9 de junio de 2008 por Sra. Castro
Evgueni I. Zamiátin escribió en 1920 la novela “Nosotros”, una distopía que transcurre en un futuro en el que la vida de los ciudadanos está absolutamente controlada por un gobierno que, restringiendo la libertad, ha logrado instaurar una sociedad en apariencia perfecta.
La novela de Zamiátin sigue la estructura clásica en este género, que podemos decir que el autor contribuyó a instaurar, pues no hay que olvidar que “Nosotros” es una de las primeras obras de esta índole. En ella encontramos al ciudadano feliz e identificado con el modo de vida que un gobierno totalitario ha impuesto, al que de pronto empiezan a entrar dudas sobre la sociedad de la que forma parte; una mujer que le abre la puerta hacia la libertad y la individualidad, incitándole a rebelarse contra lo establecido -recuerdo, tal vez, de la Eva del Jardín del Edén-; todo esto entretejido con explicaciones de cómo está construida la sociedad perfecta, a costa de qué sacrificios se llegó a ella, y cómo eran los bárbaros tiempos pasados.
El protagonista de “Nosotros” es el matemático D-503, constructor de la “Integral”, una nave que está siendo terminada para emprender la tarea de difundir por todo el Universo las bondades del Estado Único que gobierna la Tierra. El Estado Único es una sociedad perfecta a la que se llegó después de una larga guerra en la que los habitantes de las ciudades se aislaron de la gente de fuera y desarrollaron una cultura perfectamente reglada basada en las matemáticas.
El estado controla el trabajo, la sexualidad, la maternidad, el tiempo de ocio… Las personas viven en edificios construidos íntegramente con un nuevo cristal ultrarresistente que anula cualquier posibilidad de intimidad, exponiendo de continuo la vida a la mirada de los vecinos y de los Guardianes. Éstos son los encargados de velar por que todos los individuos sigan los códigos establecidos, para lo que cuentan con la ayuda de la información que los propios ciudadanos les proporcionan.
D-503 nos indica, en el comienzo de la narración de la que es protagonista, cuando canta las alabanzas del Estado Único, cuál es la clave de esa feliz sociedad: el abandono del yo. Cada persona no significa nada por sí misma y su realización sólo puede darse en cuanto forma parte de un nosotros. Cada ciudadano no es sino una rueda dentro del engranaje perfecto de la máquina del estado, que regula cada una de sus vueltas y le ha enseñado a pensar que el bien común está siempre por encima de las inclinaciones personales.
Y para D-503 las inclinaciones personales no existen, hasta que conoce a I-330. Ésta le descubre no sólo el estilo de vida de los tiempos antiguos, sino también la posibilidad de ser un ser independiente y con criterio propio y, sobre todo, capaz de soñar. Porque la imaginación, ese arma poderosa que nos permite desear cosas distintas de las que conocemos, es una plaga que se intenta erradicar en el Estado Único.
Como en todas las novelas de esta especie, existe un conato de revolución en contra de ese estado omnipotente; pero tal vez el rasgo original de “Nosotros” es que D-503 es incapaz de tomar una decisión, y alterna entre sus ansias de vivir libremente, amando a I-330, y la fidelidad al Estado Único, que sigue concibiendo como una forma de vida ideal. Finalmente ganará el más poderoso, pero sólo a costa de extirpar la imaginación de D-503, que era su única arma, pero la más peligrosa para cualquier autoritarismo.
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