domingo, 15 de noviembre de 2015

PAREJA Y SEXO CURIOSA PROPUESTA Love Joule, un bar para que las mujeres se masturben

Ubicado en Tokio, Japón, Love Joule invita a dejar de lado los tabúes en torno a la masturbación femenina: no sólo ofrece todo lo necesario para hacerla más placentera, sino que brinda un espacio para que las chicas hablen del tema cómodamente mientras toman algo con amigas.
y que decirlo: los amantes de las curiosidades sabrán que Japón es uno de los países que más da que hablar con la puesta en práctica de su creatividad a todo nivel. Uno de estos ejemplos es Love Joule, un bar pensado especialmente para que las mujeres se masturben.
Ubicado en Tokio, invita a las chicas a tomar algo entre amigas y charlar libremente de su sexualidad, con el objetivo de dejar de lado los tabúes. Para subir la apuesta, el lugar pone a disposición de las clientas todo lo necesario para la autosatisfacción, desde el permiso para llevarlo a cabo en el interior del local hasta la venta de vibradores y productos eróticos de todo tipo.
“Mucha gente ve la masturbación femenina como un tabú, no es un tema habitual en bares y con esto pretendemos tener un lugar en el que poder hablar tranquila y cómodamente de ello”, dijo Megumi Nakawa, la dueña del lugar, que se hizo “famoso” tras varias visitas de la estrella del porno nipona, Nakuya Mine.
Más información:

"Fish gape", la nueva pose de las famosas para la foto perfecta

La famosa técnica de sonrisa de pato quedó atrás. Ahora la tendencia es colocar labios y párpados de tal manera que el rostro luzca más interesante y natural.




En la época del Photoshop y el Instagram, las celebrities quieren lucir lo más natural posible, pero sin perder esa magia que conquista a miles de seguidores. La sonrisa, la mirada y la pose son esenciales para una buena fotografía.
La nueva técnica es el "Fish gape", que consiste en poner discretamente los labios "de pez" y así lucir interesante y hermosa al mismo tiempo. Famosas como Keira Knightley -quien está en contra de los retoques de Photoshop- y Emily Blunt ya se muestran de esta manera.


Atrás quedó la época del "duck face", célebre gracias a Kim Kardashian y sus labios "de pato" estratégicamente colocados en cada imagen. Técnica que fue explotada por grandes y chicos en sus "selfies" y redes sociales.
El modo "fish" ya acaparó las redes, donde es fácil encontrar actrices y modelos posando de esta manera. Además, las versiones son variadas, desde una menor o mayor separación de labios, hasta la manera de elevar los párpados.


Si bien, está muy de moda por estos días, las técnicas utilizadas por las celebrities para lucir en cámara han ido variando y desarrollándose en los últimos meses. No solo se trata de labios o miradas, también de poses más atractivas. Tal como pasó con el "duck face" o el "squinching" -ideado por el fotógrafo Peter Hurley- lo cierto es que estas tendencias más naturales, parecen ganarle la carrera al photoshop en la búsqueda de la foto perfecta.

¿Cómo lograr una sonrisa "fish"?
*Aspirar las mejillas.
*Dejar la boca entreabierta, sólo hay que juntar ligeramente los labios.
*Elevar los párpados.
*Es una técnica sencilla, pero requiere de práctica.
*Con unos cuantos minutos de ensayo basta para lograr la sencillez necesaria.

El origen de la cara de pato (duck face)











Todos conocemos y tenemos como amiga a una de esas chicas especiales que suben fotos suyas a las redes sociales posando de diversas maneras y con un guardarropa variadísimo. Pero hay algo que sus fotos tienen como factor común y nos molesta: sus labios. ¿Qué les pasa en sus labios? ¿Acaso ellas mismas los ponen en esa posición? Oh, por dios. Pero… ¿por qué? Parece que pusieran cara de pato. ¿Es esta otra moda loca de internet?
Por estadística, probablemente tengas una cuenta de Facebook. O tal vez, con una probabilidad mucho menor, una de Instagram. Pero de lo que estamos seguros al cien por ciento (y lo escribimos con letras porque así de seguros estamos), es que tienes amigas que suben fotos en las que posan con cara de pato. Sí. Porque poner los labios uno pegado a otro como dando un beso pero a la vez como si estuvieran siendo apretados por el marco de una ventana tiene más de ovíparo de granja que de modelo de pasarela.
Con una gallardía estética inusitada, las surrealistas promotoras de la belleza ególatra posan enselfies que inspiran los más inescrupulosos prejuicios, pues con su extraña mirada a cámara las observamos con cara de científico evolucionista a quien su hijo le pide por favor que lo lleve al museo de Adam y Eva.  De moda y en las redes sociales, esta forma de posar nos llamó la atención, así como todo lo que provoca que nuestro sentido de la belleza y la sensualidad se deshilachen violentamente.  Pero… ¿de dónde y por qué surge la cara de pato?Menos mística y sobrenatural de lo que quisiésemos, la mundialmente conocida “duck face” (cara de pato en español) deviene del término “MySpace Face”, ya que la cara de pato se comenzó a utilizar en MySpace y en Facebook por adolescentes y jóvenes. Según documenta la Wikipedia de los memes, KnowYourMeme, la moda surge en el 2006 y se expande a través de todas las formas posibles en la red, siendo las mujeres las principales protagonistas (por no decir culpables). En 2007 comienza a difundirse ampliamente, tanto como forma de posar sensualmente entre las chicas y como objeto de burla entre varones y, por supuesto, otras mujeres.

