Villa Arnaga: una joya de la Belle Époque en el País Vasco Francés
La primera construcción de un nuevo estilo de principios del siglo XX |
Villa Arnaga es una joya de la Belle Époque situada en el País Vasco Francés, concretamente en Cambo-les-Bains. Hasta esta población conocida por sus aguas curativas, llegó el dramaturgo Edmond Rostand (1868-1918); autor de la famosa obra Cyrano de Bergerac, aquejado de una neumonía grave. Su médico, el doctor Grancher, especialista en enfermedades pulmonares, le recomendó recuperarse en Cambo-les-Bains, donde él mismo había recibido también tratamiento. Pronto el escritor se hace construir una inmensa villa al estilo de una granja típica del País Vasco y que se convertirá en una de las primeras obras arquitectónicas de un nuevo estilo: el neovasco.
A la izquierda puede verse el autorretrato de Clémentine-Hélène Dufau |
Esta corriente artística dotará a las edificaciones del progreso técnico más moderno de la época, adaptándose a las necesidades del momento, pero sin olvidar el estilo regional. En el caso de Villa Arnaga se añadieron grandes ventanales inspirados en las puertas redondeadas de Navarra, además de galerías, terrazas y balcones para "tomar el aire" y para que entrara toda la luz posible en el interior. Siguiendo la nueva corriente de la Belle Époque que pone en el punto de mira la salud y el cuidado personal.
La fachada con el entramado de madera de color rojo "sangre de buey" |
En efecto, Villa Arnaga fue construida como una granja vasca de Labourd, con una fachada con entramado de madera de color rojo "sangre de buey", mientras que su interior parece un gran palacio. Edmond Rostand convirtió a Villa Arnaga en la casa de sus sueños y en ella pasaría largas temporadas. Son numerosos los secretos que esconde Villa Arnaga y también las preguntas que uno puede hacerse cuando la visita. La primera duda que me asalta es, ¿cuántos escritores han vivido con tanta opulencia con los beneficios de su trabajo? Al menos ya podemos afirmar que conocemos a uno.
La chimenea del comedor esconde un novedoso sistema de calefacción |
Villa Arnaga fue construida en solo 3 años, entre 1903 y 1906, por el arquitecto Joseph-Albert Tournaire (1862-1958) que la dotó de un total de 19 habitaciones, salas y salones. Todos estos espacios fueron suntuosamente decorados con materiales procedentes de Burdeos, París, Toulouse e incluso Inglaterra. Y las pinturas que la decoran fueron realizadas expresamente para la familia y para cada espacio. A pesar de la sencillez que caracterizaba a Edmond Rostand, la vivienda fue dotada con las últimas tecnologías de principios del siglo XX. Las instalaciones modernas que se colocaron fueron: agua caliente, electricidad, calefacción, teléfono e incluso una sala de hidroterapia.
Villa Arnaga es el Versailles del País Vasco Francés |
Edmond Rostand ganó, con la obra de teatro estrenada el 27 de diciembre de 1897 y la venta de ejemplares de su novela Cyrano de Bergerac, el dinero suficiente como para poder construirse, el que algunos han calificado como el Versailles del País Vasco Francés. Villa Arnaga es merecedora de este apelativo gracias a los encantadores jardines “franceses” recuperados recientemente y que han sido reconocidos como “Jardin Remarquable”. Un reconocimiento creado por el Ministerio de Cultura de Francia como sello de calidad para cualquier “Jardín notable”.
Dormitorio de Rosemonde Gérard con acceso a un baño privado |
Construida como vivienda familiar para su mujer Rosemonde Gérard (1871-1953) y sus 2 hijos; Maurice y Jean, la familia, junto a un equipo de sirvientes y el secretario Louis Labat, se instalaron en Villa Arnaga en 1906. Edmond Rostand dotó a su casa con la suficiente personalidad como para que, hoy en día, los estudiosos y conservadores tengan aún muchas respuestas pendientes de resolver. Desde la billetería a la entrada de la villa hay 15 minutos de camino a pie, pero vale la pena recorrerlos porque nos adentramos en un auténtico bosque embellecido por el canto de centenares de pájaros.
