lunes, 27 de junio de 2016
sábado, 25 de junio de 2016
viernes, 24 de junio de 2016
LOUANN BRIZENDINE
Con su larga y elegante cabellera roja enmarcando su faz de ardillita, unas coquetas gafas de pasta a juego y alguna que otra pícara broma, la doctora Louann Brizendine recuerda a algún personaje característico de las inteligentes películas de Woody Allen. Aunque quizá ocurra al revés y sea el cineasta quien encuentre en ella materia de guión. Porque Brizendine, que enseñó en Harvard antes de instalarse en San Francisco, donde es profesora de neuropsiquiatría en la Universidad de California, ha puesto a discutir a hombres y mujeres de su país con su polémico libro El cerebro femenino (RBA). En él defiende textualmente que "los cerebros masculino y femenino son diferentes por naturaleza". Esta tesis enerva a las feministas clásicas, partidarias de teorías más igualitaristas, pero también saca de quicio a los machistas porque la doctora sostiene que los cerebros de ambos sexos son diferentes, pero que el femenino tiene algunas ventajas.
?¿Qué ha cambiado para que los médicos y los investigadores conozcan cada vez mejor el funcionamiento de nuestro cerebro?
?Actualmente disponemos de nuevas tecnologías como la resonancia magné tica funcional, que permite a los científicos tomar imágenes de nuestros cerebros vivos y en pleno funcio namiento mediante un escáner cerebral.
?¿Cuándo empiezan a apreciarse las diferencias cerebrales entre hombre y mujer?
?El cerebro original del feto es unisex hasta las 8 semanas de gestación, cuando en los futuros niños aparecen los testículos, que empiezan a bombear grandes cantidades de testosterona y marinan los circuitos cerebrales con ella, matando algunas células en los centros de comunicación y haciendo crecer otras en los centros sexuales y de agresión. Y se dan fenómenos como, por ejemplo, que en el área cerebral que rige el impulso sexual en los niños las células se multiplican, como mínimo, por dos. En cambio, el cerebro femenino no está perturbado por la testosterona -risas- y sigue creciendo tranquilamente. Una consecuencia para los fetos femeninos es que sus células cerebrales desarrollarán más conexiones en los centros de comunicación y en las áreas que procesan la emoción.
?¿Por eso se dice que los hombres piensan mucho más en el sexo que las mujeres?
?Entre los 9 y los 15 años, en los chicos la testosterona se multiplica por veinte o por veinticinco. Biológicamente, ese cambio es enorme, es como si experimentaran una sobrecarga eléctrica. Empiezan a tener fantasías con partes del cuerpo femenino y con actos sexuales. Es la época en que los chicos no querrán hablar con su madre y simplemente se encerrarán en su habitación para sus cosas. En las chicas, en cambio, el impulso sexual se manifestará en la necesidad de mostrarse atractivas en su apariencia externa. Quieren ponerse guapas, utilizar maquillaje, comprar mucha ropa... La tarjeta de crédito de los padres se resentirá. Dos días antes de la ovulación es cuando las mujeres se muestran más seductoras, tratando de atraer la atención de los hombres. La madre naturaleza lo hizo así para que se queden embarazadas.
?Leyendo el libro, a un hombre le puede parecer que el cerebro femenino es superior. ?Parece tan superior porque tenemos mejor inteligencia emocional: el hipocampo de la mujer es ligeramente más grande y es el que registra los datos emocionales. Si usted se pelea con su esposa, dentro de diez años ni siquiera se acordará de la discusión, pero ella no la olvidará nunca. Quedará firmemente registrada en su hipocampo, que es como su disco duro. Así que hombres y mujeres tenemos un hardware diferente. Un segundo aspecto en el que nuestro cerebro es superior es en el número de neuronas espejo para la empatía: las mujeres tienen más y son más activas, de manera que nos permiten ponernos en la piel de la persona con la que nos comunicamos mejor que los hombres. Los psicólogos evolucionistas creen que esto se deriva de que, a lo largo de millones de años, las mujeres hemos aprendido a interpretar las emociones del bebé que no habla: nos vemos obligadas a leer los matices emocionales en la expresión no verbal del recién nacido, porque es un factor esencial para su supervivencia.
?Me gustaría que se pronunciara sobre mi anterior pregunta de forma más taxativa: ¿el cerebro femenino es superior?
