La prueba del espejo
En los 70s el investigador Gordon Gallup Jr realizaría un simple experimento para observar qué especies de animales poseían la capacidad de reconocerse a si mismos. El resultado, sería esperable pero asombroso, sólo cinco de los animales más inteligentes del planeta podían hacerlo. Estos eran los chimpancés (comunes), bonobos, orangutanes, delfines y, obviamente, los humanos. Posteriormente se añadirían a la lista los elefantes asiáticos, las orcas, las urracas y las palomas -estas últimas con resultados dispares-. En la imagen de la derecha puede apreciarse un mono capuchino realizando la prueba.
El método utilizado era simple, tras dejar al animal interactuar con el espejo durante un tiempo considerable, uno de los investigadores pasaría a distraerlo. Simultáneamente, un asistente marcaría al mismo con una tinta inodora. Acto seguido, se observaba si el animal, al volver a observarse en el espejo y ver la mancha, reconocía que la misma se encontraba en su cuerpo y no en el “ser” del reflejo.
De esta manera, podía observarse el nivel de desarrollo cognitivo y, en cierta medida, hasta una capacidad de abstracción en el sujeto de prueba. Si bien el estudio ha recibido sus críticas, el mismo ha demostrado que, en efecto, los únicos capaces en pasar la prueba son animales con los cerebros relativamente desarrollados.
Las críticas generalmente no hacen referencia a la invalidez del estudio, sino a que éste es antropocéntrico, y suele no tener en cuenta la capacidad de ciertos animales de inteligencia marcada, como por ejemplo el caballo y el ciervo, que a causa de su visión estereoscópica tienen mayor dificultad para enfocar su vista en un espejo. O por ejemplo los perros, incapaces en un gran porcentaje de reconocerse visualmente, pero muy efectivos a la hora de reconocerse a si mismos en base a su olor. Este argumento también se aplica a los pulpos y otros animales de inteligencia notable pero incapaces de reconocerse visualmente.
El siguiente documental de la NG está hablado en inglés, pero si no entienden el idioma hay interesantes imágenes de primates realizando la prueba del espejo.
Enlaces relacionados
- Elefantes asiáticos pasan la prueba del espejo.
- Estadio del espejo
- Y este chiquitín que no pudo pasar la prueba, pero al menos lo intenta.
El Capitán Sir Richard Burton, el último gran aventurero
Capaz de hablar con fluidez más de veintinueve lenguajes y entender unos 40, Burton fue un explorador desde el momento de su nacimiento. El primer occidental en visitar la Meca, para lo cual debió aprender árabe a la perfección y camuflarse entre los locales, ya que de haberse descubierto que no era un musulmán la hubiera pasado muy mal. Hipnotista y espadachín maestro, sirvió como espía para la Corona en la India, escribió un diccionario para entender a los simios, fue extremadamente libertino, sería nombrado caballero por la Reina, siendo el primero en traducir las Mil y Una noches y el Kama Sutra a una lengua occidental, descubrió los lagos de África central, encontró un tesoro perdido y tras quedar completamente extraviado sin agua o equipo en el desierto terminaría rescatando a una doncella francesa secuestrada por un sultán local.
Nacido en Inglaterra durante la tempestuosa mañana del 19 de Marzo de 1821, Burton prontamente demostraría ser poseedor de un intelecto privilegiado. Antes de cumplir los 10 años ya hablaba tres idiomas, y se destacaría en la escuela por su talento en la escritura, la poesía y, sobretodo, los idiomas. Sin embargo, más allá de convertirse en un ratón de biblioteca, Burton se enrolaría tempranamente en el ejército, y su valentía haría que a los pocos años de haberse enlistado sea ascendido al puesto de Capitán de la East India Company. Sirviendo en la India, y habiendo peleado en la Guerra de Crimea, Burton decidiría que era tiempo de vivir una serie de aventuras al unirse a la Royal Geographical Society, para la cual exploraría las costas de África y descubriría para la historia el Lago Tanganica al dejar la primer mención escrita del mismo, siendo además el primer europeo en penetrar en el Reino de Harr. Tras explorar grandes territorios Burton se convertiría en Cónsul del Imperio Británico, oficiando como diplomático. Sus años finales serían dedicados a la academia, donde escribiría decenas de tratados sobre antropología, culturas y etnias orientales y sería autor del más importante libro de esgrima del siglo XIX.