Planta Baja de Villa Arnaga
El retrato de Rosemonde Gérard fue pintado por Caro Delvaille |
En la planta baja de Villa Arnaga se encuentra un gran salón, la biblioteca y el comedor, todas ellas habitaciones destinadas a recibir gente y que se decoraron elegantemente y que destacan por su amplitud. Empezamos nuestra visita como si fuéramos unos invitados de los propios propietarios. Entramos en un suntuoso comedor estilo Luis XVI donde encontramos la mesa puesta que parece decir, ¡siéntate y come con nosotros!
Bajo la decoración de terracota con 2 cisnes hay una cómoda de mármol |
El comedor de Villa Arnaga está decorado con 4 medallones en trampantojo, obra de Gaston La Touche (1854-1913) donde representó las 4 estaciones y los 4 elementos: el invierno es húmedo y frío como el agua, el verano es caluroso como el fuego, el otoño es dulce y brillante como la tierra y la primavera es fresca como el aire. No te pierdas la curiosa estufa revestida de mármol que esconde un moderno sistema de calefacción eléctrico. La electricidad se instalaría en Villa Arnaga en 1906.
El despacho está decorado con adornos en bronce |
A continuación, pasamos al despacho estilo Imperio de Edmond Rostand todo revestido de madera de limonero y lleno de objetos personales. Fue desmontado de su casa de París y trasladado aquí en 1904. Durante el recorrido encontraréis cuadros y fotografías que cuentan la historia de quién fue Edmond Rostand y Rosemonde Gérard. Cómo vivían, por qué huyeron de la fama y el reconocimiento que les profesaban en París hasta perderse en Cambo-les-Bains. Quiénes eran las personas de su círculo más íntimo o cómo era la vida a principios del siglo XX en una casa burguesa.
Junto a la ventana, se conserva un filtro para agua de Jacob Delafon |
Pasamos por un luminoso office donde hay un fregadero de peltre con instalación de agua fría y agua caliente. La habitación está decorada con un friso de gallinas y una colección de platos decorados con gallos, quizás en homenaje a una de las obras escritas por Edmond Rostand en Villa Arnaga: Chantecler. En una de las paredes destaca el moderno montaplatos que comunica con una gran cocina que se encuentra junto a una amplia despensa situada en el sótano. Aquí se guardaba la vajilla y la ropa blanca y servía de sala intermedia entre la cocina y el comedor contiguo. Las botellas de cristal para bebidas y la cubertería muestran el monograma de Edmond Rostand.
Las baldosas blancas confieren luminosidad a la cocina |
Bajamos por unas estrechas escaleras, donde se encuentran la despensa y la cocina. En el centro de la sala, una gran mesa de trabajo muestra toda clase de utensilios de cocina que parecen listos para organizar un buen banquete. En una de las paredes se ha conservado una enorme cocina de carbón con campana. La cocina está decorada con un friso de gatos jugando. Justo al lado, en otra habitación, se encuentra un enorme frigorífico que inicialmente se enfriaba con hielo y que posteriormente se instalaría un sistema eléctrico que seguramente fue toda una revolución hace un siglo.
Se cree que la vidriera del cisne es obra de Louis Trézel |
Volvemos a la planta principal donde descubrimos la habitación de juegos o de estudio, de los hijos adolescentes. Está cubierta de paneles de madera de fresno canadiense con incrustaciones de nácar. Fijaros en la lámpara del techo, es un conjunto de cornetas doradas. La decoración al temple la realizó otro de los artistas de renombre de aquel momento: Georges Delaw (1871-1938) que se inspiró en canciones infantiles populares.