?En ciertos aspectos, como la captación de matices emocionales y la empatía, claro que sí -pronuncia estas últimas palabras en castellano, con convencimiento-. Dicho esto, es importante entender que el cerebro masculino hace las mismas cosas que el nuestro, y que, al revés, las mujeres también somos capaces de alcanzar conductas idénticas en aquellos aspectos a los que el cerebro masculino dedica mayor espacio: podemos llegar a tener tanto deseo sexual como los hombres. En cuanto a los coeficientes de inteligencia, el promedio de hombres y mujeres es el mismo. Sabemos por la experiencia que todos podemos ser artistas, astronautas o políticos indistintamente.
Psiquiatra y madre en la vida
Brizendine fue en su juventud una feminista sesentayochista "de primera ola". Cuando tuvo un hijo como madre soltera, quiso darle una educación no sexista que incluía intentar que jugara con muñecas: "Lo malo es que les arrancaba las piernas y las usaba como cuchillos. Los niños necesitan luchar y ser super héroes; en cambio, recuerdo el caso de una niña cuyos padres querían que jugase con camiones; y, sí, jugaba acunándolos en sus brazos".
Hoy Brizendine, que tiene una clínica de terapia hormonal, sigue viviendo experiencias muy particulares con su hijo John, convertido en un mocetón de 2 metros de altura pero con sólo 70 kilos de peso. "Las madres necesitamos ver que nuestros hijos se alimentan" ?dice? "y si no lo hacen, nos sentimos rechazadas. Un día le dije a John que comiera más y me contestó muy seriamente: Mamá, no es que no te quiera, es simplemente que no tengo hambre. Así es el hijo de una psiquiatra: aprende tu jerga y la usa contra ti". Quizá por eso, para entender a sus hijos y a otros hombres, Brizendine acaba de firmar el contrato para escribir el libro que le faltaba: El cerebro masculino.
?Parece que la causa de la mayor inteligencia emocional femenina se halla en que ustedes están dominadas por la hormona del estrógeno, mientras que los hombres estamos más conducidos por la testosterona. ?Las hormonas en todos los animales, incluso en los invertebrados, tienen como misión crear una propensión para la conducta. Los circuitos del cerebro femenino se forman en el feto y, cuando llega la adolescencia, los mecanismos de la fertilidad lanzan contra estos circuitos oleadas de dos hormonas: estrógeno y progesterona. Por ello, cada día es muy distinto para el cerebro femenino respecto al anterior. Quizás esta sea la razón de que los hombres digan que no entienden a las mujeres y que son un misterio. Pero lo cierto es que no cambia el yo de la mujer, no se modifica su identidad, pero sí su propensión hacia un comportamiento u otro. Es como si el yo femenino se colorease cada día con una tonalidad diferente.
?Usted llama la atención sobre el importante problema de la depresión postparto.
?Un 10% de las mujeres la sufre durante el año posterior a haber dado a luz y muchas veces ni siquiera se les diagnostica. La mayoría de esas enfermas, cuando tienen los síntomas, sólo van al ginecólogo, o acuden al psiquiatra demasiado tarde y ya se les ha pasado. En el período que va entre los 8 y los 12 días después del parto, todas las madres padecen una especie de síndrome de abstinencia porque ya no tienen al bebé dentro. Es el momento en que las hormonas se reajustan en su cuerpo, después de que la producción de estrógeno y progesterona baje de forma muy acusada en el momento del parto. Por eso muchas madres en esos días lloran por cualquier razón. Después, el reajuste hormonal devuelve el equilibrio en el 90% de los casos, pero queda un 10% que no lo consigue y esas madres son las necesitadas de tratamiento.
"Los chicos piensan más en el sexo porque entre los 9 y los 15 años su nivel de testosterona se multiplica por 20"
?¿Cuál es su recomendación para ellas?
?Que vayan al psiquiatra. Si el cerebro no realiza un ajuste automático de sus componentes neuroquímicos, ahora contamos con fármacos como las serotoninas para ayudarlas a conseguirlo. La madre no puede estar deprimida cuando cuida al bebé.
?¿El psicoanálisis ha dejado de ser válido?
