Biografía Nacida en Graz (Austria) en 1923, Morath recorrió
desde niña todo el mundo con sus padres. Esa tradición viajera la conservó hasta el final de sus días , así como su dedicación al reporterismo que cultivó ya desde la juventud.
Estudió en Alemania y Francia, y se licenció en lenguas
románicas por la Universidad de Berlín en 1944. Trabajó como traductora para el United States Informa tion Service durante la postguerra.
Pero no fue por ahí su carrera ya que su vida dio un
vuelco hacia el periodismo primero, y luego hacia la
fotografía. Su primer trabajo en prensa fue para agencias alemanas
y austríacas para acabar como editora de la recién funda da agencia Magnum escribiendo los textos de su amigo el fotógrafo Ernst Haas.
Fue su contacto con Haas, a quien ayudó y con Capa des pués lo que la inclinó a hacer fotografías cuando tenía 28
años.
A partir de ahí colaboró con Cartier-Bresson y entró en Mágnum en 1953.
En esos años comenzaría a labrarse la fama de la que hoy goza: sus reportajes en Life, Paris Match, Holiday Maga zine, el Saturday Evening Post o Vogue.
Morath fotografió Irán, Rusia o China, estudió incluso
el chino para conocer mejor el país y mantuvo un roman ce con España, que visitó en 1954 para su reportaje sobre los sanfermines, pero también fue fotógrafa de sociedad:
por su cámara pasaron Picasso, Miró, Cocteau y el ambien te intelectual neoyorkino.
Precisamente fotografiando cine conoció a su marido
Arthur Miller, encargada, junto a Eve Arnold del rodaje de "Vidas rebeldes" de John Houston.
La primera vez que vino a España, fue a Pamplona junto
al editor Rober Delpire y la escritora francesa Dominique
Aubert para fotografiar los Sanfermines. El trabajo que allí realizaron se publicó en 1955 en el libro Guerra de la Tristeza, que no se editó en España a causa de la censura.
Pero Inge Morath volvió con su cámara para recorrer los pueblos de Castilla, el campo extremeño, el Camino de Santiago y, una y otra vez, Pamplona.
La relación a tres bandas entre Morath, Miller y España
tiene ubicación geográfica: Navalcán, Toledo, Castilla- La Mancha.
La casualidad quiso que el arquitecto municipal de la localidad, Francisco García Herguedas, descubre en una exposición esas instantáneas que Inge Morath realizó
en 1954 en Navalcán.
En colaboración con la familia Cuevas, natural de este pueblo e instalada en Estados Unidos, se consigue loca lizar a Inge Morath y en julio de 1997 se realiza la prime ra exposición de aquellas fotografías.
Se exponen cerca de 50 fotografías, la mayor parte de
ellas dedicadas a los preparativos de la boda y su cele bración.Es entonces cuando tiene lugar el reencuentro de la fotógrafa y de los navalqueños, aquellos que cin cuenta años atrás, en una boda en 1954 "no me presta ron la más mínima atención" siendo recibida, igual que sucediera medio siglo atrás "con la misma generosidad".
En aquella visita, Miller y Morath, pudieron sentir el
cariño "palpable" de los navalqueños, no hubo boda pero si un encuentro con aquellos a los que ella retrató,
los novios, ya abuelos, la moza-madrina, también abuela, y aquellos niños hambrunos, ya adultos.
Si hubo además baile de la manzana, y recorría, y dulces en abundancia, más que en aquella primera visita.
Todo esto hizó llorar a un Nobel de Literatura, Derek
Walcott, que acompañaba al matrimonio en este viaje, fue él quien aseguró a Miller "que en su vida había vista algo tan bonito".
Inge Morath falleció el 30 de enero del 2002 a los 79 años dejando un importante legado al mundo de la
fotografía periodística.
Tras su muerte la editorial Otto Müller-Verlag
publicó la obra póstuma de Morath, Nueva York,
que contiene fotografías efectuadas durante este invierno sobre los "monumentos privados" que hicieron los ciudadanos de Nueva York tras los trágicos atentados terroristas a las Torres Gemelas , el 11 de septiembre.
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