viernes, 31 de diciembre de 2021
miércoles, 29 de diciembre de 2021
sábado, 25 de diciembre de 2021
viernes, 24 de diciembre de 2021
miércoles, 22 de diciembre de 2021
lunes, 20 de diciembre de 2021
domingo, 19 de diciembre de 2021
viernes, 17 de diciembre de 2021
miércoles, 15 de diciembre de 2021
martes, 14 de diciembre de 2021
lunes, 13 de diciembre de 2021
domingo, 12 de diciembre de 2021
viernes, 10 de diciembre de 2021
miércoles, 8 de diciembre de 2021
HISTORIA DEL CASCANUECES
Seguro que, por Navidad, habéis visto en muchas tiendas y casas como adorno navideño un muñeco de madera que va vestido de soldado y os habéis preguntado su significado. Hoy en nuestro blog queremos compartir con vosotros la historia del Cascanueces.
Los cascanueces de Navidad son figuras decorativas tradicionales especialmente del centro de Europa. La tradición proviene del cuento popular alemán “El Cascanueces y el rey de los ratones” de 1816 del escritor Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. En 1844, Alejandro Dumas realizó una adaptación infantil de la obra original titulada “Historia de un Cascanueces”, la versión más conocida entre los cuentos navideños.
La historia se desarrolla en Nochebuena en una familia burguesa alemana, donde los niños de la casa estaban felices y a la vez ansiosos por abrir los regalos que rodeaban el árbol de navidad. El mago sorprende a la niña con un gran cascanueces de madera y al niño con el rey de los ratones. Una vez transcurrida la celebración, la pequeña casada corre a desearle las buenas noches al Cascanueces que esperaba junto al árbol. Se queda dormida y empieza a soñar y a vivir una experiencia llena de magia y aventuras donde los muñecos cobran vida.
La leyenda cuenta que el muñeco es un príncipe que se iba a casar con una princesa, pero fue embrujado por una ratona y convertido en un juguete de madera. Su nombre “Cascanueces” viene de la habilidad del príncipe de romper nueces con los dientes. Y aquí nos quedamos, no vamos a desvelar más detalles, queremos que descubráis en primera persona hasta dónde llegó la imaginación de la niña con su nuevo juguete.
A la vez, esta versión, sirvió para inspirar el ballet, “El Cascanueces”. Sus imaginativos personajes y la música universal de Tchaikovsky han convertido esta obra en un clásico de las Navidades, ideal tanto para el público adulto como para los más pequeños. Si nunca habéis tenido la oportunidad de ver este gran ballet navideño, El Moscow State Ballet, trae este maravilloso espectáculo a la ciudad olívica.
¿Qué os ha parecido? ¿Ya conocíais la historia? En nuestra tienda disponemos de una gran variedad de Cascanueces que le dará un aire tradicional y especial a tu decoración navideña. ¡Ven a visitar nuestro pequeño mundo mágico!
https://www.pipaymima.com/blog/post/37_historia-del-cascanueces?page_type=post
domingo, 5 de diciembre de 2021
sábado, 4 de diciembre de 2021
jueves, 2 de diciembre de 2021
MÚSICA Y LITERATURA: 10 CANCIONES INSPIRADAS EN LA LITERATURA
INSPIRADAS EN LA LITERATURA
De la fusión de la música y la literatura han surgido obras monumentales, son muchos los músicos que encuentran la inspiración para sus letras en libros. Bob Dylan, por ejemplo, señala la enorme influencia que tuvieron en él escritores como Fyodor Dostoyevsky. Muchos grupos de la escena del metal, rock y folk buscan sus impresiones en las novelas de fantasía y terror de época, así como en la literatura histórica. ¿Cuántas veces se ha puesto música a J.R.R. Tolkien y la Tierra Media? Aquí hay 10 ejemplos de la interacción mágica entre la literatura y la música.
