miércoles, 9 de abril de 2008

El angel de la bicicleta

Encontré esta historia en un Blog : http://danielfrini.blogspot.com/
hay una canción en su honor cantada por León Gieco.

Mi Antología de Poemas


Mi Antología de Poemas



viernes, julio 13, 2007
El Angel de la Bicicleta - Luis Gurevich


"El ángel de la bicicleta" cuenta la historia de Claudio "Pocho" Lepratti. Claudio tenía 35 años y vivía en el barrio Ludueña, (ciudad de Rosario, Argentina) sirviendo a la gente como integrante de la comunidad salesiana. Trabajaba en una escuelita de bajos recursos, colaborando con un comedor infantil. Se movilizaba en su bicicleta y siempre estaba dispuesto a ayudar a su prójimo. Según cuenta el padre Nestor Gastaldi: "Pocho era un pacífico, comprometido con el barrio. El sueldo que sacaba en la escuela lo ponía a disponibilidad de la gente de la villa que lo necesitaba".
En diciembre del 2001, en medio de la aguda crisis sociopolítica que vivía la Argentina, fue asesinado de un balazo en la garganta, mientras le pedía a la policía que no disparase contra el comedor donde él colaboraba, ya que adentro había chicos comiendo. Después de aquel asesinato, por las calles de Rosario aparecieron graffitis en los que se ve una bicicleta alada, recordando a Claudio.
León Gieco le puso música, y, como canción, esta en su "Por favor, perdón y gracias"


Cambiamos ojos / por cielo. / Sus palabras tan dulces, tan claras / cambiamos por truenos. /Sacamos cuerpo, / pusimos alas. / Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja / por las esquinas del barrio, / por calles, / por las paredes de baños / y cárceles.

¡Bajen las armas / que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos fe / por lágrimas. / Con qué libro se educó esta bestia / con saña y sin alma? /Dejamos ir / a un ángel, / y nos queda esta mierda que nos mata sin importarle / de dónde venimos, / qué hacemos, / qué pensamos, / si somos obreros, curas / o médicos

¡Bajen las armas / que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos buenas / por malas. / Y al ángel de la bicicleta / lo hicimos de lata. / Felicidad por llanto. / Ni la vida ni la muerte se rinden / con sus cunas y sus cruces. / Voy a cubrir / tu lucha / más que con flores. / Voy a cuidar / de tu bondad / más que con plegarias.

¡Bajen las armas / que aquí solo hay pibes comiendo!