Dilma Rousseff: la primera presidenta de Brasil
La candidata oficialista venció con amplitud al socialdemócrata Serra y será la sucesora de Lula; emocionada, agradeció el respaldo del mandatario, crucial para su victoria
Leandro Uría
Enviado especial
BRASILIA.- Tal como anticipaban las encuestas, Dilma Rousseff, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT, en el gobierno), se convirtió ayer en la primera mujer que presidirá Brasil, al vencer en el ballottage con un 56% de los sufragios (55,7 millones de votos), a su rival socialdemócrata, José Serra, que logró el 44% de los votos (43,6 millones).
De este modo, Rousseff, una economista de 62 años de ascendencia búlgara, que fue guerrillera y estuvo en prisión entre 1970 y 1973, cuando sufrió torturas reiteradas, se transformará el 1° de enero próximo en la sucesora del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, un ex sindicalista metalúrgico que no terminó la escuela primaria y que en casi ocho años de presidencia siguió con la transformación del país que había iniciado su antecesor, Fernando Henrique Cardoso, hasta volverlo una de las principales potencias emergentes del mundo.
Al igual que en la primera vuelta (en la que Rousseff logró un 47% de los votos, 14 puntos más que Serra), la votación, que se realiza por medio de urnas electrónicas, sorprendió por lo rápida y ordenada: los resultados estuvieron una hora y cuatro minutos después del cierre de la última urna, lo que fue considerado "un récord mundial" por el Tribunal Superior Electoral de Brasil.
"Agradezco a los brasileños y brasileñas la confianza que depositaron en mí. Prometo honrar su confianza", dijo anoche Dilma en las primeras declaraciones a la prensa tras la difusión de los resultados, mientras salía del Palacio la Alvorada, donde esperó con Lula los resultados, que al final de la jornada arrojaron el dato de que la abstención fue de un récord de 21,5%. En la primera vuelta había sido del 18%.
"Recibí la misión más importante de mi vida. Es una demostración del avance democrático de nuestro país, porque por primera vez una mujer presidirá Brasil", dijo anoche Rousseff, la duodécima mujer en llegar al poder en América, en su primer discurso como presidenta electa. Se comprometió a honrar a las mujeres, erradicar la miseria, valorizar la democracia y procurar "la más amplia libertad religiosa y de prensa".
Sobre las 22.40 locales, Serra, que ya había sido derrotado por Lula en las elecciones de 2002, reconoció su derrota y felicitó a Rousseff, en un discurso en el comité del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en San Pablo. "Estoy muy agradecido a los 43,6 millones que votaron por mí. No puedo hablar de frustración, sí de confianza y de esperanza", dijo Serra.
Más allá de que carece del carisma de Lula, cuya gestión es respaldada por el 83% de los brasileños, Dilma logró consagrarse con un mensaje simple: prometió continuar con las políticas de Lula (con el eje en la justicia social y en la reducción de la pobreza), pero con un estilo propio para desarrollar lo que denominó "un Brasil con alma y corazón de mujer".
Para ello contó con el apoyo incondicional del mandatario, presente en interminables actos de campaña. A pesar de que fue la primera vez que se presentó para un cargo electivo, esta economista con fama de técnica "dura e implacable", que se convirtió en la mano derecha de Lula tras desempeñarse como su ministra de Energía y jefa de gabinete, logró ayer el triunfo electoral más resonante al que pueda aspirar un político en este país. Al igual que Lula, la presidenta electa de Brasil se presenta como una "luchadora", un perfil que atrae mucho al electorado brasileño.
Gobernará un país en franco ascenso: durante sus casi ocho años del mandato, el gobierno de Lula logró sacar a 23 millones de personas de la pobreza, mientras que la economía, que este año se expandirá un 7,5%, crece en forma sostenida.
Brasil vive hoy un boom de consumo y capta millonarias inversiones extranjeras, fogoneadas en parte por el descubrimiento de cuantiosos yacimientos petrolíferos submarinos, conocidos como presal. En 2014, el país será sede del Mundial de Fútbol, y dos años después, de los Juegos Olímpicos. Para ese entonces, será, según las estimaciones, la quinta economía mundial.
Para Dilma no fue un camino fácil. Virtual desconocida para la mayoría de los brasileños, necesitó una transformación total de su imagen, en la que participó un equipo de asesores de marketing, peinadores, vestuaristas y cirujanos plásticos.
Pero la clave estuvo en el apoyo incondicional que recibió de Lula, que anoche, por primera vez desde que comenzó la campaña, resignó el alto perfil que mantuvo a pesar de la catarata de críticas y dejó el escenario libre para Dilma y su compañero de fórmula, Michel Temer.
"Serra sale empequeñecido. El hizo una campaña agresiva contra Dilma, que fue víctima del prejuicio contra la mujer", había dicho Lula al votar. "No considero participar de nuevo", afirmó después, al ser consultado sobre la posibilidad de postularse en 2014.
Serra, que apenas se difundieron los primeros resultados llamó a su rival para felicitarla, dijo anoche en su discurso que los votos que recibió representan una "victoria estratégica" y anticipó una dura oposición. "Para los que nos imaginan derrotados, quiero decir: apenas estamos comenzando una lucha", afirmó. Al votar, el propio Serra había admitido que durante la campaña enfrentó una "batalla desigual" y subrayó la necesidad de una alternancia en el poder.
Anoche todo eso había quedado atrás. En la Explanada de los Ministerios, la amplia avenida flanqueada por edificios vanguardistas, todo era fiesta: miles de partidarios del PT esperaban a Dilma haciendo flamear sus banderas y celebrando eufóricos bajo la lluvia. Tal vez así lo había soñado Oscar Niemeyer, el arquitecto que diseñó esta ciudad en un intento de darle a Brasil una capital acorde con su vocación de gran potencia, que hace unos días anticipó que apoyaría a Dilma en estos comicios.
"Bienvenida al club", dijo Cristina- La presidenta Cristina Kirchner llamó anoche por teléfono a Dilma Rousseff para felicitarla por el triunfo. "Bienvenida al club de las compañeras de género", le dijo, y destacó el significado de su victoria "para la continuidad" del proceso político en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario