jueves, 16 de enero de 2014

El principito y los baobabs


Resulta que en el planeta del principito había, como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas. Por lo tanto buenas semillas de hierbas buenas y malas semillas de hierbas malas. Pero las semillas son invisibles. Duermen en el secreto de la tierra hasta que a una se le antoja despertarse. Entonces se estira, y extiende tímidamente hacia el sol una encantadora ramita inofensiva. Si se trata de una ramita de rábano o de rosal, se la puede dejar crecer como quiera. Pero si se trata de una maleza, hay que arrancarla en seguida, en cuanto se la pudo reconocer. Ahora bien, había unas semillas terribles en el planeta del principito... eran las semillas de baobab. El suelo del planeta estaba plagado de ellas. Y de un baobab, si uno se deja estar, no es posible desembarazarse nunca más. Obstruye todo el planeta. Lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño, y si los baobabs son numerosos, lo hacen estallar.


Es lo que dice el principito en su drama de los BAOBABS, la verdad es que estos arboles aparecen en una leyenda africana sobre un arbol hermoso que se atrevio a desafiar a los dioses, quienes enojados lo castigaron enterrando sus ramas y dejando descubiertas sus raices, pero lejos de conseguir su cometido vean que fue lo que paso:
http://vida-serendipity.blogspot.com.ar/2008/05/el-principito-y-los-baobabs.html

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