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1. Bohemian Rapsody – Queen | El Extranjero de Albert Camus
El famoso escritor y filósofo francés Albert Camus fue el padrino de uno de los mayores y más complejos éxitos de Queen con su libro El Extranjero: «Bohemian Rhapsody». Freddie Mercury escribió la letra él mismo. Se guió por el tema de la novela: un artista que no se preocupa por las convenciones y no quiere subordinarse a las normas sociales. Según Peter Freestone, asistente personal de Mercury, Freddie trazó un paralelismo con salir del armario.
Queen – Bohemian Rhapsody (Official Video Remastered)
2. Sympathy For The Devil – The Rolling Stones | El maestro y Margarita de Mikhail Bulgakov
«El maestro y Margarita» es la obra más famosa del escritor ruso Mikhail Boulgakov, un clásico de la literatura rusa del siglo XX. De manera alegórica, humorística y satírica, describe la vida en el Moscú de aquella época. Los Stones se inspiraron en este absurda historia a la inversa en su canción «Sympathie For The Devil». Un clásico literario transformado en un clásico de rock. En la propia canción, Mick Jagger deja que el diabo hable, preguntándole entre otras cosas quién mató a los Kennedy. Respuesta que Satanás contesta de manera retórica: «De hecho, fuimos tu y yo».
The Rolling Stones – Sympathy for the Devil – Live in St Louis
3. Rime Of The Ancient Mariner – Iron Maiden | The Rime of the Ancient Mariner de Samuel Taylor Coleridge
«The Rime of the Ancient Mariner» es un poema narrativo del escritor británico Samuel Taylor Coleridge de 1798. Incluso entonces, este poema causó sensación como una balada, sobre todo porque creó y modificó muchos giros lingüísticos aún presentes en el idioma inglés hasta la fecha. Muchas citas de la balada pasaron a formar parte del idioma inglés como frases populares. Evidentemente, el poeta también influyó en Iron Maiden. Celebran la balada en la canción del mismo nombre durante 14 minutos en el álbum Powerslave.
Iron Maiden – The Rime of the Ancient Mariner Full Length
4. Animals – Pink Floyd | Rebelión en la granja de George Orwell
Pink Floyd es sin duda uno de los mayores íconos de la narración estratosférica. Con el álbum «Animals», se sumergen en el mundo visionario del excepcional escritor George Orwell. El álbum fue creado a partir de su novela «Rebelión en la granja», la fábula distópica de 1945 en la que los animales se oponen al gobierno de su dueño humano. El álbum conceptual describe el capitalismo, sus principales actores y sus consecuencias.
PINK FLOYD ANIMALS Full Album 1977
5. Ramble On – Led Zeppelin | El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien
Tolkien sirvió de inspiración a infinidad de grupos que se quedaron maravillados con la Tierra Mieda y las tierras oscuras de Mordor. Entre los representantes más conocidos se encuentran Led Zeppelin con «Ramble On». En la canción de 1969, interpretan la novela de fantasía y no renuncian a las citas directas en sus letras. El tono suave, persistente y parecido a un violín de Jimmy Page es legendario y está en consonancia con el tema de Tolkien.
Led Zeppelin – Ramble On (Official Audio)
6. Charlotte Sometimes – The Cure | Charlotte Sometimes de Penelope Farmer
Sí, está claro que posiblemente el mayor éxito de The Cure sea «Friday I’m In Love». Pero el nexo entre Robert Smith y la literatura lo encontramos en otra canción igual de buena. Robert Smith hace referencia a su libro favorito, un libro para niños titulado «Charlotte Sometimes» de Penelope Farmer, que utilizó para escribir una canción de título homónimo en 1981.
The Cure – Charlotte Sometimes
7. Lucy in the Sky with Diamonds – Beatles | Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carrol
Este libro para niños fue publicado por primera vez en 1865. Un siglo más tarde, los Beatles persiguieron al mismo conejo blanco en «Lucy in the Sky with Diamonds». La canción fue escrita en uno de los periodos más productivos del cuarteto de Liverpool. Lucy Vodden afirmó en 2007 que el título no hacía referencia al LSD como se pensaba, sino que hace referencia a una dibujo que ella le regalo al hijo de Lennon, Julian, cuando estaban juntos en la guardería.