Queda claro que en algún punto de la historia del Universo, de ese Universo que dio lugar Rosa Luxemburgo, Simone de Beauvoir, Hipatía o Marie Curie, las mujeres comienzan a poner esta cara que se caracteriza por una mirada sensual en cualquier pose corporal y unos labios fruncidos e hinchados hacia adelante, generando algo muy parecido a ese aperitivo agridulce de la mesa del cumpleaños de la tía que nadie se anima a probar. Huelga decir que aunque la duckface  es una expresión típica en mujeres, para Urban Dictionary la versión del duckface en hombres es cuando éstos se toman fotos con la remera levantada mostrando los abdominales y poniendo cara de “macho” mientras guiñan el ojo modestamente.
Sobre los precursores de este fenómeno deplorable para el ojo y la lívido de quien les escribe, podríamos pensar en Ben Stiller en el papel protagónico de Zoolander, donde hace la mirada Magnun o también conocida como “Blue Steel look” juntando los labios. También hay un episodio de la serie Full House donde un personaje usa esta cara y le ponen de apodo “Duckface”. Incluso más atrás tenemos la tapa de un álbum de Little Feat de 1979, donde había una imagen de una “mujer pato” sentada en una silla.
El fenómeno ha copado la red y se ha reproducido como buen meme que es, pero también ha tenido sus detractores (nosotros claramente lo somos luego de este manifiesto), como ser el sitio web AntiDuckFace que se abrió en 2009 tratando de sacar del abismo estético en el que estas mujeres habían practicado un clavado frontal con doble mortal inversa.
Sin más comentarios que los que apelan a que nuestras lectoras no repitan esta conducta, nos despedimos pensando en que es una moda y va a pasar de largo, aunque ya lleve más de 6 años de vigencia y la cara de pato no parece querer dejar de protagonizar autorretratos.




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Resumen y análisis de la novela La paloma de Patrick Süskind

Patrick Süskind

El autor alemán Patrick Süskind publicó su novela La paloma en 1987. La acción está ubicada en París, en la dé­cada de 1980. Su protagonista se llama Jonathan Noel y es un hombre de más de cincuenta años, que lleva una vi­da tranquila, exenta de sucesos importantes. Todos los sucesos importantes de su vida se sitúan en su infancia y juventud y han sido tan dolorosos, que Jonathan ha decidido evitar cualquier experiencia que pudiera resultarle pe­nosa. Abandonado por sus padres durante la guerra y por su mujer pocos meses después de casarse, opta por vivir solo en un diminuto departamento. Ya que no se puede confiar en los seres humanos, la solución es mantenerse alejado de ellos. Trabaja como vigilante en un banco y observa el mundo a una respetuosa distancia. Hasta que un día, una inesperada presencia conmociona su vida.

La presencia inesperada de la paloma conmueve la tranquilidad de la vida de Jonathan. La paloma se presenta súbitamente en el umbral y produce aquello que ha querido evitar durante años: la sorpresa. Se trata de otro ser vivo que lo contempla con su ojo extraño, distinto, fantasmagórico. 
Todas las defensas que Jonathan ha montado fracasan frente al ave. Huye, pero no puede impedir una confrontación diferente con su vida cotidiana.
Ahora es su propio ojo interior el que le permite observarse. Una misteriosa adrenalina, olvidada ya, reaparece en forma de invisible urticaria. Siente un cuerpo que arde. Este descubrimiento de su cuerpo le impide es­cuchar la bocina de la limusina de Monsieur Roedles, la autoridad máxima del banco. No abre el portón. El episodio puede costarle, en su imaginación, su trabajo. Por esta razón, cuando contempla al mendigo durmiendo en el banco de la plaza, lo hace con una mirada distinta. Proyecta en su figura un posible futuro: se ve a sí mismo desocupado, emborrachándose y endeudán­dose, convertido en un paria, un individuo exiliado de la sociedad.

De vuelta a su puesto de vigilancia, experimenta un odio injustificado por la humanidad. Quisiera matarlos a todos. Por primera vez, en muchos años se permite experimentar una emoción violenta, ilógica, destructiva. Aunque sólo sea como objeto de odio, los otros se hacen presentes. Cuando regresa al cuarto de hotel, es consciente por primera vez del silencio que reina a su alrededor. Jonathan, que ha vivido solo y en silencio, necesita que algo lo quiebre. Responde a su reclamo el rumor de la lluvia.