?El problema es que se sigue aplicando igual que cuando se creó hace un siglo, no ha evoluciona do. Puede ayudar en ciertos problemas psicológicos, pero el 80% de los pacientes son mujeres que van a que las traten de la frigidez y hoy es una irresponsabilidad buscar una explica ción psicológica a eso: la frigidez es un problema hormonal. Antes los psiquiatras no medían los niveles endocrinológicos de la mujer, pero ahora sí lo hacen y pueden diagnosticar la solución neuroquímica. Es una crueldad llevar a una mujer frígida al psicoanalista.
?Usted sostiene que las mujeres tienen mayor competencia lingüística que los hombres. En la primera edición de su libro incluso daba cifras espectaculares que luego retiró. ¿Qué piensa hoy sobre este delicado asunto? ?Las mujeres suelen hablar más en el contexto de un escenario social, como la vida domésti ca, donde pueden charlar dos o tres veces más que el hombre, pero en otros escenarios, como el trabajo o una reunión de nego cios, pueden hablar menos que los hombres. Así que pienso que el contexto de cada estudio es importante. Por ejemplo, en una primera cita romántica cuando el hombre está fanfarroneando para tratar de impresionar a la mujer, ¡es capaz de no dejarla hablar en ningún momento!
jueves, 23 de junio de 2016
La primera matemática, Hipatia (370-413?)
Unos años después de que el emperador Constantino decretara el cristianismo como religión oficial, el mundo de las ideas y la fe dio un giro importante en todo el territorio del Imperio Romano. Mientras años atrás muchas mujeres y hombres dieron su vida por una fe, la de Cristo, prohibida y perseguida, ahora le tocaba el turno a las creencias consideradas entonces como paganas. Hipatia de Alejandría ha pasado a la historia por su terrible fin. Perseguida por un obispo intransigente, terminó con una de las mujeres más sabias de la antigüedad, de la que poco nos ha quedado de su legado científico y filosófico, pues fue debidamente borrado de la historia por sus detractores.
Una neoplatónica en un Egipto cristiano
Hipatia nació en Alejandría en una fecha indeterminada alrededor del año 370 d.C. Hija de un famoso filósofo y astrónomo llamado Teón, Hipatia recibió en su infancia y juventud una educación extraordinaria centrada en la filosofía, la astronomía, las matemáticas y la literatura. Hipatia pronto destacó como una de las primeras seguidoras de la corriente neoplatónica. Hipatia vivió en un Egipto que en el siglo IV era una de las provincias romanas que había experimentado una fuerte cristianización. Hipatia no era cristiana, por lo que quedaba expuesta a las enemistades de una parte de la población1. Sin embargo, la joven filósofa disfrutó durante un tiempo de una posición privilegiada como profesora en la escuela platónica dirigida por Plotino.
Respetada por los eruditos de Alejandría, Hipatia se ganó su reconocimiento y se relacionó con ellos como una más. Además de dar clases en el Museion de la Universidad de Alejandría de filosofía platónica, geometría y astronomía2, su casa se convirtió en un centro de saber y conocimiento.
La castidad de la filósofa
Una neoplatónica en un Egipto cristiano
Hipatia nació en Alejandría en una fecha indeterminada alrededor del año 370 d.C. Hija de un famoso filósofo y astrónomo llamado Teón, Hipatia recibió en su infancia y juventud una educación extraordinaria centrada en la filosofía, la astronomía, las matemáticas y la literatura. Hipatia pronto destacó como una de las primeras seguidoras de la corriente neoplatónica. Hipatia vivió en un Egipto que en el siglo IV era una de las provincias romanas que había experimentado una fuerte cristianización. Hipatia no era cristiana, por lo que quedaba expuesta a las enemistades de una parte de la población1. Sin embargo, la joven filósofa disfrutó durante un tiempo de una posición privilegiada como profesora en la escuela platónica dirigida por Plotino.
Respetada por los eruditos de Alejandría, Hipatia se ganó su reconocimiento y se relacionó con ellos como una más. Además de dar clases en el Museion de la Universidad de Alejandría de filosofía platónica, geometría y astronomía2, su casa se convirtió en un centro de saber y conocimiento.
La castidad de la filósofa
Aunque algunos autores apuntan a que Hipatia llegó a contraer matrimonio, otros afirman que permaneció soltera3. Lo que está claro es que Hipatia dedicó su vida en cuerpo y alma a la ciencia y al pensamiento.La obra de Hipatia fue destruida tras su muerte por lo que su pensamiento filosófico se ha perdido. Sabemos sin embargo que fue la inventora de algunos aparejos para uso científico.