The Beatles – Lucy in the Sky with Diamonds
8. Moon Over Bourbon Street – Sting – Entrevista con el vampiro de Anne Rice
Sting no solo es un ícono como cantante y bajista, sino una figura intelectual con una ligera tendencia hacia lo fantástico. La canción de Police «Moon Over Bourbon Street» se basa en la novela «Entrevista con un vampiro» de la autora estadounidense Anne Rice, en la que un hombre borracho, frustrado por la muerte de su esposa y su hijo, camina por las calles de Nueva Orleans antes de ser mordido por un vampiro.
Sting leyó el libro después de un concierto de Police en Nueva Orleans en un hotel en el famoso Barrio Francés. Mirando la calle desierta, escribió sus pensamientos sobre «Moon Over Bourbon Street».
STING – Moon Over Bourbon Street
9. Romeo and Juliet – Mark Knopfler – Romeo y Julieta de William Shakespeare
«Romeo y Julieta», la tragedia escrita por William Shakespeare, explica la trágica historia de dos amantes cuyas familias se reconcilian solo a través de su muerte. Muchos artistas de la música clásica, el pop y el rock se han inspirado en la novela a lo largo de los años. Por ejemplo, Mark Knopfler con la balada del mismo nombre «Romeo y Julieta», que, como sabemos, se convirtió en un éxito mundial.
Mark Knopfler & Emmylou Harris – Romeo And Juliet (Real Live Roadrunning | Official Live Video)
10. All Along the Watchtower – Bob Dylan | Frankenstein de Mary Shelley
«All Along the Watchtower» fue escrito originalmente por Bob Dylan, aunque el título realmente se popularizó más tarde con una versión muy modificada por Jimi Hendrix. Se rumorea que el título está basado en la novela de Mary Shelley «Frankenstein», un clásico de terror por excelencia. Los textos de Bob Dylan están en la mayoría de los casos salpicados de aforismos, por lo que la conexión es fácil de imaginar.
Sin embargo, más tarde revela las influencias bíblicas de la canción con referencias al Antiguo Testamento. El viento aúlla en el desierto y anuncia la caída de Babilonia.
Bob Dylan – All Along the Watchtower (Audio)
Hay muchos más ejemplos de sinergia entre literatura y música. Ambas formas de arte tienen en común que están constantemente en busca de lo extraordinario y también disfrutan intercambiando ideas y conceptos. No es menos frecuente que los críticos, los expertos literarios y los amantes de la música interpreten algo que no está realmente en una canción, pero desearíamos que lo estuviera. Y con la misma frecuencia los músicos no los contradicen.
https://www.thomann.de/blog/es/musica-y-literatura-10-canciones-inspiradas-en-la-literatura/
miércoles, 1 de diciembre de 2021
martes, 30 de noviembre de 2021
lunes, 29 de noviembre de 2021
La casa del ídolo de Astarté (Agatha Christie)
Página 1 de 12
Agatha Christie
Estos relatos son contados por los miembros del Club de los Martes que se reúnen cada semana. En la cual cada uno de los miembros y por turno expone un problema o algún misterio que cada uno conozca personalmente y del que, desde luego sepa la solución.
Para así el resto del grupo poder dar con la solución del problema o misterio.
El grupo esta formado por seis personas:
Miss Marple, Mujer ya mayor pero especialista en resolver cualquier tipo de misterio.
Raymond West: Sobrino de Miss Marple y escritor.
Sir Henry Clithering:Hombre de mundo y comisionado de Scotland Yard.
Doctor Pender: Anciano clérigo de parroquia
Mr. Petherick:Notable abogado
Joyce Lempriére:Joven artista
Y ahora doctor Pender, ¿qué va usted a contarnos?
El anciano clérigo sonrió amablemente.