Detalle de las pinturas de Georges Delaw en la habitación de juegos |
Quizás para los españoles que estudiamos francés en la escuela, la más conocida sea “Sur le Pont d’Avignon” que se extiende sobre la chimenea frente a “Mambrú se fue a la guerra”. Los muebles están inspirados en el movimiento británico “Arts and Crafts” y en la obra de Mackay Hugh Baillie Scott (1865-1945) que se caracterizaba por la idea de que el arte debía aparecer en todas partes, tanto en la arquitectura como en el mobiliario y los objetos cotidianos.
Los ventanales que se abren a los dos jardines traen la naturaleza a la casa |
La visita a la Villa Arnaga no deja de sorprendernos y aún no hemos visto ni la mitad de sus habitaciones. Tras cruzar el hall de entrada y unas puertas lacadas con cristal decorado, accedemos al Gran Salón; una gran sala con las paredes, techos y suelos cubiertos de madera de roble. Edmond Rostand y su esposa querían que este salón recordara a un Palazzo de ensueño, donde hubiera escaleras y logias para contemplarlo.
La vidriera con los signos del zodiaco sigue siendo un gran misterio |
El Gran Salón me recordó a un gran escenario teatral, de hecho, algunos inventos y artilugios utilizados en el teatro sirvieron en Villa Arnaga para instalar mecanismos en las dobles ventanas o en los sistemas de calefacción. Entrando al Gran Salón a mano izquierda se conserva una gran vidriera donde pueden verse los signos del zodiaco representados y que sigue siendo un gran misterio para los estudiosos.
El friso del Gran Salón muestra personajes de las obras del dramaturgo |
El Gran Salón de enormes dimensiones sirve de vestíbulo a las salas adyacentes, está separado por la mitad por unas enormes columnas y arcos de piedra. La parte superior está decorada con un friso de gran colorido de estilo impresionista pintado por Gaston La Touche en 1905 y que ilustra un poema de Victor Hugo; “La Fête chez Thérèse” aunque hay muchas referencias a las obras del dramaturgo. Esta pintura está considerada una de las obras maestras de Gaston La Touche. Fijaros en la “R” que aparece dibujada en la arcada vegetal, sobre el pierrot blanco, en referencia a Rostand. También encontraréis a su famoso personaje Cyrano de Bergerac sable en mano.
Retrato de Rosemonde Gérard pintado por Clémentine-Hélène Dufau |
En las paredes cuelgan cuadros de Clémentine-Hélène Dufau donde puede verse a Rosemonde Gérard con un vestido verde, o en otro cuadro con un sombrero azul, también hay un retrato de Maurice Rostand de 1909 con el fondo pintado en los jardines de Arnaga. La mayoría de los muebles de este salón son los de la familia, como el piano regalado a Rosemonde Gérard por el compositor Jules Massenet, la mesa vasca redonda o el mueble rojo pintado a mano por Edmond Rostand con decoración chinoiserie (chinerías).
Las primeras lacas Coromandel llegaron a Europa a finales del siglo XVII |
Las chinerías prosiguen en el pequeño salón chino utilizado como sala de fumadores. La sala de forma circular estuvo decorada con 3 paneles lacados color negro enviados desde Pekín en 1914 por el cuñado del poeta, Pierre de Margerie (1861-1942), que era embajador de Francia en China. Medían entre 4 a 5 metros de largo y 2 metros de altura, desgraciadamente en la sala solo se ha conservado de la decoración original, los medallones de encima de la puerta y la chimenea y el espectacular techo rojo y dorado.
Libros en la biblioteca con el monograma familiar |
A continuación, se encuentra uno de los espacios privados del dramaturgo: la biblioteca que llegó a albergar más de 10.000 libros. Para proteger los documentos de la luz, la biblioteca es una de las pocas salas que no da a los jardines de Villa Arnaga. En las vitrinas pueden verse libros encuadernados con el monograma familiar: dos “R” (Rosemonde y Rostand) y una “E” (Edmond) entrelazadas.
