El mito cosmogónico del origen de los tobas, explica como surge el pueblo a partir de la unión de los hombres-animales con las mujeres-estrellas. Presentamos dos versiones: "El origen del pueblo toba", relatado por Ofelia Morales 1, docente toba, y "Quinta humanidad" del antropólogo Guillermo Emilio Magrassi 2.
Origen del Pueblo Toba
Cuando Kharta creó el mundo no existían el frío, la enfermedad, la muerte ni el hambre. Sólo creó hombres, como eran inmortales no tenían necesidad de tener hijos. Estos hombres eran mitad seres humanos y mitad animales. Tenían plumas y pieles en su cuerpo y garras en los pies y las manos, algunos podían volar. Estos vivían felices cazando, pescando y recolectando, el mundo estaba creado para ellos y formaban una unidad entre hombres y naturaleza. Pero estos hombres sentían el impulso natural de la procreación, entonces depositaban su semen en calabazas. Los niños nacían pero como carecían de leche materna comían tierra y así morían.
Tenían la costumbre de salir a cazar y dejar a uno de ellos cuidando la comida. Ese día quedó de vigilante el hombre loro (Elé), éste se tendió en la estera para descansar cuando escuchó unos ruidos extraños que provenían de lo alto. Eran risas, pero Elé no las reconoció porque nunca las había escuchado.
En esa época, de tiempo en tiempo, las estrellas bajaban del cielo por medio de cuerdas de chaguar para robar la comida de los hombres. Estas estrellas eran blancas, brillantes y tenían forma de mujeres. Elé las vio descender por las cuerdas y como eran muy lindas quiso tomar a una de ellas, pero estas mujeres tenían mucho poder y el hombre loro sufrió heridas en su boca, así perdió parte de su facultad de hablar. Mientras estaba dolorido en el suelo observó que las mujeres tragaban el alimento por arriba y por debajo, ya que también tenían dientes en la vagina. Cuando terminaron de comer subieron por las cuerdas hacia Pulé, el cielo, desapareciendo en lo alto.
Cuando llegaron los demás hombres encontraron a Elé herido y la comida saqueada. El hombre no pudo contarles lo que había pasado pues tenía lastimada su boca. Esa noche se reunieron en torno al algarrobo y deliberaron. Decidieron que al día siguiente quedara de guardián el hombre zorro (Voyagá) considerado el más inteligente del grupo.
Al otro día, estando solo Voyagá en la choza, volvieron a descender desde el cielo las mujeres estrellas. Esta vez no se conformaron con lastimar levemente al hombre, le pegaron tanto que el hombre terminó desmayado. Comieron y se marcharon hacia el cielo.
Cuando volvieron los hombres deliberaron nuevamente sentados alrededor del algarrobo. Decidieron que al día siguiente quedara de guardián el hombre tatú (Pamaló), considerado él más fuerte del grupo. Pero al día siguiente sucedió exactamente lo mismo, las mujeres eran demasiado poderosas y los hombres no podían vencerlas.
Chiquii, el carancho, jefe espiritual del grupo, decidió cambiar de estrategia. Esta vez tenderían una emboscada a las mujeres. Un grupo se escondería en el monte cerca de la choza y Volé, el hombre halcón, volaría muy alto y cuando las mujeres estuviesen descendiendo, cortaría las cuerdas y las estrellas caerían fuertemente hacia la tierra. El golpe sería terrible y las mujeres quedarían a merced de los hombres.
Así lo hicieron pero la caída fue tan grande que se enterraron en la tierra y los hombres debieron cavar para buscarlas. El tatú, que era muy bruto y tenía garras muy largas, dejó tuerta a una de ellas. El hombre zorro, que era muy apurado, sacó dos de ellas y las llevó hacia el monte, él quería probar primero. Pero como no sabía que ellas tenían la vagina dentada, volvió lastimado y gritando.
Pero el hombre iguana tenía dos penes, entonces entregó uno de ellos al zorro. Chiquii llamó a una reunión, deliberaron largamente y decidieron que el hombre mosca volaría mas allá del mar para traer una solución. Cuando el hombre volvió trajo consigo el conocimiento del fuego, hasta ese momento los hombres comían el alimento crudo. Trajo también el viento, el frío, la enfermedad y la muerte.
Los hombres se pusieron a cantar el día, llegó un fuerte viento mucho frío. Las mujeres que estaban desnudas se pusieron a temblar y se arrimaron al fuego. Los hombres entonces, tiraron al fuego una piedra mágica que explotó y entrando en todas las mujeres les rompió los dientes de abajo. De esa manera los hombres animales se unieron con las mujeres estrellas y sus hijos son el actual pueblo Toba.
Quinta humanidad
Primera humanidad
Hubo un tiempo en que la tierra estaba arriba y el cielo abajo. Tanta fue la suciedad que cayó, que el cielo se quejó y pidió la inversión de los planos. Desde entonces el cielo está arriba, la tierra abajo. Entre ambos está el territorio de los vientos y las nubes. Debajo de la superficie: bosques, campos, bañados, lagunas, ríos, están el bajo tierra y el bajo agua. Cada estrato tiene sus seres. Todo está rodeado de líquido y de aire, y a lo lejos está el fuego.
