lunes, 29 de noviembre de 2021
La casa del ídolo de Astarté (Agatha Christie)
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La casa del ídolo de Astarté
Agatha Christie
Estos relatos son contados por los miembros del Club de los Martes que se reúnen cada semana. En la cual cada uno de los miembros y por turno expone un problema o algún misterio que cada uno conozca personalmente y del que, desde luego sepa la solución.
Para así el resto del grupo poder dar con la solución del problema o misterio.
El grupo esta formado por seis personas:
Miss Marple, Mujer ya mayor pero especialista en resolver cualquier tipo de misterio.
Raymond West: Sobrino de Miss Marple y escritor.
Sir Henry Clithering:Hombre de mundo y comisionado de Scotland Yard.
Doctor Pender: Anciano clérigo de parroquia
Mr. Petherick:Notable abogado
Joyce Lempriére:Joven artista
Y ahora doctor Pender, ¿qué va usted a contarnos?
El anciano clérigo sonrió amablemente.
-Mi vida ha transcurrido en lugares tranquilos-dijo-. He sido testigo de muy pocos acontecimientos memorables. No obstante, en cierta ocasión, cuando era joven, tuve una extraña y trágica experiencia.
-¡Ah! -exclamó Joyce Lempriére en tono alentador.
-Nunca la he olvidado -continuó el clérigo-. Entonces me causó una profunda impresión, e incluso ahora, con un ligero esfuerzo de mi memoria, puedo sentir de nuevo todo el horror y la angustia de aquel terrible momento en que vi caer muerto a un hombre al parecer sin causa aparente.
-Ha conseguido ponerme la piel de gallina, Pender-se lamentó sir Henry.
-A mí sí que se me puso la piel de gallina, como usted dice -replicó el otro-. Desde entonces nunca he vuelto a reírme de las personas que emplean la palabra «atmósfera». Existe. Hay ciertos lugares saturados de buenos o malos influjos que hacen sentir sus efectos.
-Esa casa, The Larches, es uno de esos lugares infortunados -señaló miss Marpie-. El viejo Mr. Smither perdió todo su dinero y tuvo que abandonarla. Luego la alquilaron los Carlslake y Johnny se cayó por la escalera y se rompió una pierna, y Mrs. Carlslake se vio obligada a marcharse al sur de Francia para reponerse. Ahora la tienen los Burden y he oído decir que el pobre Mr Burden tendrá que ser operado de urgencia.
-Hay mucha superstición en lo que toca a todos estos temas -dijo Mr. Petherick-. Y por culpa de muchos de los estúpidos rumores que corren se ocasionan innumerables daños a estas fincas.
-Yo he conocido un par de fantasmas que tenían una robusta personalidad -comentó sir Henry con una risita.
Agatha Christie
Estos relatos son contados por los miembros del Club de los Martes que se reúnen cada semana. En la cual cada uno de los miembros y por turno expone un problema o algún misterio que cada uno conozca personalmente y del que, desde luego sepa la solución.
Para así el resto del grupo poder dar con la solución del problema o misterio.
El grupo esta formado por seis personas:
Miss Marple, Mujer ya mayor pero especialista en resolver cualquier tipo de misterio.
Raymond West: Sobrino de Miss Marple y escritor.
Sir Henry Clithering:Hombre de mundo y comisionado de Scotland Yard.
Doctor Pender: Anciano clérigo de parroquia
Mr. Petherick:Notable abogado
Joyce Lempriére:Joven artista
Y ahora doctor Pender, ¿qué va usted a contarnos?
El anciano clérigo sonrió amablemente.
-Mi vida ha transcurrido en lugares tranquilos-dijo-. He sido testigo de muy pocos acontecimientos memorables. No obstante, en cierta ocasión, cuando era joven, tuve una extraña y trágica experiencia.
-¡Ah! -exclamó Joyce Lempriére en tono alentador.
-Nunca la he olvidado -continuó el clérigo-. Entonces me causó una profunda impresión, e incluso ahora, con un ligero esfuerzo de mi memoria, puedo sentir de nuevo todo el horror y la angustia de aquel terrible momento en que vi caer muerto a un hombre al parecer sin causa aparente.
-Ha conseguido ponerme la piel de gallina, Pender-se lamentó sir Henry.
-A mí sí que se me puso la piel de gallina, como usted dice -replicó el otro-. Desde entonces nunca he vuelto a reírme de las personas que emplean la palabra «atmósfera». Existe. Hay ciertos lugares saturados de buenos o malos influjos que hacen sentir sus efectos.
-Esa casa, The Larches, es uno de esos lugares infortunados -señaló miss Marpie-. El viejo Mr. Smither perdió todo su dinero y tuvo que abandonarla. Luego la alquilaron los Carlslake y Johnny se cayó por la escalera y se rompió una pierna, y Mrs. Carlslake se vio obligada a marcharse al sur de Francia para reponerse. Ahora la tienen los Burden y he oído decir que el pobre Mr Burden tendrá que ser operado de urgencia.
-Hay mucha superstición en lo que toca a todos estos temas -dijo Mr. Petherick-. Y por culpa de muchos de los estúpidos rumores que corren se ocasionan innumerables daños a estas fincas.
-Yo he conocido un par de fantasmas que tenían una robusta personalidad -comentó sir Henry con una risita.
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