martes, 22 de febrero de 2022
Nadadores del atardecer
Les comento algo que viví este verano en Praia Mole de Florianopolis.
Estaba un día en la playa esperando el atardecer en el mar para sacar fotos en ese horario.
De pronto a mi izquierda veo a un señor mayor que entraba medio rengueando al mar,
me dio miedo que no soportara el embate de las olas, pero él seguía y seguía nadando.
Habrá estado una media hora en el agua, muy cerca de un surfeador.
A los pocos minutos de haber entrado este hombre, aparece otro a mi derecha, también era
un hombre mayor, más bajo y pelado, pero con pelo más largo. Entró decidido al mar y se
mantuvo en el agua. La verdad es que no le presté tanta atención como al primer hombre
que entró rengueando.
Pero lo que viene en cuestión es lo que hizo el primer hombre en entrar al mar y es que a
la salida, salió, caminó un buen trecho y cuando me doy vuelta a mirarlo para ver si estaba
bien, veo que con las manos en oración se inclinaba levemente hacia el mar como en señal
de respeto y/o agradecimiento, luego se fue.
El otro hombre también salió al rato, pero no hizo nada del ritual del anterior.
Esto me hizo reflexionar sobre las costumbres o actitudes que tenemos los seres humanos,
tan diferentes, respecto de lo que nos rodea.
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