OBERÁ EN CORTOS: "NINA", EL FLAGELO DE LA TRATA DE PERSONAS EN PRIMER PLANO |
Por muchos motivos, "NiNa", de Sofía Vaccaro, fue la nota destacada de la más reciente edición de Oberá en cortos. El mediometraje que se encargó de dar el pistoletazo de salida al Festival se gestó en buena medida en este marco. En 2006, la directora obtuvo un premio en el certamen que consistía en unirse a un equipo técnico de la región para dar forma a una obra audiovisual. La premisa era también narrar un tema que se desarrollara en la zona. Luego de iniciar una investigación, Vaccaro dio con el tema de la trata de personas, un flagelo que azota a una región estratégica, cercana a Paraguay y Brasil, donde operan redes criminales que se valen de la problemática social para captar a jóvenes con el fin de utilizarlas como esclavas sexuales. La película contó con un equipo técnico que integró a Buenos Aires y NEA (nordeste argentino), y un equipo artístico compuesto por intérpretes de la región, donde destacan el reconocido Daniel Valenzuela y Muriel Morgenstern, quien ya había sido vista en la producción más relevante del incipiente cine misionero, "Detrás del sol, más cielo". |
Rodada en Misiones y Encarnación (Paraguay), "NiNa" narra la historia de una joven de Oberá que es seducida a viajar a la capital para trabajar y alcanzar una mejor calidad de vida; el sueño lo comparte con Lourdes, una adolescente paraguaya proveniente de un barrio marginal que recibe similar oferta. Ambas son víctimas inocentes de una pareja que se encarga de captar jóvenes humildes para ser utilizadas como prostitutas. - La película nace a partir de un premio que recibiste acá en Oberá, que tenía como objetivo que trabajaras con gente de la región en un proyecto a realizarse en esta zona. ¿Cómo llegas a elegir este tema de la trata de personas? |
Cuando yo decido aceptar el desafío porque en realidad el premio era algunos recursos para desarrollar el proyecto, no para hacer una película, me pongo a investigar qué estaba pasando en esta región porque yo no conocía mucho. Empecé más con todo el tema de afuera: la diversidad cultural, los inmigrantes, el conflicto de los yerbateros…Y buscando, investigando, me encuentro con algunos artículos periodísticos locales sobre chicas misioneras rescatadas de una red. Noticias muy fuertes pero que a la vez no terminabas de entender bien cómo funcionaba. Siempre eran chicas menores que fueron engañadas. Ahí me metí con el tema. Recurrí a los periodistas que estaban investigando este tema, a compañeros míos realizadores que tenían conocimiento de esta cuestión del tráfico y la trata de personas. Era un tema que yo ya había investigado para un documental pero con foco en Centroamérica. Por lo que todo me resultaba muy coherente pero no sabía que en Argentina estuviese pasando algo así, que estuviese tan avanzado. En principio lo planteamos como un documental porque yo vengo del documental y estos temas uno los encara como reportajes, informes. Pero nos dimos cuenta que el documental nos limitaba mucho para contar una historia que movilice, con la que se identifiquen las chicas. Ahí es cuando encontramos cuál era el objetivo, cuando nos preguntamos por qué íbamos a hacer una película sobre esto. |
Nosotros no militamos en ninguna organización feminista ni en ninguna organización en lucha contra la trata. Ahí pensamos que el objetivo era hacer una película pero que a la vez tenga una denuncia social con un valor educativo porque descubrimos que el problema, una base de este problema, es la educación. Los engaños se producen de una falta de educación de lo que significa aceptar un trabajo, trasladarse a otra ciudad. En esta región y en Paraguay hay una tradición muy fuerte de que las chicas a una determinada edad deben irse a trabajar a una casa de familia en otra ciudad. Por ejemplo, es normal que las chicas jovencitas paraguayas vayan a trabajar de domésticas a Buenos Aires. Entonces la mafia opera aprovechándose de todo ese contexto. Hay un montón de sistemas de captación donde les ofrecen trabajo como domésticas, como mozas, como niñeras. Entonces las chicas lo ven como algo normal y lo toman como parte de lo que toca a esa edad. - La película se narra a partir de la historia de Nina, quien es engañada por una aparente pareja que le ofrece un trabajo en la capital, y de una amiga de Encarnación. Para armar estas dos historias, ¿tomaste casos reales o los personajes son la síntesis de muchos datos que recogiste sobre el tema? |
Una mezcla de las dos cosas. Primero hicimos como una base de datos de un montón de historias y empezamos a encontrar muchos factores en común. Era como que todas las historias eran muy parecidas. Había detalles que las diferenciaban pero eran prácticamente la misma historia. A su vez hubo un par de historias de todas esas que me marcaron; por ejemplo, la historia de una chica de Itapaso, que es un barrio relocalizado por la inundación de Encarnación por la represa Yacyretá, que es hoy en día un barrio muy pobre en donde operan los reclutadores. A través de estas personas que ofrecen un trabajo se llevan a las chicas. Supe la historia de una chica que fue la que más me tocó, y la historia de Lourdes está basada en esta chica. Y la de Nina es más de un rejunte porque no supe de ninguna chica de la colonia, de la chacra. Esto se da más con las chicas no de chacra sino de zonas del interior de Misiones, de barrios marginados, que fueron desalojados. Pero con Nina no quise contar algo muy definido en lo que respecta a donde vive. Podría ser donde ella vive una zona marginal o no. Ahí la fotografía nos jugó un poco en contra porque tenemos un fotógrafo que ama la estética, y él embellecía todo, así que la chacra quedó como "Heidi". Y la chacra no es tan así pero con la composición quedó como un lugar paradisíaco. - Hablando justamente de la estética, ¿te planteaste cuando comenzaste a desarrollar la película cuál era el modo más adecuado de desarrollarla desde lo narrativo y lo estético, ya que hay un mensaje importante que transmitir y es necesario que sea lo más comprensible posible para que pueda llegar a un amplio espectro de gente? |