Un espía europeo en la Meca
Para Europa la Meca era prácticamente un lugar de leyenda, ya que en efecto, ningún europeo había podido visitarla debido al fuerte recelo de la época. Burton, decidiría en ser el primero en lograr tal hazaña (quizás antecedido por Ludovico di Barthema, aunque es incierto si éste último lo logró), por lo que tras conseguir el apruebo de la Royal Geographical Society, estudiaría ampliamente las culturas y comportamientos musulmanes de la época. Sobretodo lo que respetaba a los hajj, peregrinos islámicos cuyos viajes los llevaban rumbo a la ciudad de Medina. Su convicción fue tal, que incluso hizo que se le practicase una circunsición, para así evitar ser descubierto al orinar. Tras prepararse inicialmente, invertiría varios meses junto a los musulmanes de la etnia sindh, mercaderes de los cuales estudiaría su comportamiento y costumbres.
(La Meca al momento de la travesía de Burton)
Una vez listo, Burton adoptaría varios camuflajes, e incluso utilizaría distintos dialectos y acentos árabes. Primeramente se haría pasar por un pashtun, musulmanes del este de irán, cuyo contacto con el lenguaje persa hace que al hablar el árabe lo hagan con modismos muy particulares. De esta manera, Burton podría ocultar cualquier error lingüístico que cometiese al hablar aduciendo una diferencia cultural.
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El Panteón de cerebros de genios
Quizás algunos ya se han enterado de esta historia ya que ha sido escogida por Mind Hacks, el blog del excelente libro del mismo nombre escrito por Tom Stafford y Matt Webb que ya les recomendé varias veces en Anfrix. No obstante, la historia es tan apasionante y llamativa que he decidido realizar mi propia investigación.
El panteón de cerebros
Los neurocientíficos rusos de mediados y principios del siglo XX estuvieron convencidos de la existencia de “patrones de genialidad” en el cerebro humano. Creían, que ciertos aspectos estructurales del mismo eran los responsables de diferenciar a un estúpido -según términos médicos de la época- de un físico o un matemático. Con esto en mente, el neurocientífico Vladimir Bekhterev, utilizaría su influencia durante el Congreso de Neurólogos y Psiquiatras de 1927 para proponer la creación de una colección denominada “El Panteón de cerebros”. Colección singular por demás, ya se encargaría de colectar los cerebros de grandes genios, con el fin de habilitar su estudio e investigación por generaciones futuras.
Irónicamente Bekhterev moriría pocos días después de la fundación del centro bajo “causas misteriosas” siendo registrada su muerte como un problema gastrointestinal y enterrado sin autopsia alguna -la causa real: se atrevió a diagnosticarle paranoia a Stalin-. Su pesado cerebro, de 1720 gramos, mientras tanto, se convertiría en la primer pieza de la colección.
La empresa sería retomada en 1928 por Vogt y varios otros investigadores, reorganizándose en el Instituto de Investigación Cerebral de Moscú. Prontamente una ardua cosecha de cerebros tendría lugar. Catalogados junto a una lista de logros y su respectiva biografía, los cerebros de políticos destacados, músicos y poetas, pero principalmente científicos -con una predilección hacia los matemáticos- irían siendo recolectados y tomarían morada en el lugar.
Distintos tipos de estudios serían realizados y compilados en una base de datos interna del instituto. Desde fraccionamiento en películas de porciones cerebrales, hasta estudios sobre fisiología e histología cerebral y estructurales. Siendo, desafortunadamente, perdidos varios de éstos documentos y una considerable cantidad de cerebros dañados a causa del mal cuidado con el paso del tiempo, especialmente durante la caída de la Unión Soviética.
No obstante, si algo puede acreditársele al Instituto, como remarca el mundialmente famoso Oliver Sacks, es que fue uno de los primeros centros de investigación neurológica en tener una perspectiva completamente biológica de la razón y la inteligencia humana, dejando de lado el sin fin de explicaciones metafísicas y espirituales que gobernaban la neurología occidental de los años 20s y 30s.
El último cerebro en engrosar la colección sería agregado en 1989, y pertenecería al famoso físico nuclear Sakharov, ganador de un premio Nobel en 1975. Según los registros del centro, podía leerse “Sakharov (1440g)”.
Nota curiosa: Una anécdota que quizás merece su tema propio, es el estudio realizado al cerebro de Lenin, tarea encargada al mismísimo Vogt unos años antes de la creación formal del instituto, y para la cual éste debería emplear más de un año con el fin de cortar el cerebro del susodicho en más de 34 mil finas películas y a su vez encontrar algo singular o genial en el mismo para dejar “contento al partido”.
Enlaces relacionados
- Investigando sobre el tema encontré a Kurioso, un blog que ha comenzado apenas hace unos días y que vale la pena tener en los marcadores (de este mismo blog, y aunque no esté relacionado, aprovecho para recomendarles el artículo ¿Cuánto medía Ernst Neufert?)