-Mi vida ha transcurrido en lugares tranquilos-dijo-. He sido testigo de muy pocos acontecimientos memorables. No obstante, en cierta ocasión, cuando era joven, tuve una extraña y trágica experiencia.
-¡Ah! -exclamó Joyce Lempriére en tono alentador.
-Nunca la he olvidado -continuó el clérigo-. Entonces me causó una profunda impresión, e incluso ahora, con un ligero esfuerzo de mi memoria, puedo sentir de nuevo todo el horror y la angustia de aquel terrible momento en que vi caer muerto a un hombre al parecer sin causa aparente.
-Ha conseguido ponerme la piel de gallina, Pender-se lamentó sir Henry.
-A mí sí que se me puso la piel de gallina, como usted dice -replicó el otro-. Desde entonces nunca he vuelto a reírme de las personas que emplean la palabra «atmósfera». Existe. Hay ciertos lugares saturados de buenos o malos influjos que hacen sentir sus efectos.
-Esa casa, The Larches, es uno de esos lugares infortunados -señaló miss Marpie-. El viejo Mr. Smither perdió todo su dinero y tuvo que abandonarla. Luego la alquilaron los Carlslake y Johnny se cayó por la escalera y se rompió una pierna, y Mrs. Carlslake se vio obligada a marcharse al sur de Francia para reponerse. Ahora la tienen los Burden y he oído decir que el pobre Mr Burden tendrá que ser operado de urgencia.
-Hay mucha superstición en lo que toca a todos estos temas -dijo Mr. Petherick-. Y por culpa de muchos de los estúpidos rumores que corren se ocasionan innumerables daños a estas fincas.
-Yo he conocido un par de fantasmas que tenían una robusta personalidad -comentó sir Henry con una risita.
domingo, 28 de noviembre de 2021
viernes, 26 de noviembre de 2021
jueves, 25 de noviembre de 2021
miércoles, 24 de noviembre de 2021
Las Hermanas Munekata Ozu 1950
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martes, 23 de noviembre de 2021
lunes, 22 de noviembre de 2021
domingo, 21 de noviembre de 2021
viernes, 19 de noviembre de 2021
miércoles, 17 de noviembre de 2021
lunes, 15 de noviembre de 2021
domingo, 14 de noviembre de 2021
miércoles, 10 de noviembre de 2021
martes, 9 de noviembre de 2021
lunes, 8 de noviembre de 2021
domingo, 7 de noviembre de 2021
viernes, 5 de noviembre de 2021
jueves, 4 de noviembre de 2021
#44,074: ¿«Jane Austen = teoría de Juegos»?
SÁBADO, 27 DE ABRIL DE 2013
¿«Jane Austen = teoría de Juegos»?
"Si la «caridad» es la poesía del comportamiento, y el «honor» a la retórica de nuestros actos, se sigue que en Jane Austen, los «principios» son la gramática de la conducta."
miércoles, 3 de noviembre de 2021
Viaje circular
[Cuento - Texto completo.]
Émile ZolaI
Hace ocho días que Luciano Bérard y Hortensia Larivière están casados. La madre de la novia, viuda del señor Larivière, que posee, desde hace treinta años, un comercio de juguetes y bisutería en la calle de la Chaussée d’Antin, es una mujer seca y angulosa, de carácter despótico, que no pudo negar la mano de su hija a Luciano, único heredero de un quincallero del barrio; pero que tiene intenciones de vigilar, constantemente y muy de cerca, al nuevo matrimonio. En el contrato, la señora Larivière ha cedido a su hija la tienda completa, reservándose apenas una habitación de su casa, pero en realidad es ella misma quien continúa dirigiéndolo todo con pretexto de poner a sus hijos al corriente de la venta.
