viernes, 20 de noviembre de 2009
Joseph Rudyard Kipling y su obra
“Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.” (Rudyard Kipling)
En el año 1907 un joven escritor británico recibía el premio Nobel de Literatura y se convertía de este modo en el primer escritor inglés que recibía este galardón, por una parte, y en el autor más joven que se llevaba este importante reconocimiento a casa, por otra. Su nombre era Joseph Rudyard Kipling y había nacido en Bombay en el año 1865. En una entrada muy completa sobre este reconocido narrador, la Enciclopedia Virtual Wikipedia señala: “Autor de relatos, cuentos infantiles, novelista y poeta, se le recuerda por sus relatos y poemas sobre los soldados británicos en la India y la defensa del imperialismo occidental, así como por sus cuentos infantiles.Algunas de sus obras más populares son la colección de relatos The Jungle Book (1894) (El libro de la selva), la novela de espionaje Kim (1901), el relato corto The Man Who Would Be King (1888) (El hombre que pudo ser Rey), publicado originalmente en el volumen The Phantom Rickshaw, o los poemas Gunga Din (1892) e If (1895). Además varias de sus obras han sido llevadas al cine. Fue iniciado en la masonería a los veinte años, en la logia «Esperanza y Perseverancia Nº 782» de Lahore, Punjab, India.” Para seguir leyendo sobre la interesante obra de este autor y sobre su acercamiento a la literatura, conviene visitar el sitio de dicha enciclopedia.
Los grandes escritores permanecen en el tiempo gracias a sus obras, que permiten -lectores mediante- que no caigan en el olvido jamás. Sin embargo, algunos autores pronuncian durante su vida, algunas frases que los convierten en personalidades curiosas. Si Kipling es uno de ellos, puede averiguarlo el lector leyendo algunas de las frases que el padre de El libro de la selva ha repetido mientras vivía, disponibles aquí.
“Sucedieron estos hechos que voy a contarte, oh, querido mío, cuando los animales domésticos eran salvajes. El Perro era salvaje, como lo eran también el Caballo, la Vaca, la Oveja y el Cerdo, tan salvajes como pueda imaginarse, y vagaban por la húmeda y salvaje espesura en compañía de sus salvajes parientes; pero el más salvaje de todos los animales salvajes era el Gato. El Gato caminaba solo y no le importaba estar aquí o allá.” Con estas líneas comienza el cuento “El gato que caminaba solo” , un relato dedicado al público infantil, aunque disfrutado por lectores de todas las edades. En el sitio de la Ciudad Seva se pueden leer a su vez los siguientes textos del autor británico: “El jardinero”, “La casa de los deseos”, “Georgie Porgie” y “Rikki-tikki-tavi”. Imperdibles.
Este escritor inglés nacido en la India es más conocido por sus obras de narrativa que de poesía, sin embargo, es interesante repasar algunos de sus textos poéticos, que funcionan como mojones de su pensamiento e historia de vida. Visitando la página de A Media Voz se puede acceder a algunos de los siguientes poemas: “Canción de arpas para las mujeres danesas”, “Canto pagano”, “El vampiro”, “Las mujeres”, “Una canción en la tormenta”, “Epitafios de la guerra”, entre otros. Con respecto a la obra Cuentos de las colinas y su publicación en el año 2008 por Editorial Eneida, es que trata esta columna del diario El mundo escrita por Alvaro Colina, publicada en la sección de Cultura y titulada “La colonia del primerizo Rudyard Kipling”. Puede leerse completa, aquí.
“Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila
cuando todo a tu lado es cabeza perdida;
si en ti mismo tienes una fe que te niegan
y nunca desprecias las dudas que ellos tengan;
si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;
si, engañado, no engañas;
si no buscas más odio que el odio que te tengan…”
Este fragmento de un texto de Kipling es presentado por la crítica literaria de dos modos: algunos especialistas sostienen que estas palabras pertenecen a una carta que el autor le escribió a uno de sus hijos; en cambio, otros estudiosos de la literatura inglesa creen que son versos pertenecientes a un poema titulado “Si”. Cualquiera de las dos teorías le sirven al lector para disfrutar de estos consejos maravillosos. Y si además quiere ver imágenes en relación a este poema-carta, puede entrar a este sitio de You Tube, donde hay varios cortos al alcance de la mirada.
Jaime Collyer publica en la revista literaria virtual Azularte un artículo titulado “Rudyard Kipling: cronista del Imperio”, realizado en ocasión de una nueva edición de la obra El mejor relato del mundo y otros no menos buenos de Ruyard Kipling. Allí, Collyer señala: “Hay un modo envidiable de ser escritor y es ser un escritor inglés, desde luego más llevadero que otras opciones geográficas. Kipling o el propio Maugham, Evelyn Waugh, MacEwan o el muy prolífico Graham Greene evidencian todos una libertad infrecuente a la hora de escoger sus temas o hasta de posicionarse en el mundo, de hacer declaraciones, de adoptar un punto de vista, por conflictivo que resulte. Hay en todos ellos una vocación universalista, una opción de escribir de lo que se les dé la gana y, con todo, a pesar de esa mirada universal, una actitud prescindente, un modo de asumir el oficio literario sin tanta grandilocuencia, no como se lo asume, por ejemplo, entre los latinoamericanos. Pareciera que el Imperio y sus glorias, ese intervalo en que Gran Bretaña dominaba los mares y el comercio mundial, imponía su estilo de vida y provocaba las guerras que le convenían, les dejó una sabiduría de fondo, transmitida de una generación a otra. Esa lucidez que muy probablemente nos deja la gloria transitoria, una forma curiosa de asumir la esencial paradoja de la vida, su precariedad consustancial. El mismo Kipling es un ejemplo claro de ese talante.” Interesante nota, publicada inicialmente en el periódico El mercurio, sobre todo para aquellos que aún no han incursionado en la escritura de este periodista, poeta y narrador inglés, o para los que poseen algún prejuicio con respecto a las inclinaciones imperialistas del autor, que puede leer aquí.
Muchísimas de las obras de Kipling fueron adaptadas y llevadas a la pantalla grande. Quizá la más conocida sea el film animado creado por Disney, “El libro de la selva”, basado en el libro homónimo, que relata las aventuras de Mowgli, un niño que ha sido criado por lobos lejos de la civilización. Sin embargo, repasando los datos que aparecen en este sitio de Aloha Criticón en relación a Kipling y el cine, el lector puede encontrarse con varios títulos de películas basadas en las obras del escritor nacido en Bombay. Además de las sinopsis y afiches de los films, aquí hay enlaces disponibles a otros espacios virtuales sobre el autor.
Independientemente de las polémicas desatadas en torno a su devoción hacia el imperialismo occidental, Kipling es un autor que ha sido leído por infinidad de generaciones de los más diversos países. Es un autor cuya obra lo ha trascendido y que ha llenado de aventuras la vida de muchos niños, jóvenes y adultos. Quizá por eso convenga releer sus obras a la luz de los aportes de la crítica, de los datos de su vida y del conocimiento de su pensamiento. O no, quizá sólo convenga buscar en alguna biblioteca -virtual, popular, personal, familiar, escolar u otra- uno de los tantos textos de este escritor inglés y disfrutar de su lectura. Están todos invitados a pasear por sus palabras.
Fuente: http://www.educared.org.ar/biblioteca/guiadeletras/?cat=536
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