La intransigencia del obispo
En la Alejandría en la que vivía Hipatia, también residía uno de los obispos más intransigentes del cristianismo. Cirilo estaba en contra de los ritos paganos y de los pensamientos filosóficos. Según la versión del historiador Sócrates Escolástico, la muerte de Hipatia fue a manos de unos monjes exaltados instigados por el obispo, que la asaltaron mientras iba en su carruaje por las calles de Alejandría. Tras arrastrarla un tramo, la descuartizaron y quemaron su cuerpo.
Este fue el terrible final de una de las mujeres más brillantes de la Antigüedad Tardía. Su obra fue destruida, pero su muerte no pudo ser borrada de la historia, pasando de siglo en siglo como un ejemplo de final injusto para una mujer erudita, sabia y consecuente con sus ideas.
La intransigencia del obispo
En la Alejandría en la que vivía Hipatia, también residía uno de los obispos más intransigentes del cristianismo. Cirilo estaba en contra de los ritos paganos y de los pensamientos filosóficos. Según la versión del historiador Sócrates Escolástico, la muerte de Hipatia fue a manos de unos monjes exaltados instigados por el obispo, que la asaltaron mientras iba en su carruaje por las calles de Alejandría. Tras arrastrarla un tramo, la descuartizaron y quemaron su cuerpo.
Este fue el terrible final de una de las mujeres más brillantes de la Antigüedad Tardía. Su obra fue destruida, pero su muerte no pudo ser borrada de la historia, pasando de siglo en siglo como un ejemplo de final injusto para una mujer erudita, sabia y consecuente con sus ideas.
______
1. Mujeres filósofas en la historia, Ingeborg Gleichauf, pág. 20
2. Ídem, pág. 21
3. Ídem, pág. 21
Si quieres leer sobre ella Hipatia de Alejandría, Maria Dzielska
Género: Biografía
Mujeres filósofas en la historia, Ingeborg Gleichauf
Género: Ensayo
Hipatia, Luis de la Luna
Género: Novela histórica
Agora, Marta Sofía Género:
Novela históricahttp://www.mujeresenlahistoria.com/2012/01/la-primera-matematica-hipatia-370-413.html
Desnudo reivindicativo, Lady Godiva (1040-1080)
"Lady Godiva" (1898), por John Collier (1850-1934) |
Un regalo de Dios
Godiva es una latinización del verdadero nombre de la esposa del conde de Chester, Godgifu. Su significado era regalo de Dios. Lady Godiva vivía una vida tranquila al lado de Leofric, quien también era conde de Mercia y señor de Convetry.
El nombre de Lady Godiva aparece en el Liber Eliensis, un libro de la abadía de Ely escrito en el siglo XII. Según este texto, era una joven viuda cuando se casó con Leofric. Ambos aparecen como importantes y generosos benefactores de abadías como la benedictina de Coventry.
Una arriesgada apuesta
Sin embargo, el conde no trataba con demasiada justicia a sus vasallos, a los que oprimía con tributos abusivos. Godiva vio cómo la ambición de su esposo crecía al mismo ritmo que disminuían los ingresos y derechos de sus súbditos. Solidarizada con ellos, pidió al conde que mejorara su situación. La respuesta de Leofric fue que así lo haría si ella aceptaba el reto de pasearse desnuda por las calles de Coventry a lomos de un caballo. Para sorpresa de su esposo, Godiva aceptó.
Tom el mirón
Lady Godiva pidió como única condición que todos los vecinos se encerraran en sus casas y no miraran su osado paseo a caballo. Solamente uno de ellos no cumplió lo establecido. Era Tom, un sastre del pueblo, quien, según la tradición no pudo resistir mirar a su señora desnuda. El sastre Tom fue el origen de la expresión Peeping Tom, el “Mirón Tom”.
Más allá del mito
Cuando Leofric murió en 1057, Lady Godiva se convirtió en dueña de las tierras de su marido. Fue una de las pocas mujeres que mantuvieron sus posesiones tras la conquista de Guillermo de Normandía en 1066. Lady Godiva murió alrededor de 1080 y es probable que fuera enterrada al lado de su marido.