Estamos en el mes de agosto; el calor es intenso y los negocios van mal. La señora Larivière tiene un carácter más agrio que nunca; no tolera que Luciano descuide sus quehaceres, al lado de Hortensia, ni un solo minuto. Un día que los sorprendió abrazándose en la tienda, dos semanas después de la boda, hubo un escándalo en la casa. Acordándose de que ella no permitió nunca a su difunto esposo la menor familiaridad en el almacén, decía a sus hijos que solo con mucha seriedad y compostura podía lograrse una clientela y una fortuna.
-Yo, al menos -repetía- no conseguí sino de esa manera la fama de mi establecimiento…
Luciano, pues, no queriendo aún enojarse, se contenta con enviar a su mitad besos furtivos cada vez que su buena suegra vuelve las espaldas.
Un día, sin embargo, se toma la libertad de recordar en alta voz que sus familias les han prometido el dinero necesario para hacer un viaje de novios y pasar la luna de miel en santa calma.
A lo cual contesta la señora Larivière, apretando sus labios delgadísimos:
-Pues bien, váyanse a pasar un día al bosque de Vincennes.
Ante tal respuesta los jóvenes esposos se miran consternados; y Hortensia comienza a encontrar verdaderamente ridícula a su madre. No pudiendo estar juntos sino durante la noche, tienen que guardar el mayor silencio, so pena de que la señora Larivière venga, al menor ruido, a preguntarles si están enfermos. Y cuando aun no están callados a media noche, les grita:
-Mejor sería que se durmieran ¡caramba! para no quedarse, mañana también, dormidos sobre el mostrador.
No siendo ya tolerable aquella manera de vivir, Luciano habla, por segunda vez, del viaje soñado y cita los nombres de los comerciantes del barrio que hacen paseos de varios días, mientras sus padres o sus empleados cuidan de sus tiendas:
-El vendedor de guantes de la esquina de la rue¹ Lafayette, por ejemplo, está en Dieppe; el cuchillero de la rue San Nicolás acaba de irse a Luchón; el joyero del bulevar fue a Suiza con su mujer… Ahora todo el que tiene algún dinero se permite un mes de vacaciones.
Pero la señora Larivière grita de mal humor:
-Es la muerte del comercio, caballero, compréndalo usted. El ojo del amo engorda el ganado. En tiempo de mi difunto marido, nosotros no íbamos a Vincennes sino una vez al año, el lunes de Pascua… y siempre gozamos de muy buena salud, gracias a Dios… ¿Quieren que les diga una cosa? Pues bien, ustedes echarán a perder la casa con sus deseos de recorrer el mundo. ¡Sí, la casa está ya echada a perder!
-Sin embargo -se atreve Hortensia a responder-, me parece que antes de casarnos se nos había prometido un viaje de novios. Acuérdate, mamá, de que tú misma habías consentido en ello.
-Puede ser -dice la señora Larivière- pero eso fue antes de la boda, y las madres tenemos la costumbre de ofrecer en tal ocasión una multitud de necedades… Ahora es necesario ser formales…
Luciano sale de la casa para evitar una querella. Un deseo feroz de estrangular a su suegra lo tortura. Pero al volver, después de dos horas de ausencia, su fisonomía y carácter están cambiados. Su manera de hablar con la madre de su mujer es dulce y aún algo sonriente y maliciosa. Por la noche, la primera pregunta que dirige a su esposa es:
-¿Conoces Normandía?
Hortensia responde:
-Bien sabes que no; lo único que conozco es Vincennes; ¡lo único!…
II
Al día siguiente un acontecimiento inesperado conmueve la tienda de juguetes y bisutería de la señora Larivière. El padre de Luciano -el señor Bernard como le dicen en el barrio, donde se le considera como a buen vividor, franco y honrado en los negocios- viene a visitar a sus hijos. Y después de un rato de conversación, dice:
-Me parece que a ustedes les agradará mi propósito de acompañarlos a almorzar -palabras que produjeron mal efecto en el ánimo de su consuegra.
Pero la verdadera sorpresa estaba reservada para los postres. Apenas servido el café, el señor Bernard exclama:
-También traigo en los bolsillos un regalo para los chicos.
Y sacó triunfalmente dos billetes del camino de hierro.