Análisis: ¿Por qué elegir como prototipo de héroe postmoderno al pobre e insigni­ficante Jonathan Noel, un hombre gris que vive en París, en los últimos años del milenio? ¿Qué puede tener de heroico este personaje que no se atreve a ahuyentar a un pájaro y que decide mudarse hasta que la portera le resuelva el problema?

Jonathan Noel es un ejemplo de héroe absurdo e inmóvil. Patrick Süskind narra una serie de sucesos, en apariencia, cotidianos: despertar pa­ra ir al trabajo, tropezar con una paloma en el umbral de la puerta, ver a un mendigo dormido en una plaza, escuchar la lluvia. La dimensión de estos pequeños incidentes está dada por la mente obsesiva del protagonista.
Cada episodio, por pequeño que sea, es magnificado por Jonathan hasta convertirse en una pesadilla abrumadora. En este relato postmo­derno, la acción exterior ha sido reemplazada por la acción interior, la cual se ve reflejada, por ejemplo, en la transcripción de los pensamientos de Jo­nathan en segunda persona: "¡estás acabado -algo graznó- eres viejo y estás acabado! Dejas que una paloma te dé un susto de muerte, una paloma te hace volver a tu habitación, te derriba, te retiene prisionero"-

Un personaje que huye
El hecho de que Jonathan reaccione huyendo no lo inhabilita en su con­dición de héroe: el men­saje del héroe del siglo xx puede ser su cobardía, su inacción o su ali­neación. Jonathan es el individuo alienado que ha cesado de sentir. Se limita a tratar de sobrevivir. Su única espera es la espera de la muerte.

Süskind exagera ciertos rasgos de esta alineación. Jonathan Noel es una especie de caricatura grotesca de algunos seres postmodernos:
1. ha anulado todo pensamiento que lo remita a su pasado. Los he­chos que se narran al principio de La paloma se refieren a la infancia y a la juventud del protagonista. Han sido traumáticos para él (sus padres fueron enviados a un campo de concentración durante la guerra y, más tarde, su mujer lo abandonará llevándose a su hijo). No quiere volver a pensar en esos hechos. Por eso, vive en un eterno presente, conformado por rutinas que lo protejan de cualquier "incidente", de cualquier sorpresa. Una exis­tencia virtual, sin historia;

2. ha cortado todo vínculo con su propio cuerpo. Se limita a lavado y alimentado para poder seguir trabajando y a ganar dinero para alimentado y asearlo. Utiliza sus sentidos para defenderse de la presencia de otros seres;

3. ha excluido todo contacto con el otro. No habla con nadie. No ne­cesita a nadie. Se siente molesto por las miradas de la portera. Antes de sa­lir de la habitación, agudiza su oído para asegurarse de que no se cruzará con nadie. No desea ser contemplado ni juzgado. Ha elegido la soledad. De esta manera, se halla protegido de las emociones y de los sentimientos. Y, por supuesto, de las consecuencias dolorosas que pueden resultar de ellos;

4. su única meta es trabajar. Ha elegido un trabajo que le permite ob­servar a distancia sin ser molestado: tiene un puesto de vigilancia en un banco. Frente al banco pasa gran parte del día, en silencio. Como una esfin­ge. Su efectividad no radica en la acción, sino en su simple presencia física.

A su manera, Jonathan es un héroe.

1. Representa un modelo de hombre que la sociedad promueve: sin cuestionamientos, honrado, decente, limpio, puntual, obediente, digno de confianza, decoroso, trabajador, inofensivo. Como él mismo descubre du­rante ese funesto día en que encuentra a la paloma: un hombre pasivo.

2. Es sometido a una prueba: el hombre de ciudad que ha cortado toda vinculación con la naturaleza debe enfrentarse a ella en la forma de una pa­loma. El encuentro con la mirada vacía del ave le permite durante veinti­cuatro horas observar su vida desde otro ángulo.

3. Realiza un viaje: abandona su habitación, toma un cuarto en un ho­tel y recorre los espacios habituales de una forma completamente distinta. Sus proezas son el reverso de su conducta normal: se distrae en el puesto de vigilancia del banco, es incapaz de estarse quieto porque experimenta una extraña picazón en todo el cuerpo, come roscas en vez de almorzar, se en­gancha el pantalón del uniforme y lo rasga, etc. Puede parecer un periplo absurdo. Pero se trata de una exposición física y espiritual a una serie de situaciones que están más allá de su experiencia anterior y que le exi­gen el desarrollo de nuevas fuerzas y talentos.

4. Cuando regresa al punto de partida, sufrió una transformación: el hombre que vuelve a subir las escaleras del edificio donde ha habitado durante años experimenta nuevas sensaciones y sentimientos. Ya no siente miedo de sí mismo, de los otros. Su éxito, representado por la superación de las pruebas, lo convierte en héroe, en una persona distinta de la que era.

Fuente: AAVV- Literatura europea y norteamericana
Editorial Puerto de Palos
Buenos Aires, 2009