Casi novecientas páginas suponen un desafío para cualquier lector. Para los optimistas la oportunidad de muchas horas de agradable compañía, para los pesimistas el miedo a morir aplastados bajo su peso tanto literario como físico. El resultado de la lectura de Tan humana esperanza no puede ser mejor, una historia tierna, cercana, aventurera y positiva, escrita al más puro estilo del siglo que narra, el XIX, acompañada por el dominio de la lengua, la riqueza de su vocabulario, muchos términos rescatados del olvido, oficios y actitudes irreconocibles actualmente, pero que como profetiza su título son tan humanos como la esperanza. LEER MÁS Alessandro Mari traslada al lector a la Italia del Risorgimento, adentrándose en las amplias extensiones de la zona rural de Lombardía, retratando la vida de los habitantes de esas tierras, sus oficios, algunos tan arraigados como el de Colombino -el mierdero protagonista encargado de repartir estiércol para abonar los sembrados- y supersticiones populares que todos los españoles sabremos reinterpretar en nuestros pueblos ancestrales. Como columna vertebral, Mari se apoya en la vida de cuatro jóvenes de diferente calado. Al ya conocido mierdero Colombino se le une Lisander el pintor, un miembro del grupo cultural de los románticos, que se convertiría en calotipista, una especie de fotógrafo. Leda, una monja que vive atrapada en su mundo obsesionada por el recuerdo de su exnovio, Lorenzo quien escapándose del convento se convertirá en una espía a cargo de Mazzini, y Giuseppe Garibaldi, el aventurero y revolucionario, cuya lucha cambiará la historia de Europa y de América. Alessandro Mari relata la construcción de la nación italiana mediante sus diferentes personajes tanto los renombrados como Garibaldi como los humildes, los verdaderos protagonistas de los acontecimientos. El joven escritor los conduce por escenarios diferentes como Brasil, Inglaterra, o en Génova reconstruyendo una época primordial en una obra de gran ambición tanto literaria como histórica. La potencia de esta novela y el ritmo que transmite va más allá de las historias individuales tallando maravillosamente -a veces con los ecos del realismo mágico- el carácter de una nación que nació gracias al entusiasmo incontenible de sus jóvenes. Alessandro Mari nació en 1980 en Busto Arsizio. Se graduó con una tesis sobre Thomas Pynchon. Empezó muy joven a trabajar para la industria editorial, como lector, traductor y escritor fantasma. Tan humana esperanza es su primera novela.
Pepe Rodríguez
http://www.elplacerdelalectura.com/2012/04/tan-humana-esperanza-alessandro-mari.html
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