lunes, 14 de febrero de 2011

Entrevista con Rémi Bezançon, director de "El primer día del resto de tu vida"




Escrito por © Redacción-NOTICINE.com
Martes 16 de Junio de 2009 07:10
El cineasta francés Rémi Bezançon cuenta en "El primer día del resto de tu vida" cinco días decisivos en la vida de un matrimonio y sus tres hijos, repartidos a lo largo de doce años. Cada uno de los días del film corresponde a un miembro de la familia, cuyos pasos se siguen de la mañana a la noche. Un hijo que se marcha del hogar familiar, una adolescente a punto de perder la virginidad que entra en guerra con su madre, a su vez, en el umbral de una crisis, al aproximarse a los 50 años, un padre taxista que ya no le dirige la palabra a uno de sus hijos, mientras que el otro vive inmerso en sus fantasías amorosas y de "air guitar", es la realidad de esta peculiar familia. El film, ganador de tres premios César y con un millón de espectadores en Francia, se estrena esta semana en España.

- El primer día del resto de tu vida, su segunda película, es el retrato de una familia. ¿Qué quiso decirnos con él?
Mi familia es muy importante para mí, e incluso aunque dentro de esta película no haya nada autobiográfico, quería homenajearles a mi manera. Siempre me he preguntado que hubiera pasado si hubiera tenido otros padres. Estoy seguro de que sería alguien completamente diferente, ¿pero quién? La vida familiar es aquello que nos define como personas y de lo que tanto queremos liberarnos. Un lugar donde todo es impartido, pero también un lugar lleno de callejones sin salida. ¿Pero podemos elegir lo que heredamos? ¿Qué papel juega la familia en nuestra trayectoria personal? ¿Y sobre qué podemos decidir? Estas preguntas ya surgieron en mi primera película, "Love is in the air", y en mis cortos. Y cada uno de mis personajes daban sus propias respuestas.

- ¿Está seguro de que no hay nada autobiográfico en la película?
Evidentemente me inspiré en mis propias experiencias. Tengo dos hermanos mayores y una hermana pequeña a la que siempre queríamos proteger, lo mismo que ocurre en la película. Pero sus vidas no tienen nada que ver con los miembros de esta familia, ni siquiera en la primera versión de la película, en la que había cuatro hijos Duval, como en mi familia. Sacrifiqué a uno de los personajes, al que más se parecía a mí, para reenfocar la historia. Desde ese momento me proyecté, a partes iguales, en cada uno de los personajes. Recogí millones de detalles de aquí y de allá, muchos de ellos que no tenían nada que ver con mi familia. Todos pueden reconocer cosas que han vivido en algún momento a lo largo de su vida.

- La vida de la familia Duval se cuenta a lo largo de doce años, pero únicamente se centra en cinco días. ¿Por qué escogió esta estructura?
La idea de filmar un día clave en la vida de cada miembro de la familia se me ocurrió al escribir el guión. Incluso en las familias más unidas, cada miembro es muy diferente al resto. Pensé que construir el relato en forma de estrella sería la mejor manera de presentarlo. Cada uno de los cinco días corresponde a un miembro de la familia. Durante ese día, le seguimos estrechamente de la mañana a la noche. Al estructurar así la historia, la mayor dificultad radicaba en no olvidabamos del resto de personajes, al cambiar de punto de vista. Quise hacer una película con cinco personajes principales más que una película de conjunto. Me interesaba ver como cada persona influía sobre los demás. Esto me permitía jugar con largos periodos de tiempo. Me llamaba la atención la idea de dejar que los espectadores imaginaran que pasaba con los demás miembros de la familia mientras tanto.

- ¿Influyó esta construcción narrativa en la dirección?
Sí. Lo organizamos todo de tal modo para que cada día narrado, nuestro operador de cámara, Antoine Monod, tuviera su propia lógica cinematográfica. Por ejemplo, durante el día protagonizado por el hijo mayor, rodamos usando un ángulo muy abierto para remarcar así las distancias existentes, subrayar al máximo la lejanía entre cada uno de los familiares, y matizar así aún más el camino hacia la independencia de Albert. Durante el día de Fleur, filmamos con una steadycam. Para Raphaël, usamos un estabilizador de imagen, ligeramente movido, como él. La parte de Marie-Jeanne, la madre, se rodó con una atmósfera de intimidad, con el fondo borroso, gracias a unas lentes de gran longitud. Y para el último día, el de Robert, quería conseguir un día tranquilo, con una luz que mostrase las líneas de una forma parecida a las pinturas, de un estilo parecido al de las las pinturas de Edward Hopper.

- A pesar de su humor y energía, la película tiene cierto aire nostálgico. La niñez parece un paraíso perdido. ¿Se podría decir que el paso del tiempo es un personaje más dentro de esta película?
¡Dentro de la familia es dónde mejor se percibe el paso del tiempo, especialmente cuando ves las viejas grabaciones en Super 8 de tu niñez! Los niños crecen, los padres envejecen, y dependiendo de tu posición en la familia, tu perspectiva varía. Cada persona desarrolla su propia relación con el tiempo. Avanzando sin mirar atrás, para evitar remordimientos y tener que hacer exámenes de conciencia, Albert vive su vida muy rápido. Raphaël vive la suya más lentamente; para él, el mañana es como la eternidad. Fleur está tan desesperada por crecer que se mudaría a una bodega para envejecer, tan rápido como una botella de vino, mientras que Marie-Jeanne desea que el tiempo se detenga, o mejor todavía, poder retroceder en el tiempo. Y Robert, como cualquier buen hedonista, toma cada día tal y como le llega. Me parecía divertido presentar a cada personaje con un ritmo de vida totalmente diferente: los niños, los padres, e incluso los abuelos que piensan a menudo que sus propios hijos nunca crecerán, hasta incluso cuando ya tienen canas!




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