gustave Brosselin. Le dieron un ángulo de unos 45 grados desde las orillas, lo que le permite ofrecer una espléndida vista de los muelles de la Île Saint-Louis y de la catedral Notre-Dame de Paris.

Puente Luis Felipe
El puente Louis-Philippe es un puente situado en París y que cruza el Sena, entre la margen derecha y la isla de Saint-Louis. El puente colgante construido por Marc Seguin y sus hermanos, cruza el Sena en ángulo hacia el Quai aux Fleurs a través de Île Saint-Louis. Para hacer frente al aumento del tráfico, fue destruido para ser reemplazado por el puente actual en 1860. Con una longitud total de 100 m y un ancho de 15,20 m, el puente Louis-Philippe fue inaugurado en abril de 1862. Cada uno de los 4 m anchos pilares colocados en el Sena está decorado con una corona de follaje de piedra que rodea un rosetón de metal.

Puente de María
El Pont Marie es un puente que cruza el Sena en París. Conecta Île Saint-Louis con el Quai de l’Hôtel-de-Ville, en el distrito 4. Cada uno de los cinco arcos del Pont Marie es único y los nichos de los estribos nunca se han llenado de estatuas. El puente Marie ha sido clasificado como monumento histórico desde el 10 de febrero de 1887. Hace algunos años, las compañías de barcos de excursión que operan en París comenzaron a afirmar que el Pont Marie es un «puente de los enamorados» bajo el cual es una «vieja tradición» besar a la persona que está al lado y pedir un deseo. Sin embargo, no existe una base histórica para tal «tradición».

muelles
Île Saint-Louis está rodeada por cuatro muelles, cada uno de los cuales delimita aproximadamente una cuarta parte de la isla. El Quai de Bourbon y el Quai d’Anjou están en el lado norte más cercano a la orilla derecha. Mientras que Quai de Béthune y Quai d’Orléans están en el lado sur frente a la orilla izquierda de París.

Muelle de Anjou
El Quai d’Anjou en el lado norte de la isla recibió su nombre de Gaston, duque de Orleans, hermano de Luis XIII. Fue desarrollado por Christophe Marie a partir de 1614. Un edificio destacado es la casa de Louis Le Vau, arquitecto jefe del Rey (3 quai d’Anjou). Otro residente destacado del Quai fue Abel-Francois Poisson (5 quai D’Anjou), marqués de Marigny y hermano de Madame de Pompadour, superintendente de edificios reales de Luis XV. Más tarde, los residentes del muelle incluyeron al pintor Honoré Daumier, (9 quai d’Anjou) que tenía un taller de litografía en el último piso. El poeta Charles Baudelaire ocupó un pequeño apartamento en el último piso del patio del número 17 del Quai d’Anjou entre 1843 y 1846.

Muelle de Borbón
El Quai de Bourbon recibió su nombre de la familia real y tiene una serie de casas adosadas muy elegantes construidas a principios del siglo XVII. Fue brevemente el Quai de la Republique después de la Revolución, pero recuperó su nombre original en 1814. La casa en 1 quai de Bourbon fue ocupada por Philippe de Champagne, un artista favorito del cardenal Richelieu. La escultora Camille Claudel vivió en el número 19 entre 1899 y 1923, tenía su taller con vistas al patio, y permaneció aquí hasta que fue enviada a un manicomio durante treinta años.

Muelle de Béthune
El Quai de Bethune corre a lo largo del lado sureste de la isla. Fue construido poco después del asesinato de Enrique IV y lleva el nombre del primer ministro del difunto rey, Maximilien de Bethune, el duque de Sully. El puente Pont de Sully en el extremo sureste de la isla también lleva su nombre.

El quai originalmente se llamaba informalmente «Quai des Balcons» porque el arquitecto Louis LeVau promovió la idea de que todos los edificios deberían tener balcones, aprovechando la exposición sur de los edificios. Los residentes de este muelle a lo largo de los años incluyeron al fabricante estadounidense de cosméticos Helena Rubenstein (24 quai de Bethune), quien construyó los pocos edificios modernos en la isla en 24 Quai de Bethune entre 1934 y 1938. Las máscaras talladas de leones en la puerta de madera es el único vestigio de la casa del siglo XVII. El presidente francés Georges Pompidou tenía su residencia personal en 24 Quai de Bethune, además de su residencia oficial. El comediante francés Louis de Funès vivió por un corto tiempo en la misma dirección.

Quai d’Orléans
El Quai d’Orleans continúa el Quai de Bethune hacia el oeste. Al igual que el Quai d’Anjou, lleva el nombre de Gaston d’Orleans, el hermano menor de Luis XIII. Durante la Revolución Francesa, pasó a llamarse Quai d’Egalite hasta 1806. Se une al Quai de Bourbon en el puente Saint-Louis, cerca del extremo occidental de la isla. Sus edificios notables incluyen la Biblioteca Polaca (número 6 quai d’Orleans), construida originalmente para Antoine Moreau, el secretario de Luis XIII. Se convirtió en la Biblioteca Polaca en 1838. Esta parte de la isla tenía otras conexiones polacas notables; el príncipe polaco Czartoryski vivía cerca del lado de Quai Anjou y entretenía a Chopin, mientras que Marie Curie vivía cerca del Quai Bethune. Un residente ficticio notable fue Charles Swann,

La responsabilidad del desarrollo de la Île Saint-Louis en el siglo XVII recayó en Christophe Marie, constructor general de Obras Públicas. A cambio de su trabajo pro bono, se le concedió una licencia para construir elegantes residencias. Junto con los nobles, los aristócratas, los ricos empresarios y los políticos vinieron aquí a vivir lejos del ruido del centro de la ciudad. Marie se asoció con dos constructores, Lugles Poulletier y François Le Regrattier, y eligió a Louis Le Vau como arquitecto. En 1614 se rellenó el foso entre los dos islotes; y casas adosadas se construyeron entre 1620 y 1650.