Sea o no cierta la historia de Lady Godiva y su cabalgada desnuda en defensa de sus vasallos, lo cierto es que simboliza la valentía de una mujer en un tiempo oscuro.
Desnudo reivindicativo, Lady Godiva (1040-1080)
"Lady Godiva" (1898), por John Collier (1850-1934) |
Un regalo de Dios
Godiva es una latinización del verdadero nombre de la esposa del conde de Chester, Godgifu. Su significado era regalo de Dios. Lady Godiva vivía una vida tranquila al lado de Leofric, quien también era conde de Mercia y señor de Convetry.
El nombre de Lady Godiva aparece en el Liber Eliensis, un libro de la abadía de Ely escrito en el siglo XII. Según este texto, era una joven viuda cuando se casó con Leofric. Ambos aparecen como importantes y generosos benefactores de abadías como la benedictina de Coventry.
Una arriesgada apuesta
Sin embargo, el conde no trataba con demasiada justicia a sus vasallos, a los que oprimía con tributos abusivos. Godiva vio cómo la ambición de su esposo crecía al mismo ritmo que disminuían los ingresos y derechos de sus súbditos. Solidarizada con ellos, pidió al conde que mejorara su situación. La respuesta de Leofric fue que así lo haría si ella aceptaba el reto de pasearse desnuda por las calles de Coventry a lomos de un caballo. Para sorpresa de su esposo, Godiva aceptó.
Tom el mirón
Lady Godiva pidió como única condición que todos los vecinos se encerraran en sus casas y no miraran su osado paseo a caballo. Solamente uno de ellos no cumplió lo establecido. Era Tom, un sastre del pueblo, quien, según la tradición no pudo resistir mirar a su señora desnuda. El sastre Tom fue el origen de la expresión Peeping Tom, el “Mirón Tom”.
Más allá del mito
Cuando Leofric murió en 1057, Lady Godiva se convirtió en dueña de las tierras de su marido. Fue una de las pocas mujeres que mantuvieron sus posesiones tras la conquista de Guillermo de Normandía en 1066. Lady Godiva murió alrededor de 1080 y es probable que fuera enterrada al lado de su marido.
Sea o no cierta la historia de Lady Godiva y su cabalgada desnuda en defensa de sus vasallos, lo cierto es que simboliza la valentía de una mujer en un tiempo oscuro.
miércoles, 22 de junio de 2016
martes, 21 de junio de 2016
Mi vida secreta
Por su extensión, por sus detenidas (y entretenidas) descripciones y por las variadas, casi infinitas, situaciones que describe, Mi vida secreta es sin duda la novela erótica más importante de la época victoriana. Desde su precoz iniciación en el sexo hasta el fin de su «carrera amatoria», Walter, nombre tras el que el autor oculta su identidad, rememora su trayectoria de la lujuria a través de cientos de encuentros con nodrizas, prostitutas, primas, actrices, hombres y esposas de otros hombres. Explotando al máximo las posibilidades que se le ofrecen, siguiendo la divisa de «mi cuerpo es mío», Walter se lanza a poner en práctica sus obsesiones, sus fantasías y sus fetichismos. Y mientras describe toda una época de represión, en la que deben guardarse estrictamente las apariencias, Mi vida secreta ofrece una mirada excepcional a la cara oculta de la vida victoriana, para iluminar la compleja dinámica sexual de una sociedad dividida estrictamente en ricos y pobres, hombres y mujeres, sexualidad y castidad.Desde su publicación, en Londres en 1894, muchos estudiosos coinciden en afirmar que en la obra confluyen, como pocas veces se ha dado, tres importantes tradiciones: la pasión casi entomológica por describir hasta las más raras prácticas sexuales, la búsqueda de la verdad del placer mediante la escritura (de inspiración libertina) y la necesidad de confesarlo todo (de origen, sorprendentemente, cristiana). Publicada en Tusquets Editores por primera vez en 1978, en dos volúmenes, su rareza y excepcionalidad nos han decidido a editarla en uno solo y ofrecerla, en toda su frescura, a los lectores. Por los datos que da en su novela, Walter, el autor de Mi vida secreta, nació entre 1820 y 1825 en el seno de una familia adinerada que fue perdiendo en pocos años su posición social. Su padre murió arruinado cuando el autor tenía dieciséis años, pero la intervención de un pariente lo salvó de la pobreza al dejarle su herencia, que Walter no tardó en dilapidar. Hacia los veinticinco años tomó sus primeras notas en forma de diario, y a los cuarenta, cuando por dos veces la enfermedad le obligó a descansar, las revisó y, veinte años después, se decidió a publicar su obra: once volúmenes de los que pronto se editó una versión abreviada, que es la que se ofrece a los lectores.
