Cannes 2010 – SIC/France
Le nom des gens: Amor e identidad desde el humor
La noche de ayer transcurrió entre los rieles del buen humor y la comedia inteligente con Le nom des gens [tráiler], del francés Michel Leclerc, en la apertura de la 49° edición de la Semana Internacional de la Crítica del festival de Cannes. Entremezclando con destreza la Historia contemporánea, los temas de la familia, de la memoria, de la integración y de la conciencia política, con un relato que se desarrolla a partir de un flechazo sentimental, el segundo largometraje del director, presentado fuera de concurso, ofrece un paquete atractivo acompañado por un buen ritmo narrativo y unos protagonistas de calidad: Sara Forestier y Jacques Gamblin.
Cimentada en el clásico mecanismo de partida que presenta dos personajes diametralmente opuestos, Le nom des gens narra el encuentro entre la joven y pasional Bahia Benmahmoud –nacida de un matrimonio entre una hippie parisina de los años setenta y un trabajador inmigrante argelino– y Arthur Martin, un discreto hombre en los cuarenta que se dedica a investigar epidemias animales y es hijo de la típica familia francesa en la que la callada es la norma («mis padres son los campeones en todas las categorías de tabúes»). Bahia es una mujer desinhibida que se acuesta con múltiples enemigos políticos para convertirlos a su causa, mientras que a Arthur le gusta la tranquilidad, el principio de precaución y los socialistas. Sin embargo, cada uno guarda un secreto: ella fue víctima de malos tratos en su infancia y los abuelos de él fueron judíos deportados a los campos.
Con esta trama, Michel Leclerc (coguionista junto con Baya Kasmi) ha tejido una película muy divertida y a la vez fina. Haciendo uso de voces en off, discursos a la cámara, flashbacks e incluso imágenes de archivos de las elecciones presidenciales, el director consigue instilar un humor vivaz (atención a la graciosísima intervención del antiguo Primer Ministro Lionel Jospin) a partir de sencillos elementos de la vida –amar, buscarse, perderse, reencontrarse...– y demostrar a través de la sonrisa que las apariencias y las diferencias a veces engañan («Tú eres judío, yo soy árabe y los polis se cargaron a nuestros padres. Es una parte de la historia que hace el amor con la otra parte») y que el futuro no se basa en más que en lo que la biología define como «la vitalidad híbrida». No obstante, no todo resulta tan sencillo, lógicamente: Bahia (una Sara Forestier efervescente) y Arthur (un Jacques Gamblin impecable) deberán resolver muchos malentendidos (fuente de alegres escenas cómicas) en su búsqueda de la felicidad más allá de los prejuicios.
Producida por Delante Films y Karé Productions, Le nom des gens contó con TF1 International como coproductora y como coordinadora de las ventas internacionales. Canal + realizó una precompra de los derechos de la película, que también tuvo el apoyo de la región Île-de-France.
Cimentada en el clásico mecanismo de partida que presenta dos personajes diametralmente opuestos, Le nom des gens narra el encuentro entre la joven y pasional Bahia Benmahmoud –nacida de un matrimonio entre una hippie parisina de los años setenta y un trabajador inmigrante argelino– y Arthur Martin, un discreto hombre en los cuarenta que se dedica a investigar epidemias animales y es hijo de la típica familia francesa en la que la callada es la norma («mis padres son los campeones en todas las categorías de tabúes»). Bahia es una mujer desinhibida que se acuesta con múltiples enemigos políticos para convertirlos a su causa, mientras que a Arthur le gusta la tranquilidad, el principio de precaución y los socialistas. Sin embargo, cada uno guarda un secreto: ella fue víctima de malos tratos en su infancia y los abuelos de él fueron judíos deportados a los campos.
Con esta trama, Michel Leclerc (coguionista junto con Baya Kasmi) ha tejido una película muy divertida y a la vez fina. Haciendo uso de voces en off, discursos a la cámara, flashbacks e incluso imágenes de archivos de las elecciones presidenciales, el director consigue instilar un humor vivaz (atención a la graciosísima intervención del antiguo Primer Ministro Lionel Jospin) a partir de sencillos elementos de la vida –amar, buscarse, perderse, reencontrarse...– y demostrar a través de la sonrisa que las apariencias y las diferencias a veces engañan («Tú eres judío, yo soy árabe y los polis se cargaron a nuestros padres. Es una parte de la historia que hace el amor con la otra parte») y que el futuro no se basa en más que en lo que la biología define como «la vitalidad híbrida». No obstante, no todo resulta tan sencillo, lógicamente: Bahia (una Sara Forestier efervescente) y Arthur (un Jacques Gamblin impecable) deberán resolver muchos malentendidos (fuente de alegres escenas cómicas) en su búsqueda de la felicidad más allá de los prejuicios.
Producida por Delante Films y Karé Productions, Le nom des gens contó con TF1 International como coproductora y como coordinadora de las ventas internacionales. Canal + realizó una precompra de los derechos de la película, que también tuvo el apoyo de la región Île-de-France.
Fabien Lemercier
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