INFORMACIÓN PARA ESCRITORES 11 junio, 2013 Falsaria 8
El relato de aventuras – Introducción
Los elementos de la novela de aventuras pueden definirse como la aparición de un suceso extraño, casualidad, riesgo o peligro inesperado. Con estos elementos podemos suponer que toda la vida humana está signada por la aventura. Cada día, al enfrentar al mundo se ponen en juego el interés, la imaginación, la fantasía, el deseo de explorar; todo aquello que permitirá cumplir las metas soñadas. Surgen las peripecias, los acontecimientos inesperados, y se redoblan los esfuerzos para asegurar un desenlace propicio.
El relato de aventuras da cuenta de esta épica humana. Por ello pertenece a los llamados géneros populares. Podemos definirlo como un relato ficcional de trama narrativa y descriptiva cuya función es estética.
Elementos de la novela de aventuras
- Presencia del protagonista como héroe infatigable.
- Exaltación del esfuerzo y de la acción física.
- Abundancia de peripecias, cambios en suerte contraria.
- Escenarios exóticos, alejados de la experiencia común.
- Trama rigurosa, sin abordaje psicológico de los personajes.
Cuentos, novelas del relato de aventuras
La novela de aventuras está presente desde los orígenes de la literatura. Al principio se inserta en otros géneros literarios: hay aventura en los mitos, en las leyendas, en los cantares épicos. Luego, en los relatos de viaje, en los históricos, en los relatos de ciencia ficción, policiales, de terror, del oeste.
En el siglo XIX se consolidó como un género propio con sus características definitorias. La obra de autores como Robert Louis Stevenson, Emilio Salgari, Jack London o Julio Verne pobló el mundo literario de aventura y de personajes aventureros. Los formatos literarios más utilizados por los escritores son las novelas y los cuentos. En sus comienzos la novela y el relato de aventuras se publicaba en suplementos literarios o en diarios, en forma de folletín con entregas periódicas. Posteriormente, este tipo de textos pasó a publicarse en ediciones económicas, de fácil y rápida lectura, que se vendían en los kioscos. Hoy en día se encuentran en las más cuidadas ediciones de las distintas editoriales
Las temáticas de la novela de aventuras
Podemos señalar un tema central y varias temáticas asociadas. El tema principal trata de un personaje -héroe del relato- que debe cumplir una misión y, para ello, se enfrenta a sus antagonistas, en medio de un escenario hostil y plagado de peligros naturales. Las temáticas asociadas más comunes son: la búsqueda de un bien valioso (tesoros ocultos, hallazgos arqueológicos, etc.); enfrentamientos en el mar y en las selvas (piratas, contrabandistas, tribus autóctonas belicosas); aventuras de capa y espada (espadachines con una misión que cumplir); viajes exploratorios (a los polos, a los desiertos, a las altas cumbres); la vida de los cazadores y los aventureros en busca de fortuna.
El relato de aventuras y los personajes
El relato de aventuras es uno de los géneros literarios que mejor permite la constitución del protagonista como héroe. Si bien los escritores han resaltado diferentes cualidades personales para sus personajes de ficción, estos tienen características comunes y regulares, que pueden encontrarse en la mayoría de los relatos.
El protagonista típico no se detiene en ninguna de las cosas necesarias para la vida: come frugalmente, bebe poco, duerme con un ojo abierto, no se distrae: es pura adrenalina. Es decir, actúa constantemente y padece por los acontecimientos inesperados que erizan la piel de los lectores.
El héroe, en el relato de aventuras, enfrenta con esfuerzo todas las adversidades que el destino -o sus enemigos de turno- le ponen por delante. Nunca desmaya en su titánica labor. No conoce el temor, aunque se expone a todos los peligros. Entre sus cualidades se destacan la valentía, la actitud decidida, el arrojo, la destreza en el manejo de armas y medios de transporte, su conocimiento del ambiente natural en que se mueve.
En general, actúa solo, librado a sus propios recursos. Sus motivaciones personales pueden ser varias, pero no se describen demasiado; la caracterización de su psicología es superficial. Por el contrario, el héroe desarrolla y se ajusta a una moral rígida de lo bueno y lo malo. Se destacan en sus conductas la actitud abnegada y la nobleza con que envuelven sus acciones.
El antagonista del héroe tiene cualidades similares, pero orientadas al mal. Es el formidable enemigo que lo enfrenta, lo hostiga y le pone obstáculos a su labor. Entre el héroe y el antagonista se establece una fuerte competencia por el triunfo. El héroe es solitario, no obstante, en algunas ocasiones lo acompañan ayudantes o aprendices, que lo estiman y procuran facilitarle apoyo en las situaciones peligrosas.
Los espacios del relato de aventuras
Los elementos de la novela de aventuras tienen como escenarios lugares que suelen ser insólitos y pintorescos, muy alejados de la experiencia del lector. Este carácter exótico es un ingrediente del éxito de los mismos.
Las fantásticas geografías que se describen minuciosamente conforman un elemento determinante del género. Entre ellas podemos citar el África profunda, con sus sabanas, sus tribus y sus animales peligrosos; la jungla amazónica; las cadenas montañosas de América y Europa; los desiertos de arena del Sahara o los helados de Alaska y Siberia; el mar misterioso y las islas deshabitadas; las ciudades perdidas y abandonadas de la historia. Todas estas geografías tienen algunas características comunes: son ámbitos inexplorados, inaccesibles, amenazantes, donde las fuerzas naturales se hacen sentir con todo rigor. Puede decirse que terminan por configurar un solo espacio: el escenario donde los personajes viven las aventuras.
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