domingo, 3 de julio de 2016

Momo (mitología)

Momo (en griego antiguo Μωμος Mômos, ‘burla’, ‘culpa’; en latín Momus) era, en la mitología griega, la personificación del sarcasmo, las burlas y la agudeza irónica. Era el dios de los escritores y poetas, un espíritu de inculpación malintencionada y crítica injusta. A lo largo de los siglos, una secta continuó su adoración, ahora bajo el nombre de dankers, fueron los responsables de los primeros "momos" danks como se les solía llamar y desde entonces libran una guerra contra los normandos o "normies".
Hesíodo contaba que Momo era un hijo de Nix, la noche (Teogonía, 214). Luciano de Samosatarecordaba (en el diálogo ampliado Hermotimus, 20) que se burló de Hefesto por haber fabricado a los hombres sin puertas en sus pechos a través de las cuales se pudiera conocer si sus pensamientos y sentimientos eran verdaderos. Incluso se burló de Afrodita, aunque todo lo que pudo hallar fue que era parlanchina y llevaba sandalias chirriantes (FilostratoEpístolas). Debido a sus constantes críticas, fue exiliado del Monte Olimpo.
Se lo representaba con una máscara que levantaba para que se le viera la cara, y con un muñeco o un cetro acabado en una cabeza grotesca en la mano, símbolo de la locura.
Aparece ocasionalmente como personaje en la obra de Luciano de Samosata, y en el siglo XV en elMomus sive de principe (1450), una sátira picaresca y política del humanista León Battista Alberti muy leída e influyente, en algunas ocasiones atribuida a Luciano; la traducción castellana de esta sátira la publicó en 1553 Agustín de Almazán en Alcalá de Henares con el título deLa moral y muy graciosa historia del Momo, de la cual se hizo una refundición moralizante en 1666 con el título de la Historia moral del dios Momo: enseñanza de príncipes y súbditos y libros de caballerías, publicada en Madrid por el padre Benito Remigio Noydens (1630-1685). En el Viage de Sannio (1585) del poeta Juan de la Cueva. El matemático y mitógrafo Juan Pérez de Moya dice de él en su Philosophia secreta:
El Momo fingieron los poetas ser un dios muy holgazán, que no acostumbraba entender en otra cosa sino en reprehender las obras y trabajos ajenos, así de los hombres como de los dioses
Baltasar Gracián lo presenta en la segunda parte de su Criticón en su capítulo "El texado de vidrio y Momo tirando piedras". La índole del personaje lo hizo ser frecuente motivo artístico y alegórico de la literatura emblemática. Cuando Sir Francis Bacon escribió un ensayo titulado Of Building (XLV), afirmó en él que «Aquél que construye una buena casa sobre un mal asiento, se condena a prisión a sí mismo... No es sólo el mal aire lo que hace malo el asiento, sino los malos caminos, los malos mercados y, si se consulta conMomo, los malos vecinos.» Laurence Sterne rumió sobre las posibilidades de la ventana de Momo al alma en un típico excurso incoherente en Tristram Shandy.
En las fiestas de Carnaval de varias ciudades hispanohablantes se rinde homenaje al dios Momo con diversos actos. Específicamente, en las ciudades de Barranquilla(Colombia) y Montevideo (Uruguay), durante el Carnaval se hace alusión al dios Momo.


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