Posted: 30 Nov 2010 12:44 PM PST Si hay una editorial que siempre tiene alguna joyita escondida esa es El olivo azul. Siempre que echo un vistazo por su página, me encuentro con alguna que otra sorpresa a la que no me puedo resistir. Es el caso de Sobre el derecho del escritor a canibalizar la vida de los demás. Sí, ese es el larguísimo nombre de este libro de Guy de Maupassantdonde le veremos diseccionar a toda la sociedad de su época. Aquí no se escapa nadie. Lo podemos encontrar desde ya a un precio de dieciocho euros. La sorpresa que me he llevado ha sido mayor si cabe porque hace tan sólo unos días cerré un libro de relatos del genial autor francés. Ni qué decir tiene que en unos días os daré cumplida cuenta de lo bien que se siente uno leyendo unos cuentos de tanto nivel. No obstante, se trata de uno de los maestros del relato, y aunque tocó todos los temas, el terror es donde alcanzó sus mayores cotas. Pero en este caso lo que os traigo es muy diferente, ya que en este libro (por favor, no me hagáis repetir el nombre), nos encontramos con una serie de ensayos o crónicas donde el autor se despacha a gusto sobre su época.Así, no se escapan a su afilada pluma temas como la triste vida de los funcionarios de la Francia del XIX, el exhibicionismo empalagoso de los enamorados, la pobreza intelectual de la prensa o la pesadilla de compartir mesa con un mal conversador. Lo curioso del caso, es que más de uno de los puntos que toca siguen muy vigentes a día de hoy. El encargado de realizar la selección ha sido Antonio Álvarez de la Rosa, que nos regala unos textos donde resalta la personalidad que tenía este genio y donde demuestra muy claramente su gran inteligencia y su agudeza. Sin duda, una recopilación para degustar tranquilamente y sentirse un poco mejor. Estos libros sí que son de autoayuda, jeje. A estas alturas todos conocemos, más o menos, a Guy de Maupassant. Decir que nació el 5 de Agosto en Francia, presumiblemente en el castillo de Miromesnil (ya que hay alguna duda con respecto a eso). En cualquier caso, pronto se hizo gran admirador y amigo de Gustave Flaubert, quien lo trato como a un tutelado y se encargo de introducirlo en el mundillo del periodismo. Su primer gran relato será Bola de sebo, de corte naturalista, y con el que consiguió un importante reconocimiento. A partir de aquí, y aunque ha escrito alguna que otra novela, se convertirá en uno de los maestros del relato, con más de trescientos publicados. Como os decía, es en el terror donde se producen sus mejores títulos, pero ya os hablaré a su debido tiempo de ellos. Eso sí, todos con una gran dosis de locura, obsesión por la muerte, delirios y sucesos extraños. Y precisamente, esa locura le llevó a acabar internado en una clínica parisina, después de haber intentado suicidarse en varias ocasiones y haber presentado claros signos de demencia y pánico. Terminaba finalmente su historia el 6 de Julio de 1893. En este caso no hacen falta motivos para acercarse a la lectura de ‘Sobre el derecho del escritor a canibalizar la vida de los demás’ (buff, ¡lo repetí!). Siempre es un placer reencontrarse con los clásicos, y he de reconocer que no he leído nada de esas crónicas de sociedad. Así que ya estoy deseando hacerme con él, cosa que no tardará mucho en suceder. Y a vosotros ¿os llama la atención el autor francés tanto como a mí? Más información | Ficha en El Olivo Azul |
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Guy de Maupassant despedaza la sociedad del siglo XIX
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