El proyecto de la isla, una revolución arquitectónica, utilizó un plan urbano cuidadosamente elaborado por primera vez en París. La planificación urbana fue revolucionaria, especialmente para París; fue solo bajo Napoleón III, más de 200 años después, que la planificación urbana se implementó en toda la ciudad. La opción de construir simplemente siguiendo la topografía del terreno ya no estaba disponible. Las nuevas calles se construyeron rectas y perpendiculares a un eje central. Para reducir el riesgo de incendios, la piedra y la pizarra sustituyeron a la madera, el yeso y los tejados de paja.

Por primera vez, las viviendas se orientaron hacia el exterior, en lugar de hacia un patio interior, con ventanas y balcones con vistas al río. Los patios eran estrechos, con los jardines habituales casi inexistentes. La mayoría de las fachadas eran bastante sobrias, aportando encanto al barrio. Solo unas pocas fachadas estaban decoradas con cabezas o rostros (mascrones). Solo algunos de los balcones estaban adornados con herrajes ornamentados. Las pocas puertas monumentales por las que se precipitaban los carruajes tirados por caballos insinuaban la riqueza de los propietarios. Junto con Faubourg Saint-Germain y Le Marais, Île Saint-Louis fue uno de los barrios más prósperos del París de los siglos XVII y XVIII. Los animadores de Pont Saint-Louis (es decir, bandas de jazz, malabaristas y mimos) actúan en un pequeño puente que conecta Île Saint-Louis con Île de la Cité.

Cocina
Para una parte tan pequeña y aislada de París, hay una gran cantidad de restaurantes para elegir. Brasserie de I’lle St-Louis que sirve platos clásicos franceses; Au Franc Pinot, un bar desde el siglo XVII; Le Flore en L’Ile es un bistró francés clásico perfecto para observar a la gente en su terraza exterior; Sorza ofrece platos italianos clásicos; Le Sergent Recruteu es un restaurante Michelin con una decoración de estilo precioso; Le Caveau de L’Isle es un restaurante de iniciación a la cocina francesa; L’Ilot Vache es un bistró francés clásico.

Compras
Una de las principales razones para ir a Ile Saint-Louis es visitar las tiendas del barrio. Casi todas las maravillosas tiendas especializadas se encuentran a lo largo de la calle principal, Rue Saint-Louis en l’Île. Oliviers & Co se especializa en aceitunas y aceites de oliva; Boulangerie San Luis; La Ferme Saint-Aubin es una tienda de quesos clásica; Les Delices de Saint-Louis es una maravillosa tienda de la esquina; Cacao et Chocolat es una tienda de chocolatero decadente; Pylones ofrece productos y juguetes únicos; L’Epicerie es una farmacia y un lugar perfecto para comprar productos de belleza franceses; L’ile Aux Images es un museo de fotografías y litografías antiguas del París antiguo; Jean-Paul Gardil’s es una carnicería local; Lafitte es una tienda para amantes de la comida y se especializa en foie gras.



https://www.hisour.com/es/guide-tour-of-the-ile-saint-louis-paris-france-62830/

PARIS "LA ISLA MAS CARA DE LA CIUDAD" Île Saint-Louis #unamexicanaenparis

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Blow UP – Michelangelo Antonioni (Análisis en profundidad).

 14 JULIO, 2017

Blow UP – Michelangelo Antonioni (Análisis en profundidad).

  1. Introducción.

Blow Up, película dirigida por Michelangelo Antonioni, trata varios temas que el propio autor ha reflejado en gran parte de su filmografía aunque de manera algo diferente a como nos tenía acostumbrados, quizá esa sea la razón por la que esta sea su película que más ha trascendido y la que se ha convertido en un auténtico film de culto.

He visto Blow-Up tres veces. En el primer visionado no llegué a comprender absolutamente nada de ella y no podría decir que llegase a convencerme; un film lento, confuso y con un final que en aquel momento me pareció ridículo. Por azares del destino la vi una segunda vez, ya quizá con un poco más de madurez cinematográfica en términos de ese cine que no te lo da todo mascado: Bergman, Mizoguchi, Lynch, Murnau, Tarkovsky, Kurosawa… y un largo etcétera me había ayudado a entender el cine de otra manera. Eso se notó a la hora de ver está película una vez más. Lo que antes era confuso y lento ahora era fascinante y en donde antes ni siquiera hacía un esfuerzo por comprender la mentalidad de los personajes y la propia situación, ahora era un juego en el que buscar piezas y encajarlas en su lugar; aunque, hay que decir que Antonioni pierde a propósito ciertas piezas del puzle, y como espectador debes poner aún más de tu parte para rellenar los huecos. Esto es cine, y esto es lo que provoca que una película con un argumento no demasiado enrevesado se convierta en una obra inteligente y llena de detalles.

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El tercer visionado lo hice recientemente, el cual sirvió para cuajar del todo mi interpretación de la película y observar ciertas pinceladas que pasaron desapercibidas en el pasado; eso es uno de los elementos más importantes que tiene esta película y, en general, este tipo de cine: están tan a rebosar de detalles que no importa cuántas veces las veas, siempre se desentierran detalles e ideas nuevas.

