Como la historia de Claudia Piñeiro hay muchas, pero pocas con resultados tan exitosos y contundentes. Personas que le dedican años a una profesión «X», pero con un «bichito» que no deja de picarles en el subconsciente, algo que les dice que su camino es otro.
Piñeiro se recibió de contadora en 1983 y se dedicó a eso largo y tendido por más de una década. También ocupó cargos gerenciales en importantes empresas. Ejerció con éxito su profesión, lo que la llevó a conocer de primera mano ese mundo hermético de la clase alta, cuyas miserias y secretos la llevó a vender miles de copias de sus novelas más de una década después.
Obviamente el éxito no nació de adentro de un repollo. Los primeros años se dedicó a la literatura infantil, género que cuenta con un prestigio que sorprendería a cualquier distraído. Algunos de los más destacados autores argentinos, como Pablo de Santis, Griselda Gambaro, Marcelo Birmajer y hasta la super-mega best seller de novelas históricas y románticas Florencia Bonelli se probó en las historias juveniles.
Luego pasó a su primera novela para adultos, «Tuya», publicada en 2005. Ese mismo año presenta su novela «Las Viudas de los Jueves» al concurso de Novelas del diario Clarín. Por si está leyendo esto y vivió diez años adentro de un taper, le contamos que lo ganó. Pero muchas novelas de ese concurso han ganado pero pasado sin pena ni gloria al momento de publicarse. No fue este el caso.
«Las Viudas de los Jueves» se convirtió en uno de los mayores best sellers argentinos de la primera década del siglo XXI. Era EL libro que se veía en las manos de hombres y mujeres por igual en las oficinas, en los bares, en las playas del verano siguiente.
Los countries, que habían aparecido en la década del noventa, habían tomado singular importancia en la primera mitad del 2000 como «islas» para que la clase alta pudiera protegerse de la y, parafraseando a Sartre, del peligro de «los otros» (¿nosotros?). Ese era el escenario principal de esta historia que, con formato de «thriller» que bebía de Agatha Christie, demostraba que no hay lugar seguro sobre la Tierra y que, en verdad, lo que es una «sensación» es la seguridad misma, y no su contra-parte.
Tras ese éxito, Piñeiro no dejó de escribir y largó la contaduría, las gerencias y la mar en coche para dedicarse de pleno a la literatura. Al año siguiente publicó «Elena Sabe», en la que se alejaba de las clases pudientes. Regresó a ellas en los thrillers «Betibú» y «Las Grietas de Jara», entre otras.
Todas fueron, en menor o mayor medida, éxitos de venta. El cine argentino hizo algo que no suele verse: tomó nota del suceso y empezó a hacer las cuentas y las tareas para emprender las adaptaciones.
EN EL CINE
Obviamente que hay decenas (mínimo) de novelas y libros nacionales que fueron llevados a la gran pantalla. Pero por lo general, las mismas correspondían a gustos del director que pasaba años tratando de adaptar esa obra que le fascinó a él/ella. Pero lo que muy pocas veces se había hecho, era encararlo desde un punto de vista comercial («esa novela es excelente y vendió como pan caliente. Si jugamos bien las fichas, ¡debería ser un éxito en la taquilla!», en las posibles palabras de un productor). Digamos, una adaptación de un libro al estilo Hollywood (quienes ya se van de mambo, realizando versiones fílmicas hasta de la guía telefónica si descubren que vendió bien, pero eso es otra historia).
La primera en ser llevada a la gran pantalla fue, obviamente, «Las Viudas de los Jueves». Tras «El Método» (2006), el primer bajo rendimiento de su carrera como director, Marcelo Piñeyro (se escriben distinto así que no piense que es un primo o algo así de la escritora) decide que «Las Viudas » es la oportunidad ideal para volver a saborear las mieles del éxito masivo.
Coproducida con España (uno de los más experimentados productores del país ibérico, Gerardo Herrero, fue el principal productor de la película, junto a Vanesa Ragone y Axel Kuschevatzky, entre otros) y a un costo superior a los 2 millones de dólares, «Las Viudas de los Jueves» se perfilaba como EL estreno del 2009, junto con otra adaptación literaria que tuvo un éxito aceptable («El Secreto de sus Ojos», quizás la hayan oído nombrar ).
El elenco estaba encabezado por Ana Celentano, Gloria Carrá, Gabriela Toscano y Juana Viale como las «Viudas» del título, y con Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia, Juan Diego Botto y Ernesto Alterio como sus partenaires masculinos.
