domingo, 30 de julio de 2017
Reseña literaria: el sueño de Hipatia
NO a la intolerancia religiosa, NO al fanatismo de aquéllos que piensan que la verdad que poseen es única y excluyente. Todo esto es lo que nos podemos encontrar en El sueño de Hipatia, una novela en la que se mezcla la ficción y la realidad. El autor, José Calvo Poyato -catedrático de historia y escritor de otras novelas de base histórica como Vientos de intriga, El hechizo del rey y Conjura de Madrid, entre otras- ha representado el ambiente de tensión continua que se palpaba en la Alejandría del siglo IV “entre quienes defendían las formas de vida tradicionales, típicas de lo que hoy conocemos como mundo clásico, y el cristianismo emergente”.
Este thriller alterna la historia que se vivió en el siglo IV en Alejandría, representada en la figura de Hipatia -la primera mujer astrónoma y matemática de la que tenemos constancia- y el relato de la trama, después de la Segunda Guerra Mundial -a raíz de encontrar unos códices con contenido religioso que tambaleaban los principios del cristianismo-, con Donald Burton, el profesor Alfred Best y Ann Crawford como figuras principales. Al final del libro, José Calvo Poyato deja constancia de los hechos y personas reales que aparecen en la novela y explica que la trama en el Cairo es ficticia, aunque está relacionada con el auténtico descubrimiento de unos códices, por parte de unos campesinos, en 1945.
Egipto, 1948: el periodista Donald Burton, su novia y Alfred Best -profesor de Oxford- se ven inmersos en una conspiración y sus vidas corren peligro. Tienen la misión de conseguir un códice, que data del siglo IV donde se afirma que Jesús tenía predilección por María Magdalena y que la quería más que al resto de sus discípulos, pero no son los únicos que quieren el denominado <> . Alguien poderoso tiene interés en su contenido y no quiere desperdiciar la oportunidad de arrebatárselo. Este es el punto en común de las dos tramas: al igual que pasó en Alejandría, donde los cristianos primitivos querían destruir estos textos y su afán por imponer su dogma no tenía límites, en 1948 altos cargos de la Iglesia Católica pretendían hacer lo mismo, no querían que el contenido del códice saliera a la luz. Y esto, sin duda, es lo que le cuesta la vida tanto a Hipatia como al profesor Best, la búsqueda de la verdad.
“Siento miedo y a la vez abrigo esperanzas porque creo en otro mundo donde las ideas no sean perseguidas, donde las gentes puedan expresarse sin miedo y que pensar de otra forma no sea un delito abominable”. Estas son las palabras de Hipatia de Alejandría, una mujer que vivió la censura a la libertad de expresión en un tiempo que no dista mucho de la realidad más reciente. Una lucha constante entre conocimiento y Fe que no deja indiferente a nadie, intriga y emoción es lo que te vas a encontrar en este libro que no pasa desapercibido.
“LA ODISEA”, LAS INCREÍBLES AVENTURAS DEL VALIENTE ULISES, PARA LA FAMILIA
La Plaza Joven presenta una versión libre, original y divertida de “La Odisea” de Homero, escrita y dirigida por Els Vandell. Esta propuesta, pensada para niños de seis años en adelante, está compuesta por dos obras que proponen un primer contacto con “La Odisea” desde dos puntos de vista diferentes: “Ulises y el Cíclope” y “Ulises y Penélope”.
“”La Odisea” es una propuesta creativa, vibrante y divertida, que muestra a los niños, través de la música y otros recursos teatrales, cómo la imaginación, perseverancia y el creer en sí mismos puede ayudar a vencer los retos difíciles de la vida”, comenta Els Vandell, directora de “La Odisea”.
En “Ulises y el Cíclope” se cuenta la historia de Ulises (Rodrigo Sánchez Patiño); un héroe de guerra que inicia un intrépido viaje de regreso a Ítaca con su tripulación para reencontrarse con su esposa Penélope (Fiorella De Ferrari) y su hijo Telémaco (Joaquín Escobar), quienes esperan con ansias su llegada aun cuando muchos lo dan por muerto.
Sin embargo, el viaje de regreso de Ulises estará plagado de desafíos y trabas que los poderosos dioses y seres míticos como el Cíclope (Pablo Saldarriaga), preparan para él. La inteligencia y creatividad de Ulises se pondrán a prueba para salvar a sus compañeros del brutal y maléfico monstruo de un solo ojo.
Por su parte, “Penélope y Telémaco” no la tienen tan fácil. Debido al rumor de la supuesta muerte de Ulises, ambiciosos pretendientes al trono de Ítaca se instalaron en su casa con la intención de casarse con Penélope. La única que cree que Ulises sigue vivo es ella, quien utiliza su ingenio para mantenerlos tranquilos mientras esperan su respuesta. Pero los recursos para prolongar la espera por la elección del nuevo rey se le acaban. ¿Logrará Ulises salvar a su amada de su incierto destino?