  1. Contexto

La película se rueda en Londres en el año 1966 y es dirigida por Michelangelo Antonioni, director ya casi icónico en la época. Hay que recalcar que, en este momento, aún seguía en vigor el fenómeno cultural y de moda del “Swinging London” que afectó especialmente a la juventud con un sentido de “revolución cultural”. Antonioni, muy abocado a este movimiento y con once largometrajes ya a sus espaldas, rueda esta Blow Up por primera vez fuera de Italia siendo la película que más éxito tuvo hasta la época en su filmografía.

La película se rueda en color (segunda película en color del director) con actores desconocidos para la época o que aún no habían despuntado como lo harían posteriormente.

David Hemmings interpreta a Thomas, el protagonista. Este actor había aparecido como secundario en unas cuantas películas de no demasiada calidad y fue con esta cinta donde sorprendió con su interpretación y su curioso rostro repleto de miradas llenas de personalidad. A partir de Blow Up, protagonizó un buen número de películas, aunque ninguna de ellas cosecharía el éxito que tuvo con la cinta de Antonioni. No tardaría en volver al lugar de actor secundario.

El resto del reparto comparte esta misma cualidad: desconocidos que realizaron un muy buen trabajo.  Vanessa Redgrave, Sarah Miles y  una desconocida aún Jane Birkin llegaron a la fama a partir de esta película y realizaron un buen número trabajos en el cine posteriormente.

Peter Bowles no llegó a despuntar, aunque sí realizó una película con Sidney Lumet y una interesante cinta “pseudo Serie B” titulada “La leyenda de la casa del infierno”, que supuso un cierto avance para el género de terror (además de estar basada en una novela del genial Richard Matheson).

Quizá la más conocida en la época, aunque fuera del terreno del cine fue la modelo Verushka, que prácticamente se interpreta a sí misma en la cinta dando vida a una modelo. No volvió a hacer cine, siendo Blow Up el único título en el que apareció.

La película se basa muy libremente en el relato de Julio Cortázar “Las babas del Diablo”. La adaptación fue realizada por Tonino Guerra, co-guionista habitual del director y por el propio Antonioni.

Fue producida por Carlo Ponti, famoso productor italiano (y esposo de Sofía Loren), fue productor de directores como David Lean (en Doctor Zhivago, su mayor éxito), King Vidor, Visconti, Vittorio De Sica (incluida la divertidísima “Matrimonio a la italiana”) y de Fellini entre otros, aunque este último le hizo duras críticas por su trabajo en La Strada, dónde el director declaró:

“La Strada se hizo a pesar de Ponti y gracias a Dino de Laurentiis”.

Como ya he mencionado, la película se rueda en Londres, en un parque (ya bastante emblemático gracias a la película) llamado “Maryon Park”. Actualmente se encuentra en unas condiciones muy parecidas a las de la película, aunque la pequeña valla verde que rodea el perímetro donde se encuentra la pareja en el film, ha sido sustituida.

El arranque de la película fue rodado en la “Plaza of The Economist Building” situado en la calle “James’s Street” de Londres.

El estudio del protagonista (o gran parte de él, no toda su totalidad, parte fueron decorados) perteneció al fotógrafo Jon Cowan, que residía en el nº 39 de Princes Plate y lo cedió para que pudiesen rodar en él.

  1. ¿De qué va esto?

Uno de los temas más tratados a la hora de hablar de Blow Up es: “¿De qué va?”. Según cada persona e incluso momento personal en que se vea, se pueden dar muchas interpretaciones, que dividiré en tres fragmentos posibles antes de dar mi propia versión que no tiene porqué ser correcta ni sentar cátedra, simplemente es una interpretación personal.

  • 1ª Interpretación: La más obvia

La película podría tratar sobre un fotógrafo que tras unas sesiones intensas de fotografía, va a un parque para relajarse un poco y liberar algo tensión del día (y de la noche anterior). Tras realizar ciertas fotografías a una pareja y ser asaltado por la mujer para que le dé estas instantáneas, el protagonista se niega y se prepara para el revelado de las mismas. Durante la realización de esta tarea se da cuenta de que en las fotografías puede recogerse el momento de un asesinato. La mujer ha planeado la muerte su pareja masculina en el parque: un asesino se encontraba entre los matorrales. Nuestro protagonista vuelve al escenario del crimen, donde se encuentra el cadáver. Trata de buscar ayuda, pero se encuentra solo en su desesperación. Durante todo esto, además, entran en su estudio y le roban las fotografías que probaban el homicidio.

Hay varias posibilidades para justificar el asesinato:

-Eran marido y mujer y ella estaba harta de él, o quería cobrar un seguro de vida, o parte del testamento… etc.

-Era un amante de la mujer y decidió deshacerse de él.

-Era un obstáculo en su carrera profesional.

-Nada de esto, la mujer tenía a ese hombre como amante, trata de cubrir la relación (por eso le pide las fotografías al protagonista) y el asesinato es totalmente ajeno a ella.

Hay un largo y casi infinito etcétera de posibilidades. Lo que sí es representativo es que ella está dispuesta a mantener relaciones sexuales con el protagonista mientras sea capaz de obtener las fotos. Es capaz de cualquier cosa con tal de obtenerlas.

El protagonista regresa al lugar del crimen y observa un partido de tenis imaginario entre unos mimos, por alguna razón que se escapa a esta interpretación: él escucha, al final, el sonido de las raquetas golpeando la pelota.