Segunda humanidad
Hubo otro tiempo en que un Gran Árbol unía los diversos mundos. El de la copa era el de la abundancia. Los hombres de la faz de la tierra iban allí a proveerse, subiendo y bajando por este vínculo de la vida. Mas un día no cumplieron con la tradición solidaria, no entregaron lo más tierno a quienes no podían andar arriba-abajo, no dieron nada. Los ancianos se quejaron. Llegó el Gran Fuego y ardió todo. El joven Luna fue eclipsado por el Jaguar celeste y sus trozos cayeron en tierra incendiándola. Cuando se quemó el Gran Árbol, algunos quedaron en el mundo de arriba. Son Dapitchí, los abuelos (estrellas, constelaciones) que cazan por el sendero de los ñandúes (la Vía Láctea). Sólo unos pocos, honestos y respetuosos, se salvaron metiéndose bajo la tierra, pero desde entonces toda procura de alimentos hubo que conseguirla aquí.
Tercera humanidad
Los seres humanos varones pertenecen a la tierra, surgieron por el agujero del escarabajo. Procreaban eyaculando juntos en un cántaro de calabaza. En una ocasión notaron que parte de lo que cazaban o pescaban les era robado. Al reiterarse, dejaron como observadores al Ratón de campo y al Loro. El primero no percibió nada, al segundo le ennegrecieron la lengua. Por fin, el Carancho avisó: eran extraños seres que escapaban como arañas al cielo mientras tejían sus cuerdas de fibra vegetal.
Con ayuda de los picotazos de Carancho y una lluvia de flechas algunos de estos seres celestes cayeron incrustándose en tierra. Tatú o Armadillo los sacó con sus uñas. Tenían dos bocas dentadas, una en medio de la cara, la otra en medio del cuerpo, por ambas devoraban la comida robada. El Zorro pretendió efectuar una cópula, perdió su pene y le tuvo que ser reemplazo por un huesito. El frío hizo que se sentaran junto al fuego. Cuando abrieron las piernas, Carancho les arrojó una piedra, cayeron todos los dientes de la boca inferior menos uno, el clítoris, pues resultaron ser mujeres. Desde entonces es que nacen niños y niñas: de hombres y mujeres. Lástima que algunas no son hermosas pues éstas treparon al cielo más rápido que las feas. Como las mujeres son de origen celeste y tienen parte de ese poder, los hombres detentan el poder terrenal.
Cuarta humanidad
Igual que en los mundos precedentes, todo comenzó a corromperse, se quebró el equilibrio. Cuando el Arco Iris se ofendió por el accionar no tradicional de las mujeres, comenzó la Inundación. La Gran Agua ahogó todo y hubo de comenzarse un mundo nuevo. Fue Palomo quien picoteando una semilla hizo brotar un algarrobo y a su partir recomenzó la naturaleza, la nueva armonía entre los seres de la tierra. Sin embargo la periódica corrupción de la humanidad desencadenó una nueva destrucción. Hombres y mujeres habían comenzado a eliminar o devorar a sus hijos. Sol, sobrina de Luna, y que es una mujer gorda y vieja en verano, joven y ligera en invierno, se negó a seguir andando. Durante la consiguiente Gran Noche todo se congeló y cubrió de hielo.
Quinta humanidad
Cuando ya había muerto todo lo contaminado, un muchacho dotado de poder por su calidad humana, soñó con el día. Su canto acompañado por sonajas hizo que la Sol volviera a salir, recomenzara la vida. Esta quinta humanidad es la de los Toba, Pilagá y Mocobí, pero también de los europeos y otros pueblos.
1 Ofelia Morales Originaria de Pampa del Indio, Chaco, pertenece al pueblo qom. Es maestra de la lengua y la cultura toba en la ciudad de Rosario e integra la Organización de Comunidades Aborígenes de Santa Fe. |
2 Guillermo Emilio Magrassi (Argentina, 1936 - 1989) Antropólogo Social y Licenciado en Sociología. Presidente de la Asociación de Estudios Antropológicos. Profesor universitario en las cátedras de Sociología y Antropología Social y Cultura. Convivió con indígenas chiriguanos - chané, wichis, tobas, mocovíes, pilagá y mapuches. Entre otros libros publicó Conceptos de antropología social (1980), Artesanía indígena argentina (1981), Cultura y civilización desde Sudamérica (1982) y Los Aborígenes de la Argentina. Ensayo socio-histórico-cultural, editado póstumamente por Editorial Galerna, y de la cual hemos extraído la versión del mito. |
Fuentes:
Imagen: Film El Camino de los tobas. Del Chaco a Rosario. Documental de 59 minutos realizado por Ernesto Ávila.
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