-¿Qué es eso? -pregunta en tono angustioso la señora Larivière.
El padre de Luciano responde:
-¿Esto? Pues esto son dos billetes de primera clase para hacer un viaje circular por Normandía… Vaya, hijos míos, un mes de alegría, un mes al aire libre… Estoy seguro de que van a volver frescos como un par de rosas.
La madre de Hortensia está pálida, aterrada; y aunque deseosa de protestar, se calla y se muerde los labios. La perspectiva de una disputa con el señor Bernard, que decía siempre la última palabra, le da miedo. Pero lo que más la atemoriza son las últimas palabras del quincallero que, hablando fuerte:
-Es preciso preparar las maletas -dice-. El viaje es para esta misma noche. Yo los conduciré a la estación ahora mismo. Hasta que no los vea en camino, no he de estar contento…
-Está bien -declara ella con una rabia sorda-; ¡llévense a mi hija!… Así estaré más contenta, después de todo, puesto que ellos no se darán besos en la tienda y yo podré velar por el honor de nuestra casa.
III
Al fin el matrimonio está ya en la estación de San Lázaro acompañado del suegro que apenas les dio el tiempo necesario para meter algo de ropa blanca y unos cuantos trajes en el fondo de un baúl y que, al despedirse, los besa en las mejillas y les recomienda mirarlo todo para divertirlo, al regreso, con el relato de sus impresiones.
Luciano y Hortensia se precipitan sobre los andenes buscando un compartimiento desocupado que, al fin de muchas vueltas, encuentran por su buena fortuna, y en el cual toman asiento preparándose a pasar bien la noche. Al cabo de algunos minutos, sin embargo, un caballero viejo viene a echar por tierra sus castillos en el aire, tomando, frente a ellos, una plaza desde la cual su mirada severa examina con atención los menores movimientos de los novios.
El tren se pone en marcha. Hortensia vuelve la cabeza, desolada, afectando interés por el paisaje; pero, en realidad, sus ojos húmedos ni siquiera ponen atención en los árboles. Luciano busca un medio ingenioso para desembarazarse del viejo, no encontrando sino expedientes demasiado enérgicos. Al fin se calma y espera a que su compañero los abandone en Nantes o en Vernón, pero sus esperanzas se desvanecen al mirar que va hasta Le Havre. Entonces, desesperado, se decide a tomar entre las suyas la mano de su mujer. Después de todo, siendo casados, bien pueden manifestarse su ternura. La mirada del viejo se hace cada momento más severa y es tan evidente que desaprueba en absoluto aquellas muestras de afecto, que la pobre Hortensia se ruboriza y retira la mano.
El resto del viaje transcurrió en medio del más profundo silencio, hasta que, dichosamente, el tren llegó a Roán.
Al salir de París, Luciano había comprado una guía, en donde pudo escoger el hotel que mejor le pareció, creyendo poderse encontrar muy bien en él. En la mesa redonda apenas les es posible cambiar una palabra delante de toda aquella gente que no deja de mirarlos. Luego se deciden a meterse en la cama desde muy temprano, esperando poder estar en ella más contentos que en el camino de hierro y en el comedor; pero los muros del cuarto son tan delgados, que ninguno de los vecinos podía hacer un movimiento que no fuese oído por ellos, por lo cual no se atreven ni a toser…
-Visitemos la ciudad -dice Luciano al levantarse- y sigamos de prisa nuestro camino hacia Le Havre.
Luego comienzan su paseo sin poderse sentar un solo momento durante el día. Miran la catedral donde un cicerone les enseña la torre de Beurre que fue construida con los productos de una contribución que el clero había impuesto sobre las mantecas del lugar; miran el antiguo palacio de los duques de Normandía; las viejas iglesias convertidas en graneros; el cementerio monumental… lo miran todo, como en cumplimiento de un deber, sin encontrar ninguna alegría en la contemplación de tanto edificio histórico. Hortensia, sobre todo, se aburre soberanamente, cansándose de tal manera que al día siguiente se queda dormida en el tren.