  • 2ª Interpretación: La más loca

Esta interpretación puede no ser válida para nadie, pero, ya que está todo tan abierto, siempre hay sitio para una interpretación loca, fuera de toda lógica aparente.

Empezamos del mismo modo: un fotógrafo cansado va al parque para pasar el rato fuera de la tensión del trabajo (aunque finalmente allí también realizará trabajo, de un modo más distendido y agradable, esto se ve por el modo en que sube las escaleras, corriendo o dando saltitos, liberando tensión). Aunque a este comienzo hay que añadirle algo importante: el trato que da el protagonista a las mujeres. A sus modelos las trata con cierta agresividad, y en general no da un trato especialmente respetuoso al género femenino. En el parque, realiza las fotografías a la pareja y la mujer le pide las fotos; misma situación: Él se niega, y ella va su casa para que se las dé, en cierto momento, cuando él pone música: ella se comporta de manera extraña, como si estuviese actuando al bailar moviendo la cabeza, y ciertas acciones que realiza, o sus expresiones también tienen un matiz extraño.

Añadamos también, la escena del concierto de The Yardbirds, en la que el público en un principio está prácticamente estático, creando una extraña atmósfera, observando al grupo.

El cuerpo asesinado de la víctima estará aún tendido en el verde césped del parque, cosa bastante inverosímil por el tiempo que ha pasado, además habrán robado las fotografías y el carrete de casa del protagonista. ¿Cómo entraron en la casa? Quizá suspendiendo durante unos instantes la incredulidad podamos creer que todo esto sea posible. Incluso la presencia de las dos chicas jóvenes con las que mantiene relaciones sexuales puede ser algo que no entraría del todo en la lógica (aunque sean jóvenes y pretendan que les haga fotografías a cambio de cualquier cosa). Hay ciertos elementos que no se pueden llegar a encajar si simplemente tratamos de darle lógica a lo que vemos. Por ello aparece esta interpretación:

La mujer del parque es una deidad femenina que llega con el único objetivo de castigar al protagonista por su trato contra el género opuesto, todo lo sucedido a partir de ese momento son engaños y trampas que pone esta diosa para confundir al protagonista.

¿Absurdo? Es posible. Pero podemos seguir buscando pistas que lleven a esto. El color púrpura parece surgir de cualquier parte, la ropa de muchos de los actores que aparecen, el ciclorama que sacan las chicas en el estudio del protagonista… el color púrpura siempre ha sido símbolo de la eternidad, de la teología e incluso lo eclesiástico. Otros aspectos que se le atribuyen a dicho color en el mundo de la moda, son la inmoralidad y la vanidad. Valores que posee el protagonista.

En el final, los mimos hacen como que juegan al tenis y el protagonista llega a escuchar el sonido de las raquetas y la pelota. La deidad se ríe de él, se burla de él y además acabamos con un plano aéreo del protagonista, el mismo con el que arranca la película, como si le observasen desde los cielos, como si siempre le hubiesen estado observando.

De nuevo: ¿Absurdo? Por supuesto. Pero no deja de ser una interpretación tan válida como cualquier otra.

  • 3ª Interpretación: La del medio.

La primera interpretación puede ser demasiado simple, y la segunda: demasiado complicada. Lo más probable es que la verdad esté entre estas dos. Aunque no hay que restarle valor a ninguna de las opciones, cada cual es libre de creer lo que quiera.

Mismos hechos, pero diferentes motivos. ¿Por qué sigue el cadáver en el lugar del crimen; además de aquella manera tan inerte, desprovisto de sangre cuando parece ser que murió por un disparo? ¿Por qué si le han disparado el protagonista no escucha el tiro en ningún momento?

Así, podríamos seguir haciéndonos preguntas, intentar justificar esto y lo que se ha ido viendo en los casos anteriores. Esta 3ª interpretación nos saca de dudas, aunque no resuelve todas:

El protagonista, fruto del cansancio (el día anterior pasó la noche fotografiando vagabundos), de la frustración que sufre en su trabajo y de su propia vida en la que no quiere admitir nada (cuando habla de su mujer, son todo contradicciones, dice una cosa y acto seguido la contraria). Es un personaje que no está contento con su vida, y el cansancio agrava aún más la situación.

Esto hace que desee huir de la realidad, como en las películas, o como en una novela de Arthur Conan Doyle o Agatha Christie: con un misterio, un asesinato. Un asesinato que no existe, solo en su mente, para hacer su vida más interesante, más enrevesada y que tenga algún tipo de objetivo.

La mujer es probable que trate de ocultar una infidelidad y las fotos pueden ser comprometedoras para ella y para él. Aunque existe la posibilidad más extrema, ni ella ni él existen, y el protagonista ha hecho fotografías a un parque solitario, todo ha sido fruto de sus ensoñaciones, recordemos que al final de la película el propio protagonista no tiene pruebas de nada de lo sucedido, solamente una fotografía muy ampliada en la que supuestamente está retratado el cuerpo del muerto, pero que difícilmente se puede llegar a identificar como tal.

La película finaliza, los mimos hacen como que juegan al tenis, y el protagonista escucha el sonido de la pelota contra las raquetas. Esta metáfora es bastante obvia: todo el tiempo ha estado buscando una ilusión.

Como se puede ver, incluso dentro de una interpretación existen multitud de posibilidades. Personalmente creo que la más acertada sería este tercer tipo, especialmente por el final, aunque habría que matizar muchos elementos.

  • Interpretación personal

Como ya he dicho, mi interpretación iría en la línea de la 3ª que he propuesto. Aunque aún hay muchas cosas más por explicar.

