Desde el furibundo underground de ‘Mundo idiota’ a sus biografías de mujeres
Peter Bagge es uno de los autores más importantes que nos ha dado el panorama independiente en los último treinta años. Es conocido, sobre todo, por su aportación al cómic underground en su serie Mundo Idiota, una versión lisérgica y noventera de los presupuestos de autores como Robert Crumb o Gilbert Shelton. Pero quizá su obra más conocida y aclamada es Odio, una disección en clave de humor de su propia juventud en la Seattle del apogeo del grunge.
Personajes como Buddy Bradley o Apestoso han acompañado a toda una generación de lectores que creció con ellos y que los acompañó desde su rabiosa juventud (en los primeros tomos de Buddy y los Bradley, con el protagonista aún sin emancipar), hasta su madurez y vida familiar (¡quién lo hubiera dicho!).
Efectivamente, Peter Bagge, en un gesto de honestidad que le honra, aparcó Odio cuando entendió que era una serie que había cumplido un ciclo y no podía dar más de sí. A partir de ahí, abandonó el formato serial y adoptó el de novela gráfica para publicar historias más cortas de temas que le interesasen, principalmente la dificultad de la vida urbanita o de la intrusión de las tecnologías en nuestra vida.
Posteriormente, más allá de su obra estrella, Bagge supo continuar una carrera caracterizada por el humor mordaz y la caricatura al límite. Llegaron otros títulos como Apocalipsis friki, Other lives (una ácida visión de la realidad virtual de Second Life, ¿os acordáis de aquel bluff?) o Reset, donde la premisa es que se ha inventado una máquina que permite revivir los momentos del pasado y el protagonista, un presentador de televisión venido a menos, podrá enfrentarse a la miseria en la que se ha convertido su vida. En estas obras, Bagge se adhiere al formato de novela gráfica para contar otras historias, a veces más serias y a veces más satíricas, siempre con el telón de fondo de lo ridículo que resulta el ser humano en sus anhelos y continuas contradicciones.
Bagge no ha cesado su producción en los últimos treinta años, y los cinco breves que vienen a continuación son sólo el botón de muestra. Conforme ha ido madurando su trazo, se ha moderado un poco en temática y estilo, aunque nunca ha perdido la socarronería que le caracteriza y esa gran habilidad para retratar las bajezas de la condición humana sin perder nunca el sentido del humor.
A continuación hablamos de algunas de sus obras posteriores a Odio. No están todas, pero nos parecen las más destacadas hasta el moento.
‘Sudando tinta’ (La Cúpula, 2010)
En Sudando tinta, que La Cúpula tiene editado en edición integral tras su publicación por tomos, Bagge retrata con su sorna habitual el mundo del cómic a través del estudio de Mel Bowling, un cascarrabias reaccionario autor de la tira Freddie el hurón, y sus dibujantes asalariados: Alfred, el dibujante obsesionado con los superhéroes, Nick, el entintador trepa y Carrie, la rotulista con la cabeza en las nubes. Bagge comparte en esta obra autoría con Stephen Destefano, Bill Wray o Johnny Ryan (Juventud cabreada), aunque siempre firma los guiones. Su obra más divertida hasta la fecha, aparte de Odio, gracias al carisma y a la torpeza de sus personajes. Una mirada con mucha sorna a la industria editorial.
‘Todo el mundo es imbécil menos yo’ (La Cúpula, 2011)
En Todo el mundo es imbécil menos yo, Peter Baggevuelve a su vena más realista con esta recopilación de páginas que originalmente aparecieron como encargo en la revista Reason. En ellas, el autor neoyorquino analiza temas como los derechos civiles, la guerra de Irak, el arte moderno, la política… Desde su perspectiva de libertario (no confundir con liberal, como ya nos han advertido los lectores alguna vez), pero también de hombre sorprendido e indignado ante el mundo en el que vive. Esta obra inicia su interés por la política en el cómic.
‘La mujer rebelde’ (La Cúpula, 2014)
En La mujer rebelde: la historia de Margaret Sanger, publicada en 2013 en Estados Unidos, Peter Bagge vuelve aquí al tono más documental que usó en Todo el mundo es imbécil menos yo, pero esta vez para contar la biografía de Margaret Sanger, fundadora de Planificación Familiar, activista por el control de la natalidad, al tiempo que educadora, enfermera, madre y protofeminista, que desde principios del siglo XX luchó por los derechos de la mujer, en un momento en que era un tema muy complicado. Aderezado con el humor marca Bagge y su facilidad para convertir los hechos reales en una farsa, surge un retrato humano, poliédrico y respetuoso de esta activista.
‘Fire!!’ (La Cúpula, 2017)
La nueva incursión de Bagge en el territorio de las biografías de mujeres pioneras fue Fire!!, la vida Zora Neale Hurston. Hourston fue una escritora que hoy en día es considerada como una de las claves del llamado “Renacimiento de Harlem”, durante la ajetreada década de los años 20, cuando la cultura afroamericana empezaba a ser conocida y estudiada, en parte al interés que había creado con manifestaciones como el jazz, la pintura o la literatura. En Fire!!, el autor consigue una narración bastante fluida de manera que las elipsis temporales no chirrían en el conjunto.
‘Credo’ (La Cúpula, 2020)
Y terminamos con la última obra en español hasta la fecha: Credo. En ella, Bagge continúa en la línea de sus últimas entregas y nos ofrece la biografía de otra fascinante pionera del pasado siglo: la escritora, feminista, corresponsal de guerra y libertaria Rose Wilder Lane. hija de Laura Ingalls Wilder, con quien coescribió los libros de La casa de la pradera. Rose fue una defensora de los derechos de las mujeres y la fundadora del movimiento libertario estadounidense. De las tres biografías que nos ha entregado por ahora este neoyorquino, es en ésta donde su personaje principal aparece algo más desdibujado, sintiendo el lector que no la ha llegado a conocer del todo.
Peter Bagge tiene más obras publicadas en español; aquí os hemos ofrecido una pequeña panorámica, quizá un poco más centrada en su línea más social y realista. Su vena más ficticia la podéis encontrar en su aborrecible y longevo Studs Kirby, en Apocalipsis Friki o Reset. ¿Cuál es vuestra obra preferida de este autor?
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