Aconcio y Cídipe
Aconcio era un joven muy bello, pero sobré todo muy astuto que se quedó totalmente prendado de una muchacha llamada Cídipe, que, sin embargo, por pertenecer a una clase social muy superior a la suya, no podía ni siquiera acercarse a él.
Un día que Cídipe estaba en el templo de Ártemisa con su nodriza, Aconcio le lanzó una manzana con una inscripción, típico regalo amoroso, que vino a definir el destino de Cídipe cuando ésta la leyó. El texto decía: «Juro por Ártemisa que no me casaré con nadie más que con Aconcio». Al pronunciar tales palabras en un lugar tan sagrado, indefectiblemente, tenían que cumplirse, a pesar de que Cídipe lanzó el fruto un tanto desinteresadamente.
Unas semanas más tarde, el padre de Cídipe inició los preparativos de la boda de su hija, que había sido concertada en su niñez, sin embargo tuvo que ser interrumpida hasta tres veces porque cuando se acercaba el momento de la ceremonia, Cídipe contraía una grave enfermedad, que no se curaba hasta que la boda era cancelada. Alterada la familia de la joven ante tales hechos, consultaron al oráculo de Delfos, en donde les fue revelado la causa de la enfermedad de la joven.
Mientras tanto, Aconcio había acudido a Atenas, donde residía esta familia, enterado de tales sucesos que habían adquirido una gran trascendencia. Finalmente, el padre de Cídipe decidió que, aunque la familia de Aconcio no era de su clase social ni tenía bienes, era digna y que, por lo tanto, la boda podía celebrarse, desarrollándose un feliz matrimonio.
lunes, 20 de junio de 2016
El estrés ambiental . El modelo de Lazarus y colaboradores
Unidad 4
TEMA 8 - El estrés ambiental
2.2. El modelo de Lazarus y colaboradores
Si el modelo de Selye se centra básicamente en los correlatos biológicos, fisiológicos y psicosomáticos de la respuesta ante el estrés, el modelo desarrollado por Richard Lazarus (Lazarus, 1966; Lazarus y Cohen, 1977; Lazarus y Folkman, 1984) se centra básicamente en los procesos cognitivos que se desarrollan entorno a una situación estresante. Para el autor la experiencia estresante resulta de las transacciones entre la persona y el entorno. Estas transacciones dependen del impacto del estresor ambiental, impacto mediatizado en primer lugar por las evaluaciones que hace la persona del estresor y, en segundo lugar, por los recursos personales, sociales o culturales disponibles para hacer frente a la situación de estrés.
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Clicad para acceder a una reseña de la vida y obra de Richard Lazarus
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Así, cuando alguien se enfrenta a una situación potencialnmente estresante, en primer lugar realiza una evaluación primaria, es decir, un juicio acerca del significado de la situación para calificarla de estresante, positiva, controlable, cambiante o simplemente irrelevante. En el caso de considerarla como estresora, una evaluación secundariadeterminará los posibles recursos y opciones de que dispone la persona para hacer frente a la situación. Es una evaluación orientada a "qué se puede hacer en este caso". Los resultados de esta evaluación modifican la evaluación inicial y predisponen al desarrollo de estrategias de afrontamiento, básicamente en dos direcciones:
- Estrategias orientadas al problema, es decir, comportamientos o actos cognitivos dirigidos a gestionar la fuente de estrés.
- Estrategias orientadas a la regulación emocional, es decir, orientadas a provocar un cambio en cómo es percibida y vivida la situación de estrés, regulando de manera más efectiva las reacciones emocionales negativas.
domingo, 19 de junio de 2016
El lobo-hombre de Nicolás Schuff
Tal vez el
hombre-lobo sea, con el vampiro, el más famoso y universal de los monstruos. Su
figura aparece en diversas culturas desde la Antigüedad.