-Creo que la pareja del parque realmente existe, en mi opinión se trataría de un caso de infidelidad que tratan de ocultar. Las fotos son reales y es el protagonista quién observa elementos que no existen en ellas.

-Realmente alguien entra en su estudio para robarle las fotografías.

-Otra pista importante de que parte de la trama es una ilusión, la da el amigo pintor del protagonista cuando habla de sus cuadros. En un principio sus cuadros son algo confuso incluso para él, pero con el tiempo en ellos encuentra algo que tiene sentido “como esta pierna”.

-Dudo sobre la existencia de las dos jóvenes con las que el protagonista (durante ya bastante parte del texto le he llamado “el protagonista” así que le denominaré “Thomas” o “el personaje interpretado por David Hemmings” a partir de ahora) mantiene relaciones sexuales, aunque por darle una alegría al pobre Thomas, vamos a dejarlo en que sí son reales.

-También dudo sobre el momento en que va a casa de su amigo pintor y ve como mantiene relaciones sexuales con su pareja, no dudo de esta escena, si no de la siguiente, en la que ella va a verle a su estudio y conversan. Aun así, también lo dejaré en que la escena es real, puesto que no creo que Thomas esté realmente loco de atar. Solo ciertas formas confusas en las fotografías, unido a sus problemas y al cansancio, le han provocado algo que quizá ni siquiera se puede calificar de locura transitoria, simplemente pequeñas alucinaciones o ensoñaciones vívidas. Todo tiene unos límites, no creo que el personaje imagine conversaciones y vea a los demás en su mente. Aunque es una posibilidad, me parecería demasiado extremo que el personaje desarrollase una locura tan grande solo por el cansancio de un día y medio.

El propio título de la película puede ser una pista: “Blow Up” es una expresión hecha que se utiliza para referirse a la explosión de una burbuja, pero también se utiliza para hablar del aumento (o gran aumento) a la hora de revelar una fotografía, quizá Antonioni nos insta a fijarnos en el instante del revelado de las fotografías, ahí está la clave y ahí puede estar el único engaño real.

Por lo tanto, basándonos en los apartados anteriores, son las fotografías (o la visión de las fotografías en su mente)  las que “engañan” al protagonista, no la propia realidad. O al menos, es mi interpretación de los hechos que, como ya he dicho, no es más válida que cualquier otra visión de lo que quiere contar la película.

  1. La visión de Antonioni. Lecturas.

La película tiene varios detalles importantes que muestran parte de los elementos que se pueden observar a lo largo de la filmografía del director y otros que sin fijar la atención en ellos pueden pasar fácilmente desapercibidos.

Uno de estos elementos es el cuidado y mimo por el detalle y por el simbolismo que den pistas al espectador. No es casualidad que cuando Thomas llega al parque, el viento azote los árboles y estos se muevan de manera casi amenazadora. Esto no es más que un preludio de lo que sucederá, una “tempestad” de una acción que va a desencadenar toda la trama de la película: las fotografías que realiza el protagonista.

En el film también observamos algunos tropos importantes que son destacables en la mentalidad del director. La juventud, o mejor dicho, la rebelión de la juventud contra el poder establecido. Este tema es algo que Antonioni tratará varias veces en sus películas y que llegará a su cúspide en la que fue precisamente la película que rodó posteriormente a «Blow Up»: «Zabriskie Point» (en la que podemos ver como es gesta una “revolución” e incluso como la juventud decide destruir y explotar –literalmente-, todo lo material, para crear algo nuevo). En esta película vemos el espíritu de revolución en varios momentos. Grupos de personas se manifiestan contra la guerra (el protagonista simpatiza con ellos); esos jóvenes mimos, que rompen las normas conduciendo por la “plaza of The Economist Building”, disfrutando y pasándolo bien pese a tener que pedir por la calle. Incluso no olvidemos que son ellos los que dan la respuesta más clara al significado de la película con su partido de tenis simulado, otro detalle más que muestra la importancia de esta juventud. Otro elemento más de esto puede ser la tienda de antigüedades (en la que también se encuentra el tema de materialismo absurdo y donde se pueden sacar varias lecturas que veremos más adelante). El protagonista llega por primera vez y se encuentra a un hombre anciano que le contradice, no parece querer venderle nada y solo parece poner trabas a su avance. Cuando Thomas regresa más tarde, una chica joven regenta la tienda, y con ella de dependienta sí consigue algo: la hélice del barco.

El tema del materialismo como algo absurdo también está presente en la película de varios modos. El más claro y obvio es durante la escena del club en el que The Yardbirds dan un concierto. El integrante del grupo Jeff Beck destroza la guitarra y lanza el “mástil” de la misma al público. Este público enloquece totalmente por lograr el fragmento de la guitarra que llega a manos de Thomas, el cual huye como puede del lugar. Al llegar a la calle tira el “mástil” al suelo, alguien lo recoge y lo observa, pero acto seguido lo suelta como si solo fuese un pedazo de basura. Esta cómica escena es perfectamente una crítica al materialismo, lo que para unos es un tesoro, para otros no es más que basura. Otro referente de esto podría ser la hélice del barco que compra Thomas en la tienda de antigüedades, de un segundo para otro tiene el impulso de poseer esa hélice, hacía unos instantes ni siquiera conocía su existencia, pero al verla, sabe que la quiere y la necesita. Esto puede ser explicado porque se le haya ocurrido alguna idea de alguna fotografía en la que utilizar la hélice como decorado, pero no deja de ser una muestra de materialismo más. Además, la hélice podría simbolizar el deseo de Thomas de buscar un cambio, la hélice de un barco es lo que permite a estos moverse y desplazarse a una velocidad decente, de modo que podría representar el deseo de huir de Thomas de la vida que no le acaba de llenar, aunque esto ya son suposiciones propias que no tienen por qué ser verdaderas, en ocasiones con este tipo de productos vemos más de lo que realmente el autor ha querido poner o expresar.