En la galería, imágenes de Constant Coquelin interpretando a Cyrano |
Dicen que el sillón y el escritorio, traídos de su apartamento de París, son donde Edmond Rostand escribió Cyrano de Bergerac. La vidriera, chimenea y cuadros de la biblioteca hace alegoría a la naturaleza que no podían verse de forma natural. Las pinturas muestran mujeres desnudas, obra de la pintora francesa Clémentine-Hélène Dufau (1869-1937) entre bucólicos paisajes. En el Gran Salón puede verse un autorretrato de Clémentine-Hélène Dufau, prestado por el Museo de Orsay de París.
Primera planta de Villa Arnaga
De izq. a dcha.: Mujer con loro, Mujer con pavo real y Mujer con flamenco |
Subimos al primer piso por una gran escalera que en su diseño original tenía una balaustrada de piedra y ahora es de hierro forjado. Los medallones de la parte superior muestran a 3 mujeres desnudas representadas como si fueran diosas de la naturaleza y que fueron pintadas también por Clémentine-Hélène Dufau. Algunas fotografías encontradas hacen pensar que Rosemonde Gérard hizo de modelo para las pinturas. En la primera planta se encuentran los dormitorios y estancias privadas de la familia y una curiosa sala de hidroterapia.
La hidroterapia le permitió a Edmond Rostand tratar su pleuresía en casa |
La primera sala a mano derecha nos muestra una joya moderna, la sala de hidroterapia. Este espacio estaba reservado para el tratamiento curativo que recibía Edmond Rostand. Disponía de 2 bañeras de esmalte, ducha y un calentador de baño para hacer duchas de vapor. El suelo estaba cubierto con láminas de plomo bajo un suelo de listones de teca birmana, la forma de rejilla permitía el drenaje del agua. A finales del siglo XIX y principios del XX, la hidroterapia consistía en la aplicación de agua fría, para reactivar la circulación y la respiración. La camilla de masaje que preside la sala es original y la realizó un ebanista local, especialmente para Sarah Bernhardt, amiga de la familia.
Edmond Rostand se instalaría en habitaciones más pequeñas y soleadas |
En esta planta encontramos el dormitorio de los niños, la habitación de los invitados donde se exhiben los planos de Villa Arnaga originales, el dormitorio del secretario Louis Labat, así como pequeñas salas de estar que eran fáciles de calentar en invierno. También el dormitorio de Edmond Rostand y el lugar donde escribía, cuando sus fuerzas flaqueaban a causa de la enfermedad que sufría. En estas estancias, encerrado en su habitación y acostado, escribió en la cama con los papeles en las rodillas Chantecler, una obra donde todos los personajes son animales de granja y el protagonista es un gallo que está convencido de que es su canto el que hace salir el sol cada mañana.
Vista de los jardines franceses desde el vestidor |
Llegamos al vestidor de Rosemonde Gérard, una sala decorada con bellas pinturas en tonos rojos, inspiradas en las chinerías del siglo XVIII, y que esconde 4 armarios ocultos en las paredes. El vestuario de Rosemonde lo firman los grandes modistas de la época como: Charles Frederick Worth, Jacques Doucet o Mariano Fortuny. Desde la ventana de esta sala se contempla la vista más hermosa del jardín, perfectamente simétrica con las montañas vascas al fondo.
La bañera con agua fría y caliente, se asienta sobre pies esféricos |
A continuación, se encuentra el dormitorio de Rosemonde Gérard de inspiración Luis XVI. Dispone de su propio baño al que se accede a través de una puerta escondida en la carpintería de la pared, junto a la cama. A principios del siglo XX no todas las viviendas tenían su propio cuarto de baño, Villa Arnaga cuenta con 2. Ambas estancias han conservado el mobiliario de estilo Art Nouveau, una bañera curvilínea, lámparas en forma de flor y empuñaduras de puertas y ventanas en forma de cigarra.
