A la misteriosa de Robert Desnos
Robert Desnos (1900-1945) fue un poeta surrealista francés, de los fundadores de este movimiento y miembro del grupo de André Breton. Su poema A la misteriosa (1926) propone el movimiento del Eros en el sueño y la vigilia con su fusión en un plano de irrealidad. La compañera misteriosa no se sabe si ha sido soñada, o si fue soñada después de haber sido vista y poseída por el poeta. El amante del poema surrealista se siente en la órbita de la misteriosa amada y esa órbita la siente atemporal.
Robert Desnos ya era un poeta reconocido, pues su nombre figuró en la lista de los poetas surrealistas en el primer manifiesto surrealista (1924) de Breton. En el poema, Desnos plantea que el propio poeta se vuelve una sombra de su amada ideal, la que está presente como sueño, sombra y fantasma por años en su mente. El poema es la búsqueda de la amada ideal, cuya perfección sale del común, o por el contrario es la celebración del encuentro con la mujer que parece un sueño por colmar al amante.
Soñando a la amada: El Eros del poeta se recrea más en los sueños que en la realidad, las manifestaciones de afecto y el sentir el cuerpo de la amada se evocan en el mundo onírico, haciendo que el yo poético no quiera despertar de un sueño tan convincente y satisfactorio. El poema de Desnos tiene bastante parecido con el poema del sueño de Chuang Tsu, que soñó que era mariposa y al despertar no sabía si era hombre o mariposa, su sueño fue muy convincente y elaborado.
Según Freud, quien influyó mucho en los surrealistas por dar relevancia al ámbito del sueño, mientras dormimos expresamos deseos reprimidos, por otro lado si tenemos vivencias dulces truncadas, en el sueño se arreglan y acomodan para un final feliz. Si un hombre sueña algo que le satisface de forma verosímil repetidas veces, se acostumbra a ese sueño. Lo que le cuesta al poeta es decidirse a darle voz, textura y contorno limitado a su amada, está tan idealizada que no quiere arriesgarse a simplificarla.Como el poeta siente que duerme de pie, su vigilia es un orbitar a su amada ideal, se convence que debe ser fantasma de su propio sueño, sentarse a su lado y acompañarle. La amada está en una dimensión cósmica, su vida es un cuadrante solar que le permite al yo poético orbitarlo. También cabe la representación de una mujer ideal que es actualizada en el sueño, aun cuando se cuenta con su amor, porque el Eros satisfecho hace que el hombre no quiera separarse de ella.
La contemplación: El sueño es tan convincente que el poeta contempla a la amada soñada en su vigilia. Para ser un sueño recurrente está actualizado como obsesión y una especie de placer muy sutil. Si se tratase de una amada empírica, su contemplación se proyectaría en el sueño, también el Eros realizado con ella, como un anhelo de extender las fuerzas dedicadas al placer en lo que hay de vitalidad durante la vigilia. La amada en el sueño es una idea aprendida, muy interiorizada en el yo poético.
El surrealismo buscó una visión totalizante de cada aspecto de la vida, por su fin de integrar el sueño a la vigilia. Un sueño erótico tendría posibilidad de extenderse a la vigilia si el sujeto de deseo es la misma persona, si de alguna manera la actuación con la amada durante el sueño se inspira en experiencias vividas con ella en el mundo físico. La contemplación en la vigilia se apoya en sinestesias que actualizan los sentidos, como estrechar el cuerpo de la amada, sentir sus labios, de caminar con ella.
La amada existe en el mundo pero el soñar con ella le hace perder su realidad. La realidad es vista como ilusión, ya que la que es privilegiada por el surrealismo debe servir al poder de la imaginación. Sin querer evadirse de la realidad, se rescata lo más placentero de ella, lo de mayor carga positiva, se contempla la realidad más acabada que puede pasar como idealizada en el sueño, la existencia de mujeres hermosas que hagan soñar a un poeta no está en discusión, ellas son trasladadas al sueño.
Recreando a la amada: El movimiento del sueño persigue recrear la belleza y el goce de la compañía de la amada. Como el sueño es tan fidedigno, plantea un reto de mucho esfuerzo para contemplar a la mujer en la vigilia. La mujer soñada idealizada podría competir con la amada real, el miedo del poeta es que la belleza de la amada soñada eclipse a la de su referente en la realidad. La poesía busca la belleza y esta se entiende como un bien escaso en el mundo.
El proceso de conquista ya está superado, la dificultad es retener una imagen que pueda distanciarse de la original. El poeta teme quedarse con la proyección de su amada en su sueño, si es que este le satisface durante la ausencia de ella. La recreación de la amada la actualiza como un fin en sí misma, ella existe en el plano del sueño y de la realidad, está en un continuum que es perceptible sólo por el poeta que se ha compenetrado con ella. El Eros es aprehensión de la realidad y de la esencia de la amada.
En el amor hay un trabajo de apropiación de la pareja, al poseerla se le marca, se le impregna del ser del amante. El amante está subordinado a la amada, ya que la orbita, la sigue en una trayectoria vital, su tiempo interior está condicionado a la presencia y compañía de ella o a su recreación. El sueño es una proyección de la relación con la amada, un continuar con ella para retenerla en la mente y ya en la vigilia soñar despierto con ella, haciendo de ella una necesidad de contemplación.
Conclusión: Este poema de Desnos fue un buen comienzo para el surrealismo a dos años de recién fundado. El poema cumple los requisitos de integrar el sueño con la vigilia, de trasplantar la imaginación del sueño a la realidad, en un proceso de recreación y contemplación de la amada. La realidad puede plantear la competencia entre la amada empírica y la soñada idealizada, pero el poeta busca que ambas sean la misma en un continuo de satisfacción de su Eros.
Fuente: http://www.leergratis.com/ciencia-ficcion/a-la-misteriosa-de-robert-desnos.html
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