Un elemento importante de este espíritu “moderno” y de renovación es la propia ciudad. En varios momentos vemos como hay zonas de la ciudad que se están construyendo y como otras han sido destruidas para edificar en el lugar. Incluso en algún momento, los propios personajes comentan algo sobre una nueva zona de la ciudad que se está erigiendo.

Además, es importante señalar como la película abre y cierra con el mismo plano, una vista aérea del protagonista en el parque, lo que da a entender un desarrollo cíclico de los eventos que han sucedido, el camino termina justo donde empezó, como una vuelta a casa. Y a partir de ahí, solo queda seguir caminando, aunque en este caso, es el espectador quién tiene que seguir avanzando una y otra vez realizando las mismas acciones, repasando la película en su cabeza, como la vida de una persona media, un desarrollo cíclico: despertar, trabajar, disfrutar, descansar, despertar, trabajar… Tal vez un mensaje más que quiere dar a entender Antonioni.

  1. Música

La banda sonora estuvo compuesta por el músico Herbie Hancock (fue su primera colaboración en el mundo del cine, más tarde realizaría otras), siempre caracterizado por sus temas de Jazz y su fusión con el Funk y la electrónica. Para la época ya se había labrado una fama (aunque siempre fue un compositor muy criticado) incluyendo su exitoso tema “Watermelon man”. Hancock siempre dijo que su gran inspiración y su músico favorito fue Miles Davis, y aunque hace un gran trabajo con la banda sonora de Blow Up, en mi opinión, nunca estuvo a la altura de su maestro.

No me meteré en a qué género de Jazz pertenece la mayor parte de los temas de la película, o cuanto de influencia “funk” o “surf” tienen los temas, ya que el jazz es complicado de clasificar. Además, la propia banda sonora podría utilizar varios estilos, de algo más ligado al blues, pasamos a algo que es casi “surf”, de modo que finalizaré con esta parte de la banda sonora dejando claro que se trata de una heterogénea mezcla de temas, y aún más, si incluimos el tema “Stroll On” interpretado por The Yardbirds, banda que dio muchos tumbos a pesar de contar con guitarristas de la talla de Jeff Beck, Eric Clapton y Jimmy Page. Este grupo tras disolverse (aunque después volvería a formarse en los 90) es considerado como una especie de proto-Led Zeppelin que fundaría Jimmy Page y contaría con John Paul Jones, también ex miembro de The Yardbirds.

En la película, curiosamente, se puede ver a Jeff Beck y a Jimmy Page juntos, aunque ambos convivieron muy poco tiempo en el grupo, ya que Jimmy Page apenas acababa de incorporarse a la banda y ese mismo año Jeff Beck dejaría el grupo.

  1. Legado

Blow Up, ha trascendido como una película de culto y encierra muchos de los elementos que aun hoy, siguen siendo clave en ciertos ámbitos. Uno de ellos sin lugar a dudas es la moda, donde se siguen realizando exposiciones y se sigue alabando el estilo artístico y visual de la obra.

Su vacuidad en cuanto a las explicaciones sobre la trama hacen que la película se siga pudiendo revisitar a día de hoy y siga siendo interesante. Aunque su ritmo pausado y esta falta de explicación suelen alejar al público más joven, acostumbrados a otro ritmo en el cine y a la televisión actual.

En el propio medio, el cinematográfico, Blow Up ha influenciado a otros directores en sus obras. Una de las más conocidas es: “La conversación” de Francis Ford Coppola. El director ha confesado en más de una ocasión que Blow Up fue una influencia más que notable a la hora de desarrollar el guion de esta película protagonizada por Gene Hackman.

(En una categoría algo inferior, tanto en la primera como en la segunda parte de la saga “Austin Powers” se realizan varias parodias de la sesión de fotos de la modelo Verushka.)

Aun así, la película que más claramente es deudora de Blow Up, es la cinta de Brian de Palma “Impacto”, cuya influencia ni siquiera se trata de ocultar en el título, ya que en versión original es conocida como “Blow Out”. Como en la película de Coppola, se sustituirán las fotografías por el sonido. La idea, en esencia, es la misma. Aunque Brian de Palma se preocupará más por mantener la atención del espectador haciendo uso de su querido suspense que tanto aprendió del maestro Hitchcock.

Tanto “La conversación” como “Impacto” tienen una trama mucho más centrada, más clara y explicativa que Blow Up, seguramente por el público americano hacia el que ambas cintas estaban dirigidas.

  1. Curiosidades

Estas curiosidades son parte de declaraciones de miembros que formaron parte del equipo o actores que estuvieron involucrados de alguna forma, por lo tanto, este apartado puede contener datos que no sean ciertos ya que no hay nada con lo que contrastarlos, aunque tampoco tendríamos por qué desconfiar de ellos.