Sí, totalmente. A mí me parecía que como es un tema difícil de aceptar, de ver, contarlo de una forma no tan clara, no tan directa, podía terminar en algo más ambiguo. Y yo quería que el mensaje fuera muy claro de principio a fin. Fue eso una propuesta narrativa y se cumplió. Se mantuvo en el guión, después en el rodaje, después en el montaje, a pesar de que el guión no es cronológico: empieza con ella en el presente contando dónde está, y a partir de ahí la película entra en un flashback. Eso también tiene un porqué, no fue para hacer un guión raro. Quería empezar con ese no sé dónde estoy, y también contar que tal vez recién ahí en ese encierro una chica toma conciencia de lo que le pasó. Un poco era reflejar también este trauma que implica que te pase algo así. - Pensando que este es un tema que involucra mucho a los círculos de poder, ¿tuviste miedo en algún momento de hacer esta película? |
Sí, al principio un poco porque hablaba con cualquier persona y me asustaban un poco. Pero la investigación la hicimos con una ONG de Posadas que a su vez trabaja nacionalmente en una red, y hay una mujer que está hace quince años denunciando casos, personas, rescatando chicas. Y ella fue la que me dio la fuerza porque ella es una tipa que tiene mucho coraje para hacer lo que hace, y a pesar de que tuvo amenazas, correos o llamados, ella sigue porque también está contenida. Verla a ella dándole para adelante, y siendo una persona que en este ambiente del tema todo el mundo conoce, me dije: ‘si yo hago una película, no creo que sea tan grave’. De todas maneras recibí un par de correos raros desde que se hizo la presentación en Buenos Aires en DerHumALC. Hubo un par de correos de gente que me escribió como piropeándome como directora y a la película pero sin poner su nombre, y cuando yo le respondí el correo me volvió rebotado diciendo que esa dirección no existía. Después recibí un llamado en el que me hacían muchas preguntas pero no me querían contar con quién estaba hablando. - Después de Oberá, ¿la película dónde se va a poder ver? |
La presento en Posadas el miércoles 19 a las 4 de la tarde en el cine del shopping y el 22 de agosto en el Museo Yaparí a las 7 de la tarde. También en Encarnación el viernes 21 a las 10 de la mañana. Esa función de Encarnación es más dedicada al gobierno de la ciudad y de Paraguay, y a organismos implicados en la prevención del tema. - ¿Qué tanto se está implicando los gobiernos en esta problemática? Hoy en día hay una ley que se aprobó en Argentina que declara como un delito a las personas que están implicadas en una red de trata de personas como reclutadores, proxenetas, pero no está incluido el cliente. Ahora se está interviniendo para que se considere un crimen el consumo. Esto está pasando en muchos países porque en ningún país el cliente está incluido, creo que el único es Finlandia. Entonces los estados están trabajando mucho en el tema por ley. A medida que se aprueban las leyes, el Estado interviene. En Argentina, el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos tiene el programa las Víctimas contra la violencia, que está totalmente dedicado a prevención, rescate, asistencia, tiene operativos en el Puente Internacional…Y a su vez los ministerios. Acá en Misiones el Ministerio de Derechos Humanos tiene un departamento de trata. Y en Paraguay lo mismo. Entonces esta película le sirve mucho al Estado como herramienta para el trabajo que están haciendo. Por eso organizan en Encarnación esta proyección. - Con "NiNa" ya iniciando su recorrido con estas primeras exhibiciones, ¿comenzaste a pensar en tu próximo proyecto o es muy pronto para eso? |
No, estoy como bajando un poco porque fue muy intenso terminar esta película. Demandó mucho trabajo mío. Tenía pendiente el estreno en este festival que es como el promotor, y en la región. Entonces ahora que hice esto me quedo más tranquila y puedo empezar a relajarme. Además ahora con la película terminada empieza un nuevo capítulo relacionado con la difusión, con el estreno en otros países. También está el Ministerio que seguramente va a querer adquirirla para usarla con valor educativo en las escuelas. Ahora descubrí, proyectándola en una escuela para unos 120 chicos de entre 12 y 16 años, que funciona porque los chicos estaban atentos hasta el final, no volaba una mosca, y les gustó mucho además. Les llegó el mensaje. Y a los maestros les sirve para trabajar con ellos. Ahí descubrí que a nivel educativo va a funcionar. Es una lástima que los chicos tengan que ver eso, pero a su vez está bueno que tengan algunos elementos de prevención. Pero eso tiene que ir acompañado de un maestro que los guíe. ©Cynthia García Calvo/Cinestel.com Oberá (Argentina) 17/08/2009 |
jueves, 4 de noviembre de 2010
OBERÁ EN CORTOS: "NINA", EL FLAGELO DE LA TRATA DE PERSONAS EN PRIMER PLANO
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