Al llegar al Havre, también encuentran contrariedades. Las camas del hotel son tan estrechas que el posadero se ve obligado a darles un cuarto con dos lechos. Hortensia se pone a llorar creyéndose insultada. Luciano la consuela jurándole que no se detendrán allí sino el tiempo necesario para ver la ciudad.
Sus viajes locos, a través de los edificios, continúan al día siguiente.
Después de abandonar Le Havre, se detienen algunos días en cada villa importante marcada en el itinerario. Visitan Honfleur, Pont l’Evêque, Caen, Bayeux, Cherbourg, etc., y llenándose la cabeza con una infinidad de calles y de monumentos, confundiendo las iglesias, atontados por la sucesión rápida de horizontes, no llegan a encontrar el interés buscado. En todas partes les ha sido imposible hallar un rincón pacífico y dichoso para acariciarse lejos de los oídos indiscretos. Al fin ya no miran nada, siguiendo su viaje como una obligación molesta de la cual no encuentran manera de deshacerse.
Una tarde Luciano deja escapar, en Cherbourg, estas palabras:
-¡Creo que estaríamos menos tristes al lado de tu madre!…
Al día siguiente, caminando en dirección de Grandville, Luciano comienza a mirar la campiña a través de las ventanillas, con verdadera furia. De repente el tren se detiene en una estación insignificante cuyo nombre, dicho en alta voz por un empleado del ferrocarril, ni siquiera llega a sus oídos, y cuyo aspecto adorable hace exclamar a Luciano:
-Bajemos, bajemos de prisa.
-Pero esta estación no está en la guía -dice Hortensia, espantada.
-¡La guía! ¡la guía! -responde el marido-.¡Ya vas a ver lo que voy a hacer con ella!… Venga, ¡bajemos de prisa!
-Pero ¿y los equipajes?
-Los equipajes me importan poco.
Y cuando Hortensia hubo bajado, el tren se puso de nuevo en marcha, dejándolos en una hondonada verde y fresca.
Al salir de la pequeña estación, los dos enamorados se encuentran en pleno campo… Ningún ruido turba el gran silencio de la naturaleza, a no ser el canto de los pájaros y el murmullo de un arroyuelo…
La primera ocupación de Luciano consiste en arrojar su guía en medio de un estanque.
Después… la calma y la libertad sonríen ante sus ojos encantados…
IV
La dueña de una posada que se encuentra a trescientos pasos de la estación les proporciona un cuarto amplio, encalado, con paredes de un metro de espesor, pero cuyo aspecto primaveral alegra la vista. Por lo demás, ni un solo pasajero, ni un solo testigo indiscreto; nada más que las gallinas que miran curiosamente.
-Puesto que nuestros billetes son aún válidos para ocho días -dice Luciano- pasemos aquí una buena semana.
Y realmente, ¡buena semana fue!
Perdiéndose entre los senderos floridos e internándose en el bosque hasta llegar a las faldas de una colina, pasan alegremente los días, escondidos en el fondo de los matorrales que abrigan, complacientes, sus amores. A veces siguen al arroyuelo en su curso, corriendo como estudiantes escapados; Hortensia se quita los botines para tomar baños de pies, mientras Luciano la hace exhalar gritos de susto besándole bruscamente la nuca…
Hasta la falta de ropa blanca y el estado de desnudez en que se encuentran, es causa para ellos de contento. Esa especie de abandono en un desierto donde nadie los supone, les encanta. Un día es necesario que Hortensia pida prestadas algunas prendas interiores a la dueña, y la tela grosera de las camisas, que le pica la piel, no la hace sino reír. Su cuarto es tan alegre que desde las ocho de la noche, hora en que la campiña oscura y silenciosa ya no los atrae, se encierran en él con verdadero placer, recomendando siempre que nadie vaya a despertarlos. A veces el mismo Luciano baja a la cocina a buscar el almuerzo, compuesto de huevos y chuletas, sin permitir que nadie lo ayude a subir sus provisiones. Y esos almuerzos exquisitos comidos al borde de la cama, en donde las caricias y los besos son más numerosos que los bocados de pan, se prolongan siempre hasta muy tarde…
El séptimo día, sin embargo, llega al fin; y los pobres enamorados se admiran y se entristecen al ver lo de prisa que han vivido, decidiéndose a partir sin averiguar siquiera el nombre de ese pueblo, propicio como ninguno a sus amores, en el cual han obtenido un cuarterón de luna de miel…
V
Sus equipajes los esperan en París desde hace una semana.