  • Las fotografías del “asesinato” en el parque fueron tomadas por el fotógrafo Don McCullin.
  • Según la Autobiografía de McCullin, Antonioni no estaba contento con el color del césped del parque una vez se había rodado y mandó que lo pintasen con un spray de otro tipo de verde para volver a rodarlo.
  • Otros actores fueron pensados para el papel protagonista: David Bailey (que no es actor sino fotógrafo (dirigió una película en 1966 (mismo año que Blow Up) titulada G.G. Passion), Terence Stamp que de hecho estuvo las dos primeras semanas de rodaje antes de ser despedido, e incluso Sean Connery, que desechó el papel porque, en sus propias palabras: “no pude entender de qué estaba hablando Antonioni”.

  1. Crítica personal

Como ya he dicho anteriormente, en un primer momento no me convenció la película, no me decía nada y no parecía que me propusiese algo interesante. Eso cambió. Estamos hablando de una película que no llega a las cotas de surrealismo de lo que podría hacer David Lynch, ni a las cotas de lentitud que te podría dar una película de Tarkovski, pero indudablemente se trata de una película lenta y surrealista. El surrealismo es uno de mis subgéneros favoritos y a veces hasta agradezco la lentitud en las películas (siempre que el ritmo esté bien usado) ya cansado de ver tantos videoclips alocados films modernos.

La lentitud inicial de la película está pensada para meterte en el hastiado ambiente en el que se mueve el protagonista (genialmente interpretado por David Hemmings, no me canso de decirlo, simplemente el rostro de este hombre hace mucho por la película) y continúa para darle el toque de verosimilitud que necesita.

Cuando veo Blow Up, o este tipo de cine, es inevitable sentirse transportado e inmiscuido en todo lo que sucede, el espectador como elemento activo de la película, si no se es capaz de participar en los eventos que suceden en la pantalla: o se necesita algún que otro visionado o este no es el tipo de cine adecuado para dicho espectador. A mí, personalmente, es el que me acaba llenando. Por eso Blow Up, a pesar de que no me parece una película perfecta (ahora veremos qué no me convence): me encanta. Me encanta que trate al espectador como alguien inteligente que es capaz, no solo de seguir una trama sin que se haga énfasis en la idea, sino que además, te quite elementos de la propia y siga siendo, aun así, fascinante. Y si además está tan bien dirigida e interpretada y le añadimos una banda sonora muy destacable… tenemos una gran película.

A pesar de todo, no es una película perfecta ni mucho menos. Le achaco una falta de ritmo en algunos momentos, quizá la escena de “pre-sexo” con las dos jóvenes se me antoja demasiado larga. También creo que a la hora de realizar el montaje no acaba de cuajar el tipo de música de Hancock con las imágenes que estamos viendo en ciertas escenas, aunque por separado la música sea fantástica y la escena quede bien montada.

Pequeños detalles que hacen que la película no sea perfecta, pero qué demonios, es que no hay ninguna película perfecta, a excepción quizá de Ran, Harakiri y Stalker, pero ahí ya nos metemos en jardines (o parques) que es mejor no pisar, de modo que cojamos nuestra cámara para seguir disfrutando de este bonito día, aunque con cuidado, que el viento ha comenzado a levantarse.

https://danielgfblog.wordpress.com/2017/07/14/blow-up-michelangelo-antonioni-analisis-en-profundidad/

Coarbegh - The Mystery And Magic Of Maryon Park

Antonioni-Hancock . '66 Blowup Jazz

 

Antonioni-Hancock . '66 Blowup Jazz

Roberto Garza Iturbide

En diciembre de 1966, horas después de la première mundial de Blow-Up en Nueva York, Herbie Hancock llamó por teléfono a Michelangelo Antonioni para expresarle su desilusión por la manera como el italiano había utilizado su música. “Sólo se escuchan fragmentos”, se quejó el compositor, miembro del Quinteto de Miles Davis desde 1963 y que a sus veintiséis años había sido requerido por uno de los cineastas de mayor renombre en el mundo.

La respuesta del director fue contundente: “La usé como sentí que era correcto.” El pianista, según la entrevista publicada en la edición del treinta aniversario (Turner, 1996), colgó el teléfono, durante un instante se quedó inmóvil y sin poder decir palabra, hasta que se dio cuenta del error: había ido a la première de Blow-Up a escuchar su música y no a ver la película de Antonioni.

Al cabo de unos días, Hancock se sacudió el ego, vio de nuevo la película y quedó maravillado. Esa misma noche se comunicó con el cineasta: “Lo siento, tienes razón: ¡Es cine! Esta es una lección que nunca voy a olvidar.” En el cine –comprendió Hancock– la música siempre está al servicio de la historia y el director hace con ella lo que mejor considere.

En aquellos años, Hancock ya era considerado una de las mayores promesas del jazz. Además de figurar en la selecta alineación del Quinteto de Miles, tenía un contrato como solista con el prestigiado sello Blue Note, con el que publicó piezas del nivel de “Watermelon Man”, “Maiden Voyage” y “Cantaloupe Island”. Pero el joven Hancock nunca había compuesto música para un largometraje y –según lo aceptó años después–, no tenía mucha idea que cuál era la función de un músico en el cine, y menos en las películas de un autor tan exigente como Michelangelo Antonioni.

Blow-Up está inspirada en el cuento “Las babas del diablo”, de Julio Cortázar. A diferencia del relato original, la anécdota no ocurre en París sino en el Londres de mediados de los sesenta, en tiempos de la revolución cultural, cuando la fusión de modernismo y psicodelia abrió una serie de umbrales en el mundo de la música: jazz y funk se volvieron una palabra; el blues se acopló con el rock; Bob Dylan se colgó una guitarra eléctrica y popularizó el folk rock . Todo se mezclaba en la lisérgica olla de la contracultura, mientras el Revolver , de los Beatles, expandía las conciencias de millones de jóvenes en todo el mundo.