En Argentina, la
leyenda dice que el hombre-lobo -o
lobizón- es el séptimo de los hijos varones. En otra época, esta creencia
estaba tan arraigada en algunas familias que, durante años, el varón número
siete era abandonado, cedido en adopción o asesinado al nacer.
Mucho menos frecuente,
y por eso más curioso que el hombre-lobo, es el caso inverso, el del
lobo-hombre. Es decir, el lobo que en las noches de luna llena se transforma en
hombre.
La
documentación sobre este infrecuente monstruo es muy escasa.
Un periódico alemán
publicó, hacia 1910, el testimonio de un cazador que había visto a un lobo
perder pelo, erguirse en dos patas y transformarse en hombre cuando la luna
llena se alzó en el cielo. El lobo-hombre, al ver al boquiabierto cazador, dijo
al parecer: “Si vas a dispararme, por Dios que no sea con esa cara de idiota”.
En 1938 circularon
en Hungría algunos ejemplares del diario íntimo de una baronesa apellidada Van
Halen. Sus páginas, hoy inhallables, hacían referencia a un lobo-hombre, con el
cual la noble señora mantuvo –durante algunas horas- un romance intenso y
trágico.
En 1945 el
ingeniero, músico, inventor y notable escritor francés Boris Vian escribió un
cuento sobre un lobo-hombre en París. El personaje de Vian pasa la noche
bebiendo en la ciudad y más tarde huye de la policía en motoneta, provocando un
accidente vial en el cual un agente resulta malherido.
El último
testimonio acerca de un lobo-hombre es curioso, y pertenece a Efraín Monarda,
un electricista chileno que en sus Memorias
relata lo siguiente:
“Era bien tarde y
había luna llena. Yo manejaba tranquilo. Volvía del mar por la ruta que bordea
el bosque. Entonces lo vi. El hombre andaba desnudo por la banquina. Mi primer
impulso fue seguir de largo. Después pensé: en una de esas tiene un problema, y
además, armas no lleva. Así que frené y bajé la ventanilla,
-
¿Se encuentra bien?-pregunté.
Me
miró asustado. Era joven. Tenía el pelo castaño, los ojos brillantes y la cara
afilada, angulosa.
Tardó
mucho en responder. Pensé: será opa o sonámbulo. Al fin habló.
-
Hace frío- dijo.
-
Era cierto.
Bajé del auto y saqué ropa del baúl. Le di una camisa de franela colorada que
me había regalado mi suegra, y le quedó pintada, mucho mejor que a mí, la
verdad. Pero vestirse le costaba como a un niño. –tuve que ayudarlo.
-
¡Qué le pasó?- pregunté mientras intentaba colocarle
un calcetín.
-
Otra vez
tardó en responder. Dijo:
-
- Me mordió un hombre.
-
Lo miré, buscando entender. No tenía marcas en el
cuerpo, ningún signo de lucha o violencia. De verdad sería medio bobo. O estaba
loco. Decidí que era lo segundo cuando dijo:
-
Soy un lobo.
Subimos al auto y manejé en silencio,
deseando legar lo antes posible a la ciudad. ¡Quién me había mandado a
ayudarlo? A mí los locos me dan miedo, no sé por qué, porque nunca un loco me
hizo nada, pero bueno. Mi señora, que leyó psicología, siempre dice que los
temores vienen de algún lugar oscuro en nuestra psiquis, y por eso son temores.
Para colmo el hombre iba inquieto, estudiaba
el auto, las cosas que acumulo en el asiento trasero. Tomó un perro de yeso que
había ganado en un bingo, un plumero de colores para limpiar el parabrisas y un
yoyó de mi sobrino. Cada cosa la miraba como si fuera la primera vez. También
había una revista de chismes, unas patas de rana y una chaqueta con bonos de descuento
para una heladería.
Yo encendí la
radio. La única emisora que logré sintonizar pasaba cumbia.
-
La música calma a las fieras- dije.
-
Usted desconfía de mí- dijo.
-
Usted dijo que era un lobo- le recordé.
-
-Lo soy la mayor parte del tiempo- dijo.
Entonces me contó
lo siguiente: él vivía tranquilo en el bosque. Dos meses atrás había aparecido
por allí un hombre extraño, una especie de mago o de científico loco- según
entendí por su descripción- , lo había mordido. Desde entonces, con la luna
llena, él, que era un lobo, se transformaba en hombre.