Estos paneles se hicieron expresamente para Villa Arnaga |
Finalizamos la visita de la primera planta en el tocador de Rosemonde, una habitación que está decorada con un espectacular friso ininterrumpido de pinturas que alcanza los 20 metros de largo, por un metro de alto y que recorre la parte superior de las 4 paredes. La obra realizada por Jean Veber (1868-1928) muestra ilustraciones de cuentos de hadas, principalmente con personajes de los cuentos de Charles Perrault como: Cenicienta huyendo de palacio o el Príncipe (Maurice Rostand) acercándose a la Bella Durmiente que es vigilada por un joven paje (Jean Rostand).
El mobiliario del tocador es de arce y el parquet geométrico de roble |
También pueden verse escenas de Caperucita Roja, Pulgarcito, El Gato con Botas, Riquete el del Copete o El Pájaro Azul; escrito por Madame d'Aulnoy. Las pinturas quedan divididas de la parte inferior, cubierta de baldosas de piedra arenisca, por un friso de marquetería con motivos Art Nouveau. Los muebles son los originales de esta habitación y están fabricados en madera de arce con incrustaciones de haya, palisandro y nácar. Fijaros en el reloj de la chimenea, bajo la Bella Durmiente, ¡marca 14 horas!. Es obra del broncista francés Henri Vian (1858-1904) y hace referencia a la expresión francesa “Chercher midi à quatorze heures”.
Jardines de Villa Arnaga
En el jardín inglés hay arces, castaños, abetos, cedros, robles, tilos y hayas |
Los jardines franceses de Villa Arnaga ocupan 7 hectáreas que se extienden frente a la fachada principal de la casa. Tienen un diseño regular con parterres de hortensias, rododendros y camelias junto a pérgolas, fuentes, canales y un gran espejo de agua para reflejar al atardecer esta increíble mansión. Mientras que, en la parte posterior, se reservó un espacio más pequeño para ubicar un jardín inglés aprovechando los desniveles y árboles de gran tamaño. Su aspecto silvestre y natural invita a la soledad y a la meditación, tal y como le gustaba a su propietario.
Edmond Rostand construiría en Villa Arnaga su poema de piedra y verdor |
Los jardines de Villa Arnaga son obra de Joseph-Albert Tournaire y Pierre Ferret, junto a la imaginación y diseños del propio Edmond Rostand que hicieron posible, esta maravilla de jardín. Edmond Rostand estuvo totalmente involucrado en la creación de su jardín, él mismo dibujó cada parterre, cada macizo y marcó la ubicación del jardín de rosas, de cada arboleda y de cada arbusto. Se plantaron en el camino principal tilos de 14 años, plátanos, cipreses y tejos de 30 años para que su aspecto fuera lo más antiguo posible.
La Gran pérgola es el escenario para esta gran obra de Edmond Rostand |
Buscad los bordados de boj inspirados en el Art Nouveau que se encuentran frente a la terraza, las espirales de césped, los jarrones cubiertos de hiedra o los bustos de Shakespeare, Víctor Hugo y Cervantes situados en el Rincón de los poetas. Los jardines franceses de Villa Arnaga cambian de color cada año, en invierno se aprovecha para hacer la renovación. Finalizamos nuestra visita a Villa Arnaga, en la Gran pérgola construida en 1912 con una columnata de estilo clásico. Está flanqueada por dos pabellones octogonales y ubicada al final del jardín y frente a frente con la entrada principal. No deja de ser una especie de gran escenario para la gran obra de Edmond Rostand: Villa Arnaga.
Más información: Villa Arnaga. Dirección: Route du Docteur Camino, 64250 Cambo-les-Bains. Teléfono: +33 (0) 559 29 83 92. Horario: Abierto diariamente del 1 de abril al 31 de octubre. Entrada: 8’5 €. Tiempo de visita: Mínimo 1h 30. Web: Villa Arnaga.
Agradecer enormemente las atenciones recibidas por Pauline Martínez durante nuestra visita a Villa Arnaga. Fue un enorme placer conocer la historia de este lugar y los secretos de esta joya de la Belle Époque del País Vasco Francés.
Toda la información generada en redes sociales durante mi viaje al País Vasco Francés puede consultarse a través de los hashtags #destinationNA, #NouvelleAquitaine y #ExploreFrance
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