En el '66, Londres brillaba en glorioso technicolor y por sus venas corrían todo tipo de sustancias psicotrópicas. Ese año, el llamado swinging London abrió las puertas a la flexibilidad del movimiento hippie . En las calles rugían las motonetas scooters de los Mods, quienes ese verano pasaron de la rebeldía individual a la revuelta social e hicieron del disco My Generation , de The Who, la banda sonora de sus desmanes. En los clubes se podía viajar con la música de Pink Floyd (recuerden que el psiconauta Syd Barrett pisó la Luna antes que Neil Armstrong), o escuchar el jazz más cool de todos los tiempos. Miles Davis y Herbie Hancock podían estar tocando juntos en un club, mientras Jeff Beck y Jimmy Page revolucionaban el sonido del rock en otro local de la misma calle.

Antonioni se apropió el relato de Cortázar y lo ubicó en esta bulliciosa Londres sesentera. La historia es básicamente la misma: un fotógrafo se obsesiona con la idea de haber captado un asesinato con su cámara, luego asume el papel de artista-detective pero nunca logra resolver el misterio. El personaje busca las claves del crimen en pequeñísimos detalles de una secuencia que registra la discusión de una pareja en un jardín solitario. El título Blow-Up se refiere a “reventar el grano de la foto” mediante la ampliación de la imagen, técnica utilizada por el fotógrafo en su afán por comprobar la hipótesis del homicidio.

¿Por qué Antonioni decidió llamar a Herbie Hancock para musicalizar Blow-Up ? Hay una explicación lógica: el personaje principal del filme, Thomas (David Hemmings), es un fotógrafo especializado en moda y de gustos sofisticados. No es un Mod común y corriente, un rebelde callejero (como el personaje de Quadrophenia ), sino un artista interesado en las corrientes de vanguardia. En lugar de una scooter , Thomas se mueve en un convertible, y en lugar del acelerado álbum de The Who, en su estudio suenan finas piezas de jazz.

Antonioni, apasionado de la música y en particular del jazz, intuyó bien que Hancock era el músico indicado para crear los sonidos que fusionaran la energía de la movilización juvenil con la elegancia del jazz. El cineasta tomó la decisión correcta: Hancock invitó al bajista Ron Carter y al baterista Jack DeJohnette, y al poco tiempo entregó una docena de piezas extraordinarias, la mayoría pensadas para ambientar escenas específicas, como una sesión fotográfica con una supermodelo o un ameno encuentro sexual de Thomas con dos locuaces admiradoras. Hancock aceleró los ritmos de la batería, dilató las líneas del bajo y se dio vuelo con el piano electrónico.

El músico construyó la atmósfera sonora que le encargó Antonioni, y de paso compuso un álbum que hoy es considerado una obra fundamental del jazz de los sesenta. Y precisamente por eso, por haber creado un disco tan excelso, Hancock se contrarió el día de la première . Su música no era la protagonista de la noche, sino un elemento más del filme, que de hecho Antonioni utilizó como source music , es decir, la que se escucha cuando, por ejemplo, alguien prende el radio o pone un disco en una película.

Como contrapunto a los ritmos sincopados de Hancock, Antonioni invitó a la banda de rock The Yardbirds, con la que filmó una secuencia delirante de una tocada en vivo: el público se mantiene inmóvil, como idiotizado, mientras Jimmy Page se avienta un solo desenfrenado y Jeff Beck destruye su guitarra como lo hacía Pete Townshend de The Who en aquellos años. La cámara sigue el movimiento de Thomas mientras se escabulle entre la concurrencia estática, al tiempo que Beck destroza el escenario a guitarrazos. A esta memorable actuación de los Yardbirds hay que agregar dos canciones que Antonioni encargó al grupo seminal del rock progre-psicodélico Tomorrow, en el que tocaba el guitarrista Steve Howe antes de formar parte de Yes.


Escenas de Blow Up

Hancock debió sentirse muy desilusionado a la salida del cine, con el ego hecho pedazos. Pero días después, el pianista captó que el cine es mucho más complejo de lo que creía, un lenguaje que integra a varias expresiones artísticas, y por ello se disculpó con Antonioni.

A la fecha, Hancock ha musicalizado una decena de largometrajes, entre ellos una delicia del cine-jazz dirigida por Bertrand Tavernier: Round Midnight , aunque su mayor aportación al séptimo arte sigue siendo la música que compuso para Blow-Up , un filme que a sus cuarenta y un años se mantiene inquietante, vigoroso, cool y sin una sola arruga.


https://www.jornada.com.mx/2007/09/23/sem-roberto.html

Cantaloupe Island (Remastered)

Blow-Up (End Title)

The Bed - Herbie Hancock (from "Blow Up" soundtrack)

Thomas Studies Photos - Herbie Hancock (from "Blow Up" soundtrack)

Curiosity - Herbie Hancock (from "Blow Up" soundtrack)

The Kiss

The Thief

Cruzando el Charco ft. Emiliano Brancciari - Verte Reír (Ep 4 Temp 1)

The Yardbirds- Stroll On

Blow Up - 1966 - Yardbirds - Jimmy Page & Jeff Beck

Bring Down the Birds (Outtake)

Verushka, Pt. 2

Verushka, Pt. 1

Blow-Up (Main Title)

Lo mejor de Gustavo Cerati

Los Enanitos Verdes - Cada Vez Que Digo Adiós (Official Audio)

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Love is in the air deJohn Paul Young

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