Cuando el señor Bernard los interroga, Luciano y Hortensia responden embrolladamente, diciendo que han visto el mar en Caen y la torre de Beurre en el Havre.
-Pero ¡qué demonios! -exclama el quincallero- ustedes no me hablan de Cherburgo… ¡ni del Arsenal!
-Ah -responde Luciano- el arsenal es muy pequeño y además tiene pocos árboles.
Entonces la señora Larivière, siempre seca, siempre agria, alza los hombros y murmura:
-Lo que es así no vale la pena hacer viajes… ¡Ni siquiera conocen los monumentos!… Vamos, Hortensia, basta de locuras y al mostrador otra vez…
FIN
“Voyage circulaire”, 1884
1. rue: calle.
https://ciudadseva.com/texto/viaje-circular/
Michael Chwe con JANE AUSTEN, TEORISTA DE JUEGOS
Michael Chwe , autor de Jane Austen, Game Theorist, es profesor de ciencias políticas en UCLA. Vive en Santa Mónica y tiene dos hijos, un hijo que asiste a Swarthmore College y una hija que asiste a Santa Monica High School. Su esposa, Namhee Lee, también está en la facultad de UCLA.
Michael recibió su doctorado en economía en la Northwestern University y su licenciatura en Caltech. Anteriormente, formó parte de la facultad de la Universidad de Chicago (economía) y la Universidad de Nueva York (ciencias políticas). Su investigación se centra en la teoría de juegos y sus aplicaciones a los movimientos sociales, el voto y la agregación de información, las redes sociales, la política monetaria, la violencia y la literatura. Se ha desempeñado como coeditor de American Political Science Review y en los consejos editoriales de Journal of Economic Behavior and Organisation y American Journal of Sociology . Michael nació y se crió en Tuscaloosa, Alabama.
Michael se interesó por Jane Austen después de ver películas y leer libros con sus hijos. Ha entrenado a los equipos de fútbol de sus hijos, ha trabajado en el stand para sus representaciones teatrales y se ha desempeñado como oficial de la PTA. Para divertirse, le gusta tocar música con sus hijos y sus amigos, y disfruta de las artes escénicas de todo tipo. También construye litófonos que se han utilizado en actuaciones de conciertos. Le gusta viajar y recientemente navegó en kayak por el Gran Canal de Venecia con su esposa.
Acerca de Jane Austen, teórica de juegos
La teoría de juegos, el estudio de cómo las personas toman decisiones mientras interactúan con otros, es uno de los enfoques técnicos más populares en las ciencias sociales en la actualidad. Pero como Michael Chwe revela en su nuevo y perspicaz libro, Jane Austen exploró las ideas centrales de la teoría de juegos en sus seis novelas hace aproximadamente doscientos años, más de un siglo antes de su desarrollo matemático durante la Guerra Fría. Jane Austen, teórica de juegos, muestra cómo esta querida escritora teorizó sobre elecciones y preferencias, valoró el pensamiento estratégico y analizó por qué los superiores a menudo no tienen ni idea estratégicamente sobre los inferiores. Al explorar una amplia gama de literatura y cuentos populares, este libro ilustra la amplia relevancia de la teoría de juegos y cómo, fundamentalmente, todos somos pensadores estratégicos.
https://hooksbookevents.com/2015/02/27/michael-chwe-with-jane-austen-game-theorist/