La historia se enmarcaba en la cerrada comunidad de «Altos de la Cascada», un barrio privado donde conviven familias de clase alta. El lugar, apacible en apariencia, se conmueve con el hallazgo de tres cadáveres que aparecen flotando en una piscina. Aunque todos se apresuran a encuadrar la situación como accidente, hay mucho más de lo que la mirada inicial permite entrever.
«Las Viudas de los Jueves» llegó a los cines argentinos el 10 de septiembre del 2009 y arrasó en su primera semana con 163.736 espectadores. No le alcanzó para el primer puesto ya que «El secreto de sus ojos» seguía haciendo estragos en la taquilla pero sí para tener un excelente rendimiento semana a semana.
Al final de su recorrido comercial quedó como la segunda película argentina más vista del 2009, con 538.881 espectadores.
El próximo proyecto de adaptación fue «Tuya», filme con el que Alejandro Doria volvería a la silla de director tras la exitosa «Las Manos» (2006). Pero ese mismo año (2009), el realizador falleció de una neumonía crónica dejando el proyecto en pausa de forma indefinida hasta que finalmente se cayó.
En 2011, Piñeiro publicó un regreso al suspenso puro y duro con «Betibú». Sin llegar a los niveles de ventas de «Las Viudas
», este nuevo policial sin policías (pero con periodistas investigando una misteriosa muerte en un country) fue un nuevo best seller.
Buena parte del equipo de producción de «Las Viudas » puso manos a la obra y una nueva co-producción con España se gestó para llevar a «Betibú» a la pantalla grande. Esta vez, el encargado de sentarse a la silla del directo fue Miguel Cohan, que había sorprendido en 2010 con el sólido policial dramático «Sin Retorno», que había vendido 130.000 localidades en su recorrido comercial.
«Betibú» estuvo protagonizada por Mercedes Morán, Daniel Fanego, Alberto Amann (de nacionalidad argentina pero que desarrollo casi toda su carrera en España) y José Coronado (uno de los actores más taquilleros de esos años en la Madre Patria) en un papel de reparto.
Con una amplia campaña publicitaria detrás, «Betibú» llegó a los cines argentinos el 03 de abril de 2014. Estrenada en unas noventa pantallas, terminó su primera semana con 89.455 localidades vendidas. La película tuvo un muy buen boca en boca, y el fin de semana de Pascua quince días después de su estreno con lo que pudo disfrutar de un buen rendimiento en la taquilla. Cortó 60.000 tickets en su segunda semana, y 52.000 en la tercera.
Al final de su recorrido comercial, «Betibú» había vendido un total de 274.474 localidades.
Mientras se estrenaba «Betibú», el director Edgardo González Amer, que había realizado la comedia dramática «Familia para Armar», resucitó el proyecto de «Tuya».
Pese a no contar con ningún multimedio ni apoyo extranjero, a Piñeiro le gustó el enfoque de Amer y le entregó los derechos para la adaptación.
Con los protagónicos de Andrea Pietra, Jorge Marrale y Juana Viale, «Tuya» cuenta la historia de Inés, una ama de casa que lleva una vida apacible y rutinaria hasta que encuentra unas cartas dirigidas a su marido y firmadas con un «Tuya». Para llegar a la identidad de «Tuya», Inés llevará a cabo una pesquisa propia de un detective privado, y las muertes y las sospechas de que hay algo turbio debajo de la idílica apariencia de su vida no tardarán en aparecer.
«Tuya» fue la primera de las tres adaptaciones que no contó con promoción televisiva o una campaña multi-presente. Pero sí pudo aprovechar el fin de semana de Pascua al estrenarse el pasado 2 de abril. Con algo más de sesenta copias, terminó su primera semana con 30.398 personas, y su segunda semana con 10.348. En quince días la habían visto 40.746 espectadores,
A nivel editorial, Piñeiro es una de las autoras más prolíficas de la última década, con ocho libros publicados desde el 2004, y un noveno en camino. En cuanto a proyectos cinematográficos, desde hace un par de años la realizadora Julia Solomonoff (directora de «Hermanas» -2005- y «El último verano de la Boyita» -2009- ) lleva tratando de adaptar «Las Grietas de Jara», la última historia enteramente de suspenso de la escritora.
Veremos Si.
https://web.ultracine.com/claudia-pineiro-al-cine-pesadillas-de-la-clase-alta/
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