La cosa seguía
sonando rara y yo aún estaba nervioso, así que le propuse parar a tomar algo. El
alzó los hombros como diciendo: por mí, cualquier cosa está bien.
La ruta era un
páramo, pero al fin apareció una estación de servicio y me detuve. Había un
pequeño bar con pocas mesas, una barra y un televisor. También había una
góndola con productos comestibles y una heladera con bebidas.
Mientras yo pagaba
el whisky, vi que mi compañero paseaba la nariz de arriba abajo por la góndola,
olfateando los productos.
El cajero del local
lo miró sin decir nada. Yo siempre le digo a mi señora: “Los tipos que trabajan
detrás de las barras son un ejemplo de discreción”. Pero ella dice que es
porque están demasiado aburridos de todo como para molestarse en abrir la boca.
El local estaba
vacío, salvo por un hombre obeso, evidentemente ebrio, que cabeceaba en una
mesa. Nos sentamos junto a la ventana. Yo serví dos vasos, choqué el de mi
compañero con el mío y dije:
-
Salud, amigo lobo, por una gran noche humana!
Vacié mi vaso de tres o cuatro
tragos. El me miraba. Le señalé su propio vaso.
-
No tengo sed-
dijo.
-
Los hombres no bebemos solo cuando tenemos sed –le dije.
-
El olfateó el whisky y arrugó la cara. Yo dije:
-
- No es el mejor, pero pasa. Permiso.
Y me tomé también su vaso. Apurar así las
bebidas nunca me hace bien: eructé. Dije:
-
-Perdón.
Miramos un rato el televisor, embutido en
un soporte de pared. Transmitía ese programa donde algunas señoritas
semidesnudas patinan sobre helo frente a un jurado y a una tribuna que las
alienta con pancartas. Mentalmente, puse mis porotos en una de las
participantes. Pero por desgracia el programa estaba terminando. Cuando
concluyó, el hombre de la barra puso un partido de fútbol, que no le interesó
porque evidentemente no era su equipo el que jugaba, pero sí el mío, y por eso
protesté cuando cambió de cana, pero no me hizo caso.
Al final dejó una película de tiros,
muertes y explosiones, pero los actores hablaban en inglés y yo no alcanzaba a
leer los subtítulos.
-¡Le gusta el cine? – le pregunté a mi
compañero, por decir algo.
El me miró y yme di cuenta de que
seguramente no sabía qué era el cine. Mi señora siempre dice: “Si la gente no
hablara tanto por hablar, se oirían los pajaritos”.
Entonces intenté
explicarle lo que era el cine. Pero a medida que le explicaba, me percataba de
que para hacerle comprender una cosa, antes tenía que explicarle muchas otras,
de modo que me fui embrollando, y al final desistí. Como lo vi también a él
algo confundido, inquirí:
-¡Usted se acuerda algo de la noche que
pasa como hombre?
-No –dijo- Nada.
-¿Sabe
qué tendría que hacer? Tendría que anotar. Todo esto que yo le cuento, lo ha
hecho esta noche, usted lo anota antes del amanecer en una libreta. Así, cuando
vuelve a transformarse, no anda tan perdido.
Meditó la respuesta.
-También
se puede armar un guardarropas - agregué- Como para no embromarse la salud.
-Es buena la idea de escribir- dijo- .Pero primero tendría que aprender.
Yo no había pensado en ese detalle y me agarró
desprevenido. Empecé a rascarme la cabeza, meditando una alternativa. Es un tic
que tengo: cuando pienso, me pica la cabeza y me rasco como loco. Mi señora
dice que así me voy a quedar pelado y que además parezco un mono.
-
Pronto va a amanecer- dijo mi compañero, sacándome de
mis cavilaciones.
Emprendimos la vuelta. El cielo comenzó a
aclarar, y con los primeros rayos de sol mi amigo empezó a transformarse. En
segundos, a mi lado había un pequeño lobo, de aspecto elegante e inofensivo.
Llegamos a la linde del bosque y abrí la puerta. El lobo me miró un instante
con una expresión, me pareció, semejante a la pena. Y después corrió feliz a
perderse entre los árboles.
Fuente: (Seres que hacen temblar). Historias de bestias, criaturas y monstruos de todos los tiempos.
Autor: Nicolás Schuff
Editorial: Golu
Año de edición: 2008
sábado, 18 de junio de 2016
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