Esta cautivante adaptación creada por Els Vandell cuenta con un elenco de actores de primer nivel que dan vida a los mitológicos y estrambóticos personajes, haciendo de esta Odisea una sorprendente puesta en escena. El ensamble de actores está integrado por Andrés Salas, Guillermo Castañeda, Anaí Padilla, Macla Yamada, Dana Murillo y Rodrigo Valencia.
Teatro La Plaza de Larcomar.
Del 09 de julio al 28 de agosto. “Ulises y el Cíclope” inicia a las 3:00 pm y “Ulises y Penélope” a las 4:30 pm
Entradas: General S/40.00 y niños S/20.00. De venta en Teleticket y en la boletería del teatro.
Preventa (hasta el 09 de julio): General S/30.00 y niños S/20.00
Del 09 de julio al 28 de agosto. “Ulises y el Cíclope” inicia a las 3:00 pm y “Ulises y Penélope” a las 4:30 pm
Entradas: General S/40.00 y niños S/20.00. De venta en Teleticket y en la boletería del teatro.
Preventa (hasta el 09 de julio): General S/30.00 y niños S/20.00
Un sentido elogio del nerd por Diego Golombek
Anteojos de marco grueso. Pantalones apenas cortos (que suelen dejar ver medias de color claro). Camisa abotonada hasta el cuello (y con sobre plástico para lapiceras en el bolsillo). Cortes de pelo siempre fuera de moda.
Sí: es la imagen del nerd de película, del que imaginamos cuando surge el tema en alguna conversación. Pero los tiempos cambian, y mucho: hoy el nerdismo ya no es algo a ocultar; por el contrario, estos seres apasionados han salido del clóset, se muestran orgullosos en sociedad y hasta son un ejemplo a seguir.
En otras épocas, una reunión de nerds era necesariamente algo secreto, en lugares oscuros y a los que se accedía con contraseñas como "cuántas especies diferentes había en el baño del bar de Star Wars" o las primeras 15 cifras de la parte decimal de pi. Hoy los fanáticos de las tiras sobre doctorados (PhD Comics), o los que se preguntan "qué pasaría si." son aceptados y aceptables en toda reunión que se precie, además de ser excelentes temas para el inicio de una conversación.
Es cierto que da un poco de nostalgia la época en que portábamos unos relojes pulsera enormes (y bastante espantosos) con una calculadora en miniatura, que a veces mostrábamos con todo orgullo, verdaderos pioneros de los relojes inteligentes de hoy en día. Era el tiempo en que Thomas Dolby (hoy profesor de artes en la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore) cantaba "cuando bailo cerca de ella, me ciega con su ciencia, ciencia, ciencia", y era un homenaje a otra forma de ver el mundo. Pero a veces también nos escondíamos frente a la reprobación popular, algo que no ocurre hoy cuando cualquier nerd comparte series o sagas con el resto del mundo o colecciona muñecos de cajitas felices. Ojo: no es que ser nerd se haya vuelto una moda, es que la moda se avivó. También es cierto que es más fácil: no hay que ser un ingeniero para instalar un gadget, y podemos saber datos de culto sólo chusmeando nuestros teléfonos.
Es interesante la etimología y significado del término. En principio, el nerd es un apasionado que se interesa por muchos temas académicos (quizá a diferencia del geek, más tecnológico y obsesionado por un área en particular: los números primos o la saga completa de Los tres chiflados). La palabra geek es de comienzos del siglo XX, y se remonta mucho más atrás a los personajes raros que venían con los circos y los carromatos a los pueblos, y que hacían cosas. raras, como arrancar cabezas de gallinas vivas para beneplácito de los espectadores. El término nerd parece nacer en una historieta de Dr. Seuss en 1950, y fue replicado rápidamente desde entonces. Pero hay antecedentes bastante previos, y hay quienes dicen que viene de knurd (el revés de borracho, drunk, en inglés) o quizá de nut (loco), del que derivó nert y de ahí nerd. Lo cierto es que hay sociedades de nerds y geeks, como la de Harvard, cuyo manifiesto es muy claro: "Somos un grupo de mujeres y hombres genuinamente interesado en la búsqueda de conocimiento, abiertamente intensos sobre la academia y no conformistas en nuestra manera de pensar". Hay incluso sitios como Nerd Fitness que, conocida la poca habilidad de estos personajes a la hora del ejercicio físico, ofrecen soluciones para que el cuerpo esté en forma sin demasiado esfuerzo. Ojo: la antinomia nerd-gimnasta no es tan nueva; ya Xenófanes y Sócrates se quejaban de la costumbre de dar grandes honores a los atletas, incluyendo comidas gratis... en lugar de ofrecérselas a ellos, que las merecían mucho más.
Pero sí: mucho ha pasado desde La venganza de los nerds hasta The Big Bang Theory. Y parte de ese mucho es para bien, en una mirada más tolerante y amplia sobre las diferencias. Bienvenidos a esta nueva era, entonces, en donde las preguntas y las pasiones valen y se contagian. ¡Nerds del mundo, uníos!
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