DISCOS › “TIERRA FIRME”, UN PROYECTO CONCRETADO EN EL CD QUE PAGINA/12 REGALA A SUS LECTORES
El proyecto encarado por la Fundación de Organización Comunitaria y acompañado por Página/12, Unicef, un generoso grupo de músicos, Arcor y las fundaciones de Gastón Pauls y Pablo Echarri tiende un puente gracias a canciones en las que los jóvenes dan cuenta de su mundo cotidiano.
Tierra Firme, el CD que ofrece mañana Página/12 en forma gratuita a sus lectores, tiene diecisiete canciones y recitados. Hay rock and roll agitado, canciones pop o melódicas y nostálgicas, algo de funky y rap, alguna cumbia, algún tanguito, alguna rítmica que se revela pegadiza desde la primera escucha. Pero no se trata sólo de música, hay mucho más: detrás de estas canciones, que tienen letras que hablan de mundos duros y de cotidianidades difíciles, hay cientos de historias de chicos argentinos. Adolescentes como tantos, que viven en barrios de esos donde los remises no quieren entrar, en el conurbano bonaerense. Chicos que un día transitaron algo que a priori parece menor: talleres para hacer canciones. Y que aprendieron el poder enorme que les da la posibilidad de expresarse a través del arte. Terminaron logrando algo que no habían soñado: grabar sus propios temas junto a músicos como Fito Páez, el Bahiano, Víctor Heredia, Jairo, Teresa Parodi y Fontova y a actores como Gastón Pauls y Pablo Echarri. Hicieron un disco con sus canciones y un documental donde cuentan el proceso. Pero esa es sólo una parte de la cuestión.
Todos estos chicos estuvieron en la presentación en sociedad del CD en el Círculo Italiano, mostrando algunas de sus canciones, aplaudidos por representantes de Unicef, de la Fundación de Organización Comunitaria, de las fundaciones que llevan adelante Echarri y Pauls, de Página/12 y de Arcor y por músicos como Raúl Porchetto (quien también participó del proyecto). Y sobre todo por “el profe” Marcelo Boccanera, quien llevó adelante los talleres junto con los chicos durante todo el año en la Villa IAPI de Quilmes y en otro barrio de Almirante Brown. Vecinos y representantes sociales de estos barrios llenaron la sala, y fueron muchos los que terminaron llorando después de escuchar el recorrido del proyecto hasta la concreción del CD y el documental. También llegaron saludos de otros de los artistas que grabaron en el disco: Guillermo Fernández, Antonio Tarragó Ros, Palo Pandolfo, Esteban Morgado y Alejandro Apo.
“Queremos expresarles a estos chicos, músicos y compositores, el respeto y la admiración que sentimos por ellos y por lo que lo que han logrado. Ustedes son un ejemplo para nosotros”, comenzó destacando Elisa Schoiejt, socia fundadora de FOC, uno de los organismos impulsores de esta iniciativa. La sala estalló en un aplauso. Hugo Soriani, gerente de Página/12, contó la forma en que el proyecto pudo ir sumando apoyos para terminar en este CD distribuido gratuitamente en la edición dominical de este diario. Santos Lío, gerente de la Fundación Arcor, resaltó la importancia del acceso igualitario a los bienes culturales como forma de crecimiento de un país. “En este sentido, ésta es una experiencia fresca y única, que nos indica que vale la pena por el esfuerzo a través del arte”, señaló. Para Gladys Acosta Vargas, representante de Unicef en Argentina (ver nota aparte), la exitosa experiencia marca un camino a seguir, con nuevos proyectos en marcha.
Tras las primeras palabras, llegó el momento de la acción. Entonces los chicos coparon el escenario, con un extenso coro femenino, para hacer uno de los hits del disco, “El engaño”, que dedicaron a Porchetto, quien canta con ellos en la grabación del tema. A Boccanera, que habló después, se le notaba la relación especial que había logrado establecer con estos nuevos músicos y compositores, que ya están afiliados a Sadaic y que tras la edición del CD también serán socios de la Asociación Argentina de Intérpretes. “Estuvimos mucho tiempo tratando de encontrar juntos la forma de llevar adelante esta locura. La idea no era sólo la de dar un taller”, contó. “Traté de no caer como un profesor. Les dije: vengo para que juntos compongamos canciones. Así fuimos trabajando en distintos ritmos, en los géneros que se nos ocurrían. Empezamos con quince chicos, llegamos a ser más de sesenta. Y de acá en adelante seguimos con muchos proyectos juntos.”
Muchas de las canciones del disco hablan de historias duras, cruzadas por problemáticas como el alcoholismo o la drogadicción. Un paisaje cotidiano repetido para tantos jóvenes y exorcizado con la fuerza de la adolescencia a través de estas canciones. “Pero este dolor que siento, la guitarra lo podrá cambiar”, dice el primer tema que mostraron los chicos durante la presentación, y la frase resulta una buena síntesis de lo logrado con el proyecto. “No resulta fácil reflejar mis ojos, y este miedo inútil quema hasta sangrar”, dicen en “Dos historias”, sumando sus voces a la de Teresa Parodi. Los temas del CD recorren diferentes ritmos y revelan un cuidado detallista puesto en los arreglos y en la instrumentación, una forma de mostrar un trabajo profesional más allá de que los objetivos que se buscan a través del disco no son sólo los estrictamente musicales. A los que lo hicieron ahora les causa gracia contar que no reconocían sus propias voces cuando se escucharon grabados por primera vez en el estudio. “Lo valioso es que de a poco empiezan a reconocerse, su voz, su cuerpo, sus posibilidades de pensar, amar y dar”, reflexionó Boccanera.
“En la gente joven está la esperanza”, agregó a su turno Porchetto. “Cuando los jóvenes tienen posibilidad de elegir salir de la chatura y la mediocridad, de ese abismo que muchas veces se les presenta ex profeso, siempre nos sorprenden. Ellos están eligiendo, a través del arte y la cultura, las armas más poderosas con las que contamos.” El más aplaudido por los chicos fue Fabián Calvo, un integrante querido del barrio a quien reconocen como referente. “Cuando empezamos a hablar de grabar un disco, y con famosos, enseguida nos embalamos, pero después paramos y dijimos: ¿Pero qué estamos diciendo, qué estamos haciendo?”, contó entre risas. “No se hizo esto por un disco. Se hizo porque los chicos están mejorando la comunicación con sus familias, porque muchos están terminando o volviendo a la escuela, o consiguiendo su changuita, o tienen por primera vez un trabajo. A través de estas canciones lograron todo eso.”
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