El largo viaje del cerebro de Einstein
Quizás al leer esto muchos recuerden la famosa historia del cerebro de Einstein. El cual, después de la muerte del despistado físico, se convertiría en si mismo en un objeto de investigación. Si no conocen la historia les recomiendo este artículo de Fogonazos.
Tribus perdidas
Afortunadamente el avance tecnológico ha traído maravillas tales como las telecomunicaciones y los aviones. Desafortunadamente, esas mismas maravillas han “achicado” el mundo de tal manera, que lo que antes era una prolongada travesía encomiable y peligrosa hoy se reduce a simplemente ir hacia un aeropuerto y comprar un pasaje de avión. Esto llevó a que miles de culturas nativas, antes intactas y ajenas del mundo externo, desaparecieran, se diluyeran en un maremoto de visitantes, investigadores y extranjeros curiosos. De hecho, de las 6 mil lenguas encontradas hoy en la Tierra, se calcula que la mitad desaparecerá en menos de 50 años. Transición o asimilación que en algunos casos resultó ser muy violenta, ya hablamos de la desaparición del Nu Shu y cientos de culturas locales en China con la llegada del comunismo, y ni mencionar la conquista de América.
De todas maneras, existe aun un puñado de tribus que, gracias a la protección natural que otorgan junglas de dificilísimo acceso o islas perdidas entre las mareas, han logrado permanecer relativamente intactas de la influencia externa.
La gente de los árboles
De las llamadas tribus de escaladores, es quizás la de los kolufos -o korowai- en Papua la más asombrosa, ya que sus casas están construidas enteramente a varios metros de altura.
La misma es una de las pocas tribus en el planeta Tierra que aun, aunque de manera ritual, practica el canibalismo. De hecho, pude enterarme de la existencia de los mismos gracias a la revista del Smithsonian, la cual, si entienden la lengua inglesa, tiene un asombroso artículo en su página titulado “Sleeping with cannibals” en el cual un reportero relata su asombrosa experiencia tras convivir con los mismos durante varios días -aunque cabe aclarar que varios investigadores han puesto en duda la práctica y aseguran que su fama se debe más a publicidad local en busca de turistas que a canibalismo verdadero- .
Sin embargo, no es su supuesto canibalismo lo que me ha llamado la atención, sino su arquitectura. Largas y complejas chozas construidas no sobre tierra, sino sobre largos y “flacos” árboles que, en su conjunto, elevan la caza de los peligros de tierra y de las invasiones rivales. Una ingeniería y trabajo de grupo ciertamente asombroso.
La tribu aislada de todo contacto durante 60 mil años
En la isla Sentinel de Norte existe la tribu denominada por la National Geographic como el pueblo más xenófobo del mundo. Completamente aislados del resto de la humanidad rechazan cualquier visita externa con flechas y lanzas, incluso, si el visitante viene con aparentes obsequios para la tribu. De hecho, son famosos por matar a cualquier pescador o navegante que inadvertidamente ancle en sus costas.
Este rechazo por lo externo ha llevado a que exista poco material de estudio sobre su cultura, incluso la cantidad de fotografías de los mismos es muy limitada. Hoy en día sólo existe una filmación de calidad de los mismos, tomada en 1990 por una expedición hindú. Este video ha ganado varios premios internacionales dada su importancia antropológica.
Esto a su vez hizo que su cultura permanezca intacta y, a diferencia de las otras tribus de la región, cuyos idiomas se extinguieron al adoptar como lengua de facto el hindi, el lenguaje sentinelés aun sea utilizado exclusivamente por sus habitantes. Lenguaje del que poco se conoce dado su aislamiento.
La tribu sin tiempo
La tribu pirahã, hallada en el norte de Brasil, es, entre otras cosas, famosa por haber dejado obsoleta la teoría de “gramática universal” del lingüista Noam Chomsky. Su lengua no posee definición del tiempo presente, nombres para los colores o números, y además, con respecto a la “gramática universal”, no cuenta con ningún tipo de recursión -la inserción de una frase dentro de otra del mismo tipo-. Así como tampoco parecen poseer términos cuantificadores (”poco”, “mucho”, etc), o practicar algún tipo de arte o dibujo.
Si el aspecto lingüístico de su cultura les es de interés pueden leer este maravilloso artículo del Newyorker (inglés desafortunadamente). El cual ha realizado una entrevista al lingüista Dan Everett, el mayor experto de esta tribu en Occidente.
La misma es también una tribu asilada, muchas veces violenta al extranjero y con la cual solo se puede dialogar tras haber efectuado un laborioso y complejo acercamiento mediante a obsequios y rituales.