“LA TELEVISIÓN” De Jean-Philippe Toussaint
”la télévision” 1997
Ed. Anagrama, 1999, 191 páginas
Un profesor de arte belga , entre la juventud y la edad mediana, vive en Berlín tras serle concedida una beca para estudiar las relaciones entre Tiziano y Carlos V. A la llegada del verano se queda sólo en casa , su mujer e hijos se han ido a pasar las vacaciones en la playa. En ese momento decide que debe dejar de ver la televisión, evitar ese vicio y ganar ese tiempo para él y su trabajo. La oportunidad que le da la soledad es buena pero conseguirlo es más difícil si se está rodeado de aparatos, pero también de plantas, vecinos y tentaciones varias…
Opinión
Suele pasar que se lee un libro tras ver buenas criticas y una vez leído no ver esas cosas positivas que otros encontraron, a mi me pasa a menudo con las mías así que no acuso a nadie ….El texto que va apareciendo no es el que te esperabas, y resultan infundadas las esperanzas de leer un buen libro, o , por lo menos, no haber encontrado en ese momento la mejor manera de mirar el libro, Pero, créanme , se mire por donde se mire, este libro no acierto con el sitio por donde entrever todas aquellas razones positivas. Y no es que sea un libro horroroso, ni mucho menos, pero recuerdo que alguien hablaba de este libro profundizaba sobre la excesiva importancia que dicho aparato receptor tenía en nuestras sociedad, hablaba de la relación entre la televisión y la escritura…en fin… no descubro ningún punto que apoye dicha afirmación. La televisión en esta novela es una excusa para rellenar frases entre “sketch” y “sketch” humorístico. Daría igual si el título fuera “la lavadora” y hubiera sufrido el protagonista un arranque de vicio por mirar como el aparato lavador diera vueltas y vueltas o un ataque compulsivo de limpieza. No veo, una frase siquiera, que deje entrever que Toussaint reflexione, entre bromas, sobre la televisión, sus efectos y perjuicios, simplemente es un mero instrumento al servicio de la construcción de la trama del libro.
Más hiriente, para mí, fue la comparación que alguien hace de Toussiant con Groucho, que no es que sea algo que me afecte personalmente , pero es menospreciar el humor surrealista, irónico, ácido y , sobre todo, inteligente del genio del puro habano y del bigote. Acaso pudiera referirse a que compartan la audaz capacidad para el (auto)marketing que tan bien dominaba Groucho. El juego de palabras, frases y textos que tan bien dominaba Groucho se convierten en Toussiant en un humor de situaciones ridículas o cómicas más por la imagen probable que por la palabra. Por lo tanto esa “novela de vodevil” o de “del ridículo por vergüenza ajena” no tiene nada que ver con esa identificación con la escritura. Es más visual que algunas películas de los Marx.
Toussiant me recuerda , al menos en este libro, a Tom Sharpe, pero menos ácido, menos “bruto”, menos cómico y mucho menos “pillo”, pero , eso sí, más culto y fino; como haciendo un guiño a la zona más alta de la comunidad cultural , esa “ligth” y pazguata que huye de la novela urbana de escritores como Sharpe, que no se para en menudencias para sacrificar a sus personajes, no necesita juegos de niños o plantas sin regar para hacer humor.
Si lo más gracioso en un libro escrito en clave de humor aparece un un problema de plantas y en la sensación de ridículo que se tiene el ser humano ante las situaciones incómodas o el desnudo, poco puedo decir de bueno sobre esta novela, que me ha defraudado profundamente. Retratos de sociedades, ensayos sobre la televisión, críticas sociales, escrituras burlescas… estarán en la versión francesa, en la española se han perdido…
wineruda
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